El documento presenta una breve guía de términos para comprender La Ilíada, incluyendo que los aqueos se llamaban a sí mismos helenos y no griegos, el uso de patronímicos como "el pelida Aquiles", y epítetos que ayudaban con la métrica del poema. También explica que el poema era cantado y no leído, y su importancia en la antigüedad como una biblia educativa que conocían de memoria filósofos y conquistadores.