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Formación docente en nuevos ambientes de enseñanza superior
(Artículo de reflexión)
Paola A. Dellepiane
padellepiane@gmail.com
Resumen
Los nuevos enfoques educativos buscan que la formación de sus docentes se ajuste a las
demandas de la actual sociedad, es decir, profesionales con un perfil que puedan adaptarse a las
nuevas y futuras realidades educativas. Este perfil debe reunir ciertas características y habilidades
tales como la creatividad, diversidad y flexibilidad para responder a diversas situaciones que se
desarrollan en nuevos espacios y ambientes de aprendizaje basados en las TIC.
En lo que respecta a la enseñanza superior, podemos decir que las prácticas educativas se ven
impactadas por el desarrollo de las tecnologías, modificando sustancialmente los hábitos de
estudio de nuestros estudiantes.
Las TIC son una herramienta potente para fortalecer los programas formativos en la universidad,
haciendo énfasis en la construcción de modelos orientados al “saber hacer” y aprovechando las
posibilidades y recursos tecnológicos, modelos que podemos clasificar en modelos de tutoría.
El siguiente trabajo tiene como propósito compartir algunas reflexiones sobre las necesidades de
formación docente para poder desempeñarse en los nuevos ambientes en enseñanza superior,
partiendo del uso que los docentes de las instituciones de educación superior hacen de las
herramientas de los entornos virtuales y de recursos de la Web.
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El estereotipo del docente reproductor de información se mantiene en el ideario de las
instituciones educativas de nivel superior, a la vez que en las prácticas de muchos formadores que
llegan a este ámbito educativo, siendo un obstáculo significativo a superar en procesos de
innovación y cambio que intentan incluir a las TIC.
Nuestros estudiantes hoy experimentan un acceso y una apropiación de las TIC que dista de las
que poseen muchos de sus profesores y de las que promueven las instituciones educativas.
Teniendo en cuenta estas condiciones, la capacitación docente debería ser parte de un plan de
acción institucional que contemple políticas de acceso, utilización de TIC y formación en
competencias.
Así, el uso adecuado de las TIC en educación, y en la formación docente, implica una
transformación de las prácticas formativas y de las concepciones y modalidades de trabajo. Esta
capacitación no solo debería impactar en el trabajo en el aula, sea física o virtual, de un docente
en particular, sino que tendría que lograr contagiar a otros docentes, invitándolos a un cambio o
renovación. Este nuevo rol docente supondría convertirse en un facilitador o mediador del
aprendizaje, y a la vez diseñador de situaciones de aprendizajes que incluyan tecnologías.
La función tutorial o de facilitación en entornos mediados por tecnología es compleja ya que
requiere conocer las características de la tarea en sí, las acciones a realizar por el facilitador,
como así también las herramientas que necesitará para dicha tarea.
Partimos del concepto que la figura del tutor no es la de un capacitador, sino la de un soporte que
facilite el acercamiento a los contenidos curriculares a través de diferentes recursos didácticos y
tecnológicos.
En el contexto actual, la función de tutoría debería ocupar un lugar aún más relevante, dado que la
incorporación de tecnologías y entornos virtuales colaborativos en el aula requieren del estudiante
el desarrollo de nuevas competencias que demanda el mercado, tales como autoaprendizaje,
comunicación escrita, acceso y filtrado de información, entre las principales.
Tomando a Torres Velandia (2001) podemos decir que un docente en este rol debería cumplir con
las siguientes características:
• Conocimiento de la disciplina y de los contenidos del curso.
• Habilidad para guiar y sostener el aprendizaje y para explicar el contenido.
• Cordialidad, amabilidad, accesibilidad, capacidad de aliento.
• Capacidad de comunicación por diversos medios.
• Actitud de interés hacia lo que dice o escribe el estudiante.
• Empatía, o capacidad de ponerse en el lugar del otro.
• Capacidad motivadora.
• Compromiso y dedicación a la tarea.
• Disposición para el trabajo en equipo.
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• Capacidad para organizar su tarea y la de sus estudiantes.
• Habilidad para cooperar con otros colegas.
El concepto de competencias que propone Bosco (2007) se refiere a la posibilidad de desarrollar
capacidades que permitan “usar funcionalmente los conceptos y habilidades en contextos
diferentes” (Bosco, 2007: 134). En el caso particular de las competencias vinculadas con las TIC,
estas capacidades trascienden a dichas tecnologías.
Manuel Area (2006) sugiere considerar cuatro dimensiones para clasificar las competencias:
Dimensión instrumental
Dimensión cognitiva
Dimensión actitudinal
Dimensión axiológica
Así, la capacitación no sólo tiene que apuntar a la adquisición de habilidades tecnológicas
específicas para el uso de las TIC como recurso, sino que debe promover el uso crítico de las
tecnologías desde actitudes positivas hacia la comunicación, colaboración y construcción del
conocimiento.
