1. <br />ELEMENTOS QUE APORTA<br />En primer lugar, resaltar que me parece un vídeo muy práctico e interesante para el futuro profesorado porque aporta pautas que debemos o no adoptar a la hora de mantener una entrevista personal con los padres de nuestros alumnos. Entre las actitudes que NO debemos adoptar se encuentran las siguientes:<br />*Recibir distantes a los padres.<br />*Mantenernos de pie y no ofrecer asiento.<br />*Emplear gestos agresivos o amenazantes, tales como movimiento de manos o invasión del espacio del otro.<br />*Tonos de voz altos.<br />*Mantener un clima frío y tenso.<br />*Hablar a la vez y no escuchar al otro, prejuzgarle o culpabilizarle.<br />*No llegar a acuerdos.<br />*No mostrar empatía.<br />Esta serie de actitudes conforman el modelo de comunicación agresivo, del que no debemos hacer uso.<br />Por otro lado, se muestran una serie de acciones que debemos ejecutar en una tutoría con padres: <br />*Utilizar el espacio para crear un clima de acogida (ofrecer asiento…), de colaboración, de entendimiento y de apoyo mutuo.<br />*Dejar a un lado las tensiones y estar relajados.<br />*Ser positivos y recompensantes.<br />*Compartir, reconocer y expresar sentimientos, así como aunar fuerzas.<br />*Resumir acuerdos finales y acordar un nuevo encuentro.<br />*Ofrecer apoyo y pedir colaboración.<br />*Escuchar al otro y participar en lo que dice.<br />*Mostrar empatía, es decir, saber ponernos en el lugar del otro.<br />*Buscar soluciones comunes y compartidas, así como establecer acuerdos parciales.<br />*No culpabilizar al otro, ni prejuzgarle, ni ignorarle, ni invadir su espacio. <br />VALORACIÓN CRÍTICA PERSONAL EN RELACIÓN A LA COMUNICACIÓN QUE SE ESTABLECE ENTRE LA FAMILIA Y LA ESCUELA<br />En mi opinión, es primordial que los docentes y tutores de los alumnos mantengan una relación cordial y continuada con sus familias. De esta manera, si el alumno siente que sus padres y profesores se interesan por él y lo apoyan, se sentirá más seguro en el camino hacia el aprendizaje. Sin embargo, si los padres manifiestan ante el niño una actitud que infravalora lo que dicta el docente, los alumnos se sentirán respaldados por sus progenitores y ya no mostrarán tanto respeto a su educador profesional. Esto podría deberse a que hay padres que siempre creen el veredicto de sus hijos y no el del docente, defendiéndoles entonces a cualquier precio. Eso sí, si el docente percibe que los padres mantienen un trato aceptable y cordial con su figura y se unen con él para que el alumno desarrolle actitudes favorables hacia su aprendizaje, el educador debe responder de la misma manera.<br />Ahora bien; quiero, una vez llegado a este punto, hacer una distinción entre la actitud que mostraban los padres hace años con respecto al mal comportamiento de sus hijos en la escuela, y la que muestran ahora.<br />Como muchas veces me han contado mis padres y abuelos, cuando en su época te portabas mal y el maestro te propinaba un cachete, tus padres te decían al respecto: “¡Algo habrás hecho! ¡Te lo tienes merecido! De esta forma, no te quedaba otra salida que agachar la cabeza y no decir palabra. Sin embargo, lo que sucede hoy día es totalmente distinto. En primer lugar, los docentes no pueden ponerle una mano encima a un alumno porque aparte de sufrir consecuencias legales, los padres acudirían a él con ganas de responderle del mismo modo. No solo eso, los alumnos se sienten muy respaldados y defendidos por sus padres en la actualidad y al más mínimo levantamiento de voz por parte del docente, éstos acuden a sus padres, que, a su vez, se encargan de pedirle explicaciones al maestro. <br />Además, no solo ha cambiado la actitud de los padres con respecto a los docentes, sino que también ha cambiado la de los propios alumnos. Antaño, los maestros eran tratados de usted y con un respeto indiscutible por parte de los alumnos. Sin embargo, ahora los alumnos se relacionan con sus maestros como si de sus colegas se tratase, confundiendo roles y mostrando hacia su figura una actitud desafiante.<br /> <br />