1. ¡Qué caballeros!
Luego de que el gobierno reactivara la producción de algodón, mediante
varios incentivos, la Distribuidora de Algodón Nacional, Diagonal, resolvió
no comprar la cosecha, echando por tierra lo pactado con el gobierno. Su
decisión se fundamenta en el argumento de que necesita fibra de menor
calidad y dispone de suficientes existencias. Simplemente el mismo
mecanismo de chantaje para quebrar otra vez al sector.
Por: José Félix Lafaurie Rivera*
El Gobierno ha hecho un gran esfuerzo por sacar adelante una política en
materia algodonera. Pero estos esfuerzos pueden terminar fracasando.
Porque como ha sido costumbre, la Distribuidora de Algodón Nacional,
Diagonal –que en el fondo no es otra cosa que un monopolio–ha venido
negociando los contingentes de absorción de la cosecha interna por fuera de
lo pactado con el gobierno echando al traste –como lo ha hecho en la crisis de
1976, de 1984 y de 1991– los esfuerzos por sacar adelante al sector
algodonero.
El impulso al sector algodonero como parte de los cien puntos del Manifiesto
Democrático del Presidente Uribe, así como la convicción que el Ministro
Carlos Gustavo Cano tiene, se encuentran ad portas de frustrarse, por el
prurito de Diagonal de no pensar más allá de sus propios intereses.
En el marco de un gran pacto de caballeros, el Gobierno propició una serie
de medidas para rescatar las áreas algodoneras del país −deprimidas por
problemas de insurgencia y de violencia local–, y brindar a la cadena textil
posibilidades de competir. En tal efecto, ha ayudado a los refinanciamientos
internos y facilitado el proceso que tiene que ver con Ley 550. También ha
puesto en marcha tres instrumentos invaluables de política sectorial: el
diferenciamiento arancelario, la introducción de un mecanismo de
liquidación de tasa de cambio remunerativa, y la prórroga de los plazos de
Plan Vallejo.
Con el diferenciamiento arancelario –que lo disminuyó, primero del 10% al
5% y posteriormente del 10% al 2.5%– el gobierno buscaba que esos puntos
de no pago de arancel para importación de algodón, le sirvieran para
compensar en buena parte la absorción de cosecha. Con el mecanismo de
liquidación de tasa de cambio remunerativa para el cultivo de algodón a
$2.750 pesos, le introducía estabilidad a las operaciones comerciales. Y con
la prórroga de los plazos de Plan Vallejo, para que pudiera internar y
exportar algodón en plazos que ya estaban prácticamente vencidos.
Como resultado, el área cultivada pasó, el año pasado, de 14.000 a 26.000
hectáreas (solo en el interior Tolima, Huila y Valle) y la cosecha de la Costa
2. y los Llanos logró incrementar en 38% la producción. Incluso, este año se ha
logrado incrementar en todo el país a 66.000 hectáreas (24% más).
Pero ahora Diagonal, resuelve decir que no necesita algodón. Que el algodón
colombiano, léase bien, es demasiado bueno. Y que ellos lo que necesitan es
fibra de menor calidad para poder hacer jeans. Y en consecuencia, no
compran porque tienen suficiente existencia. Simplemente el mismo
mecanismo de chantaje para quebrar otra vez al sector.
En esos términos no es posible recuperar al país. No es posible construir
confianza. No es posible recuperar zonas que estaban perdidas por la
violencia y que, al mismo tiempo, afectaban el clima de inversión nacional.
Porque mal o bien, es un círculo vicioso en la medida en que el problema de
orden público no se resuelve, todos perdemos. Y el campo esté en la mitad
del camino como generador de empleo y retenedor de flujos de migraciones a
los cinturones de miseria de las ciudades. Y lo que está produciendo
Diagonal con su posición, es desempleo y caldo de cultivo para mantener la
inseguridad.
Qué miopía la de Diagonal. Cuando las cosas empiezan otra vez a funcionar,
son ellos los encargados de echarle un balde de agua a las buenas
intenciones no solamente de un gobierno que ha intentado reactivar el
cultivo, sino de una propuesta política votada mayoritariamente por el
pueblo colombiano como fue la del Presidente Uribe, sobre la reactivación de
ciertas áreas entre ellas la algodonera.
No es posible que Diagonal, después de disfrutar la reducción arancelaria de
la importación ordinaria de 15.000 toneladas en este primer semestre –13%
del total importado en 2003 (117.000 toneladas) – equivalente a US$2
millones de dólares, salga ahora con la sorpresiva decisión de no comprar la
cosecha. Pero más aún, señala que tiene altos inventarios y está solicitando
compensación de costos por otros US$3 millones. ¿Qué está pasando?
*Superintendente de Notariado y Registro