El documento describe el barrio de La Chanca en Almería y los esfuerzos para reconocer sus valores culturales. La Chanca ha sido históricamente marginada y separada del resto de la ciudad por barreras invisibles. Recientemente, el Club Unesco de Pechina propuso declarar La Chanca como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO para reconocer sus tradiciones ancestrales. Los vecinos apoyan la iniciativa para derribar fronteras y que se valore su patrimonio, incluyendo su gastronomía, fl
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i algo no ha pasado desapercibido para los intelectuales de fuera de la
provincia que han venido hasta Almería y se han interesado por la
idiosincrasia de sus gentes, es el hecho de que el barrio de La Chan-
ca, situado a las faldas de la Alcazaba, parece estar separado del resto
de la ciudad por una línea divisoria imaginaria, una especie de barrera psicoló-
gicaomentalquecercenaunimportantemiembrodesucascohistórico.Eles-
critor Juan Goytisolo lo expresaba así: «Una frontera invisible separa el ba-
rrio de La Chanca del resto de Almería». Asimismo, el poeta José Ángel Va-
lente, en un artículo publicado en el diario El País en 1996, aseguraba que
«ciertamente,entiendoqueAlmeríaestáenlaactualidadconformadacomoun
agregado de zonas adyacentes, pero netamente separadas por fronteras acaso
novisiblesy,acasoporesomismo,másreales».Unodesusvecinos,José Cor-
tés Santiago, recoge el órdago lanzado por ambos autores y asegura
que, si el que viene de fuera percibe cierta diferencia, «nosotros,
¿cómo no la vamos a sentir?».
Mientras que en otras ciudades andaluzas los barrios históricos
-Triana, en Sevilla, el Albaicín de Granada; o la Judería de
Córdoba- se intuyen singulares e incluso atractivos para el tu-
rismo, para muchos, La Chanca continúa siendo sinónimo de
lo peor, un lugar casi desagradable.
Sin embargo, hay quienes, más allá de los límites impuestos por el
miedo al otro, más allá del recelo que se despierta ante lo desconoci-
do, han sabido apreciar los valores culturales y tradiciones, intrínsecos y an-
cestrales, de los chanqueños. La Chanca, donde reside el origen histórico de la
ciudad de Almería, ha fascinado y sigue fascinando a intelectuales, artistas, via-
jeros y, por supuesto, a muchos almerienses. Prueba de ello es la reciente pro-
puesta del Club Unesco de Pechina de inciar un proceso para solicitar que es-
tebarriodelacapitalseadeclaradoPatrimonioCulturaleInmaterialdelaHu-
manidad por la Unesco.
Los vecinos de La Chanca han acogido de buen grado la iniciativa. «A mí me
agradó que el Club Unesco de Pechina, un grupo de gente que no tiene nada
que ver con nosotros y a los que ya tenemos que llamar amigos, en el marco
de unas jornadas sobre el patrimonio de la provincia organizadas por la Aso-
ciación Amigos de la Alcazaba, se interesara por que el barrio de La Chanca
sea reconocido Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad», recono-
ce el presidente de la Asociación de Vecinos La Traíña, José García Rueda,
‘Pepe el Barbero’, «ya nos hemos puesto en contacto con ellos porque que-
remos conocerlos y, entre otras cosas, agradecerles la sensibilidad que han te-
nido con este barrio por haber tomado una iniciativa que esta ciudad nunca ha
visto». La iniciativa fue propuesta también el pasado mes por el PSOE en el
Pleno Municipal del Ayuntamiento de Almería y apoyada por el Pleno de la
Diputación Provincial.
Por su parte, Juana Sánchez, también de La Traíña, asegura que «esto es un
paso más, es una nueva noticia y un aliciente, porque la idea no ha salido del
barrio», apunta, «el trabajo que se está haciendo en el barrio tiene su eco fue-
ra, hay gente que nos escucha, que nos ve y que nos valora».
En efecto, la de La Chanca es una lucha continua por hacerse oír, por derribar
esas fronteras invisibles, siempre alentadas por los prejuicios que acaban depo-
niendo al barrio en una situación prácticamente marginal.
