1. CRONICA DE DOS ASESINOS
Dr Hawley CRIPPEN y Belle GUNNESS
Gabriel Pombo
2. El caso del
doctor
Crippen:
Un Crimen
Victoriano
El doctor Hawley Harvey Crippen parecía el prototipo del sobrio
científico británico de la época victoriana. Sus fotografías en las cuales
3. se destaca su semblante adusto, enmarcado bajo gruesas gafas que
lo dotan de un aire intelectual, así lo atestiguan.
Clásica fotografía del Dr. Crippen
Sin embargo, tal cual sucediera con tantos otros casos, también aquí
las apariencias engañaban. Y es que el buen doctor, que llevaba más
de una década casado con Cora; una cantante y corista que respondía
al sobrenombre artístico de Belle Elmore, se enamoró perdidamente
de su juvenil secretaria Ethel Le Neve .
Así las cosas, en lugar de tramitar el divorcio el hombre optó por un
método másveloz y radical: asesinar a su molesta cónyuge.
Se pretendió que el médico era dominado por su mujer, que aquella
artista de music-hall lo maltrataba y le hacía la vida imposible.
Empero, lo comprobado en la autopsia fue que el homicidio se debió a
envenenamiento causado por la ingestión de cinco gramos de
hioscina.
4. En el ulterior juicio se supo que el 7 de enero de 1910 el galeno
compró esa substancia en la farmacia de los señores Lewis y
Burrows, y cinco semanas después se la administró a su mujer.
Una vez perpetrado el crimen fríamente planeado, entre ambos
amantes procedieron a desmembrar el tieso organismo de la víctima.
Seguidamente se disfrazaron (Ethel se vistió con ropas de muchacho)
partiendo de Londres a bordo de un vapor con destino a Estados
Unidos de Norteamérica.
Para desgracia del dúo, el capitán del buque demostró ser una especie
de detective aficionado y dio aviso a Scotland Yard por conducto del
recién inventado telégrafo sin hilos, comunicando a las autoridades los
recelos que albergaba acerca de aquellos dos extraños pasajeros.
El Dr.Crippen y su amante durante su proceso penal
En ese intermedio la policía británica ha localizado unos cuantos
fragmentos de Cora Crippen sepultados bajo el sótano, y se da
comienzo a la cacería de los prófugos. A través del Océano Atlántico
el Inspector Walter Dew -también convenientemente disfrazado-
será el encargado de detener a la pareja criminal en fuga y de
escoltarlos de regreso a Inglaterra.
Años atrás, siendo un muy joven policía, Walter Dew había concurrido,
en la gris mañana del 9 de noviembre de 1888, a la tétrica habitación
número 13 de la pensión de Miller´s Court. Allí presenció la visión
5. horrible de un cuerpo tan destrozado como el de Cora Crippen: el
cadáver perteneciente a la atractiva prostituta que en vida se
llamó Mary Jane Kelly.
Ante la pregunta de si pensaba que el matador de aquella infortunada,
el mítico Jack el Destripador, podía ser un cirujano, Dew declaró a
la prensa:
"Si esa es la obra de un cirujano, entonces resulta muy fácil ser
cirujano".
Pero ahora el destino ponía al pesquisa cara a cara con un médico del
cual estaba acreditado que era un descuartizador. La captura de aquél
homicida -detallada años más tarde en un libro de su autoría
titulado "Yo atrapé a Crippen"-, conformaría uno de los méritos más
notables en la foja de servicios del tenaz detective victoriano.
Y es que al policía nuevamente le había tocado ser partícipe de un
hallazgo macabro. Al levantar los ladrillos que tapaban el suelo del
sótano de la residencia de Hilldrop Crescent -hogar del matrimonio
Crippen- Dew se topó con los restos de la faena del doctor.
Se trataba de una masa putrefacta recubierta por una costra de cal,
aplicada a efectos de agilitar la descomposición.
