2. DOMINGO NOVENO DE PASCUA
CICLO B
DIOS TRINIDAD Deuteronomio, 4, 32-40
Moisés habla al pueblo de Israel
y dice:
“Pregunta, pregunta a los
tiempos antiguos, desde el día en
que Dios ha puesto a los
hombres sobre la Tierra.:
Pregunta: ¿Hay una palabra tan
grande como esta en los cielos y
en la tierra? ¿Se ha oído alguna
vez una noticia como esta? ¿Hay
algún pueblo que haya recibido,
como tu, Israel, has recibido la
voz de Dios, hablando desde el
fuego? ¿Algún pueblo ha visto a
Dios y ha quedado vivo, como tú
Israel? ¿Dios ha buscado otra
nación entre milagros, señales,
maravillas, fuerza, con mano
fuerte, brazo poderoso de
guerrero?
Ninguna nación. Solo a Ti, Israel
te ha liberado Dios.
Recuerda todo lo que Dios ha
hecho a favor tuyo en Egipto
para liberarte de la esclavitud.
Tu, Israel debes reconocer y
reflexionar en tu corazón que
Dios es el único allá arriba en el
cielo y aquí , abajo, en la Tierra;
No hay otro.
Guarda (cree) los mandamientos
y normas que Yo te mando hoy,
para que seas feliz, tú, tus hijos,
y tus hijos (nietos) después de ti
y vivas largos años en la tierra
que Dios te da para siempre”.
Carta de San Pablo a los Romanos 8, 14-
17
Las personas que se dejan llevar por el Espíritu de
Dios, esos son hijos de Dios.
Vosotros habéis recibido, no un espíritu de esclavos ,
para volver a caer en el miedo.
Al contrario, vosotros habéis recibido un espíritu de
hijos adoptivos.
Ese espíritu nos empuja a gritar: ¡Abba! (Padre).
Ese Espíritu y nuestro espíritu (alma) dan el mismo
testimonio : que somos hijos de Dios;
Somos hijos y, también, herederos;
herederos de Dios (Padre), herederos con Cristo (Dios
Hijo).
3. 3
El Espíritu Santo y nuestro espíritu dan el
mismo testimonio : que somos hijos de
Dios
Recuerda todo
lo que Dios ha
hecho a favor
tuyo en Egipto
para liberarte
de la
esclavitud.
Vosotros habéis recibido, no un espíritu de
esclavos , para volver a caer en el miedo.
Al contrario, vosotros habéis recibido un espíritu
de hijos adoptivos.
Evangelio según San
Mateo, 28, 16-20
Los once discípulos fueron
desde Galilea al monte que
Jesús había señalado.
Cuando vieron a Jesús, le
adoraron. Pero algunos
dudaban.
Acercándose a ellos, Jesús les
dice:
Dios me ha dado todo poder en
el cielo y en la tierra.
Vosotros, Id y haced discípulos
de todos los pueblos,
bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; y enseñándoles a guardar
(creer) todo lo que Yo os he
enseñado.
Y sabed que Yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo.
6. Deuteronomio, 4, 32-40
Moisés habla al pueblo de Israel y dice:
“Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, desde el día
en que Dios ha puesto a los hombres sobre la Tierra.:
Pregunta: ¿Hay una palabra tan grande como esta en los
cielos y en la tierra? ¿Se ha oído alguna vez una noticia
como esta? ¿Hay algún pueblo que haya recibido, como
tu, Israel, has recibido la voz de Dios, hablando desde el
fuego? ¿Algún pueblo ha visto a Dios y ha quedado vivo,
como tú Israel? ¿Dios ha buscado otra nación entre
milagros, señales, maravillas, fuerza, con mano fuerte,
brazo poderoso de guerrero?
Ninguna nación. Solo a Ti, Israel te ha liberado
Dios.
Recuerda todo lo que Dios ha hecho a favor tuyo en
Egipto para liberarte de la esclavitud.
Tu, Israel debes reconocer y reflexionar en tu corazón
que Dios es el único allá arriba en el cielo y aquí ,
abajo, en la Tierra; No hay otro.
Guarda (cree) los mandamientos y normas que Yo
te mando hoy, para que seas feliz, tú, tus hijos, y tus
hijos (nietos) después de ti y vivas largos años en la
tierra que Dios te da para siempre”.
8. Carta de San Pablo a los Romanos 8, 14-
17
Las personas que se dejan llevar por el Espíritu
de Dios, esos son hijos de Dios.
Vosotros habéis recibido, no un espíritu de
esclavos , para volver a caer en el miedo.
Al contrario, vosotros habéis recibido un
espíritu de hijos adoptivos.
Ese espíritu nos empuja a gritar: ¡Abba!
(Padre).
Ese Espíritu y nuestro espíritu (alma) dan el
mismo testimonio : que somos hijos de Dios;
Somos hijos y, también, herederos;
herederos de Dios (Padre), herederos con Cristo
(Dios Hijo).
10. Evangelio según San Mateo, 28, 16-20
Los once discípulos fueron desde Galilea al
monte que Jesús había señalado.
Cuando vieron a Jesús, le adoraron. Pero
algunos dudaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dice:
Dios me ha dado todo poder en el cielo y
en la tierra.
Vosotros, Id y haced discípulos de todos los
pueblos, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; y
enseñándoles a guardar (creer) todo lo que Yo
os he enseñado.
Y sabed que Yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo.
11.
12. COMENTARIO
La primera lectura
presenta a Dios: Se acerca
y nos habla, no para
asustarnos con su
grandeza, sino para
enseñarnos caminos de
Vida.
Israel ha escuchado la voz
de Dios y continúa con
vida.
Dios poderoso y vencedor
no ha elegido un país
poderoso y vencedor. Ha
elegido un pueblo con
pocas posibilidades de
triunfo.
Es un Dios liberador.
Israel es único para Dios.
Israel está llamado a
aceptar dos consecuencias:
1.- No buscar otros dioses
y 2.- Aceptar el proyecto de
vida y de organización
social que Dios propone.
13. La segunda lectura:
En el Nuevo Testamento, Dios no solo se acerca, sino que es uno de
nosotros.
Dios ya no libera a las personas de estructuras injustas, sino que libera
desde el interior del alma, destruyendo ídolos y creando un nuevo
ser de hijos.
Como Jesús, el Hijo de Dios, fue conducido por el Espíritu Santo
durante toda su vida, también nosotros somos llevados por el Espíritu y
Él nos transforma en hijos adoptivos de Dios.
Nos dirigimos a Dios con la misma confianza y la misma palabra que
utilizaba Jesús: “Abba” (relación afectuosa)
Nos enfrentamos con confianza total a la vida y a sus luchas como hijos
de Dios y herederos
Estamos unidos a Cristo como co-herederos de sus sufrimientos y de su
gloria.
14. 14
El evangelio:
El Resucitado se presenta con todo poder y
autoridad. Nos envía a todos los pueblos para
hacer discípulos suyos, sumergiéndolos
(bautismo) en el Dios Vivo tal y como Él se ha
revelado: una comunidad de relaciones unidas por
el Amor.
Hijos en el Hijo somos conducidos por su mismo
Espíritu y oramos al Padre con la misma confianza
de Jesús, el Hijo del hombre
Dios que se ha manifestado y ha explicado su
proyecto sobre nosotros debe ser anunciado a
todos los pueblos. (Perspectiva universal)
El Resucitado acompaña con una nueva forma de
presencia: fuerza y consuelo