LACHANCA,LAGRANDESCONOCIDA
La barrera entre La Chanca y el resto de la ciudad «es evidente, yo la
situaría en la Avenida del Mar, hacia un lado y hacia otro», asegu-
ra Juana Sánchez, «no hay más que mirar». En este sentido, las
palabras de José García son así de contundentes: «Somos los
grandes desconocidos para la desgracia del resto de la ciudad
por cuestiones de marginación, siendo La Chanca el lugar
donde se ubica históricamente el origen de la ciudad de Al-
mería, aunque mucha gente piensa que ahora nos situamos en
los arrabales de la misma». José ha percibido el miedo de los de-
más desde que era un niño, sobre todo justificado por el estigma de
la droga. «Habrá gente que viva de la droga, pero el resto de vecinos inten-
tan vivir con dignidad».
Los vecinos de La Chanca no piden que con ellos se tenga una deferencia, pe-
ro sí la sensibilidad de que se les reconozca como un patrimonio que no se de-
bería perder. «Las personas que aquí vivimos siempre hemos sido el compo-
nentemásimportantedeestepatrimonioinmaterial,sencillamente,porquete-
nemos algo que nos diferencia. ¿Y qué nos diferencia?», señala José, «la so-
lidaridad que en este barrio se respira, porque históricamente hemos sido un
barrio abierto a todo el mundo».
Esto no significa que aquí no haya conflictos, como en cualquier otra parte, di-
ce José, «sabemos que no somos perfectos». Sin embargo, «tampoco vamos a
permitir que nadie se sitúe por encima de nosotros, ni siquiera esta ciudad, que
siempre nos ha estado obviando de alguna forma, o intentando vernos como
gente rara o extraña, siendo ciudadanos con tantos derechos como el resto»,
denuncia, «siempre se nos ha puesto una etiqueta».
ANUSKA BENÍTEZ / FOTOGRAFÍA: RICHI / CARLOS PÉREZ SIQUIER
S
q REPORTAJE
LA CHANCADERRIBAFRONTERASINVISIBLES
LA CHANCADERRIBAFRONTERASINVISIBLES
Juan Antonio
Rodríguez,
Manuel López
Jerez, José
García Rueda,
José Cortés,
Antonio Cortés,
Diego Crespo y
Juana Sánchez.
ElClubUnescode
PechinaproponequeLa
Chancaseadeclarada
PatrimonioCulturale
InmaterialdelaHumanidad
porlaUnesco
2. Artistas como el fotógrafo Carlos Pérez Siquier, que el pasado mes de febre-
ro inauguraba en el Museo de Almería la exposición La Chanca, todo un barrio,
con 78 de imágenes de La Chanca de los años cincuenta y sesenta, han sabido
reflejar fielmente el espíritu integral de sus habitantes. «En los tiempos en que
hice aquellas fotografías», revela Pérez Siquier, «me preocupé mucho por re-
flejar la dignidad de aquella gente dentro de su situación de abandono». El fo-
tógrafoalmeriensereconoceasimismoqueconsuenfoquehumanista,lejosdel
sensacionalismo, pretendía «mostrar la situación terrible de la época, al mismo
tiempo que permitir que la gente de La Chanca se sintiese orgullosa de su me-
moria histórica». A pesar de la tracoma, tan extendida entonces, los niños de
las fotografías aparecen con una mirada «muy limpia, llena de vida», reflexio-
na Pérez Siquier.
El presidente de La Traíña recuerda que este barrio, hace bien pocos años, era
el que más valor aportaba a la economia local. «Almería vivía a rebufo de lo
que se movía en este barrio, donde se encontraba la principal industria de la
ciudad, la pesquera y sus derivados, como las conserveras o los astilleros»,
apunta,«lavegaeraunavegadesubsistencia».LaChancahaaportadoalaciu-
dad lo que ella siempre le negó. «No me estoy inventando nada, sólo basta con
ver las cifras económicas de los años sesenta para ver de qué vivía entonces Al-
mería».
