El sistema circulatorio consta de tres partes principales: el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre. El corazón bombea la sangre a través de los vasos sanguíneos para transportar oxígeno y nutrientes a todas las células del cuerpo, retirar dióxido de carbono y desechos, y ayudar en los mecanismos de defensa y regulación de la temperatura corporal.