2. 1.Nacimiento de los niños/as Un hijo en la antigüedad establecía un vínculo futuro con otras familias y representaba la continuidad del propio nombre familiar, por ello eran preferibles los varones a las hembras. Un varón ofrecía muchas posibilidades, si la familia era de clase alta, podía iniciarse en su carrera política, enrolarse en el ejército, o bien continuar con los negocios familiares, pero si nacía una hembra la única posibilidad era casarla con alguien de nombre que otorgara cierto reconocimiento a la familia. Por ello, no es de extrañar que muchos de los hijos nacidos en Roma, fueran abandonados a su suerte, a veces asesinados, y otras dejados en los portales de las casas a espera que alguien se haga cargo de él, bien por piedad o bien por la imposibilidad de tener hijos propios, a veces eran convertidos en esclavos al servicio del adoptante, heredando los apellidos de éste. Un bebé con algún tipo de retraso era sistemáticamente eliminado cuando nacía, hay que entender que los romanos disponían un sentido radicalmente opuesto al actual por lo que un hijo se convertía en un ciudadano al servicio del imperio, y por lo tanto un hijo con algún tipo de deficiencia fuera física o psíquica se convertía en una lacra social.
3. 2.Educación de los niños/as La educación infantil, se impartía sin distinción de sexos hasta los 12 años, las escuelas eran mixtas y aprendían a leer, escribir y algo de matemáticas. Los niños llevaban consigo unas tablillas de cera donde escribían con un punzón, este punzón llevaba en la parte superior una pieza plana que servía como borrador únicamente girándolo. Los magister impartían sus clases basadas en la educación clásica.Los grandes literatos romanos no Virgilio o Séneca no fueron estudiados hasta finales del alto imperio, cuando un profesor empezó a incluirlos como materia obligatoria. A partir de los 12 años, donde se considera finalizada la primera etapa de aprendizaje había una disgregación sexual, por un lado las niñas dejaban de estudiar y se dedicaban a recluirse en la casa paterna, mientras que los niños podían proseguir con sus estudios en casa, con la asignación de un "Grammaticus" particular. Desde los 12 hasta los 16 los niños asistían a clases particulares, pasado este tiempo el ya adolescente disponía de dos opciones: la primera era alistarse en el ejército y la segunda iniciar la carrera política. Los romanos festejaban la entrada en esta edad vistiendo al nuevo ciudadano con la toga viril, un nuevo atuendo que designaba la nueva condición, el paso de la niñez a la madurez. Éste se paseaba por toda la ciudad recibiendo las felicitaciones de sus vecinos y amigos ,
4. 3.Matrimonio romano El matrimonio romano era hasta el siglo III un acto tan privado como entre los esponsales. La relación era un hecho no escrito que se daba de manera informal y que no se podía sancionar. El único contrato que se hacía era el de dote (medio honorable de enriquecimiento y patrimonio que habrían de recibir los hijos en la sucesión). Un juez decidía lo más conveniente de acuerdo a indicios de toda índole. No importaba en realidad si el cónyuge se había casado en auténtico enlace matrimonial porque dicha institución privada no dejaba de surtir efectos jurídicos al contemplar que los hijos nacidos de dicha unión eran legítimos, recibían el nombre de su padre y continuaban la línea familiar. La noche de bodas se desenvolvía como una violación legal y la esposa salía de ella "ofendida con su marido", pero también era frecuente que durante la primera noche, él se abstuviera de desaflorar a su esposa por respeto a su timidez.Todo lo que la moral antigua exigía a los esposos era tener hijos y hacer funcionar la casa. El amor conyugal era suerte dichosa pero no el fundamento del matrimonio ni la condición de la pareja. La posición de la mujer era de sumisión y se le consideraba inferior al hombre. Un marido era el dueño de su mujer así como de sus hijas y de sus criados. El hecho de que ella le fuera infiel no era motivo de ridículo sino una desgracia equiparable al que una hija quedara embarazada.
5. 3.2. El divorcio Tan informal como el mismo matrimonio era el divorcio que estaba a disposición tanto de la mujer como del marido. Solo bastaba con separarse y ni siquiera se consideraba necesario avisar al cónyuge. Si había hijos de por medio, estos generalmente, se quedaban bajo el cuidado paterno. Por libre albedrío, los divorciados se podían volver a casar y lo hacían con mucha frecuencia, de manera que todas las familias coexistían bajo el mismo techo conviviendo así tanto niños nacidos de diferentes matrimonios, como otros tantos que eran adoptados.
6. 4.La muerte. Rituales funerarios El entierro de los muertos era un deber sagrado. Negar sepultura a un cadáver era condenar al alma a errar sin descanso y, crear un peligro real para los vivos, pues esas "almas en pena" eran maléficas. Los romanos practicaban simultáneamente los dos grandes ritos funerarios, la cremación y la inhumación. Una vez que se comprobaba la muerte, el hijo mayor cerraba los ojos de su padre y lo llamaba por su nombre por última vez. Luego se lavaba el cadáver, se lo adornaba, se lo revestía con la toga praetexta y se lo exponía en el atrium sobre un lecho mortuorio, en medio de flores y guirnaldas. Durante varios días, mujeres flautistas y plañideras a sueldo tocaban una música fúnebre. Luego, legado el momento, se formaba un cortejo para acompañar el cadáver fuera del recinto de la ciudad, en donde se erigía la pira. Si el difunto era noble (patricio), aparecían clientes o actores que llevaban el rostro cubierto por una máscara que imitaba los ancestros del muerto, (acto conocido como "jus imaginum o "derecho de imágenes"); luego venía el cadáver transportado sobre una camilla con el rostro descubierto. Lo seguían parientes y amigos, los hombres con toga de color oscuro, las mujeres con los cabellos sueltos y en desorden. En los funerales de los nobles, la oración fúnebre para el muerto (laudatio) la rezaba en el foro su pariente más cercano. Finalmente se llegaba hasta la pira en la que se depositaba el cadáver entre perfumes y presentes. Mientras duraba la cremación, los parientes no debían alejarse. Luego, se recogían los huesos calcinados en medio de las cenizas calientes, se les lavaba con vino y se les ponía dentro de una urna, depositada a su vez en una tumba .
