2. Al principio, los seres humanos tenían los mismos
poderes que los dioses pero eran tan vanidosos y
orgullosos que se servían de ellos de cualquier manera.
Por eso, un día, un grupo de sabios, decidió quitárselos
aunque no sabían dónde esconderlos.
3. El primer escondrijo que imaginaron fueron los
océanos pero, después de haber reflexionado,
llegaron a la conclusión de que los seres
humanos, a pesar de todo, eran muy inteligentes
y terminarían por encontrarlos.
4. Enseguida pensaron en lo más profundo
de la Tierra pero creyeron que allí también
acabarían por descubrirlos. Entonces,
pensaron ocultarlos en el espacio aunque
pronto llegaron a la conclusión de que allí
también los hallarían.
5. Finalmente decidieron esconderlos en un lugar en el que nadie
pensaría ir a buscarlos: en lo más profundo de su corazón.
Desde ese día, los seres humanos están buscando alguna cosa.
Han cruzado todos los océanos, horadado la Tierra, explorado el
espacio pero el único rincón donde jamás han pensado buscar
es en lo más profundo de su corazón.