1. La posada del silencio
El texto de hoy
Alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti,
Señor
Sólo se levanta lo que es libre, lo que es ágil, lo que está
suelto. En el silencio uno se va volviendo libre porque ¡se
va separando de tantas cosas. Y entonces Dios se
convierte en toda nuestra alegría.
Se puede decir: descendemos a la cripta de la Presencia
de lo divino y a la vez ascendemos. De cualquier manera
el silencio nos abre al Señor y deja nuestro corazón en
total libertad.
Las cosas nos dan también placer pasajero pero no nos
dan alegría. Los límites del placer son cansar y fatigar.
Las personas también nos dan contento pero no dura
eternamente, sólo Dios es la alegría. No detenerse en ningún placer, no hacer la tienda en ninguna
persona, en ninguna relación, estamos en camino de lo eterno, en el silencio siempre hay que seguir.
“Alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti, Señor”. En el silencio Dios se puede convertir
en la alegría de tu corazón si vas soltándote de las cosas.
Lo evidente no es llamativo. Nuestro corazón está hecho para vivir lo evidente, lo que busca lo llamativo
es nuestra exterioridad. El cauce del silencio es el cauce de Dios porque no es llamativo sino humilde. Lo
evidente es siempre humilde y sencillo.
19:30 Academia de Santo Tomás. Dinamismo terrestre.
José María Ugidos Meana, profesor de la Facultad de
Geología de la Universidad de Salamanca.
27 de febrero
Información ampliada:
Academia de Santo Tomás
Fecha: Día 27 de febrero, jueves, a las 19:30 horas.
Lugar: Convento de San Esteban (PP. Dominicos), en una de las aulas de clase.
Tema: Dinamismo terrestre.
Ponente: José María Ugidos Meana, profesor de la Facultad de Geología de la Universidad de Salamanca.
2. NUEVA CAMINATA DE LA ESCUELA DE TEOLOGÍA.
Sólo la mañana y si el tiempo no lo impide.
Ruta:
Ir hasta Cabrerizos por un camino siguiendo la estación de trenes
(tomar un café en el pueblo) y luego bajar hasta las
urbanizaciones siguiendo el río hasta la Aldehuela y de allí de
nuevo al convento. Son unos 10 -11 km. muy parecida a la última
que realizamos.
Día: SÁBADO (Si el tiempo no lo impide)
Hora de Salida: 9:30 de Sotomayor
3. Nota: Dejamos la ruta de la ermita de la virgen del Viso para
finales de marzo o principios de abril.
4. IGLESIA DE CABRERIZOS
Almarza entrevista completa
ENTREVISTA A JUAN MANUEL
ALMARZA, REVISTA VIDA NUEVA,
regente de estudios de las Provincias de España,
Aragón y Bética, y director de las Conversaciones
de San Esteban.
5. 1.
Acaba de finalizar la edición de este año de las Conversaciones de
San Esteban, “Los pasos del hombre, las huellas de Dios”, ¿qué balance
puede hacer?
- Son ya 42 años de “Conversaciones” con una enorme variedad de temas
y conferenciantes. La primera nota del balance es que siguen vivas, siguen
interesando, siguen aportando cosas y la gente lo reconoce con su apoyo
y su presencia. La segunda nota es que los dominicos de Salamanca nos
sentimos orgullosos de la continuidad de este proyecto que encierra
infinidad de matices e intereses. También nos sentimos orgullosos de las
gentes que año tras año las siguen y nos animan.
2.
¿Qué intenta aportar, año tras año, las Conversaciones de San
Esteban a la ciudad de Salamanca?
- Los dominicos somos predicadores y el ámbito de la predicación, no es
sólo el recinto de una iglesia. El ámbito para escuchar la buena nueva es
tan
amplio
como
la
vida.
Donde
está
la
vida
están
nuestras
preocupaciones, nuestros miedos, nuestras intuiciones y sobre todo
nuestras esperanzas. Es el mundo de la palabra, de lo que se puede
decir… Todo lo que es humano adquiere vida en la palabra… Somos
frailes de la palabra…
3.
Y después de 42 ediciones… ¿Qué han aportado las
Conversaciones a los propios dominicos?
- Pues cientos de amigos que han contribuido a abrir nuestra mente y
también nuestro corazón. Para quien tiene interés, un conferenciante no es
alguien anónimo. Como suele decirse en Salamanca: “O das una
conferencia o te la dan”. No, no es eso. Es alguien que te ayuda a ver las
cosas de otra manera, a descubrir otro mundo, a iniciar un camino...
