La campaña presidencial de 1964 en Chile fue un momento decisivo en la historia reciente del país. Salvador Allende se postuló como candidato de la Unidad Popular, una amplia coalición de partidos de izquierda, mientras que Eduardo Frei lo hizo por la Democracia Cristiana. La elección marcó el inicio de una transición política hacia reformas sociales y económicas profundas en la sociedad chilena.