Las empresas necesitan sistemas de software flexibles y escalables que puedan adaptarse rápidamente a nuevas oportunidades y plataformas, así como agregar, modificar y retirar capacidades tecnológicas de forma ágil. El desarrollo orientado a objetos, que consiste en modelar sistemas como objetos interrelacionados, proporciona un enfoque adecuado para construir estas aplicaciones, ya que permite reutilizar componentes de software y reducir los tiempos y costos de desarrollo.