1. EL EXTRAÑO CUMPLEAÑOS DE TEA
Era una mañana de . Todo olía a aromas de flores y hierba fresca. Se podría
decir que era posible tocar el final de la primavera y el principio del verano. Y precisamente, este
magnífico día… ¡Era mi cumpleaños!
Perdonad, aún no me he presentado: soy Tea Stilton, enviada especial de El Eco del Roedor, ¡el periódico
más famoso de la Isla de los Ratones!
Como os iba diciendo, en este maravilloso día de primavera se celebraba mi cumpleaños. ¿A qué no
sabéis dónde estábamos festejándolo?... ¡Por mil agujeros de Gruyer! ¡Estábamos en el
mismísimo Bosque de los Ruiseñores, en la Isla de las Ballenas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
¿Y adivináis qué estaba ocurriendo en ese momento?... ¡Mis adorables chicas del Club de Tea me
estaban sacando un pastel sorpresa que tenían escondido!
Os lo explicaré: se había acordado celebrar mi superratónico cumpleaños en este bosque, para que no
pudieran faltar mis cinco gran amigas que me hacen sentir tan bien y tan orgullosa de ser su amiga. Para
ello, se había montado un gran picnic lleno de delicias de queso. Y, claro está, no podía
faltar ningún miembro de mi familia, todos los Stilton estábamos al completo: Geronimo,
Trampita, Benjamín, Tía Lupa…
Mientras observaba cómo Trampita era capaz de engullir un canapé de veinte pisos de diferentes
quesos… ¡las chicas me estaban trayendo un delicioso pastel!...
¡Oh, qué feliz que era! ¡Qué fiesta más superrátonica! ¡Las chicas del Club de Tea son las mejores
amigas que puedes tener!
Y dicho esto, salió un abejorro del bosque y me picó…No recuerdo nada más porque
me desmayé… ¿Qué pasó?... Si seguís leyendo, lo sabréis.
- Tea, Tea, ¿Qué te pasa Tea? –Gritaron las cinco chicas a la vez, muy preocupadas- ¿Estás bien, Tea?
- ¡Oh, no! –exclamó Geronimo, llevándose las manos a la cabeza- Tea es alérgica a la picadura de
abejorros.
Todos los invitados a la fiesta estaban atendiendo a Tea, preocupadísimos. La Tía Lupa estaba
llorando tanto que Benjamín tuvo que ir corriendo a consolarla.
-¡Por todas las pizzas del universo! –exclamó gritando Pamela- Tenemos que hacer algo y urgentemente.
Paulina, Colette, Nicky y Violet contestaron a la vez, juntando las manos:
- Tea es más que nuestra amiga, es nuestra hermana. Geronimo, por favor, tiene que haber una solución
para esto y seguro que tú tienes alguna idea. Haremos lo que sea para que Tea se cure, lo que sea…
- Hay algo que no he utilizado nunca y creo que es el momento de usar –respondió Geronimo muy serio-.
Es la flauta de la princesa Floridiana. Me dijo que la hiciese sonar sólo en un caso muy
desesperado. Un caso de vida o muerte. Creo que ahora es el momento.
Y dicho esto, Geronimo hizo sonar la flauta. Una musiquita mágica sonó en el aire y ante todos
apareció Floridiana, la princesa de las hadas del Reino de la Fantasía. Todos se quedaron boquiabiertos.
- Geronimo, encantada de verte otra vez –dijo Floridiana tan bella que hacía daño a la vista-. Lo he visto
todo. El único remedio para curar a Tea está en el mundo de los insectos. Es un jugo de miel que

2. guardan las abejas en su panal. Es capaz de curar cualquier picadura de insecto. Pero para poder ir a
buscarlo, necesitáis convertiros en insectos.
- ¡Nosotras lo haremos! –dijeron valientes y a la vez las chicas del Club de Tea- ¡Nuestra amistad hará que
triunfe la misión!
Floridiana envió un ligero soplido que se deslizó por la palma de su mano, en dirección a las cinco chicas.
Y en ese instante… ¡las chicas se habían convertido en cinco preciosas mariposas
multicolores!
- ¡Por todos los pintalabios del mundo! –dijo Colette- Soy una maravillosa mariposa de
color rosa y fucsia. Y miraros vosotras… ¡Qué bellas!
Nicky era una preciosa mariposa verde y marrón. Violet era de color violeta y lila. Paulina era una
mariposa de color mandarina y naranja. Y Pamela tenía colores rojos y caquis.
- Recordad, chicas: para poder salvar a Tea, sólo tenéis que pensar en el cariño que le tenéis –dijo
Floridiana, mientras se despedía-. ¡Y ahora volad rápido hacia el mundo de los insectos!
Las cinco bellas mariposas volaban juntas hacia la colmena de las abejas del
bosque. Una simpática mariquita les había indicado el camino.
Todo ahora, era precioso y gigantesco. Pamela estaba tan concentrada volando que no vio una telaraña
y se quedó enganchada en ella. Pero la araña sí que la vio y venía directa hacia ella.
- No te preocupes, Pam –le gritó Nicky- Ahora mismo lanzó mi boomerang para romper la telaraña.
El boomerang de Nicky se desvió por culpa del viento y se estaba cayendo… En ese
momento, apareció una abeja, exactamente igual que Trampita, que cogió el
boomerang al vuelo y lo volvió a lanzar, rompiendo la telaraña y salvando a Pamela.
- ¡Por todos los motores motorizados! ¡Me has salvado la vida!– exclamó Pamela- Muchas gracias.
¿Sabes dónde se encuentra la colmena de las abejas del bosque?
- No había visto nunca una mariposa tan bonita. Mi corazón te pertenece –le contestó la abeja exacta a
Trampita- La colmena de las abejas está exactamente ahí, detrás de la cascada de miel.
Y dicho esto, se alejó dibujando en el aire, un corazón.
Las chicas atravesaron la fantástica cascada de miel y entraron en el panal. Lo primero
que vieron fue una sala con muchas celdillas y un cartel que ponía: Jugo de miel. Había tres celdillas
pintadas: una de color rojo, otra de color verde y otra de color azul. Y también otro cartel en el que se
leía: “De entre estos tres colores, uno tienes que escoger. Si te equivocas, nunca el jugo podrás coger”.
Las chicas se miraron muy preocupadas porque sabían que no podían equivocarse ni una sola vez.
- ¡Ya lo tengo! –gritó Violet alegre-. Floridiana nos ha dicho que sólo salvaremos a Tea si pensamos en el
cariño que le tenemos, o sea, si pensamos con el corazón… y el corazón…¡es de color rojo!
Las chicas abrieron la celdilla de color rojo y… ¡estaba el jugo de miel! ¡Qué alegría!
Volaron rápidamente hacia Tea y le dieron a beber un sorbito de este jugo de miel. En ese instante, Tea
se despertó y las chicas cobraron su apariencia humana. Mientras tanto, el resto de invitados estaban
soltando globos y tirando fuegos artificiales de lo contentos que estaban. ¡Tea estaba
completamente sana!
Las chicas del Club de Tea se miraron con lágrimas en los ojos y entrelazaron las manos.

3. - ¡Una nueva aventura donde, como siempre, ha triunfado el amor y la amistad!