6. Cuando uno vive enfrascado en un mundo de ideas o de libros, como
vivimos nosotros, lo más importante es sentir palpitar un corazón… Se
consigue cuando se inicia una conversación. Nada ayuda tanto a superar
la intolerancia o el desinterés como descubrir que las ideas están
entretejidas con sentimientos, con experiencias, con opciones. Es
apasionante. Los dominicos no sólo tenemos una gran biblioteca, tenemos
más amigos que libros. Esa es nuestra riqueza. Y la amistad regala
libertad…, poder disentir, poder dialogar…
4.
Las Conversaciones de San Esteban se han convertido en un foro
de diálogo cultural. Pero en general, ¿por qué suele ser tan frío el diálogo
Fe-Cultura? ¿Qué orilla de las dos está más gélida?
- No dialogan ni la fe ni la cultura. Dialogamos las personas: Unas con
experiencia de fe y otras sin ella, unos desde una experiencia hermosa y
enriquecedora y otros desde una experiencia amarga; unos lo hacemos
desde el ámbito de las humanidades y otros desde el de las ciencias, pero
todos necesitamos oír y escuchar porque todo ello configura el sentido de
nuestra vida y da consistencia a nuestro respeto y a nuestra libertad. ¿Qué
orilla está más gélida? Aquella en la que hay más ignorancia y más
intransigencia. Estos dones del cofre de Pandora están repartidos con
bastante equidad. Deseamos que nunca lleguen a nuestra casa.
5.
¿Es atrevido calificar a las Conversaciones de San Esteban como
un Atrio de los Gentiles que comenzó allá por el año 1972?
En cierto modo lo es, al menos actualmente. Con frecuencia se han
abordado temas de teología fundamental, temas relacionados con la
vulnerabilidad humana, la solidaridad y el reconocimiento, con la ciencia.
Ahora somos muy conscientes de que hemos de predicar en el ámbito de
la laicidad y también del encuentro interreligioso. Por eso hemos de
buscar temas que nos interesen a todos. El tema de este año en torno al
mundo literario y la sensibilidad religiosa que llevaba por título “Los pasos
7. del hombre, las huellas de Dios” ha sido seguido por mucha gente con
verdadero interés
6.
Las Conversaciones es también un diálogo con el mundo de la
increencia. ¿Cómo cree que ha de afrontarse este diálogo?
Ciertamente, tenemos muy claro que la predicación en nuestro mundo de hoy
sólo llega a quienes no acuden a las iglesias mediante la creación de ámbitos
de encuentro, con una clima de diálogo abierto y sincero y no mediante el
adoctrinamiento. Por eso tiene tanta importancia para nosotros internet, la
formación humana o el voluntariado social. Son ámbitos neutros o de encuentro
en los que podemos encontrar gente magnífica que no es creyente y de la cual
podemos aprender muchas cosas los cristianos, y también ellos de nosotros.
Ese es nuestro reto con el mundo no creyente. En cambio, con los creyentes
nuestro reto es ayudarles a formarse, a profundizar en su fe y a crear actitudes
que permitan una convivencia respetuosa. La experiencia de fe es una gracia y
un don, no una imposición. Nuestra predicación consiste en ofrecerla y
compartirla, no imponerla ni exigirla. A nosotros nos corresponde “sembrar”…
7.
Una idea, sólo una idea, o una luz que se le haya
encendido a raíz de la edición de este año.
La huella más profunda que nos ha dejado Dios, nos dice el Catar de los
Cantares es la del amor, la de la ternura. Como decía el conferenciante de la
última lección de este ciclo -Víctor Morla- , “al hablar de ternura no me estoy
refiriendo al simple gesto de acariciarse o abrazarse (que también a esto) sino
principalmente a una ternura que se desborde por el tejido social y lo
empape… Estoy pensando en la actividad de Vicente Ferrer en la India.
Recuerdo, todavía conmovido, su encuentro con una niña paria. La acarició, la
besó y le dijo: ‘Vales más que todo el dinero del mundo’. Un momento mágico,
sin duda, en que dos manifestaciones de ternura se funden para gestar algo
nuevo. A eso le llamo ternura interactiva.” Sí, la sonrisa se una niña es una luz
para nuestro mundo.
8. Juan Manuel Almarza
VIAJE DE LA ESCUELA DE TEOLOGÍA A
LOS LUGARES DOMINICANOS DEL SUR DE
FRANCIA (21 -27 abril 2014)
Recordamos a todos los interesados que urge
apuntarse cuanto antes.
La Agencia encargada de organizar el viaje quiere
saber antes del día 20 el número de participantes
para reservar las plazas de los hoteles, pues están
bastante solicitados en esas fechas.
Para cualquier información, dirigirse a la Secretaria
de la Facultad de San Esteban (tlfno: 923 26 19 79)
o al P. Juan Huarte (tlfno: 923 27 30 85).
