4. “Mas nuestra ciudadanía está en los
cielos, de donde también esperamos al
Salvador, al Señor Jesucristo; el cual
transformará el cuerpo de la humillación
nuestra, para que sea semejante al cuerpo
de la gloria suya, por el poder con el cual
puede también sujetar a sí mismo todas las
cosas.”
Filipenses 3.20-21
9. Como ciudadanos celestiales
estamos llamados a vivir bajo la
autoridad que Dios ha
designado, no enfocando la
mirada en las cosas terrenales
sino en las celestiales.
10. “Poned la mira en las cosas de arriba, no
en las de la tierra.”
“Haced morir, pues, lo terrenal en
vosotros: fornicación, impureza, pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia, que
es idolatría;”
Colosenses 3.2, 5
11. “Pero ahora dejad también vosotros todas
estas cosas:
ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras
deshonestas de vuestra boca.”
Colosenses 3.8
12. “Si el espíritu del príncipe se exaltare
contra ti, no dejes tu lugar; porque la
mansedumbre hará cesar grandes
ofensas.”
Eclesiastés 10.4
13. “Edificad casas, y habitadlas; y plantad
huertos, y comed del fruto de ellos.”
“Y procurad la paz de la ciudad a la cual
os hice transportar, y rogad por ella a
Jehová; porque en su paz tendréis vosotros
paz.”
Jeremías 29.5, 7.
14. Como ciudadanos celestiales
estamos llamados a vivir con la
esperanza que un día nuestro
Señor Jesucristo tendrá sujetas
todas las cosas bajo Su poder y
dominio.