La crisis de los misiles en Cuba ocurrió entre el 14 y 27 de octubre de 1962 cuando los Estados Unidos descubrió que la Unión Soviética estaba instalando misiles nucleares en Cuba, lo que aumentó las tensiones de la Guerra Fría. El documento proporciona una cronología detallada de los eventos clave durante la crisis, incluidas las discusiones entre Kennedy y Khrushchev, y el papel de las Naciones Unidas en la resolución pacífica del conflicto.
1. La crisis de los misiles en Cuba
14 a 27 de octubre de 1962
Lunes, 1 de julio de 2013
2. Indice
• Introducción
– El fin de la II Guerra Mundial – La Guerra Fría
– La revolución cubana
– Alemania – Berlín
– Misiles estadounidenses en Turquía e Italia
• Cronología de la crisis
– El papel del Consejo de Seguridad y del Secretario
General de las Naciones Unidas
• Información adicional
29. Información de la ONU
• http://www.un.org/wcm/content/site/chronicle/la
• http://www.unmultimedia.org/photo/gallery.j
sp?query=category:%22Security%20Council
%22&startat=252&sf=date&so=0
A tempranas horas de la mañana, un avión espía tipo U-2 de la Fuerza Aérea estadounidense sobrevuela la parte occidental de la isla de Cuba de sur a norte.Se trata de la primera misión del Comando Estratégico Aéreo, SAC, después de recibir la autorización de estos vuelos de reconocimiento de la Agencia Central de Inteligencia, CIA. Estados Unidos sospechaba de la presencia de misiles nucleares soviéticos en Cuba, pero la URSS repetidamente lo había negado. El piloto de la aeronave, mayor Richard Heyser, toma fotografías que confirman las sospechas de Washington.
El Centro de Interpretación Fotográfica Nacional en Washington analiza las fotografías e identifica, entre otros, los componentes de misiles balísticos de mediano alcance en un campo de San Cristóbal. Altos funcionarios del gobierno son informados de los descubrimientos, pero el consejero de Seguridad Nacional, McGeorge Bundy, decide esperar hasta el próximo día para informar al presidente John F. Kennedy. El Grupo Especial Aumentado (SGA), una unidad creada por Kennedy y encargada de operativos para derrocar a Fidel Castro, ordena un incremento de las actividades encubiertas en Cuba.
Para abordar la crisis, el presidente conforma el "ExComm" o Comité Ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional. Existen dudas sobre el estado operacional de los misiles. El grupo debate las principales opciones: un ataque aéreo único contra las bases de misiles, ataques a varias instalaciones cubanas, una serie de ataques apoyando una invasión, o un bloqueo de Cuba. El ExComm también analiza las posibles respuestas soviéticas. El premier Khrushchev reitera que la actividad soviética en Cuba es de carácter defensivo y critica las bases estadounidenses en Turquía e Italia.
El embajador de EE.UU. ante la ONU, Adlai Stevenson, aboga por la vía de la negociación y propone el envío de emisarios para dialogar con Fidel Castro y Nikita Khrushchev. El secretario de Defensa, Robert McNamara, es el principal proponente del bloqueo, pero sus críticos advierten que la medida no soluciona el problema y temen como respuesta un bloqueo a Berlín, Alemania. Georgi Bolshakov, funcionario de la embajada soviética en EE.UU., envía un mensaje asegurando que las armas en Cuba son de carácter defensivo. Sin embargo, no ha sido informado por Khrushchev de que, en efecto, se están instalando misiles balísticos de alcance mediano e intermedio.
El canciller soviético, Andrei Gromyko, se reúne en la Casa Blanca con el presidente Kennedy para discutir la asistencia soviética a Cuba. Gromyko acusa a Washington de molestar a una pequeña nación y así justifica la ayuda de su país para contribuir a la defensa de Cuba. Kennedy decide no revelar su conocimiento de los misiles. Durante una reunión del ExComm, el consenso para el bloqueo empieza a resquebrajarse. Un análisis de los servicios de inteligencia informa que los misiles podrían ser lanzados en sólo 18 horas.
En el Departamento de Estado se estudian las vías legales para imponer un bloqueo a Cuba. Los partidarios de un ataque aéreo empiezan a cambiar de parecer y los asesores del presidente Kennedy preparan un texto para anunciar el bloqueo. Estados Unidos formula estrategias diplomáticas y militares, que incluyen la elevación de los niveles de alerta y el intercambio de información con sus aliados de la OTAN. Durante una rueda de prensa, funcionarios del gobierno estadounidense dicen no tener información que sugiera la presencia de misiles en Cuba; también niegan que se estén tomando medidas de emergencia.