Tras las Huellas de los Predicadores
Durante los días 5, 6 y 7 de febrero, un grupo de
alumnos del IES Puerta de Arenas, de la localidad de
9. Campillo de Arenas (Jaén), realizó una visita a los
lugares dominicanos de las ciudades de Segovia,
Salamanca y Ávila.
Este grupo de alumnos cuenta como profesor con D. Juan Jesús Pérez OP (hermano de la Fraternidad
Dulce Nombre de Jesús de Jaén) y en los últimos años ha ido sintiendo curiosidad y atracción por el
carisma dominicano. Ellos mismos fueron los que propusieron a nuestro hermano Juan Jesús la
posibilidad de hacer el viaje.
Con objeto de hacerlo viable durante el curso escolar, el viaje se programó como un viaje escolar bajo el
currículum académico para tratar las unidades de “La Historia y el Nuevo Mundo (América)” de los
departamentos de Religión, Historia y Arte.
Bajo el lema de “Tras las Huellas de los Predicadores”, los jóvenes alumnos visitaron la Cueva de Santo
Domingo y la comunidad de monjas Dominicas del Monasterio de Santo Domingo el Real, en Segovia.
En Salamanca, las dos catedrales, la Torre Ieronimus, la Universidad, la Casa de las Conchas, la Clerecía
junto con la Universidad Pontificia, el convento de frailes dominicos de San Esteban y la monasterio de
las monjas dominicas de Las Dueñas. Finalmente en Ávila, los padres Carmelitas de la Casa Natalicia de
Santa Teresa, las madres Carmelitas del Monasterio de San José y el Real Monasterio de Santo Tomás de
los frailes dominicos.
A parte de nuestro hermano Juan Jesús (profesor de Religión y Derecho), asistieron al viaje D. Andrés
Ruiz (profesor de Historia del Arte) y D. José Antonio Calvo (Profesor de Biología).
Ver el álbum de fotos
1 DE MARZO
SOLEMNE SABATINA
Solemne Sabatina
Día 1 de Marzo Primer sábado de mes
19:30 horas Rezo del Santo Rosario con exposición del Stmo
20:00 Eucaristía, que como cada primer sábado de mes tendremos la sabatina en honor a nuestra titular la
Virgen del Rosario.
Fecha Inicio:01/03/2014 19:30:00
Fecha Fin:01/03/2014 21:30:00
Lugar:IGLESIA DE SAN ESTEBAN
Alerta roja por riesgo de solidaridad
El sábado 22 de febrero en el colegio S.
Domingo (FESD) de A Coruña, tuvo
lugar la semifinal del XII Festival
Intercentros, a favor de la Asociación
Down Coruña, cuyo lema para esta
edición es, "Distintos, pero iguales".
10. 26 de febrero de 2014
Como todos los años la primera semana de febrero solemos tener la fase interna de la actividad
Intercentros, que nos encamina hacia la gala final en el Coliseum (este año será el viernes 4 de abril),
donde reunimos a más de veinte instituciones de la ciudad (es el festival de colegios más grande de la
Comunidad Autónoma), en torno a un proyecto de solidaridad común; el de este curso hace referencia a la
integración social de niños y jóvenes con Síndrome de Down. El mal tiempo de este mes de febrero -"la
alerta roja" - nos impidió celebrar la semifinal en la fecha inicialmente fijada con casi un año de
anticipación. Sin embargo, ni las malas condiciones climáticas pudieron con el impulso musical y
solidario por llevar a cabo nuestro compromiso de ayudar y de aprender de la realidad de Down, haciendo
de la música expresión de la amistad.
11. La gala tiene ya -después de años haciéndola- su propia dinámica. La primera parte es una fiesta infantil
con gente especializada en animación. La segunda es la oportunidad para que grupos del colegio de
actividades extra escolares actúen y la tercera es el inicio de la gala, con la participación de niños y
jóvenes a partir de 4º de primaria; de aquí salen dos grupos en canción que representan al colegio en el
concurso del Coliseum. También, cada año el grupo de padres, profesores, monitores y exalumnos
preparan una actuación especial que genera expectación y cosecha aplausos y reconocimientos.
