La Iglesia de Santa María del Mar fue construida entre 1329-1383 en Barcelona. Fue sufragada por los feligreses locales, incluyendo los descargadores del puerto llamados "Bastaixos" que ayudaron a transportar las enormes piedras. Exteriormente exhibe características del estilo gótico catalán como líneas horizontales y espacios llenos, mientras que interiormente posee excelente acústica que la hace apropiada para conciertos de diferentes géneros musicales.