Este documento describe el modelo económico agroexportador, en el cual los países se especializan en la exportación de productos agropecuarios y materias primas e importan productos manufacturados. Bajo este modelo, América proveía a Europa de alimentos y materias primas, mientras que Europa exportaba productos manufacturados. Este intercambio comercial benefició más a Inglaterra y Europa debido a su desarrollo industrial y la demanda creciente de alimentos generada por mayores salarios e higiene.