Luego, la capacitación tendrá que rever las creencias, temores, resistencias para trabajar con TIC
y promover el desarrollo de las competencias atendiendo las cuatro dimensiones mencionadas.
Una pregunta que invita a la reflexión es ¿Cuál sería el modelo ideal de competencias de un
docente facilitador en el marco de un modelo orientado al aprendizaje en lugar de su condición
transmisiva?
El modelo ideal tendría que permitir convertir saberes en competencias, facilitando al docente el
desarrollo de las funciones tutoriales con éxito. Así, una primera aproximación de competencias
de un tutor y que consideramos tanto necesarias como deseables, se presentan en la siguiente
tabla:
Competencias Necesarias Deseables
Cognitivas
Capacidad de abstracción,
inducción, deducción, análisis y
síntesis
Capacidad para reconocer modelos
y conexiones ante determinadas
situaciones
Habilidad de comunicarse en forma
escrita eficazmente
Habilidad para resolver problemas Capacidad para evaluar su propio
desempeño
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Sociales
Habilidad para trabajar en distintos
contextos y con diferentes
personas
Motiva y conduce hacia metas
comunes
Flexibilidad para trabajar en equipo Reconoce la diversidad y
multiculturalidad
Habilidad para negociar
Pedagógicas Habilidad para propiciar el
aprendizaje colaborativo en red
Capacidad creativa
Técnicas Posee conocimientos avanzados
sobre procesadores de texto,
planilla de cálculo, programas de
presentación.
Posee conocimientos sobre
hardware y software específicos
como ser plataformas educativas y
sus herramientas.
Investigativas Habilidad para generar y difundir
conocimiento
Lograr identificar paradigmas de
investigación científicos
Tabla 1: Competencias necesarias y deseables del docente
La tecnología permite llevar a cabo procesos de enseñanza ricos que promuevan el desarrollo de
las competencias que hemos llamado deseables, ya que facilita intercambiar información,
desarrollar trabajos colaborativos, plantear situaciones propias de la metodología para la
resolución de situaciones problemáticas, etc.
Por otra parte, las actividades de reflexión y de discusión estimulan el intercambio de ideas y la
realización de aportes y comentarios, es por ellos que es fundamental propiciar este tipo de
actividades, y en un clima de intercambio ameno que motive la participación:
En este marco de construcción, el facilitador debería:
“Estimular la participación y el compromiso de cada participante, utilizando y
promoviendo al máximo los soportes multimediales de consulta, comunicación y
aprendizaje.
Realizar una devolución rápida de las inquietudes, permitiendo sostener el
aprendizaje autónomo que realizan los estudiantes.
Detectar las distintas problemáticas que puedan surgir durante el desarrollo de la
capacitación”
(Lugo y Schulman, 1999: 115)
La formación docente para el uso apropiado de TIC en el nivel superior de enseñanza posee
múltiples variables vinculadas. La necesidad de cambios profundos por parte del docente tiene
que ser acompañada por una gestión institucional que posibilite al docente no solo de nuevas
herramientas y recursos sino de acción y reflexión que permitan un uso crítico en sus prácticas en
el aula.
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Un aspecto clave a tener en cuenta es la conformación de equipos interdisciplinarios, de manera
de potenciar la adquisición de habilidades y competencias, tanto tecnológicas como didácticas,
que conlleven a generar procesos de interacción a través de comunidades virtuales.
Referencias
Bosco, A. (2007) Profesores y estudiantes haciéndose competentes con las TICs. Una visión
global. En Cabello, R. y Levis, D. (2007). Medios Informáticos en la educación a principios del
siglo XXI. Prometeo. Buenos Aires.
Cabero, J. y Llorente, M. C. (2007). La interacción en el aprendizaje en red: uso de herramientas,
elementos de análisis y posibilidades educativas, en RIED v.10:2, 2007,pp 97-123. Publicado en
http://www.utpl.edu.ec/ried/images/pdfs/volumendiez/la-interaccion.pdf
Casamayor, G. (2008). La formación online. Una mirada integral sobre el e-learning, b-learning.
Ed. Graó, Barcelona.
Dellepiane, P. (2011). El rol del docente facilitador para proporcionar el aprendizaje experiencial
en enseñanza superior. XIX Jornadas Universitarias de Tecnología Educativa. Universidad de
Sevilla. Disponible en: http://congreso.us.es/jute2011/es/comunicaciones.php
Duart, J. y Martínez, M. Evaluación de la calidad docente en entornos virtuales de aprendizaje, en
Flores, J. y Becerra, M. (comp) (2002). La educación superior en entornos virtuales. UNQUI
ediciones. Buenos Aires.
Lugo, M.; Shulman, D. “Capacitación a Distancia: acercar la lejanía”. Bs. As.1999
Torres Velandia, A. (2001): La formación, en ambientes virtuales, de docentes tutores para los
sistemas de educación superior a distancia. Facultad de Economía, UNAM.