Intercentros y su gala se convierten así en una bella y noble ocasión para reunir a toda la comunidad
educativa en torno a un proyecto común; las familias pasan una tarde entera disfrutando y compartiendo
dentro de un gran ambiente colegial. Esa tarde nos acompañaron jóvenes de Down Coruña, los cuales
disfrutaron de la fiesta, llevaron su propia actuación e hicieron una con Intercentros. Todo esto es un
ejemplo más de que es posible vencer barreras cuando tenemos deseos de salir al encuentro, de ponernos
en camino. La producción muy profesional de la gala que tiene una fuerte y diseñada presencia en las
redes sociales: Facebook, Twitter, Youtube, Flickr y Google+, las actuaciones bien trabajadas y el gran
clima de amistad, son el mejor signo de que tenemos que seguir apostando por actividades que convoquen
a jóvenes y niños, que unan a las familias y ayuden a quien lo necesita. Os invitamos a que veáis las fotos,
las imágenes son el mejor resumen de todo lo vivido.
Vayan nuestros agradecimientos a los voluntarios de la Asociación Intercentros que organizan la
actividad para toda la ciudad, a la Dirección del colegio, al AMPA FESD, al Club A. A. Dominicos, a las
familias que asistieron, a las instituciones y empresas colaboradoras y a la Comunidad Dominicana que
sigue haciendo una apuesta clara y decidida por el trabajo en favor de la juventud y la solidaridad. Y, por
supuesto, un agradecimiento especial a Down Coruña por permitirnos acercarnos a la realidad de la
integración social y a nuestros niños y jóvenes que con su trabajo e ilusión hacen que la actividad
Intercentros siga cada año creciendo, dando los mejores frutos de amistad.
Con o sin alertas climáticas, el siguiente paso será el Coliseum, la gala final. Estamos seguros que
llenaremos el recinto de música, amistad y solidaridad, donde haremos realidad nuestro lema educativo,
"Distintos, pero iguales".
Pastoral Juvenil
Dominicos A Coruña
12. Presentación de “Rutas para el Camino”
en Ávila
El jueves 27 de febrero, a las 18h30, en el Colegio Santísimo Rosario en Ávila (Plaza Mosén Rubí, 9)
se presentará el libro homenaje a Bernardo Cuesta “Rutas para el camino”.
Todo por Haití en Valladolid
Charla y Cena por Haití en Valladolid
13. La Delegación de Valladolid de Acción Verapaz, junto con el Comité Óscar Romero y la Familia
Dominicana, organizará una charla donde un voluntario contará su experiencia en Haití durante el verano
del pasado año. Además, para terminar la velada, se ofrecerá una cena solidaria cuya recaudación irá
destinada a la excavación de dos pozos en una comunidad de Saint Jean du Sud, una localidad costera en
el sur de Haití muy apartada donde la gente no tiene acceso a agua limpia y a menudo cae enferma.
Confiamos en poder recaudar el total necesario a final del curso, gracias a todas las actividades que se
seguirán realizando.
¡Te animamos a participar!
Nace el boletín de la Comisión
Interprovincial para la celebración del
Jubileo 2016.
El Interdefinitorio, reunido en Ávila durante los días
10 y 11 de septiembre de 2013, nombró a dicha
Comisión para encargarse de la preparación de este
aniversario.
La Comisión está formada por fray Xabier Gómez Garcia OP, como presidente, fray Carlos
Bernal Llorente OP, como miembro de la Provincia de Aragón, fray Mario Jabares Cubillas OP y
fray Francisco José Rodríguez Fassio.
En su primera reunión, celebrada el 11 de enero de 2014 en el convento de Atocha (Madrid) la comisión
decidió publicar regularmente un sencillo boletín para mantener a los frailes informados de sus
actividades y de sus perspectivas para el Jubileo.
A continuación os ofrecemos su primer número.
Huellas Valencia
¿Por que hablar de Huellas?
A vueltas con el sentido, con los sentidos plurales, que arrancamos a nuestras vidas. O que
nos son ofrecidos. Y HUELLAS. Seguimos huellas que quizá no nos lleven a ninguna parte.
Rastreamos huellas, incluso de quien quiso borrar sus huellas. Probablemente te aprieta el
sentido de lo que haces o vives.
14. ¿Por qué hablar de huellas, huellas de sentido? Porque no somos sus dueños, porque no
podemos apresarlos, porque escapan y porque, persiguiéndolos, al fin, nos son regalados.
Si sientes las cosas así, te invitamos a formar parte de HUELLAS, lugar de encuentro y de diálogo,
espacio de expresión para aquellos que no creen y para aquellos que se hacen preguntas acerca de la
propia fe, para todos aquellos que andan explorando sentidos para la vida humana, donde se esté a la
escucha de las voces que resuenan.
Los dominicos pretendemos favorecer este espacio de encuentro, mediante una serie de actividades
abiertas a todos aquellos que quieran reflexionar juntos en torno a cuestiones de sentido: el bien y la
belleza, la verdad y el sufrimiento, la ciencia y el arte…
Dos modos: espacio físico y espacio virtual. Se organizan conversaciones entre dos participantes de
distinta sensibilidad, acompañados por un moderador, que expresan su visión, tratando de incorporar a los
asistentes a la red del diálogo. Estas conversaciones van acompañadas de otros modos de expresión más
plásticos: cine, conciertos, exposiciones…
El espacio virtual prolonga la conversación mediante diálogos interactivos en las redes
sociales, y donde cualquier interesado participa en el encuentro y en la propuesta de ideas.