Por otra parte, La Chanca siempre ha sido un barrio de trabajadores y de gen-
te que ha luchado, «fuimos el bastión más importante en la transición españo-
la hacia la democracia, ningún barrio de la ciudad hizo lo que se hizo aquí,
aportó mucho para que se respirara el cambio hacia la libertad, y parece que
seguimos siendo unos apestados», se lamenta José, «no nos creemos mejores
que nadie, pero nadie tiene derecho a creerse mejor que nosotros».
Miembros de La Traíña aseguran que desde el franquismo se ha querido es-
conder lo que siempre ha habido aquí, «y que todos los que nos hemos criado
en La Chanca hemos interiorizado», reconoce José, «hubo una represión muy
fuerte por culpa del miedo a la pobreza, para algunos sinónima de delincuen-
cia, una percepción que seguimos viendo ahora».
UNOSVALORESTURÍSTICOSDESAPROVECHADOS
Todos los chanqueños coinciden en que las vistas que hay desde el barrio po-
drían ser un valor añadido para la ciudad desde el punto de vista turístico. «Es
unazonaexcepcionalparahacerfotografías,sevelaciudadenteradesdelomás
alto del barrio», destaca José García, «esto es un patrimonio de todos y para
todos, hay que ponerlo en valor». Por otro lado, los restos culturales más im-
portantes de la ciudad están en La Chanca. «Aquí tenemos infinidad de restos
arqueológicos que perduran incluso desde la época de los romanos, como la
calzada romana que aún se conserva, algunos torreones de la vieja muralla o las
canterascalifalesdedondeseextrajolapiedraparaconstruirlaAlcazaba»,pun-
tualiza otro vecino, Antonio Cortés. «Es muy triste ver venir a más parejas de
extranjeros que a gente de la propia ciudad», añade José García, « me gustaría
ver a los almerienses venir a dar un paseo por La Chanca de vez en cuando».
LOSESFUERZOSPORDISEÑARUNBARRIODEFUTURO
Otro de los grandes apasionados de La Chanca es el arquitecto y urbanista al-
meriense Ramón de Torres. Muestra de ello es su participación activa en el
diseño del barrio a través del Plan Especial de Reforma Interior de La Chan-
ca, redactado atendiendo a las demandas de los movimientos sociales del ba-
rrio de La Chanca, y del Plan Urban, con el que se pretende regenerar el Cas-
co Histórico de la ciudad. «Pocos espacios urbanos similares en España están
vinculados como La Chanca al arte y a la cultura», determina De Torres, «el
barriohaservidodeinspiraciónaintelectualesyartistas».Asimismo,señalaes-
te arquitecto, «pocas veces en la historia de la literatura, una novela como La
Chanca, de Juan Goytisolo, ha servido como
elemento aglutinador de un cambio».
Ramón de Torres afirma rotundamente que
el barrio de La Chanca merece ser declara-
do Patrimonio Cultural de la Humanidad,
como ha sido el caso de la plaza Jemaa el
Fna de Marrakech o la Medina de Tetuán,
proceso en el que el mismo De Torres par-
ticipó en 1997. «El trabajo que se ha hecho
en La Chanca para redactar el PERI es una referencia para la comunidad in-
ternacional», afirma De Torres, «ha sido un proceso participativo que ha con-
tado con la aportación de los vecinos, una experiencia que fue seleccionada en
el Concurso de Buenas Prácticas para la mejora de las condiciones de vida en
las ciudades, patrocinado por Dubai en 2000 en el marco del Programa de Li-
derazgo Local y Buenas Prácticas que impulsa la ONU, y fue catalogada como la
mejor».
Aún así, el barrio debe seguir mejorando, en opinión de este urbanista, «la
marginación insostenible se ha paliado, pero todavía queda mucho por ahcer».
A los ojos de los visitantes, La Chanca aparece como un agregado de la ciudad.