Walter Dew: El Inspector de Scotland Yard
que capturó al Dr.Crippen y a su cómplice
6. Esos despojos humanos constituían lo único que quedaba de la esposa
del victimario. Aquel cuerpo carecía de cabeza, de miembros y de
huesos. Para facilitar la eliminación del cadáver:
¡El médico había deshuesado a su mujer! Pese a la exhaustiva
investigación practicada jamás aparecieron las partes que faltaban de
la anatomía de Cora Crippen.
Belle
Gunness:
7. Una asesina
de leyenda
Desde las brumas del tiempo nos es legada la historia de Belle
Gunness, una historia que parecería una leyenda urbana...si no fuera
porque fue realidad. Cruda e increíble realidad. Se trató de la
existencia de una asesina serial digna emula de Henri Desiré
Landrú.
Y ocurre que esta fémina usaba el mismo modus operandi que hizo
célebre al cruel victimario serial francés. También ella atraía a sus
desprevenidas parejas valiéndose de anuncios matrimoniales. Una
vez establecida la relación amorosa los esquilmaba, y luego los
asesinaba enterrando los cadáveres bajo los fondos de su granja.
Nació en Trondhjem, Noruega en 1859 con el nombre de Bella
Poulsdatter, y arribó en 1883 a Norteamérica. Se afincó en
Chicago, y en 1888 contrajo enlace con un coterraneo, el
noruego Max Sorensen. Años mástarde los Sorensen se
trasladaron a una chacra sita en Austin, Illinois, en donde la esposa se
dedicó a concebir hijos y cultivar la tierra.
8. Belle Gunness. El rostro del mal
En 1900 Max Sorensen falleció en extrañas circunstancias. La viuda
recibió una pequeña suma por la póliza del seguro de vida de su
marido y vendió la granja. Con ese dinero retornó a Chicago donde
adquirió una pensión.
En menos de un mes ese edificio resultó pasto de las llamas,
desgracia que no desconsoló demasiado a su propietaria, la cual se
embolsó una jugosa cifra producto del seguro.
Luego Bella -ahora ya conocida como Belle- compró una pastelería;
pero pronto otro incendio hizo acto de presencia arrasando con las
instalaciones. Nuevamente el dinero del seguro recién contratado le
serviría de consuelo para hacer frente a su sospechosa mala suerte.
La compañía de seguros aquí fue mássevera, y sólo le entregó el
dinero de la póliza tras larga indagatoria, y dejando claro que recelaba
de ella. La mujer comprendió que tendría que variar su método
delictivo si no quería terminar entre rejas.
Por tanto, Belle se marchó con sus hijos al Este de los Estados
Unidos, y recaló en un minúsculo pueblo denominado La Porte,
próximo a Indiana. Aquí cambió su apellido por el de Gunness,
después de casarse con un vecino de ese poblado: Peder Gunness.
La muerte de Peder tendría que haber despertado la suspicacia de la
flamante compañía de seguros donde Belle había contratado. Y es
que el hombre apareció muerto a causa de una profunda herida en su
cráneo.
Supuestamente una hachuela se deslizó del estante en que se
apilaban las herramientas, y al caer sobre su testa se la abrió
provocando su inmediato deceso. En fin: mala suerte que tienen
algunos asegurados...
9. De estafar a compañías de seguros la mujer pasó a otro rubro
delictivo. Un rubro que la haría tristemente célebre. Se dedicó a poner
avisos matrimoniales en periódicos locales.
"Viuda joven, atractiva y dueña de importante granja desea
relacionarse con caballero acomodado y refinado con fines
matrimoniales", mentaban estos avisos.
Una vez que los candidatos le escribían, Belle les contestaba mediante
misivas de este tenor:
"... Su respuesta a mi anuncio me llenó de alegría pues estoy
segura que Ud. es el hombre adecuado para mí. Estoy convencida de
que sabrá hacer que tanto yo como mis queridos niños seamos
felices, y de que puedo confiarle cuanto poseo en este mundo. Le
describo mi actual situación financiera: poseo cincuenta acres de tierra
y la cosecha de mi granja es muy variada, pues incluye manzanas,
ciruelas y cerezas. Todo esto ya está casi pagado. Tengo tres hijos
pequeños: un niño y dos niñas. Perdí a mi esposo en un accidente
hace cinco años, y he descubierto que cuidar a los niños y, a la vez,
ocuparme de
mi granja supera mis fuerzas. Mi idea es tener a un buen compañero a
quien confiárselo todo. He decidido que cada candidato que ha
merecido mi consideración favorable debe hacer un depósito en
efectivo o acciones. Valgo un mínimo de 20.000 dólares, y si Ud.
puede traer consigo la suma de 5.000 dólares para demostrar que se
toma el asunto en serio, hablaremos del futuro..."
