1. CRÓNICA BARNEY OSPINA
Hoy, mayo 24 del 2015 recuerdo aquella mañana, a finales del 2014,
en que reunidos en nuestra sala todos los docentes de nuestra sede
Marco Fidel Suárez, se nos comunicó que íbamos a recibir una
capacitación de la Universidad del Valle a partir del primer semestre
de este año, la cual fue grandemente encomiada por la Coordinadora
en la sala de profesores de nuestro colegio, porque tenía además el
respaldo de la Universidad del Valle.
Como es costumbre nadie dijo nada, hicieron caras sí, pero sólo eso
pues aquello, involuntariamente nos hizo recordar en la pasada
experiencia, unos tres años atrás, en la que nos presionaron para
tomar una capacitación por la tarde, en cada una de nuestras sedes,
con la Universidad Tecnológica de Pereira, a cargo de una docente
llamada Lorena, cuyo apellido ya no recuerdo, y en la que también al
final debíamos presentar un video con un trabajo o un proyecto en
grupo para graduarnos.
Que yo sepa muy pocos o ninguno de los docentes recuerdan mayor
cosa de aquel curso o están poniendo en práctica algo de lo que
aprendieron en aquel entonces.
Me disguste y por eso le pregunté a la Coordinadora “si era
obligatorio”, a lo que respondió afirmativamente, lo que luego pude
comprobar que era cierto pues estaba programado de forma
sistemática en diferentes instituciones oficiales ahora nos tocaba al
Camacho (como siempre, porque nos meten en todo) y estaba
auspiciado por la Secretaría de Educación, con el atenuante de que lo
recibiríamos dentro de la jornada laboral, lo que hizo la cosa algo más
llevadera.
El curso inició en el mes de enero de 2015, en horario de 7:00 a 11: 30
am., y se prolongaría por varios meses, en este caso estaba
programado para todos los docentes de nuestras sedes en primaria,
se daría en la sala de sistemas de la sede Marco Fidel Suárez.
Comenzamos a trabajar en él, para colmo de males las primeras
semanas aún yo no aparecía en la plataforma, de tal manera que –
contrario a la situación de mis compañeros- los trabajos que
2. presentara en ese momento no se constatarían como realizados en el
curso, lo que inicialmente me puso en desventaja frente a los demás
compañeros, principalmente cuando la tutora entregó los primeros
reportes y yo debía varios de ellos, con el agravante que estuve
incapacitado un día que hubo curso, atrasándome aún más.
A través de estos meses comenzamos a conocer varias herramientas
que podríamos aplicar en las clases, lo que nos fue motivando a
muchos docentes en esta capacitación que estamos recibiendo: Abrir
correo gmail, crear un blog, publicaciones en Slideshare, Time Rime,
creación de mapas conceptuales en Cacoo, etc...
Sin embargo, no puedo ocultar mi desencanto ante algunas
situaciones que he tenido con la tutora, la profesora Rosalba, quien ha
confundido el interés paulatino que me despertó el curso al punto que
realizaba actividades extras pensando en “hipotéticas futuras clases
digitales con la creación de blogs”, para lo que consultaba a la otra
docente Vicky, en otra cosa. Para mi esta clase cambió de ser una
posibilidad de aprender e incursionar en nuevas cosas para las clases,
en un medio hostil donde cada que yo preguntaba era un problema y
donde la docente que lo dictaba terminaba más interesada en los
alumnos aventajados o que son de su empatía y no le da importancia
a los baches o dudas que tenían otros ante los temas, ciertos
procedimientos, etc., para terminar interpretando como pereza de uno
o maquetería, aspecto este que cambia la motivación por el curso al
deseo de que culmine lo antes posible, eso sí, sin abandonar las
cosas buenas que se aprendieron y se pueden tomar de éste.
Ahora, aquí en mi casa, frente al computador, en el cuarto de estudio,
hora 11:30 am., de un día domingo, le doy estos últimos retoques a
este que espero sea el último trabajo de la última clase de dicha
capacitación, no veo la hora que esto termine.