La energía mareomotriz aprovecha la diferencia de altura de los mares según la posición de la Tierra y la Luna para generar electricidad. Se podría instalar una central en la península Valdés en Argentina debido a las altas mareas, pero no se ha hecho para no afectar a las ballenas ni el impacto visual. Otras centrales mareomotrices importantes se encuentran en Francia, Canadá, Rusia y Portugal.