Se hacen los últimos ajustes al plan para un bloqueo. McNamara ordena preparar un posible ataque contra Cuba, pero Kennedy reitera que la cuarentena es la estrategia más adecuada. El embajador ante la ONU, Adlai Stevenson, sugiere ofrecer el desmantelamiento de misiles estadounidenses en Turquía y el retiro de la base en Guantánamo. Su propuesta es rechazada. Los servicios de inteligencia, por su parte, informan que los misiles en Cuba podrían ser lanzados a ocho horas de que se diera la orden. También se identifican, por primera vez, ojivas nucleares, pero se desconoce si están acopladas a los misiles.
El Comando Aéreo Táctico advierte que un posible ataque aéreo, a pesar de cientos de misiones, sólo alcanzarían a destruir el 90% de los misiles. Aunque los planes para un bloqueo están listos, Kennedy ordena preparar un ataque militar para la mañana del 22 de octubre. Las medidas contra las embarcaciones que se acerquen a la línea de cuarentena van desde disparos de advertencia a disparos para deshabilitar la embarcación. Algunos de los principales diarios se percatan de la situación. Kennedy pide a los editores que se abstengan de publicar la noticia.
En un mensaje televisado a todo el país, Kennedy anuncia el bloqueo naval y advierte que el lanzamiento de misiles desde Cuba hacia cualquier país del Hemisferio Occidental sería considerado como un ataque de la Unión Soviética contra Estados Unidos y demandaría una represalia militar absoluta. De acuerdo a un historiador, la respuesta inicial del premier soviético, Nikita Khrushchev, es ordenar a sus embarcaciones que sigan su viaje a Cuba. Antes, la Fuerza Aérea había ordenado vuelos permanentes de sus bombarderos B-52. Por primera vez en la historia; todas las aeronaves activas estaban equipadas con armas nucleares.
Khrushchev envía un mensaje oficial declarando que las medidas estadounidenses constituyen una seria amenaza a la paz. Kennedy responde exhortando a la prudencia. Por su parte, Fidel Castro declara la alerta máxima y afirma que Cuba nunca se desarmará mientras EE.UU. continúe con su política de agresión y hostilidad. Washington inicia vuelos bajos de reconocimiento sobre Cuba mientras que Moscú pone en alerta al Pacto de Varsovia. Una encuesta confirma que la mayoría de los estadounidenses aprueban el bloqueo, pero un número considerable opina que la medida conducirá a la Tercera Guerra Mundial.
A través del empresario estadounidense y amigo de Kennedy, William Knox, el premier soviético advierte que la URSS está preparada para hundir las naves estadounidenses que intercepten la flota soviética. La inteligencia estadounidense detecta a un submarino que escolta a dos buques soviéticos, pero otras naves parecen haber detenido su curso. Khrushchev propone una cumbre con Kennedy para evitar una guerra nuclear pero insiste en que el bloqueo es un acto de agresión. Por primera vez en su historia, EE.UU. adopta la condición defensiva DEFCON 2, el máximo nivel de alerta antes de la guerra total. El 24 de octubre de 1962, en su discurso ante el Consejo de Seguridad, U Thant recalcó que estaba en juego el destino mismo de la humanidad. Instó a que se celebrarán urgentemente negociaciones entre las partes directamente involucradas e informó al Consejo de que había enviado exhortaciones urgentes al Presidente Kennedy y al Primer Ministro Nikita Khruschev para que establecieran una moratoria de dos a tres semanas de duración. Esa medida entrañaría, por parte de la URSS, la suspensión voluntaria de todos los envíos de armamentos a Cuba. Por parte de los Estados Unidos entrañaría la suspensión voluntaria de la cuarentena, y en especial del registro de los barcos que se dirigieran a Cuba. También hizo un llamamiento al Presidente y al Primer Ministro de Cuba para que suspendieran la construcción y el desarrollo de servicios e instalaciones militares importantes en Cuba durante el período de negociación. Asimismo, ofreció su disposición para cualesquiera servicios que personalmente pudiera prestar a todas las partes interesadas.
