El escritor Jesús Ávila considera que el Matarraña es uno de los lugares más mágicos del mundo debido a la gran concentración de lugares sagrados celtas relacionados con fuerzas telúricas. Ávila ha estudiado en profundidad la historia y geografía de la comarca, incluyendo numerosos vestigios megalíticos, menhires y otros sitios que los celtas consideraban centros de poder energético. Según Ávila, la colina de Santa Bárbara en La Fresneda era el centro más importante de la región para
ENTREGA DE PREMIOS VI CONCURSO DE RELATOS ALBADA-COMUNITER.
Jesús Ávila redescubre la mística celta del Matarraña
1. Miguel Ángel Artigas Gracia
Teruel
Para Jesús Ávila, periodista y es-
critor natural de Granada y afin-
cado en la provincia de Barcelo-
na, la comarca turolense del Ma-
tarraña es uno de los lugares más
especiales del mundo. Conoce en
profundidad su historia y su geo-
grafía, tanto la aparente como la
subyaciente. A esta última se de-
dica una parte de La Mitología
Céltica, el mundo de los druidas
(Dédalo), de cuya reedición fir-
mó ejemplares el pasado domin-
go en la librería Serret de Valde-
rrobres, y la charla que un día an-
tes dio en Fuentespalda, sobre la
historia de la comarca durante la
Edad del Bronce y los numerosos
vestigios encontrados que hablan
de su pasado celta.
Los pueblos celtas poblaron
buena parte de la Europa interior
y de la península ibérica, a ex-
cepción del Mediterráneo, entre
los años 1200 y 400 a. C. Según el
estudioso Jesús Ávila, “conside-
raban que la escritura prostituía
el lenguaje oral y por eso no nos
dejaron nada escrito”. Aún así,
Ávila asegura en La Mitología
Céltica que existe un enorme nú-
mero de evidencias artísticas que
atestiguan no solo que los celtas
poblaron el Matarraña, sino que
además la consideraron una zo-
na de especial interés ritual, un
auténtico enclave mágico.
“Todo lo que nos queda de pa-
trimonio megalítico fue conser-
vado y recuperado por los cel-
tas”, sostiene Ávila, “y allí donde
vieron un menhir, un cromlech o
un dolmen ellos supieron reco-
nocer los centros de energía que
representaban”.
Esos centros de energía hací-
an referencia a fuerzas telúricas
en torno a las cuales los pueblos
prerromanos construyeron sus
mitos y rituales, siempre en es-
trecho contacto con la naturale-
za. “Hasta el siglo XVII todos
esos emplazamientos de energía
fueron reaprovechados, y todas
las culturas levantaron en ellos
sus lugares de culto. Pero a partir
de entonces la Iglesia oficial aca-
bó con esa misión y levantó igle-
sias donde quiso, sin darse cuen-
ta que lo sagrado no era el edifi-
cio, sino el lugar donde se levan-
taba”.
UUnn lluuggaarr mmáággiiccoo
Para Jesús Ávila, “el Matarraña
es un lugar mágico, con una con-
centración de puntos de energía
que no se da en ningún otro lugar
del planeta”. En La Mitología Cél-
tica recoge numerosos emplaza-
mientos de este tipo; “En la roca
de Racó de Febrer en La Fresneda
–cuyo topónimo el escritor vin-
cula al carácter mágico que tenía
el fresno para los celtas, al igual
que ocurre con el roble y Valde-
rrobres– hay una hendidura en la
roca caliza de forma cuadrada, e
inscrita en ella otra circular. El
agua de la lluvia inunda el reci-
piente, y a través de un canalón
se precipita a otra cazoleta situa-
da ocho metros por debajo, para
que al druida, cuyo lugar de ente-
rramiento estaba situado bajo
esa roca, no le faltara el agua en
el mas allá”.
También se refiere Ávila a la
existencia de “varias montañas
sagradas, como la Peña de Aznar
la Gaia, conocida como la Caixa
o el Arca, o la Roca del Masmut,
en Peñarroya de Tastavins”. Ade-
más menciona la Roca Caballera
de Calaceite, la Botiquería dels
Moros en Mazaleón, “donde cer-
ca de la ermita de San Cristóbal
se conserva un castro celta a po-
cos metros de un poblado íbero
que confirma que ambas culturas
convivieron y se respetaron entre
sí”, o los conjuntos megalíticos
hallados entre Cretas y Lledó.
Con respecto a estos últimos, Je-
sús Ávila asegura que los carteles
que se han colocado “dicen que
los 40 o 50 túmulos descubiertos
allí entre bosques de robles son
íberos, cuando son celtas”. ¿Por
qué? Según el escritor “no se
atreven a poner que son celtas.
Con esa cultura ocurre lo que
ocurría hace 20 años con los tem-
plarios, que por alguna razón se
ocultaban, e iglesias que lleva-
ban su sello no se mencionaban.