Los sonidos de la Sevilla barroca
Desde Sevilla queremos ofreceros otra oportunidad de disfrutar con la cultura y colaborar con un proyecto
solidario.
En esta ocasión habrá una actuación que correrá a cargo del Coro Maese Rodrigo y Grupo Instrumental
pertenecientes a la Universidad de Sevilla, dirigidos por Alberto Álvarez Calero, e interpretarán su trabajo
“Los sonidos de la Sevilla barroca, Proyecto de recuperación de la música de Fr. Francisco de Santiago y
Fr. Gerónimo González”.
La entrada será gratuita, con una aportación voluntaria para aquellos que tengan a bien colaborar con el
proyecto que este año lleva la Delegación de Acción Verapaz en Sevilla, la Reforma de la sala de usos
múltiples y la dotación de sillas para la misma en un colegio en Obout (Camerún).
El acto tendrá lugar el próximo día 7 de marzo a las 20h30 en el Convento de Santo Tomás de Sevilla
(Padres Dominicos), c/ San Vicente, 62.
Monasterio de Santo Tomas
15.
Ejercicios Espirituales para laicos, sacerdores y consagradas/os.
Enmarcado en un espacio idílico para ejercicios espirituales y respaldado por un equipo de
religiosos con amplia experiencia en este misterio."Fijos los ojos en Jesús, el que viene, inicia y
consuma nuestra fe", "de la Cuaresma a la Pascua: el Misterio Pascual", "El espíritu de las
Bienaventuranzas y la vida cristiana"...
SOR LUCÍA CARAM EN LA PORTADA DEL
SEMANAL
17. ISBN: 84-85045-73-4
El Dios que nos lleva
junto a los pobres. La
teología de Gustavo
Gutiérrez
Autor: Juan Pablo GARCÍA
MAESTRO
Colección: GLOSAS
Gustavo Gutiérrez, teólogo peruano es desde
1999 miembro de la Orden de Predicadores.
Es considerado uno de los fundadores de la
teología de la liberación. Esta corriente
teológica quiere pensar responsablemente las
consecuencias sociales de la fe cristiana en la
sociedad lationamericana. A pesar de la
proximidad cultural en la bibliografía
teológica española apenas hay estudios
dedicados a analizar su obra. Esta obra de
Juan Pablo García Maestro viene a aliviar esta
carencia. En una primera parte presenta la
biografía y evolución de la teología de
Gustavo Gutiérrez. Posteriormente se
analizan las influencias recibidas y se
presenta el núcleo de su pensamiento
teológico.
Precio: 22,00 €
Páginas: 352
Año: 2013
ISBN: 978-84-8260-287-5
EL PAPA FRANCISCO RECIBIÓ
AL "TEÓLOGO DE LA LIBERACIÓN",
GUSTAVO GUTIÉRREZ
"Con un papa latinoamericano la Teología de la Liberación no podía quedarse mucho tiempo en la
sombra, donde ha estado relegada desde hace años", aseguraba en un artículo en el periódico Ugo
Sartorio, comentarista vaticano que hacía una reseña del libro.
18. Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco se reunió el pasado miércoles en la Ciudad del Vaticano con el
sacerdote dominico peruano Gustavo Gutiérrez, uno de los creadores de la Teología de la Liberación,
movimiento surgido en Latinoamérica tras el Concilio Vaticano II (1962-1965).
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, confirmó hoy que la entrevista tuvo lugar antes de la
audiencia general del pasado miércoles en la Casa Santa Marta, la residencia vaticana en la que se
hospeda el papa argentino desde el inicio del cónclave en el que fue elegido pontífice en marzo pasado.
Lombardi, sin embargo, no ofreció detalles de la conversación durante el encuentro privado, con el que el
papa argentino aprovechó para saludar al sacerdote peruano, quien se encontraba por la península Itálica.
Gutiérrez había viajado a Italia para presentar la reedición de su libro "De parte de los pobres, teología de
la liberación, teología de la Iglesia", escrito en colaboración con el actual prefecto de la Congregación
para la Doctrina de la Fe, el teólogo alemán Gerhard Ludwig Müller.
Ya a principios de este mes el diario vaticano, "L'Osservatore Romano", daba espacio a la publicación de
la reedición de este libro, lo que se interpretó como una muestra del regreso de la Teología de la
Liberación al seno de la Iglesia Católica.
