El príncipe Eric recibió dones de hadas y hados al nacer, pero también fue maldecido por el rey Malado para que muriera al pincharse con una rueca a los 16 años. Sin embargo, la séptima hada le concedió que no moriría si recibía un beso de amor verdadero. A los 16 años Eric se pinchó con la última rueca de Malado, pero fue salvado cuando una chica pobre le dio un beso de amor verdadero que deshizo la maldición, viviendo felices desde entonces.