El trabajo formal de Julien Gardair, a base de recortes y combinaciones, trascende radicalmente los materiales a los cuales recurre para desarrollar un lenguaje escultúrico, performático e instalativo y establecer un diálogo barroco entre el espacio y la obra. Las instalaciones site-specific “Camera Locus” exploran un material abstracto, la luz, aplicando técnicas similares de recorte, composición y articulación con el espacio. Que sea en la antigua fábrica del centro de arte The Invisible Dog en Nueva York o en la galería de la Manufactura Nacional francesa de tapices de los Gobelinos, cada una de estas instalaciones tiene como punto de partida un entorno de creación con una fuerte carga arquitectónica. Camera Locus 4 reinventa a su vez un espacio singular, el de la casa de homesession, con la misma economía de medios y adaptándose a los retos impuestos por el lugar.
El trabajo formal de Julien Gardair, a base de recortes y combinaciones, trascende radicalmente los materiales a los cuales recurre para desarrollar un lenguaje escultúrico, performático e instalativo y establecer un diálogo barroco entre el espacio y la obra. Las instalaciones site-specific “Camera Locus” exploran un material abstracto, la luz, aplicando técnicas similares de recorte, composición y articulación con el espacio. Que sea en la antigua fábrica del centro de arte The Invisible Dog en Nueva York o en la galería de la Manufactura Nacional francesa de tapices de los Gobelinos, cada una de estas instalaciones tiene como punto de partida un entorno de creación con una fuerte carga arquitectónica. Camera Locus 4 reinventa a su vez un espacio singular, el de la casa de homesession, con la misma economía de medios y adaptándose a los retos impuestos por el lugar.