2. LA VOZ EN LA RADIO
La Radio no tiene el apoyo de los códigos visuales para
la comprensión del mensaje.
Se comprende el contenido a través de lo expresado por
la voz.
Está sujeto al tiempo, el oyente no puede volver atrás
para revisar el contenido del mensaje.
Por todo lo anterior, el mensaje en radio debe dejarse
claro y explícito.
A mayor rapidez, menor comprensión, lo que exige
mayor atención.
A mayor velocidad menor articulación, que perjudica la
pronunciación.
La mayoría de los autores recomienda entre 160 a 180
palabras por minuto, en publicidad sugieren 150 ppm
3. LA VOZ
La voz es cuerpo, por lo que exige
del trabajo diario, incorporar a la
vida diaria algunos hábitos facilitará
el trabajo en la cabina de grabación.
Para expresar lo que se siente, es
fundamental entender lo que se lee.
La voz es nuestro principal
instrumento de comunicación, hay
que tomarse un momento para
escuchar.
4. LA LENGUA EN LA RADIO
Leer es un acto sencillo que no demanda
esfuerzo, Comunicar requiere un esfuerzo
que se origina en el sentir para poder
expresar.
El locutor se involucra para poder
comunicar.
La locución reside en el interior, por lo
que requiere un puente para poder salir, el
puente es la intención que le imprimimos
para que salga a través del vehículo que es
la voz.
5. MECANISMOS DE
PRODUCCIÓN
Los mecanismos de producción de la voz son:
Respiración. Debe ser suficiente y controlada,
por esto se emplea la respiración diafragmática.
De ella dependen la intensidad y la duración de
la voz.
El aparato fonador, la laringe y las cuerdas
vocales, músculos vibrantes que provocan el
sonido de la voz.
Articulación y resonancia. La voz emplea boca,
labios, lengua, paladar, mandíbula, velo del
paladar, dientes, alvéolos, faringe, fosas nasales
y senos paranasales, para obtener su brillantez y
sonoridad. De esto depende el timbre de la voz.
6. LA LOCUCIÓN
La locución se aprende.
Es una cuestión de actitud, la
vergüenza debe quedar fuera para
trascender a partir de transmitir
algo a los demás.
La imitación ayuda en la búsqueda
de un estilo propio, mientras se
descubren las propias posibilidades.
7. EJERCICIOS DE
RESPIRACIÓN
Expulsión inicial brusca. pausa de un tiempo.
Dos respiraciones 4 - 4
Cinco respiraciones 6 - 6 Cinco respiraciones 3 - 6 (inspiración rápida,
espiración lenta)
Cinco respiraciones 1 - 6
Mantener en el aire una pluma.
Soplar una vela.
8. ARTICULACIÓN DE LA LENGUA
Colocarla en posición normal.
Llevarla cuanto sea posible fuera de la boca.
Dirigir la punta hacia los incisivos superiores.
Hacerla salir por la abertura de los labios más estrecha
posible.
Golpear la punta contra los incisivos superiores.
Alzar la base.
Hacer vibrar la punta.
Arquearla hacia arriba y hacia abajo.
Conducir la punta fuera de la boca a derecha e
izquierda rápidamente.
11. PRÁCTICA DE
CONSONANTES
En la Mañana, La mamá de Ana Zavala va a la plaza a cambiar
cáscaras de naranja por manzanas, bananas, patatas y calabazas,
para lavarlas, aplastarlas, amarrarlas, empacarlas, cargarlas, y
mandarlas a Canadá.
Coco Romo contó los potros y los toros del soto; el moro tonto
cogió los potros, tomó los toros, y solo por sus lloros se los
condonó
Que vaya a caballo bollullo bayano con bayo lavalle a Bayonam y
no vaya a Bayona a caballo sin bayo lavalle, bollullo ballano.
Cansadas, cargadas, rapadas, marchaban las chavas; calladas,
calmadas, bandadas de gatas las ratas cazaban; las ranas
cantaban, llamaban, saltaban, y al saltar sanaban de su mal astral.