"Con un papa latinoamericano la Teología de la Liberación no podía quedarse mucho tiempo en la
sombra, donde ha estado relegada desde hace años", aseguraba en un artículo en el periódico Ugo
Sartorio, comentarista vaticano que hacía una reseña del libro.
El analista vaticano explicaba que la Teología de la Liberación había quedado "fuera de juego por un
doble prejuicio: uno, que todavía no ha metabolizado la fase conflictiva de mediados de los años 80 (...) y
otro, el rechazo de una teología considerada demasiado de izquierdas y por tanto, tendenciosa".
La Teología de la Liberación surgió en Latinoamérica a mediados de los años 60 del pasado siglo y el
Vaticano vio el peligro de que los intentos de los teólogos de profundizar en la liberación de los pobres se
vieran inspirados por ideas marxistas ajenas al mensaje cristiano, por lo que quedó relegada.
Gutiérrez, de 85 años y uno de los creadores de la Teología de la Liberación, ha criticado duramente el
marco político que ha hecho que en Latinoamérica se perpetúe la pobreza de un modo extendido y recibió
en 2003 el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades por su preocupación por los
más desfavorecidos.
Fuente: EFE
Vaticano acoge fundador de Teología de
Liberación
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El fundador de la Teología de la Liberación, la corriente católica de
inspiración latinoamericana que defiende a los pobres, recibió el martes un recibimiento de héroe en el
Vaticano en momentos en que el otrora criticado movimiento continúa su rehabilitación bajo el papa
Francisco.
19. El teólogo peruano Gustavo Gutiérrez habla durante la presentación del libro "Por el lado de los pobres:
Teología de la Liberación" del cardenal Gerhard Ludwig Mueller (en el fondo) y en el que escribió dos
capítulos, en Ciudad del Vaticano el 25 de febrero de 2014. Gutiérrez es considerado el padre de la
Teología de la Liberación por su libro de 1971 "Teología de la Liberación: Perspectivas. (Foto
AP/Domenico Stinellis)
CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El fundador de la Teología de la Liberación, la corriente católica de
inspiración latinoamericana que defiende a los pobres, recibió el martes un recibimiento de héroe en el
Vaticano en momentos en que el otrora criticado movimiento continúa su rehabilitación bajo el papa
Francisco.
El reverendo Gustavo Gutiérrez Merino, de Perú, fue el orador sorpresa el martes en el lanzamiento de un
libro, en el que participaron el cardenal Gerhard Mueller, jefe de la Congregación para la Doctrina de la
Fe, entidad encargada de velar por que los sacerdotes no se alejen de las enseñanzas centrales de la
Iglesia; el cardenal Oscar Rodríguez, uno de los principales asesores del papa, y el portavoz del Vaticano.
El excardenal Joseph Ratzinger dedicó buena parte de su vida eclesiástica en la Congregación batallando
contra la Teología de la Liberación y disciplinando a sus más famosos defensores, alegando que habían
malinterpretado la preferencia de Jesús por los pobres y la habían convertido en un llamado marxista a la
rebelión armada.
Esa interpretación fue poderosamente atractiva en las décadas de 1960 y 1970 para muchos
latinoamericanos que crecieron como católicos, enseñada por maestros influidos por el marxismo e
indignados por la desigualdad y la sangrienta represión a su alrededor.
Gutiérrez y los que los respaldaban insisten en que la verdadera Teología de la Liberación se acopla
perfectamente con las enseñanzas sociales de la Iglesia sobre los pobres, que el papa Francisco toma
como suya.
Francisco escribió en el prefacio del libro de Mueller, "Del lado de los pobres: Teología de la
Liberación", en el que Gutiérrez escribió dos capítulos.
Gutiérrez, de 85 años, recibió un fuerte aplauso cuando el portavoz del Vaticano señaló su presencia el
martes, otro cuando se acercó al podio para hablar sobre la parábola del Buen Samaritano.
El excardenal Jorge Mario Bergoglio ha tenido una relación complicada con la Teología de la Liberación
y ha chocado con miembros de inclinación izquierdista de su orden jesuita, quienes adoptaron su
politizado llamado a enfrentar la violenta dictadura militar argentina en la década de 1970.
Sin embargo, Francisco acoge totalmente el llamado jesuita a tener una "opción preferencial por los
pobres".
El diario vaticano L'Osservatore Romano ha estado en una especie de campaña de rehabilitación y ha
dicho que con el primer papa latinoamericano, la Teología de la Liberación no puede "permanecer en las
20. sombras a la que ha sido relegada durante algunos años, al menos en Europa".
El evangelio social de Raúl Vera
Bernardo Barranco V.
