Noche de Miedo es una película de terror que logra sorprender a los espectadores con escenas intensas y un ritmo frenético. Aunque la trama tiende a ser irregular e impredecible, la película mantiene el suspenso a lo largo de escenas concisas gracias a la química del elenco, incluyendo actuaciones notables de Colin Farrell y David Tennant. Aunque la historia es simple, los efectos visuales en 3D constituyen el fuerte de esta cinta de terror convencional.
2. Siguiendo la larga estela de los remakes estereoscópicos, Noche de Miedo consigue
irrumpir en las miradas de los espectadores con una fuerza sobrecogedora y
sorprendente, situándola muy por encima de sus expectativas.
Llevando un ritmo frenético desde su intenso comienzo, la cinta hila todas sus
escenas con un tono ambiguo, cuyo reflejo comienza a evocarse en las irreverentes
muestras del humor negro más sencillo y eficaz.
Apenas rebusca en la complejidad; tiende a desplegar sus diálogos sobre una
naturalidad concisa y realista, que lleva a sus personajes a pensamientos absurdos e
ilógicos.
Sin embargo, el guión tiende a la irregularidad, convirtiendo el film en un
divertimento tan predecible como, en su gran mayoría, impredecible. Consigue
aplicar esta fórmula a lo largo de toda la cinta, hasta dejar de cerrar las escenas con
brillantez, y retomarlas con sencillez.
Sus personajes resultan tan característicos como comunes, y acaban por representar la
misma estela de protagonistas que en la mayoría de los slashers. El reparto plasma la
naturaleza del guión como si fuese una parodia muy bien definida, y consigue formar
un estelar conjunto de intérpretes que funcionan correctamente, destacando las
expresivas e irónicas labores de Colin Farrell y David Tennant.
Empleando una fotografía deslumbrante, medida en su gran mayoría, Noche de
Miedo acaba por constituir un sólido despliegue de efectos especiales donde un
discreto guión deja la narración de una sencilla historia bajo las proezas visuales del
tan comercial 3D.