12. PRÁCTICA DE CONSONANTES
Con olorosas lociones se logró calmar las maldades locas de
lucha y Lucía, que lucían los velos y las largas colsa de lóbregas
telas luengas y luctuosas.
Erre con erre, cigarro; erre con erre barril; rápidas corren y
ruedan las rápidas ruedas del ferrocarril
Que boba la beba babieca que besa a Bartolo, invita a Basilio y
baila boleros buscando a su abuelo, y alaba las broncas del buen
Bernabé.
Guillermo Gutiérrez, antiguo guerrero, entrega gallinas gordas
y galanas, son gangas, son galas que luego el fuego goteará su
grasa graznando de gozo.
Gustavo Godínez castiga a su gato gritando grosero, y el güero
garita gozoso le engaña logrando con guasa se alegre su amigo
Godínez Gusta
13. EJERCICIOS DE
PROSODIA
¡Vaya!, ¡qué su-bli-me! Jamás había visto
algo así. Me lo habían contado muchas
veces, una y otra vez: que mira que tienes
que ir, que es im-pre-sio-nan-te. Pero yo
nada, has-ta hoy.¡Qué ma-ra-vi-llo-so!
Más rápido: en cursiva.
Guiones: más lento.
14. EJERCICIOS DE
PROSODIA
Nunca sabré por qué me dijiste eso. ¿Por qué
me dijiste eso?, ¿cómo fuiste capaz? Claro
que alguno pensará que me lo merecía.
¡MENTIRA! YO JAMÁS LO HUBIESE
HECHO. No deberías haberme traicionado
así.
Normal: intensidad media
MAYÚSCULAS: intensidad alta
Cursiva: intensidad baja
15. EJERCICIOS DE
PROSODIA
Las campanas siempre sonaban pobres
melancólicas cuando te sentía lejos,
y
pero repicaban pizpiretas y divertidas, sonoras
y alegres cuanto más cerca te mostrabas.
Ahora ya no importa cómo suenen,
dinámicas o sombrías, porque sé que no
volverás.
Normal: tono medio.
Negritas: tono grave.
Cursivas: tono agudo.
16. EJERCICIOS DE ENTONACIÓN
Expresar con diferentes tonos para
conseguir distintas sensaciones:
“Has tenido suerte”
Afirmativa, interrogativa,
exclamativa, alegría, tristeza,
enfado, sorpresa, susto, satisfacción,
alivio, seguridad, aburrimiento,
ansia, informativo, nervios, gusto,
asco, desesperación, duda, timidez.
17. DRAMATIZACIÓN Y ENTONACIÓN
La abuela cada día comía mejor, pero cosía peor porque
veía muy mal. Un día se equivocó, y en un traje de
caballero que le dieron para arreglar, a la chaqueta le
puso, en lugar de las mangas, las perneras del pantalón.
Cuando la vecina se vino a quejar, la abuela se disculpó:
– Ya me extrañaba a mí que su marido tuviera unos
brazos tan largos…
Por eso, aunque los vecinos quisieran ayudarla, resultaba
difícil: veía tan mal que nunca sabían cómo iba a quedar lo
que le dieran para coser. La mujer suspiraba:
– ¡Ay! Si yo tuviera unas gafas.
18. DRAMATIZACIÓN Y ENTONACIÓN
Cucho –que tenía diez años– pero parecía mayor, se fue a una tienda
a ver cuánto valían las gafas. El dependiente le preguntó:
– ¿Para quién son?
– Para mi abuela.
– ¿Para qué las quiere?
– Para coser.
– ¿Cuántos años tiene?
Esto no lo sabía Cucho y por eso contestó:
– Pues como una abuela, pero de las viejas.
El dependiente le entendió y le contestó:
– Calcula que unas siete mil pesetas.
El chico se quedó asombrado, porque no sabía de nadie que tuviera
tanto dinero junto. Volvió a su casa y le dijo a su abuela:
– Oye, abuela, mejor será que dejes de coser. No trae cuenta comprar
unas gafas