Pese al tono crudamente mercantil empleado en sus cartas, ello no
desalentó a los interesados. Pronto un desfile de candidatos pasaron
por la granja La Porte y conocieron a la amable granjera. Empero,
ninguno de aquellos caballeros regresó con vida luego de ingresar al
establecimiento rural.
El éxito criminal de la viuda negra se debía sobre todo a que elegía
postulantes carentes de familiares. No fue, sin embargo, el caso de
uno de ellos: Andrew Helgelien. Este desliz sería la perdición de la
criminal.
Aquel señor tenía un hermano, y antes de acudir a Indiana para su
cita le confió a éste sus intenciones amorosas-mercantiles para con la
proponente. Transcurrieron másde cinco meses sin que el hermano
tuviera noticia alguna suya y, muy atribulado, le escribió a la señora
Gunness suplicándole que le informase cuanto sabía sobre Andrew.
10. Belle le respondió con abiertas mentiras fingiendo preocupación, y
pretextando no saber nada de ese hombre desde el día cuando aquél
en forma imprevista habría abandonado la granja.
El hermano viajó a La Porte para encabezar la investigación a fin de
ubicar el paradero del desaparecido, pero cuando arribó allí se topó
con un cuadro impactante.
Ocurrió que el 28 de abril de 1908 el establecimiento de La Porte se
vio asaltado por las llamas de un voraz incendio que quemó el predio
hasta los cimientos.
Aparecen los cadáveres en la granja de la muerte
El hermano de Helgelien alertó a la policía, la cual emprendió las
pesquisas y halló cuatro organismos calcinados entre los escombros.
Un cadáver que carecía de cabeza fue considerado que era el de la
señora Gunness, en tanto otros tres restos humanos correspondían a
sus menores hijos.
El 23 de mayo de ese año fue conducido ante el Tribunal que
indagaba la causa un empleado de la dueña llamadoRay Lamphere .
Al poco tiempo se supo que el individuo fungía como secuaz de
aquella ayudándola a desembarazarse de las víctimas. Además, era
amante de Belle.
11. Ray confesó plenamente su participación en los crímenes, aunque
insistió en que actuaba bajo las órdenes de la mujer encargándose de
esconder los cuerpos y que nunca asesinó a nadie.
Ray Lamphere : el sórdido cómplice y enterrador
Mástarde se determinó que el cadáver primariamente identificado
como de Gunness no era el suyo, sino que pertenecía a una
vagabunda que atraída con engaños a la granja resultó ultimada por
la propietaria, y su cuerpo sin vida fue enterrado por Ray Lamphere.
Nuevas excavaciones practicadas en los alrededores de la casa dieron
lugar al hallazgo de catorce cuerpos masculinos en estado de
descomposición, incluido el de Andrew Helgelien. Se trataba de los
aspirantes a esposar a la implacable viuda.
Jamásse supo a dónde escapó la homicida múltiple. Algunos
afirmaron que también pereció en el extraño incendio que arrasó la
finca, aunque la interrogante de cuálconstituyó su destino final persiste
hasta el presente atizando el misterio y la leyenda.
De lo que no hay dudas es del destino que le cupo a Ray Lamphere,
quien purgó veintiún años en prisión. Se lo condenó por provocar un
incendio premeditado con consecuencias fatales, y de ayudar a su
ama a sepultar los cadáveres de los frustrados novios de aquella.
No se lo consideró culpable de cometer homicidios, los que fueron en
su totalidad atribuidos a Belle Gunness.