Impacto del desplazamiento como consecuencia de las etapas de gentrificación...
Intervención de Josu Erkoreka - Euskadi Sociedad Digital 03-06-2013
1. Donostia-San Sebastián, 1. 01010 Vitoria-Gasteiz
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HERRI ADMINISTRAZIO ETA
JUSTIZIA SAILA
DEPARTAMENTO DE ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA Y JUSTICIA
Dokumentu hau komunikabideetako profesionalei lana errazteko zirriborro
orientagarria besterik ez da. Hortaz, nahiz eta hemen idatzita egon, hizlariak
esandakoa izango da baliozkoa.
Este documento es solo un borrador orientativo para facilitar el trabajo de los
profesionales de los medios de comunicación de manera que sólo será válido lo
pronunciado por el orador aunque estuviere aquí escrito.
INTERVENCIÓN JOSU ERKOREKA
“EUSKADI SOCIEDAD DIGITAL”
03-06-2013
Es para mí un honor compartir con ustedes este acto de presentación de la
edición número trece del Informe de la Sociedad de la información en
España, que se perfila bajo el sugerente epígrafe de Euskadi Sociedad
Digital. En una coyuntura como la que vivimos, en la que los efectos
deprimentes de la crisis económica no dejan de irradiar pesimismo, resulta
particularmente estimulante constatar el notable avance que la
comunicación digital está experimentando entre nosotros, contribuyendo a
sentar las bases del modelo de crecimiento sobre el que descansará la
recuperación económica, cuando la recesión toque a su fin. Un modelo de
desarrollo que -supongo que nadie lo pondrá en duda- se desenvolverá en
la órbita digital y hará un uso intensivo de las TICs
Los datos que refleja el Informe ponen de manifiesto que el de la
comunicación digital constituye de un sector que evoluciona con gran
rapidez, y crece a una velocidad de vértigo. El caso de los dispositivos
móviles, que en 2012 experimentaron un crecimiento en el uso de internet
del 210%, constituye un ejemplo paradigmático de lo que digo. Año tras
año, la comunidad internauta se extiende y fortalece, transformando de un
modo radical la comunicación entre personas, grupos y organizaciones.
Los Poderes Públicos no pueden mantenerse ajenos a este fenómeno social,
que entraña un potencial auténticamente revolucionario, tanto para la
sociedad como para la economía. Sería una enorme irresponsabilidad
desconocer el enorme poder transformador que llevan consigo las TICs y
mantenerse al margen de su desarrollo. Si los gobernantes han de prestar
atención a los signos de los tiempos, como predicaba el Concilio Vaticano II,
el inusitado incremento de la comunicación digital constituye, sin duda
alguna, uno de los signos más destacados del tiempo que nos está tocando
vivir.
Las Administraciones Públicas y, entre ellas, la vasca, a la que tengo el
honor de representar en este acto, deben estar muy atentas a esta
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realidad; no pueden desarrollar su misión con eficacia, si ignoran cuales son
los instrumentos que la sociedad, la ciudadanía y las empresas utilizan en
su día a día para comunicarse entre sí. Y serían cualquier cosa menos una
institución cercana al ciudadano si no se esforzasen en incorporar ese
modelo de interacción a su propia estructura comunicativa, en la medida
que ello pueda resultar útil de cara a proporcionar servicios públicos de
calidad. Porque, como alguien ha dicho con acierto “La gente no quiere
servicios electrónicos, sino servicios públicos de calidad”. Otra cosa es que
en esta segunda década del siglo XXI, no se pueda concebir un servicio de
calidad que se desarrolle al margen de los cauces electrónicos y
telemáticos.
Hace ya 17 años que el Gobierno Vasco apostó por esta nueva forma de
comunicación y así nació la primera pagina web euskadi.net. Desde
entonces, la Administración vasca ha desarrollado notablemente su
dimensión electrónica.
Las razones que nos han llevado por la senda de las nuevas tecnologías,
han sido principalmente dos: una estrictamente legal -la Administración
Pública ha de actuar con pleno sometimiento a la ley y al Derecho- y otra de
carácter más material, que guarda relación con la calidad del servicio
público y, mirando un poco más allá, con los retos que plantea la
organización futura de lo público.
La primera tiene que ver con el cumplimiento de ley 11/2007, de 22 de
junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos, que
yo apoyé personalmente desde mi escaño en el Congreso de los Diputados,
cuyo articulo 6 establece expresamente el derecho de los ciudadanos a
relacionarse con las Administraciones Públicas utilizando medios
electrónicos para el ejercicio de los derechos previstos en el ordenamiento
jurídico, así como para obtener informaciones, realizar consultas y
alegaciones, formular solicitudes, manifestar consentimiento, entablar
pretensiones, efectuar pagos, realizar transacciones y oponerse a las
resoluciones y actos administrativos.
