El documento discute los peligros del control de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para las libertades civiles y los estándares de vida, así como su potencial para manipular a los usuarios restringiendo sus identidades y promoviendo actitudes utilitarias. También describe prácticas no éticas de marketing de TIC como promocionar valores ajenos al producto, fijar precios injustos, monopolizar el trabajo e investigar datos de forma ilícita.