«Todavía, en algunos ambientes, La Chanca se considera como un barrio pe-
ligroso, es un tópico potenciado por las barreras mentales creadas por el des-
conocimiento de la realidad», considera Ramón de Torres. «Por su relación
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El principal motor de cambio de La Chanca es, sin duda, la
Asociación de Vecinos La Traíña, que desde hace más de
treinta años viene trabajando por la plena integración del
barrio en la ciudad. Su presidente, José García Rueda, más
conocido como Pepe El Barbero, es un hombre de ideas
claras y dispuesto a lo que sea, con tal de mejorar la calidad
de vida de sus vecinos. Como decía el poeta José Ángel
Valente, «La Chanca habla, combate y se hace oír». En este
sentido, José García Rueda no se arredra ante nada, ni
siquiera ante las barreras psicológicas o los prejuicios que la
gente pueda tener sobre los habitantes de La Chanca: «Nos
podrán poner todas las barreras que quieran, pero las iremos
derribando una a una», determina, «nos pueden poner
muchas fronteras mentales, que una a una irán cayendo».
ASOCIACIÓNDEVECINOSLATRAÍÑAASOCIACIÓNDEVECINOSLATRAÍÑA LOSINTELECTUALESSIGUENAPRECIANDOLACHANCA
CARLOSPÉREZSIQUIER/Fotógrafo
«Enlostiemposenquehiceaquellas
fotografías,mepreocupémuchoporreflejar
ladignidaddeaquellagentedentrodesu
situacióndeabandono»
RAMÓNDETORRES/Arquitecto
«Pocosespaciosurbanossimilaresen
EspañaestánvinculadoscomoLaChancaal
arteyalacultura,elbarriohaservidode
inspiraciónaintelectualesyartistas»
JUANJOSÉCEBA/Poeta
«Elbarriocuentaconmásdemilañosde
historiayexistíaantesquelaciudad,conserva
unastradicionesyunascaracterísticas
singularesatenerencuenta»
3. tan especial con el mar, los chanqueños son gente abierta a otras culturas, allí
conviven en armonía distintas comunidades unidas por valores culturales, en
LaChancaseestáviviendounauténticofenómenodevertebraciónsocialatra-
vés del arte y la cultura», explica este arquitecto, haciendo clara referencia a a
la capacidad creativa de los habitantes de La Chanca a través del cante, el bai-
le, el teatro o el carnaval.
FLAMENCOYGASTRONOMÍA,TRADICIONESDEVALORINCALCULABLE
Precisamente la creación artística que se respira en las calles de La Chanca, sus
tradiciones y costumbres, su flamenco y su gastronomía -con platos típicos co-
mo las talvinas, de origen árabe, o las hojuelas de limón, de tradición judía-,
son los verdaderos tesoros inmateriales, son las claves que hacen de este estilo
de vida un patrimonio universal. «El barrio cuenta con más de mil años de his-
toria y existía antes que la ciudad», explica otro incondicional de La Chanca,
el poeta almeriense Juan José Ceba, «conserva unas tradiciones y caracterís-
ticas singulares a tener en cuenta, sobre todo de la tradición oral». En este sen-
tido, Ceba hace alusión a los romances del siglo XV, a las canciones antiguas,
juegos, nanas y coplillas, palabras y expresiones relacionadas con la mar que
aún perviven desde tiempos inmemoriales en La Chanca. «Todo este material
ha sido recogido por distintos colectivos, como el centro de mayores ‘Las Ga-
viotas’, que han publicado varios libros al respecto y han grabado distintos vi-
llancicos para que no se pierdan», puntualiza Ceba, que ejerce como maestro
en el colegio público de La Chanca. Tampoco debe olvidarse el habla tan pe-
culiar de la gente de La Chanca, «que tanto llamó la atención y tanto fascinó
a Juan Goytisolo», rememora Ceba.
En cuanto al flamenco, revela José García, presidente de La Traíña, «tenemos
muchos valores tanto en el cante como en el baile, pero viene una cantera por
detrás que está pegando muy fuerte». Artistas de la talla de Rocío Segura, la
primera mujer que ganó la Lámpara Minera, el Negrillo, Tomatito o el Niño
Josele, nacieron y se criaron en La Chanca. «Aquí hay una veta flamenca im-
presionante de cantaores, guitarristas, bailaores y grupos de baile», remarca
Ceba, «el flamenco está tan arraigado que es la forma de expresión viva del ba-
rrio, está en la calle». El poeta destaca asimismo que quizá sea uno de los po-
cos sitios de toda Andalucía donde los niños empiezan a cantar desde muy pe-
queños. «El flamenco en La Chanca es vivido y sentido en colectividad», sigue
describiendo Ceba, «todo el barrio lo disfruta en fiestas como las bodas o in-
cluso en Navidad».