Uno no puede quedar indiferente ante personajes que en los dos últimos años han estado en la terna final
del premio Nobel de la Paz. Nos referimos a Raúl Vera, quien es el rostro de una Iglesia comprometida
con la justicia social y con los derechos humanos. Una persona que goza de un amplio reconocimiento y
respeto social entre los más diversos sectores del país. Paradójicamente, su prestigio secular es
inversamente proporcional de aquel que al interior del episcopado le otorgan. Esto lo he podido
comprobar a lo largo de las presentaciones que hemos venido haciendo del libro que hicimos: El
evangelio social del obispo Raúl Vera, conversaciones con Bernardo Barranco, de editorial Grijalbo, que
acaba de ser distribuido en las principales librerías del país. Pude constar el respeto con el que Raúl Vera
es tratado por muy diferentes periodistas y líderes de opinión como Carmen Aristegui, Leo Zuckermann,
Ricardo Rocha, Javier Aranda. Vitoreado por programas radiofónicos irreverentes como El Weso y
Charros contra Gánsters. Y mención aparte merece Martha Debayle, quien al final de la entrevista ya
estaba destapando a Vera como próximo candidato a la Presidencia, contraviniendo claramente el artículo
130 constitucional. Por otra parte, las palabras fuertes de Vera reflejan la indignación de la época; su
actitud como religioso es un espejo del sentir y la voluntad de un gran número de mexicanos que ven en
el fraile dominico una actitud valiente, cívica y espiritual. La capacidad de convocatoria de Raúl Vera es
indiscutible: no sólo el auditorio Bernardo Quintana de la Feria Internacional del Libro del Palacio de
Minería, este pasado sábado 22 de febrero, estaba abarrotado, sino que un grupo numeroso de personas,
lamentablemente, tuvo que quedar fuera de la presentación del libro, ante la cerrazón y descortesía de las
autoridades que organizan la feria.
Me he venido preguntado, ¿por qué estos personajes religiosos despiertan notable empatía? La respuesta
que me doy está en el propio papa Francisco. Guardando proporciones, ambas figuras representan
renovación, frescura y compromiso social por los más pobres. Como Nancy Gibbs, de la revista Time,
fundamentó al nombrar al Papa el hombre del año: En menos de un año, Francisco ha hecho algo notable:
no cambió las palabras, pero cambió el tono y temperamento que pesan en una Iglesia construida sobre la
sustancia de los símbolos. Monseñor Vera es heredero y depositario de legendaria generación
latinoamericana de obispos, curas, clero religioso y monjas que siguieron el impulso renovador del
Concilio Vaticano II. Es discípulo de un progresismo católico que tuvo alcances significativos en
movimientos sociales en América Latina. Por ello, su desempeño contrasta con la limitada presencia y
pequeñez de la mayor parte de los actuales prelados mexicanos. Este libro muestra que Raúl Vera no es
un accidente que nace en Chiapas ni es fruto de repentina conversión. En Vera no se opera un milagro de
conversión; más bien se muestra un largo proceso de maduración en el que inciden no sólo las
circunstancias personales sino la mística de la orden de los predicadores, los dominicos, como se les
conoce comúnmente. La herencia de Bartolomé de las Casas, fray Antonio de Montesinos y fray
Francisco de Vitoria, entre tantos otros. También las semillas de lucha de este activista religioso son
palpables aun antes de haber optado por el sacerdocio. Vera es hijo directo de una doble revolución que se
opera simbólicamente en los años sesenta: la rebeldía universitaria del 68, movimiento del que Vera
participa activamente, y el aggiornamento eclesial que se consagra en el concilio y que posteriormente
cobra forma en la teología latinoamericana de la liberación. Pero don Raúl va más allá, no se contenta con
la crítica y el planteamiento de la transformación de las estructuras injustas. Se solidariza con las causas
concretas y reivindica la dignidad de las mujeres, los indígenas, los mineros, los migrantes, los
21. homosexuales, entre otros.
