1. El 20 de junio se conmemora el Día de la Bandera en homenaje a Manuel Belgrano, quien falleció un 20 de
junio de 1820. Belgrano fue una figura destacada del ciclo histórico y político que se abrió con la Revolución
de Mayo. Fue abogado, político, militar, propulsor de proyectos económicos. Entre las muchas acciones
que protagonizó, una de las más destacadas fue la creación de la Bandera Nacional en 1812. Ese año, el
Primer Triunvirato lo había nombrado jefe militar del Ejército del Norte para vencer a las resistencias
realistas reagrupadas en el Alto Perú. Fue en este momento cuando Belgrano, sin una orden previa, creó en
las cercanías de Rosario una bandera con una franja celeste y otra blanca que se convirtió luego en referencia
de la que sería la Bandera Nacional.
Belgrano peleó muchas batallas, pero no siempre las ganó. Por eso, lo que se rescata de su figura
no es el éxito, sino su ejemplo moral, que se convirtió en ejemplo para pensar los derechos y las
obligaciones ciudadanas. Suele ser evocado como aquel civil que eligió abandonar sus intereses
privados para sellar un compromiso inquebrantable con dos acontecimientos centrales de la historia
argentina: la Revolución y la Independencia.
Una bandera es un símbolo. ¿Y qué quiere decir eso? Que está en lugar de «otra cosa». ¿Y que es esa «otra
cosa» que representa la bandera? Podemos decir que la idea de nación, de pertenencia colectiva:la
República Argentina. Llegar a tener una bandera común no fue fácil: hubo un largo proceso de luchas
internas y con otras naciones. Por eso, la bandera no fue siempre así como la conocemos, en distintos
momentos históricos tuvo otro diseño y otros colores. Proponemos conocer y analizar cinco de esas banderas.
Todos los 20 de junio recordamos a Manuel Belgrano, repetimos su nombre y contamos su historia. Es
imprescindible hacerlo porque fue un hombre de ideas potentes y un fuerte compromiso con la Independencia.
Pero todos los 20 de junio olvidamos también decir otro nombre: el de María Catalina Echevarría, la
responsable de confeccionar aquel primer paño celeste y blanco. La historia también la hacen las mujeres.
María Catalina era hija de inmigrantes vascos. Conoció a Belgrano por medio de su
hermano, Vicente Anastasio de Echevarría, un hombre de activa participación política en la época.
En 1812, los Echeverría hospedaron a Belgrano en su casa, en la entonces Villa del Rosario, donde
este había llegado para inaugurar un pequeño fuerte para contener el avance de los realistas.
Ante la necesidad de contar con un símbolo distintivo para sus tropas, Belgrano le pidió a María
Catalina que confeccionara la primera bandera nacional, blanca y celeste con hilos dorados,
conforme a los colores de la escarapela. El trabajo le demandó cinco días y lo realizó con la
colaboración de dos vecinas cuyos nombres, una vez más, han quedado en el olvido.
2. María Catalina Echevarría no solo confeccionó la enseña patria. También asistió a la ceremonia de
jura, a orillas del Paraná, a pesar de que no era común que las mujeres participaran en ceremonias
militares. De esta manera, ingresó en la historia aunque año tras año insistamos en olvidar su
nombre.
1) ¿Por qué es importante tener unabandera?
2) ¿Qué otras banderas representanlas identidadesde estacomunidad? ¿Hay banderas
de otros países? ¿Hay banderas de los pueblos originarios? ¿Qué otras banderas
aparecen? Desarrollensus respuestas.
3) ¿Por qué creenque no conocemos el nombre y la historiade María Catalina
Echevarría? ¿Pasarálo mismo con otras mujeres? ¿Por qué?
4) En algunos textos MaríaCatalinaaparece soloconsu apellidode soltera, como eneste
texto, peroenotros se la nombra con su apellidode casada (de Vidal). ¿Ustedes cómo
la nombrarían y por qué?
5) Como actividadfinal, les proponemos que realicen una banderaargentinacon lo que
tenganen casa y del tamaño que deseen(Puede ser utilizandoropa, objetos, telas,
papel, cartón, etc. dejamos abiertala imaginaciónde cada uno…). Pueden realizarlo
en familiay luegotomarle una fotoa suelaboración. En la foto, NO DEBEN MOSTRAR
sus rostros, peropuedensalir sus manos, pies o de espalda. ¡Manos a la obra!
Los queremos,
Marianay Maya.