Trabajando emociones: el asco.

4. La obra muestra a Frida Kahlo
presa a la una cama y enferma.
Sus continuas enfermedades le
hacían perder el apetito y
necesitaba ser alimentada a
través de un embudo. En la
imagen se ve el embudo, el cual
no está lleno de comida triturada,
si no de pilas de carne cruda.

5. Es una caricatura en tres
dimensiones de Jean-Marie
Fruchard realizada por Honoré
Daumier.
Por el gesto del caricaturizado
(un diputado francés del siglo
XIX) se le ha llamado “El asco
personificado”.

6. “La fuente” (1917) de Marcel Duchamp. Es
una obra de arte atribuida a Marcel
Duchamp, el cual expuso un mingitorio en el
museo de Nueva York y lo tituló Fountain
firmándolo como R. Mutt.
Es una pieza denominada readymade (o
también ‘objeto encontrado’) que sería el
arte realizado mediante el uso de objetos ya
existentes que no se consideran artísticos.
Con esta obra, Duchamp inició una auténtica
revolución introduciendo el vanguardismo
en el mundo del arte.

7. “Mierda de artista” (1961) de Piero
Manzoni. Es una polémica obra con la que
el autor quiso expresar una mordaz crítica
del mercado del arte, en el que la simple
firma de un artista con renombre produce
incrementos irracionales en la cotización de
la obra. Consiste en noventa latas
cilíndricas que contienen, según la etiqueta
firmada por el autor, Mierda de artista.
Pasados más de treinta años de la muerte
del autor, su amigo Agostino Bonalumi,
reveló que las latas contienen sólo yeso.
Sin embargo, parece que ninguna ha sido
abierta, por lo que se sigue especulando.

11. ¿Por qué nos produce asco
esto?
¿Y no esto?

12. • El asco se origina en el cerebro. Se ha
comprobado que los niños pequeños no
sienten asco hacia sustancias, objetos u
olores hasta los 3 años (se pueden
meter por ejemplo excrementos, insectos
o lombrices en la boca). En ocasiones los
niños menores de esta edad reaccionan
con gestos faciales a los líquidos de
sabor amargo pero los científicos no
interpretan esta reacción como asco, sino
como aversión gustativa innata.

13. • El asco produce una expresión facial característica:
elevación del labio superior, descenso de los ángulos de la
boca, fruncimiento del ceño... que se puede apreciar incluso
en personas ciegas de nacimiento.