La segunda razón entronca con la convicción de que la implantación de las
nuevas tecnologías constituye un factor de simplificación y mejora de la
calidad de los servicios públicos, que contribuye al objetivo de gestionar los
recursos públicos de la manera más eficiente posible.
El Gobierno Vasco dispone de un plan de modernización de la
administración, el PIP, Plan de Innovación Pública que, entre otros
objetivos, se propone la plena adaptación de la Administración autonómica
a las disposiciones de la mencionada Ley 11/2007, pero va más allá, al
plantearse nuevos horizontes organizativos y funcionales con la innovación
como elemento clave.
El principal propósito de la Administración electrónica debe ser, como ya he
mencionado con anterioridad, el de aportar valor a la ciudadanía. Un valor
que no es privado, sino público y que entronca con principios
incuestionables como el de la transparencia, la accesibilidad, la celeridad y
la seguridad jurídica. La instrumentación electrónica permite a la AP ser
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más eficaz, más ágil, más fiable y más eficiente. Son muchos los valores
que aporta al ciudadano:
• Disponibilidad y ubicuidad: donde estés y a la que hora que estés.
• Reducción de cargas y, en consecuencia, de costes.
• Homogeneización del uso.
• Facilidad de acceso a la información.
• Calidad de la información: clara, completa y segura.
• Facilidad de tramitación.
• Mayor control sobre los expedientes.
• Calidad de servicios y plazos: por mejora de la gestión.
Pero el pleno desarrollo de la Administración Electrónica no sólo entraña
beneficios para la ciudadanía. También produce efectos positivos para la
propia organización administrativa y los profesionales que trabajan en ella,
sobre todo en términos de racionalización, eficiencia y eliminación de tareas
rutinarias.
• Organización de la información y de los procesos.
• Mayor control de los expedientes.
• Eliminación del papel.
• Posibilidad de gestionar con datos: más información, procesos más
documentados, información de gestión más completa.
• Estandarización, sistematización y automatización.
• Facilidad de aprendizaje para las personas que se incorporan o que
cambian de destino.
• Ahorro de costes: desarrollo, mantenimiento, formación, CAU,…
• Pasar de gestionar expedientes a gestionar políticas públicas:
eliminación de tareas rutinarias y dedicación a trabajos de mayor
valor añadido.
Se trata en definitiva de trasladar a la ciudadanía, a los actores económicos
y a la propia AP, los beneficios que aportan las nuevas tecnologías,
adoptando soluciones digitales con el objetivo de conseguir una prestación
más eficiente de los servicios públicos.
Por ultimo, y en relación con la labor facilitadora que desempeñan las
nuevas tecnologías, me gustaría poner en valor la decidida apuesta del
GOVA por el Open Government a cuya implantación ha contribuido en gran
medida este sector, en la medida que los principios de transparencia,
colaboración y participación que presiden el concepto de Gº abierto pueden
ser atendidos en mayor grado gracias a la existencia de un canal como el
tecnológico.
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Pero si las nuevas tecnologías están convulsionando las relaciones sociales -
el Informe nos dice que, cada día, contactamos con más gente a través de
la red que mediante el contacto personal- no es menor el papel que están
llamadas a desempeñar en la construcción política de la democracia del
futuro. Hace años que el filósofo Javier Echeverría hablaba de la Telepolis,
como el espacio público del tercer entorno, que convenía definir en términos
de ciudad -o ciberciudad- “porque ello suscitaría la idea de democratizarlo y
humanizarlo, algo -señalaba el profesor navarro- que no está claro que vaya
a suceder tal y como ese espacio social se está desarrollando”.
Es inmenso, como puede verse, el desafío que el desarrollo de este sector
plantea tanto al estudioso de la cosa pública como al responsable político.
Pero no es menor la importancia que reviste en un momento
socioeconómico como el actual, en el que las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación constituyen un elemento dinamizador de la
economía; de una economía real y no especulativa, que produce bienes y
servicios para generar riqueza y empleo.
No debemos olvidar el dato de que los países que más invierten en nuevas
tecnologías están siendo los menos vulnerables ante los embates de la crisis
económica. Y precisamente porque está al tanto de todo ello, el Gobierno
Vasco, ha apostado, apuesta y seguirá firmemente por este sector.
Muchas gracias a todos por su atención y especialmente a la Fundación
Telefónica por invitarme a este acto y por la labor que desarrolla en este
campo.
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orientagarria besterik ez da. Hortaz, nahiz eta hemen idatzita egon, hizlariak
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Este documento es solo un borrador orientativo para facilitar el trabajo de los
profesionales de los medios de comunicación de manera que sólo será válido lo
pronunciado por el orador aunque estuviere aquí escrito.