En los tiempos que corren vivimos en una sociedad contemporánea que es un escenario literalmente, compuesto de una serie de procesos económicos y culturales dentro de una variedad de espacios públicos y virtuales también. Un escenario donde prolifera el consumo de alguno u otro modo y que transforma e incluso crea una “muchosidad” (¡Si!, como lo dijo el Sombrerero en la reciente Alicia en el país de las maravillas) de estilos de vida.