Las redes inalámbricas permiten la movilidad y flexibilidad al conectar equipos sin necesidad de cableado, aunque su cobertura y velocidad son limitadas. El estándar IEEE 802.11 define los protocolos para redes inalámbricas de corto alcance operando a 1-11 Mbps, mientras que la seguridad WEP es vulnerable a ataques como AirSnort que pueden descifrar las claves criptográficas.