Este poema explora preguntas sobre la gramática, la imaginación y la libertad de expresión desde la perspectiva de un niño. El niño se pregunta a quién hacer caso sobre el uso del punto y coma y el punto, y lamenta que nadie enseñe el "punto de caramelo". También se pregunta por qué no puede expresar libremente sus ideas sobre cómo las letras y las gaviotas pueden volar libres, y por qué no puede amar el viento y el mar.