El embajador de EE.UU. ante la ONU, Adlai Stevenson, mantiene un duro enfrentamiento con su homólogo soviético, Valerian Zorin, a quien le exige que responda a la denuncia de que la URSS desplegó misiles balísticos en Cuba. Naves estadounidenses interceptan al petrolero soviético Bucarest, pero le permiten continuar rumbo, ya que no llevaba armamento. Se maneja la idea de una retirada de misiles estadounidenses en Turquía a cambio de los soviéticos en Cuba. El gobierno turco no acepta. Kennedy autoriza que los aviones bajo mando del Comando Aliado Supremo de Europa, carguen armas nucleares. El 25 de octubre de 1962, el Primer Ministro Khruschev dirigió a U Thant una comunicación por escrito en la que aceptaba su propuesta. El Presidente Kennedy también le comunicó por escrito ese día que, si bien apreciaba el espíritu del mensaje de U Thant, la clave de la solución de la crisis era la retirada de las armas de Cuba. Los barcos soviéticos siguieron navegando hacia las aguas comprendidas en la cuarentena. Ese mismo día U Thant hizo un llamado urgente a los dos líderes, porque le preocupaba que los barcos soviéticos que ya se dirigían a Cuba pudieran desafiar la cuarentena y dar lugar a un enfrentamiento entre barcos soviéticos y estadounidenses, lo cual anularía toda posibilidad de negociación. En consecuencia, pidió al Primer Ministro Khruschev que instruyera a los barcos soviéticos que navegaban con rumbo a Cuba que permanecieran fuera de la zona de interceptación por un período limitado. También pidió al Presidente Kennedy que instruyera a los barcos estadounidenses desplegados en el Caribe que hicieran todo lo posible por evitar un enfrentamiento directo con barcos soviéticos. Comunicó a cada dirigente que si recibía las garantías solicitadas informaría a la otra parte al respecto.
Kennedy considera que el bloqueo no está logrando su objetivo y analiza la posibilidad de una invasión o un intercambio. El presidente ordena planes para establecer rápidamente un nuevo gobierno en Cuba si se da una invasión. La URSS propone retirar los misiles si EE.UU se compromete a no invadir. Khrushchev envía una "larga y emocional" carta a Kennedy. Estados Unidos pide a la embajada de Brasil en La Habana que comunique un mensaje garantizando que no invadirá Cuba. Castro, sin embargo, está convencido de lo contrario y ordena a sus posiciones antiaéreas disparar contra cualquier avión estadounidense que sobrevuele la isla. El Presidente Kennedy aceptó de inmediato su propuesta, aunque ello dependía de la aceptación por el Gobierno soviético. El Primer Ministro Khruschev también aceptó la moratoria. Informó a U Thant de que había ordenado que los barcos soviéticos que navegaban hacia Cuba permanecieran fuera de la zona de interceptación temporalmente. Al día siguiente, 26 de octubre, U Thant envió un mensaje al Primer Ministro de Cuba, Fidel Castro, en el que le informaba de las alentadoras respuestas a su llamamiento y le pedía que, durante el período de negociaciones, se suspendiera la construcción de grandes instalaciones militares en Cuba, y especialmente de las diseñadas para el lanzamiento de misiles balísticos de alcance medio e intermedio.
La CIA informa que las instalaciones de misiles de mediano alcance en San Cristóbal están en estado operacional. Durante el día, el ExComm discute la negociación en torno al intercambio de misiles turcos por cubanos. Un avión de reconocimiento U-2 es derribado sobre Cuba y su piloto muere. Kennedy ordena no tomar represalias. Estados Unidos redacta un comunicado al gobierno soviético garantizando no invadir a Cuba a cambio del desmantelamiento inmediato de las instalaciones. La cuestión de los misiles en Turquía sería considerada posteriormente. EE.UU. espera una respuesta para el día siguiente y no abandona la opción de invadir. Después que los líderes estadounidense y soviético hubieron aceptado el llamamiento de U Thant, y durante el período crucial que este había obtenido para ellos, el Presidente Kennedy y el Primer Ministro Khruschev tuvieron su propio intercambio de opiniones por medio de cartas y mensajeros, y lograron llegar a un acuerdo sobre la fórmula que, a la larga, puso fin a la crisis de los misiles. U Thant visitó Cuba del 30 al 31 de octubre de 1962 para celebrar reuniones con los dirigentes cubanos. Esa visita fue importante porque dio a los dirigentes cubanos la oportunidad de que se escuchara su criterio.
En un mensaje radiofónico, Nikita Khrushchev anuncia un alto a la construcción y el subsiguiente desmantelamiento de las instalaciones de misiles en Cuba, aliviando así la tensión. El presidente Kennedy ordena la interrupción de los vuelos de reconocimiento sobre la isla y permite la circulación de los buques soviéticos. Sin embargo, Fidel Castro declara insuficientes las garantías de no agresión de Estados Unidos y pide, entre otras cosas, el levantamiento del embargo económico a Cuba. En momentos en que se consolidaba el acuerdo, en su carta de fecha 28 de octubre de 1962 dirigida al Primer Ministro Khruschev, el Presidente Kennedy escribió: “Los distinguidos esfuerzos del Secretario General interino U Thant han facilitado en gran medida la tarea que cada uno de nosotros debía cumplir.” Después de convenidos todos los detalles y superada la crisis, los negociadores estadounidenses y soviéticos dirigieron una carta conjunta a U Thant que decía lo siguiente: “En nombre de los Gobiernos de los Estados Unidos de América y la Unión Soviética, deseamos expresarle nuestro reconocimiento por sus esfuerzos para ayudar a nuestros Gobiernos a evitar la grave amenaza a la paz que surgió en la zona del Caribe.”