1. EL CALÓN. UNA PIRÁMIDE HECHA
DE CONCHAS (SINALOA)
En 1587 el franciscano Alonso Ponce observó las prodigiosas cantidades
de concha y las describió como la más grande montaña de conchas que
haya visto.
En la localidad de Teacapan, a pocos kilómetros de Escuinapa, al sur de
Mazatlán, en el estado de Sinaloa, se localiza la zona de “concheros” o
“conchales” que se extiende en parte de lo que es Marismas Nacionales,
ecosistema de lagunas costeras, esteros y estuarios donde la tierra y el
mLa pirámide del Calón, motivo de esta aventura, se localiza en el centro
de laguna Agua Brava, estero de forma circular. Para llegar a ella hay
que abordar una embarcación en El Mezcal, pescadero o zona de pesca.
Los pescadores que aquí viven aún utilizan la técnica prehispánica de
pesca llamada tapo, que se construye a base de mangle, y consiste en
hacer barreras en el agua de los esteros para atrapar los peces, que
luego son recogidos con almadrabas. En estas zonas de manglar existe
un buen número de especies; de hecho, desde tiempos remotos los
grupos establecidos a lo largo de estos extensos manglares del norte de
Nayarit y sur de Sinaloa, han contado con abundantes recursos
naturales.
Inicia el recorrido
Luego de abordar la lancha se inicia el recorrido por la laguna; al sur se
divisa el impresionante cerro del Muerto; al norte el de las Cabras; y al
oriente el de la Muralla. Después de navegar por casi una hora y disfrutar
de la diversidad de aves migratorias y locales en las islas deshabitadas
que aparecen ante nosotros pudimos apreciar a lo lejos, confundida entre
otros cerros, a la pirámide. Los lugareños se refieren a ella también como
2. El Canelón, aunque para efectos arqueológicos se le conoce como El
Calón.
Al acercarnos a la pirámide dejamos la espaciosa laguna y nos
internamos en los interminables manglares, por los cuales se descubren
los canales, en muchos casos obstruidos por la vegetación, lo cual nos
obliga a abrir brecha con el machete y abandonar pronto la lancha para
continuar el camino a pie entre pantanos, jejenes, zancudos, víboras y
una alta humedad. Después de un par de extenuantes horas se llega al
pie de tan sorprendente construcción. El recorrido por los canales hacia
el Calón vale la pena por sí solo, pues se aprecian escenarios vírgenes
plagados de aves exóticas y exuberante vegetación.
sTambién llaman la atención los caminos vecinales de la región
recubiertos por conchas, que los hace visibles incluso por las
noches. De hecho, la pista de aterrizaje del pequeño aeropuerto de
la vecina comunidad de Teacapan está recubierta con conchas. En
los conchales se han encontrado molcajetes, candeleros, figuras
antropomorfas, vasijas policromadas, collares, hachas, etcétera.
Conforme ascendemos imaginamos los enigmas que están ocultos
entre la enorme cantidad de conchas milenarias. Desde la cumbre
de la pirámide es posible admirar la Sierra Madre, el océano Pacífico
y las interminables Marismas Nacionales. De acuerdo con el
arqueólogo Stuart D. Scott, el Calón muestra una desviación de 15º
con respecto al eje norte-sur, misma que caracteriza a todos los
templos de Mesoamérica. El investigador fue el primero en concluir
que el montículo es un adoratorio prehispánico. e eLa pirámide de
conchas
El culto en la época en que se construyó este centro ceremonial no era
de tipo idolátrico sino totémico; se veneraban fenómenos naturales, la
fecundidad, la muerte, etcétera. La pirámide tiene una altura aproximada
de 30m y la base mide 100m por 80 m; mientras que la cúspide mide
15m por 15m. Los concheros que es posible observar en la región no
llegan a superar los ocho metros de altura. Los antiguos habitantes los
edificaron para protegerse de las mareas altas.
3. El Calón representa el único monumento arqueológico de este tipo que
se encuentra en Sinaloa, y se compone de capas sucesivas de 30cm de
conchas y 30cm de tierra estéril que transportaban de los lugares
vecinos. A simple vista, la pirámide es un cerro, como todas las
pirámides antes de ser descubiertas; pues el tiempo las ha cubierto de
tierra y vegetación. El hecho de que la pirámide fuera construida con
conchas es fácil de explicar si se toma en cuenta que en la zona no hay
piedras sino hasta tres semanas de camino.
4. Arqueólogos afirman que la construcción tomó alrededor de cien
años. Los tipos de conchas se van combinando, almeja, ostión y
pata de mula. Esto es porque las especies se dan por temporadas.
Según Scott, en tiempos remotos las especies escaseaban
cíclicamente, tal vez debido a ciclones que al acarrear limo desde
los ríos enterraban las larvas. En los principales esteros de los
marismas nacionales se pueden contar más de dos mil montículos
de conchas, entre los enormes montículos es posible ver árboles
que crecen con conchas encima y sus raíces emergen de entre los
conchales. Hace miles de años numerosas tribus nómadas
provenientes de Centroamérica y el sur de Mesoamérica .
Los totorames fueron los últimos pobladores de esta región, y las
tribus vecinas los llamaron temuretes, que significa “sapos”, por
vivir a orillas del agua. Aunque en torno a la antigüedad exacta del
Calón hay divergencias, el lugar data del Preclásico (1000 a 1500
a.C.) y fue un importante centro ceremonial; en los alrededores
debió existir un importante asentamiento humano. En marzo de 1998
una cabeza tallada en piedra fue encontrada en la zona
arqueológica, el hallazgo fue hecho a ras de tierra, muy cerca del
templo, y parece corresponder al periodo Preclásico. En las
crónicas coloniales se habla de que los indígenas encontrados por
Nuño de Guzmán en esta zona, en su camino hacia la conquista de
Culiacán, fueron totorames y tahues, caracterizados por su fiereza.
De hecho, Teacapan, que es el poblado más cercano a el Calón,
significa “lugar de valientes”, del náhuatl tiaca, valiente, y pan,
lugar.
Es indiscutible que la concha marina constituyó un elemento fundamental
para las culturas de la zona noroccidental del país: Nayarit, Sinaloa y
Sonora. Conforme avancen las excavaciones en la zona se
desentrañarán los enigmas y conoceremos más de estos antiguos
pobladores que vencieron todas las adversidades y se asentaron en esta
región, al mismo tiempo pródiga que agreste, y nos dejaron huellas de su
paso, y a la que debemos de proteger y salvaguardar para beneficio de
las generaciones futuras.rnoctaron aquí atraídas por la riqueza del lugar.