En el ámbito musical, también los carnavales juegan su papel. «Tenemos una
actividad desconocida enorme, que está teniendo una proyección fuera», ase-
gura José García. «La gente los siente, participa y crea», revela Juan José Ce-
ba,«elpuebloseconvierteenpoetacrítico,sinperderelsentidodelhumoran-
te la realidad». Otra tradición que se está perdiendo y que en La Chanca se vi-
ve de forma intensa son las Mayas. «Se trata de una celebración de origen pa-
gano en honor a la diosa romana Maya, con motivo de la llegada de la prima-
vera», señala Ceba, «es curioso que haya perdurado a través del tiempo».
PASOSHACIAUNAINTEGRACIÓNPLENADELACHANCA
Todas estas cosas son el potencial de La Chanca, «son magníficos motivos pa-
ra seguir exigiendo mejoras en el barrio e ir cambiando», concluye Juan José
Ceba, quien reconoce que poco a poco se van dando algunos pasos hacia una
plena integración de La Chanca. Ejemplos de ello son actividades como los
Amaneceres en la Alcazaba, un monumento íntimamente ligado al barrio; el pri-
mer Encuentro de La Chanca en la UAL, en el que niños del barrio visitaron la
Universidad; o un proyecto de integración sociolaboral de inmigrantes puesto
en marcha por La Traíña, en colaboración de Ashal y la Delegación de Go-
bernación de la Junta de Andalucía. s
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UNBARRIOENTRANSFORMACIÓN
Observando las fotografías de la izquierda, tomadas por
el fotógrafo almeriense Carlos Pérez Siquier hace
prácticamente medio siglo, y las de la derecha, realizadas
recientemente por nuestra compañera Risabhadeva
Maldonado, puede apreciarse la gran transformación
que se ha producido en el barrio de La Chanca en los
últimos años. La exposición ‘La Chanca, todo un
barrio’, que hasta el próximo 13 de marzo acoge el
Museo de Almería, quiere acercarnos a un paisaje
urbanístico y humano de La Chanca muy distintos de los
que podemos encontrarnos en la actualidad. «Las casitas
de colores que había debajo de las Cuevas de Las
Palomas han desaparecido», señala Pérez Siquier, «pero
los habitantes de este barrio bien merecen que sus
necesidades sean atendidas como las del resto de
ciudadanos en materia de vivienda, infraestructuras y
servicios, esto no se puede obviar». Ha desaparecido la
estampa romántica, casi morisca, que recogiera Pérez
Siquier hace varias décadas, «pero ahora se vive con
dignidad», sentencia José García Rueda, Pepe el Barbero,
«aunque todavía faltan muchas cosas por hacer para
seguir mejorando».
Foco Sur ha querido reflejar cómo ha cambiado La
Chanca con el paso del tiempo. Arriba podemos ver la
zona de las Cuevas de Las Palomas perfectamente
urbanizada y ataviada con una hilera de árboles. Al final
de la calle se sitúa la oficina del Proyecto Surge de La
Chanca, gestionado por la Asociación La Traíña. Debajo,
recogemos una imagen de Pérez Siquier con una escena
de niños jugando en la calle; al lado vemos a uno de
esos niños, Juan Lozano, o Juan ‘Fortuna’, como le
conocen sus vecinos, 50 años después. Finalmente,
podemos ver que el barrio de La Chanca sigue siendo
igual de pintoresco que siempre, con la figura de la
Alcazaba presidiendo al fondo la imagen, fruto del estilo
de vida de sus habitantes, que han sabido mantener sus
tradiciones desde tiempos inmemoriales.
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Juan Lozano ‘Fortuna’, de niño y en la actualidad
Los cambios en las Cuevas de Las Palomas
Panorámica de La Chanca vista a través del tiempo
LACHANCADERRIBAFRONTERASINVISIBLES