La revolución neolítica marcó la transición de sociedades de cazadores-recolectores nómadas a sociedades sedentarias basadas en la agricultura y la ganadería, lo que representó un cambio radical en el estilo de vida humano. El cambio climático llevó a los humanos a abandonar las montañas y trasladarse a los valles, donde comenzaron a cultivar plantas y criar animales domésticos para obtener alimentos de manera estable, en lugar de depender de la caza y la recolección. Este paso