7. 5.1. Las horas El día se dividía en doce horas (prima hora, secunda, tertia, etc.) desde la salida hasta la puesta del sol. Por consiguiente, las horas tenían más duración en verano que las horas La noche se dividía en cuatro turnos de vela (prima vigilia, secunda, tertia, etc.) desde la puesta hasta la salida del sol. Por tanto, las vigiliae eran más largas en invierno que en verano. El final de la hora sexta y comienzo de la séptima coincidía con el mediodía (meridies). El paso de la segunda a la tercera vigilia coincidía con la media noche (media nox).
8. 5.2. La mañana Los romanos se levantaban temprano: era ser perezoso levantarse con el sol (alrededor de las 4’30 h. en verano, y las 7’30 h. en invierno), igual que se acostaban a la puesta de Sol. Se preparan rápidamente ya que se dejan puesta para dormir la ropa interior. Se lavan brazos y piernas (el resto del cuerpo cada ocho días). Toman el desayuno, compuesto fundamentalmente por pan, queso, miel, dátiles, aceitunas... Al salir el sol comienza la salutatio: los clientes van a saludar a su patrono. Algunos clientes tienen muchos patronos a los que saludar. Salen a pesar de la lluvia, del barro, con traje ciudadano, es decir, con toga. Esperan a veces mucho tiempo en el vestíbulo, aguardando el reparto de comida o dinero (sportula) que hace el patrono. La salutatio dura hasta la segunda o tercera hora. El resto de la mañana está consagrado a los negocios . Los personajes importantes bajan al foro acompañados de una multitud de clientes. Los ciudadanos pobres, provistos de la sportula, callejean. En general, la mañana se dedica a los negocios, la tarde al descanso. Pero, entiéndase bien, hay gente que trabaja todo el día (los esclavos) y hay quien no trabaja jamás. El almuerzo (prandium) tiene lugar a mediodía. Es análogo a la cena, que luego veremos, pero menos copioso. Se trata de una especie de almuerzo frío con frutas y vino .
9. 5.3.La tarde La siesta dura hasta la octava hora (entre la una y media y las dos de la tarde). Cada ocho días los romanos toman un baño , los ricos en sus propias casas, los demás en los baños públicos, donde había que pagar una entrada, si bien el emperador o personajes ricos ofrecían a veces un baño gratuito. En tiempos del Imperio, los baños fueron cada vez más lujosos y contaban con salones, restaurantes, tiendas, salas de juego, etc. El baño completo tenía cuatro fases: - tepidarium: baño tibio, - caldarium: baño caliente, - frigidarium: baño frío, - masaje y unción con aceite.
10. 5.4. La comida La cena es la comida principal del día y comenzaba a la hora novena o décima (sobre las tres de la tarde). En tiempos antiguos los romanos se contentaban con el plato nacional (harina cocida o puré de legumbres) Los vomitivos no son de uso exclusivo de algunos glotones, sino que los médicos los consideran necesarios; la comida se interrumpe para vomitar, luego se empieza a comer de nuevo. Para los que viven con lujo, queda aún la comissatio que sigue a la comida. Es un especie de segundo festín en que se bebe Se elige un magister bibendi, quien fija la cantidad que hay que beber y la proporción de la mezcla, pues el vino se mezclaba con agua (caliente, fría o helada). Sin dejar de beber, los invitados se divierten El menú de la cena constaba de tres partes: - ENTRADAS (gustatio): huevos, ensaladas, lechuga, berza, coles rizadas, nabos, alcachofas, espárragos, aceitunas, setas, ostras. - PLATOS (prima cena, altera cena, tertia cena): se aprecia mucho el pescado, sobre todo el barbo, la murena, el rodaballo, el lobo marino. De carne, sobre todo el cerdo, pero también pato, pollos, carnero, cabra, liebre, etc.; todo ello con sal, vinagre, muchas hierbas fuertes, canela, perejil. - ENTREMESES Y POSTRES: pasteles, bizcochos, frutas, confituras, crema batida, helados.
11. 6.La vestimenta Los romanos no se afeitaban la barba ni se cortaban el cabello. Los que estaban de luto dejaban crecer descuidadamente la barba y el cabello. Hubo muchos tipos de peinados femeninos. El vestido por excelencia era la toga.En un principio las vestían tanto los hombres como las mujeres, aunque más tarde pasó a ser utilizada sólo por los hombres. La toga consistía en un semicírculo de tela, gruesa en invierno y fina en verano.Muy complicada de poner poner y que dejaba el brazo derecho libre. Según los adornos que llevara la toga, recibía diversos nombres. La toga no la vestían ni los esclavos ni los plebeyos. Bajo la toga, y con un largo hasta la rodilla, llevaban la túnica, que ceñían con un cinturón y adornaban con una banda. La mujer vestía una túnica que le llegaba hasta los pies. La túnica solía estar confeccionada de lana, algodón o lino, dependiendo de la época del año. Sobre la túnica llevaban la estola, el vestido propiamente dicho. Cuando la mujer salía de casa se cubría con un manto (palla), que les dejaba el brazo derecho al descubierto. Las mujeres solían usar abanico. El calzado, tanto de hombres como de mujeres, consistía en sandalias, zuecos o zapatos. La única diferencia era el color y el curtido de la piel utilizada para su confección.