Incompatibilidad madre e hijo en el embarazo por el grupo sanguíneo
1. INCOMPATIBILIDAD MADRE E HIJO EN EL EMBARAZO POR EL GRUPO SANGUÍNEO.
Hay 8 grupos sanguíneos según la presencia o no de tres
sustancias en la superficie de los glóbulos rojos. Las tres
sustancias son: el antígeno A, el antígeno B y el sistema
Rh.
Según una persona tenga o no cada una de estas tres
sustancias, se clasifica en uno de los ocho grupos
sanguíneos.
Las sustancias A, B y Rh son antígenos. Esto quiere decir que
inducen una respuesta inmunológica frente a ellos si se
introducen en la sangre de una persona que no los tienen. Lo
que puede desembocar en hemólisis (destrucción de hematíes),
anemia, fallo renal, shock, o muerte. Esta respuesta
inmunológica sólo se produce si se recibe sangre de ciertos
grupos sanguíneos.
La incompatibilidad de grupos AB0 casi no tiene trascendencia
en el embarazo, entre madre y bebé; cuando tiene
consecuencias suelen ser leves. También conocida como
enfermedad Hemolítica Perinatal, sucede cuando la sangre
2. de la madre y del feto son de diferentes grupos
sanguíneos que nos son compatibles entre sí. Por
ejemplo, si la mamá tiene tipo de sangre O y su bebé es A,
el cuerpo de la mamá identifica ese “A” escrito en cada
glóbulo rojo del feto como si fuera una enfermedad y lo
ataca, destruyendo la sangre del bebé.
En la mayoría de los casos, donde la enfermedad se
desarrolla de manera benigna, el bebé no tiene problemas,
y en caso que los tenga puede nacer con una anemia leve.
En casos extremos el feto puede morir por rechazo del
cuerpo de la mamá. Si logra nacer, puede tener algún daño
en el sistema nervioso central.
Para casos extremos, el tratamiento generalmente
consistirá en dar medicamentos a la mamá que apaciguan
su sistema inmunológico, y transfusiones al feto para evitar
o corregir la anemia.
Otro tipo de incompatibilidad sanguínea es la del Rh,
donde hay que tener más cuidado y sucede cuando la
mamá es Rh– y el bebé es Rh+. Durante el primer
embarazo, el cuerpo de la mamá crea los anticuerpos para
el Rh+ pero no tiene tiempo de destruir a gran escala las
células marcadas con Rh+ del bebé. Sin embargo, el
ataque será eficaz y masivo en el caso de un segundo
embarazo, pues el organismo de la madre “recordará” a
ese tipo de célula como un invasor.
Para evitarlo, se le coloca a la mamá una vacuna dentro de
las 72 horas posteriores al primer parto. Hay que
considerar como primer embarazo incluso aquellos que no
llegaron a término.