Afortunadamente todo eso ha
cambiado, y en los próximos
años también cambiará con los
celtas”.
Otro de los “centros de poder”
que sobrecogen a Jesús Ávila es
el propio Castillo de Valderro-
bres. “En realidad no es un casti-
llo como tal, sino una muralla
que protege la roca que hay en el
centro de su patio de armas. Esa
roca tiene seis peanas de piedra,
lo que significa que llegó a tener
un palio de piedra como protec-
TDiarioMiércoles, 6 de agosto de 2014
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del Festival de Calanda
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estudio estadístico
Jesús Ávila redescubre la
mística celta del Matarraña
El escritor dio una conferencia en Fuentespalda sobre historia antigua
Jesús Ávila, junto a los menhires hallados en el término municipal de Cretas
2. ción, porque era una roca sagra-
da”.
Los pueblos celtas rendían
culto a la madre tierra, a los árbo-
les y al agua. Testigos del culto al
río Matarraña, “los celtas graba-
ron en la roca mapas de su curso,
y que se han conservado en luga-
res como Val del Pi (La Fresne-
da), o la colina de Santa Bárbara
de Valjunquera. Muchos de esos
lugares fueron descubiertos por
el historiador Miguel Giribets,
que participó en la conferencia
de este sábado en Fuentespalda
junto a Jesús Ávila.
LLaa FFrreessnneeddaa
Sin embargo todos esos lugares
que el estudioso considera mági-
cos y cargados de energía tienen
un centro en la comarca del Ma-
tarraña; la colina de Santa Bárba-
ra de La Fresneda: “En su plata-
forma superior hay un espiral do-
ble de piedras en el suelo desde
donde parten diez líneas Ley”.
Estas líneas son rectas formadas
por puntos geográficos destaca-
dos o monumentos megalíticos
que se han vinculado bien a mé-
todos para facilitar el transporte
por tierra, o bien a caminos mís-
ticos que unían lugares con ener-
gía telúrica.
En opinión de Jesús Ávila, “la
geografía del Matarraña está car-
gada de fuerzas energéticas, ca-
paces de generar diferencias de
potencia que afecta a la percep-
ción humana, despertando reac-
ciones físicas o psíquicas. Son es-
tas corrientes energéticas las que
determinan la sacralidad del lu-
gar”. “Para los druidas celtas, ta-
les corrientes no eran otra cosa
que la manifestación de la vida
sobre la tierra y un símbolo de su
fertilidad”, subraya.
Aunque las tradicionales na-
ciones celtas se distribuyen cul-
turalmente en las islas británicas,
norte de Francia y norte de Espa-
ña, lo cierto es que diferentes
pueblos de origen celta poblaron
“cerca de un 75% de la península
ibérica”, afirma el escritor grana-
dino. “Es verdad que el plato
fuerte de su cultura hay que bus-
carlo en Galicia, Asturias, León o
el Bierzo, pero llegaron hasta
Huelva donde comerciaron con
los tartesos, poblaron el valle del
Ebro y lo que yo he denominado
la Celtiberia Nuclear, que es un
territorio que comprende la parte
occidental de Teruel, el valle del
Jalón, Soria, el este de La Rioja y
el norte de Cuenca, que fue po-
blada por cinco grandes tribus
celtas, entre las que estuvieron
los arevaco que se enfrentaron a
Roma en Numancia”.
Según Ávila, la relación de los
celtas con el resto de pueblos íbe-
ros del Mediterráneo fue “buena
y de respeto, con abundantes in-
tercambios comerciales”. “El au-
téntico enemigo de los pueblos
autóctonos de la península fue-
ron los cartagineses y los roma-
nos”.
La Mitología Céltica, el mun-
do de los druidas, es uno de los
casi cien trabajos que ha publica-
do Jesús Ávila. Aunque la ver-
sión original apareció en 2007, en
abril de este año se ha reeditado
el libro “ya que desde entonces
he recopilado numerosos datos y
nuevos lugares y necesitaba una
revisión”.
Diario eruelTde
Miércoles, 6 de agosto de 2014
•CULTURA
27
T
Muchos de sus rincones
son desconocidos para el
público
Según Jesús Ávila, muchos de
los emplazamientos mágicos
de los celtas en el Matarraña
son prácticamente
desconocidos, “porque no
aparecen en las rutas ni están
identificados”, y cada día se
descubren lugares nuevos. En
‘La mitología céltica, el mundo
de los druidas’ se reflejan
muchos de estos lugares.
T
El
Apun e
La colina de Santa Bárbara, en La Fresneda, es uno de los lugares más especiales de todo el Matarraña, según el escritor y periodista granadino
Ávila durante la firma de libros en la librería Serret de Valderrobres Fachada de la Cova Bonica, en Valderrobres
Detalle de la cazoleta del eclipse, en el Racó de Febrer (La Fresneda)
• • • El escritor
granadino sostiene
que esta comarca es
uno de los lugares más
mágicos y energéticos
de toda Europa …