Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #3.pptx
Dios es amor dinamica
1. Encuentros de Catequesis
Patricia Eclecia
Encuentro nº 1: Semana santa
• Oración inicial espontánea .Presentación de catequistas y niños. Entregar la hoja para que completen
1
sus datos para el próximo encuentro
• Leemos el cuento: La cara de Dios
Le preguntamos a los niños
¿Quien es Dios?
• Iluminación: 1º de Juan 4, 7:10 Iluminación: Juan 15 12:17
Dios es amor y tanto amo Dios al hombre que le dio un lugar privilegiado en la creación
“Por amor lo creaste, por amor le diste un ser capaz de gustar tu bien eterno”
Pero el hombre pierde la amistad con Dios por el pecado, pero Dios sigue demostrando su amor cuando le
promete un salvador que lavara su mancha.
Este salvador no es otro que el mismo Dios echo hombre, Jesús.
Jesús muere por amor en la cruz para limpiar con su sangre nuestras faltas.
Para poder salvarnos, CRISTO vivió por voluntad propia, y por amor a los hombres, su PASIÓN Y MUERTE.
Les preguntamos a los chicos de la semana santa.
• Que sucedió el jueves santo? Que sucedió el viernes santo? que sucede el sábado a la noche? Que
sucedió el domingo de pascua?
• Ver la respuesta de los chicos y explicamos los sucesos de semana santa
Lo azotaron, le pusieron una corona de espinas, lo hicieron cargar su cruz, lo insultaron y lo crucificaron.
Cristo quiso morir en la cruz por nuestros pecados, para que Dios nos perdonara y pudiéramos otra vez ir con
El por toda la eternidad.
Con la cruz, Él nos ofreció la fuerza para poder perseverar, ya que ella es reclamo de nuestro amor, de
entrega total, porque ella es símbolo del amor de Dios por cada uno de nosotros.
• ¿Y qué pasó después de la muerte de Jesús?
Cristo fue sepultado, y al tercer día de su muerte resucitó, o sea que volvió a la vida y debe volver a la casa
del padre como estaba escrito para poder mandar al que nos guiara e intercederá por nosotros animándonos
siempre, El Espíritu Santo que no es otro que el mismo Dios.
Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Esta es la HISTORIA DE LA SALVACIÓN .
¿Ves cuánto nos amó Dios para crearnos y para después mandarnos a su único Hijo a salvarnos? Y cuánto nos
amó Cristo que se hizo hombre, sufrió y murió en la cruz para que fueran perdonados nuestros pecados.
Debemos dar gracias a Dios por ser tan bueno con nosotros y tratar de amarlo cada día más.
• Le entregamos le crucigrama para que ellos lo realicen.
Dinámica: colocar en un afiche las respuestas de los chicos de acuerdo con lo reflexionado. ¿Quien es Dios?
Video : http://www.youtube.com/watch?v=XHCAcDIyQEc
2. Encuentros de Catequesis
Patricia Eclecia
Oración Final: No mueve mi Dios. (Se encuentra el libro de Oraciones).
1
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera
.
La cara de Dios
Un niño de corta edad quería conocer a Dios, y como sabía que
el viaje podía ser largo, puso en su mochila varios paquetes de galletas
y seis latas de gaseosa. Así emprendió la marcha.
Después de recorrer algunas cuadras, vio a una anciana que estaba
sentada en el parque contemplando unas palomas. El niño se sentó
junto a ella y abrió la mochila. Cuando iba a tomar un sorbo de
gaseosa, vio que la anciana tenía cara de hambre, por lo que le ofreció
una galleta. Su sonrisa, era tan bella que, por verla otra vez, el niño
le ofreció una gaseosa^. La anciana ¡e volvió a sonreír. ¡El chico estaba
encantado! ,
Toda la tarde estuvieron juntos comiendo y divirtiéndose con las
palomas, sin decir palabra. Al atardecer, el niño se •sintió cansado, se
levantó para irse, pero apenas dio unos pasos giró sobre sí y corrió
para abrazar a la anciana, quien también lo abrazó y le dedicó su mejor
sonrisa.
Poco después, cuando llegó a su casa, su madre se mostró sorprendida
por la expresión cíe felicidad.
-¿Dónde has estado hoy? -le preguntó.
-Almorcé con Dios —fue la respuesta, Y antes de que su madre
pudiera replicar, el niño agregó: -Sabes una cosa, ¡tiene la sonrisa más
bella que puedas imaginar!
Entretanto, la anciana también había regresado
a su casa, radiante de alegría.
Asombrado por la paz que irradiaba, .
su hijo le preguntó:
Madre, ¿qué has hecho hoy
que pareces tan feliz?
Comí galletas con Dios
en el parque.
Y antes de que su hijo le
respondiera, agregó:
—¡Es mucho más joven
de lo que esperaba!
Julie A. Manban