Las organizaciones tienen varias características fundamentales: son sistemas sociales complejos formados por individuos con objetivos comunes, perduran en el tiempo más allá de sus creadores originales, aplican la división del trabajo para ser más eficientes, son entidades jurídicas con capacidad para adquirir derechos y obligaciones, y deben adaptarse de forma dinámica e innovadora a los cambios en su entorno.