1. ENFERMEDAD PERIODONTAL Y OSTEOPOROSIS
INTRODUCCION
Una creciente evidencia científica sugiere la asociación entre periodontitis y ciertas
enfermedades sistémicas como la osteoporosis.
Al igual que la periodontitis, la osteoporosis afecta al tejido óseo, y comparte con aquélla
determinados factores de riesgo.
La Osteoporosis es una enfermedad compleja y multifactorial, originada por un desorden en
el metabolismo óseo esquelético, lo cual se traduce en una reducción en la cantidad de
hueso, sin producir variaciones en la composición química del mismo.
Se ha determinado la importancia de esta enfermedad y su relación con los huesos
maxilares, esta patología ha sido demostrada en diversos sitios del esqueleto, especialmente
en aquellos huesos con gran proporción de tejido trabecular, como es el caso de la
mandíbula.
Los cambios en la anatomía de la mandíbula son de gran interés odontológico, ya que la
disminución progresiva de sustancia ósea mandibular reduce la posibilidad de una efectiva
2. rehabilitación de la función bucal, lo cual debe considerarse durante la planificación del
tratamiento odontológico.
OSTEOPOROSIS Y ENFERMEDAD PERIODONTAL
La osteoporosis y la enfermedad periodontal afecta a buen número de hombres y mujeres
con una incidencia que oscila entre un 5 a 30 % de los adultos.
Entendiendo la osteoporosis como una enfermedad caracterizada por pérdida y fragilidad
de la masa ósea con el consecuente aumento de riesgo de fractura.
La osteoporosis y la enfermedad periodontal se ha convertido en un problema de salud
pública, que afecta a un gran número de hombres y mujeres con una incidencia que va
aumentando directamente con la edad.
OSTEOPOROSIS EN ODONTOLOGIA
La Osteoporosis es un fenómeno que ha sido demostrado en diversos sitios del esqueleto:
radio, cúbito, húmero, fémur, columna vertebral y mandíbula.
Algunos huesos con gran proporción de tejido trabecular son afectados en mayor cantidad
en forma precoz respecto a otros, pero en general la tendencia hacia la pérdida ósea en
pacientes osteoporóticos persiste alrededor del esqueleto.
3. Esto limita la posibilidad de una efectiva rehabilitación de la función bucal.
ALTERACIONES BUCALES EN PACIENTES OSTEOPOROTICOS
1. Reducción del reborde alveolar: existen diversos factores etiológicos de tipo
sistémico o general involucrados en la pérdida ósea alveolar, entre los cuales se
encuentran la nutrición, el desbalance hormonal y la Osteoporosis postmenopáusica.
Diversos investigadores han encontrado una relación significativa entre una ingesta
deficiente de calcio, baja relación calcio-fósforo de la dieta y deficiencia de
vitamina D con una severa resorción ósea alveolar.
Por otra parte se ha demostrado que el desbalance hormonal que afecta a mujeres
postmenopáusicas intensifica la resorción del reborde alveolar.
2. Disminución de la masa ósea y densidad ósea maxilar: estudios realizados
demuestran que, tanto la masa ósea como la densidad ósea maxilar es
significativamente mayor en una población sana que en una osteoporótica.
3. Edentulismo: Se ha determinado que los individuos osteoporóticos tienen una
mayor pérdida de dientes que aquellos sanos.
4. 4. Disminución del Espesor Cortical Oseo: señalan que existe un aumento en la
porosidad cortical de la mandíbula a medida que avanza la edad.
CONCLUSION
La Osteoporosis constituye un problema de gran importancia sanitaria, social y económica,
que será mayor en los años debido al aumento de la expectativa de vida en la población, lo
que determinará que un mayor número de personas de edad avanzada queden expuestas al
riesgo de sufrir esta enfermedad.
Se ha demostrado que la disminución de la masa ósea maxilar, particularmente la pérdida
de hueso alveolar como consecuencia de la Osteoporosis, produce serias alteraciones
funcionales que repercuten en el equilibrio de la cavidad bucal.
Para lo cual resulta indispensable la realización de una adecuada historia clínica que
incluya datos de relevancia tales como: antecedentes familiares de la enfermedad,
alteraciones renales, tratamiento con esteroides, fracturas patológicas, alcoholismo,
alteraciones hormonales y otros.
Estas alteraciones sistémicas deben ser consideradas durante la evaluación clínica del
paciente, ya que ésto permitirá establecer un plan de tratamiento individual.