El documento describe el impacto de la crisis de COVID-19 en España un año después de su inicio. La pandemia ha causado estragos económicos mayores de lo previsto, con una caída del PIB del 11% en 2020. El paro ha aumentado a 4 millones y muchas empresas, especialmente en hostelería y ocio, han cerrado o son inviables. La deuda pública se ha disparado al 120% del PIB. El gobierno ha lanzado programas de gasto para apoyar a empresas y trabajadores, pero se advierte que la ayuda europea puede
VALOR DEL DINERO EN EL TIEMPO - 2024 - SEMINARIO DE FINANZAS
Una crónica negra: la crisis del Covid en España
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CRISIS COVID: UNA CRONICA NEGRA.
Manfred Nolte
Hace por estas fechas algo más de un año, la incipiente amenaza del Covid se
había convertido en cruda realidad. El númerode muertesascendía a 1.383,todas
en China, excepto una en Japón y otra en Filipinas. En 24 países del planeta, se
habían confirmado 64.447 casos, siendo Singapur el más afectado después de
China continental. La tasa de mortandad era del 2,1%. Más de 1.700 médicos se
encontraban entre los infectados. En el gigante asiático las empresas, incluidas
las multinacionales, habían cerrado sus puertas en parte por precaución, pero
también y sobre todo, por el desplome en el abastecimiento de componentes en
todo el país. Paralelamente, millones de personas permanecían encerradas en
docenas de ciudades de todo el país. En el cinturón central de China los ganaderos
estaban a días de quedarse sin pastos para el ganado, a causa de la ruptura de las
cadenas de suministros. El turismo había sido simplemente decapitado por las
cancelaciones de vuelos y cruceros con destino a China. Los servicios se hallaban
seriamente afectados. El transporte apenas funcionaba en mínimos.
Irónicamente, un año después, China es un país ajeno al virus, viviendo con una
plena normalidad ciudadana y recobrando la senda de un crecimiento vigoroso.
El resto del planeta se afana en recobrar la normalidad sanitaria y económica,
mediante la aplicación de severas restricciones y confiando en la aplicación
masiva de la vacuna inmunizadora. También España. Aparcando los estragos
sanitarios, si es que acaso pueden ser aparcados, los destrozos económicos han
superado los limites de lo previstoen los inicios de la crisis. 2020 se califica como
el peor ejercicio económico de nuestra historia desde la guerra civil. La
pretendida recuperación en ‘V’ no ha pasado de ser un cuento de hadas
desbordado por la triste realidad. A diciembre de 2020 el PIB se había
desplomado un 11 %, la mayor caída de la eurozona y la OCDE y una de las más
profundas del planeta, explicada por la merma del consumo (-12,4%) y de la
inversión (-12,4%), fundamentalmente.
A finales de febrero el paro registrado ascendía a cuatromillones de trabajadores,
ochocientos mil más que la víspera de la pandemia, a los que hay que sumar los
acogidos a los ERTEs, que se acercan al millón y los autónomos inactivos que se
aproximan a los 365.000. Los que siguen empleados han sufrido una reducción
en sus salarios, de escasos precedentes. En España 18,9 millones de trabajadores
estaban afiliados a la seguridad a febrero de 2021 frente a los 19,2 millones de
febrero de 2020.
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La crisis ha acarreadotambién un deterioro muy acusado de las finanzas públicas
y el conjunto de medidas para contrarrestar el impacto de la pandemia elevará el
déficit público hasta el 11,3% del PIB, agravado por el desplome de los ingresos
fiscales. En el recién transcurrido año tributario se han recaudado 76.000
millones menos de impuestos. Consecuencia de lo anterior, la deuda pública ha
registrado un fuerte aumento en 2020, hasta situarse en 1,3 billones de euros
cerca del 120% del PIB, donde es previsible que se mantenga un largo tiempo.
Según datos del Banco de España el 50% de nuestras empresas registraron
pérdidas en 2020, con las peores cifras concentradas en servicios de hostelería y
ocio en general. Habrá cierres definitivos, ya que un 20% de las empresas de los
sectores citados son inviables. Cien mil empresas han abandonado ya
definitivamente la actividad en el año.
Hecho sobresaliente del período ha sido la estrepitosa caída de la bolsa sucedida
en el primer trimestre del año, de la que aun no se ha producido la recuperación.
El Ibex 35 registró puntualmente la peor caída de su historia, al sufrir un
desplome del 14,06% en una sesión, que le condujo a cerrar en los 6.390 puntos,
niveles de agosto de 2012. Un 36,6% de caída en apenas tres semanas y un valor
bastante cercano al 6.089 cotizado en 2012, mínimo desde la crisis de 2008.
El Gobierno de la nación se ha lanzado a un programa de gasto beligerante,
aunque muchas voces, entre ellas la del Banco de España, las tildan de
insuficientes. El grueso del paquete de ayudas dictadas por el ejecutivo central se
ha concentrado en los 100.000 millones de avales públicos del ICO que buscan
garantizar y apalancar los préstamos que los bancos privados debían conceder a
empresas y autónomos. A ello se han unido 40.000 millones de apoyo a
inversiones, 2.000 millones de seguros de exportación, el diferimiento de
impuestos durante seis meses, 10.000 millones de apalancamiento al ICO, 4.200
millones de ayudas al turismo y 3.750 millones de ayuda a la industria del
automóvil. En el plano laboral el lanzamiento del programa ERTE que se extiende
hasta la actualidad. Solamente en este último capítulo el gobierno afirma haber
superado los 30.000 millones de euros en ayudas directas a los trabajadores. Las
ayudas europeas del programa SURE han reforzado este vital apartado.
La ayuda Institucional ha sido y seguirá siendo esencial. Bruselas ha suspendido
temporalmente las reglas de oro del Pacto de estabilidad y crecimiento, la
principal de las cuales se refiere a la contención del déficit publico. A su vez, El
BCE a través de su brazo supervisor ha relajado las exigencias de solvencia y
capital a los bancos para que sean más generosos en su actividad crediticia. El
brazofinanciero se ha descolgado con un programa adicional de compra de bonos
(‘Pandemic Emergency Purchase Programme’) que asciende a €1,850 billones de
euros. No solo transmite confianza al sistema, sino que asegura que la
financiación de la deuda de los periféricos se realizará a tipos cercanos a cero.
Otro ingrediente decisivo en la recuperación económica lo constituye la ingente
ayuda europea procedente del programa NextGeneratioEU, de la que el gobierno
prevé movilizar cerca de 30.000 millones de euros en el ejercicio, pero el Banco
de España adviertede la aleatoriedad de esta proyección, por tardía en su llegada,
deficiente en su gestión e insuficiente en su capacidad de utilización en nuestro
tejido económico.