Aunque no se considera un obispo rebelde, es innegable que ha recibido censuras por sus decisiones y
posicionamientos por el respeto a la diversidad sexual. Desde Roma, la curia le ha requerido diversas
explicaciones; especialmente se muestra nerviosa por su pastoral de homosexuales o por su tolerancia con
curas heterodoxos. La derecha católica ha venido hostigado su labor desde los tiempos de Chiapas,
denostando su trayectoria. Raúl Vera cuenta en el libro sus batallas universitarias contra el MURO, tío
abuelo del Yunque y de la actual derecha católica mexicana. El conservadurismo intransigente le pinta
mantas en su contra, lo calumnia en Roma, lo acecha y hasta amenaza. Vera puede ser generoso incluso
con aquellos actores religiosos que lo embisten. Sin embargo, para mi sorpresa, es bastante ortodoxo en lo
doctrinal, tiene respuestas más audaces a las realidades seculares que a las religiosas. Pese a ello, fue muy
contundente durante nuestras conversaciones, denunciado el clericalismo como un cáncer en la Iglesia. El
obispo de Saltillo cuestiona una Iglesia que se siente por encima de la sociedad, aun antes de haber
escuchado la crítica a la Iglesia autorreferencial que hizo Francisco. La fórmula de monseñor Vera es
sencilla: es una persona honesta y congruente. Vive el evangelio con todas sus exigencias y sabe
transmitir con fervor su fe. En su sencilla casa no tiene piscinas ni gimnasios, no aparece en las revistas
de sociales; aunque dialoga con todos, no es afecto a asistir a los banquetes junto a los acaudalados, no
juega golf ni usa Mercedes como vehículo, tampoco tiene órdenes de aprehensión por millonarios
fraudes. Es simplemente un pastor coherente con el evangelio que predica.
Una anotación final. Las conversaciones con Raúl Vera contenidas en el libro se dan en un momento de
transición entre dos papas. Al inicio de nuestro diálogo, la voz de Vera era acallada y relegada por la
mayor parte de los obispos mexicanos, pues desentonaba y, por tanto, era confinado. Ahora, con el papa
Francisco, con todas sus propuestas de renovación, don Raúl está reposicionado y se convierte en
referente obligado de un episcopado apático e indolente a seguir el sendero de cambios que propone el
actual pontífice.
Fr Javier Pose continúa como socio del Maestro para
América Latina y el Caribe
El Maestro de la Orden, Fray Bruno Cadoré, nombró por un nuevo periodo a Fray Javier María Pose
como socio para América Latina y Caribe. Tras finalizar su periodo de socio de seis años, Fray
Javier fue nombrado por un periodo de tres años.
22. Fray Javier es hijo de la Provincia Argentina de San Agustín. Nació en la ciudad de Mendoza en
1965 e ingresó a la Orden en 1983. Fue ordenado sacerdote en 1990. Tras su ordenación sacerdotal,
estudió Teología en la Universidad de Friburgo (Suiza).
Fue prior del Convento del Santísimo Rosario en la ciudad de Tucumán y provincial de la Provincia
Argentina durante dos periodos. Al terminar su servicio como provincial fue llamado a desempeñar
el encargo de Socio del Maestro para América Latina y el Caribe. Al mismo tiempo es el presidente
de CIDALC (Conferencia Interprovincial de Dominicos de América Latina y el Caribe), la entidad
que reúne a todas las provincias y entidades dominicanas de la región.
(26 de febrero de 2014)
Con la sencilla ceremonia de vestición del hábito
comenzaron su noviciado fray Ariel, fray
Jonathan y fray Gonzálo.
Urgencias 1
Chus Villarroel
A los cinco días de recibir el alta de una grave operación de cáncer me tuvieron que ingresar
de nuevo con una insuficiencia renal bastante aguda y con 3,7 de creatinina. Me habían operado en
la clínica madrileña de La Paz y allí reingresé por urgencias. Sucedió el viernes 25 de octubre de
2013 por la tarde. Después de largos trámites y esperas me sentaron en un sillón donde tuve que
aguardar bastantes horas hasta que, por fin, debido a los resultados de un análisis de sangre, me
dieron una cama, a altas horas de la noche. El box donde me ingresaron, uno de varios, era una sala
cuadrada con siete camas o camillas en los distintos espacios abiertos en las paredes laterales sólo
separadas por cortinajes. Delante de cada cama, en la misma fila, ponían con frecuencia otra camilla
y de hecho estas supletorias también tenían número. En mi fila, mi cama era el número 20 y delate
23. tenía, a veces, la 19. Después el pasillo central y a la otra parte la 18 y pegada a la pared contraria,
la l7. Cuando no había supletorias, el pasillo era más ancho.
Las cortinas estaban casi siempre plegadas de modo que podías ver toda la sala con una
simple mirada, con lo cual el espectáculo estaba servido. El que deambule tranquilamente por
Madrid y nunca haya estado enfermo no tiene ni idea del detritus humano que genera la enfermedad
en las grandes urbes. El espectáculo, en algunos momentos es dantesco. Tuve tiempo de disfrutarlo
porque esperando una cama en planta tuve que estar cuatro días con sus cuatro noches en urgencias
y, desde ahí, sin conseguir habitación, salir a la calle, aunque bastante mejorado. El Hospital entero
de la Paz estaba bloqueado y daba la impresión de que no había altas y no se moría nadie. A lo
mejor es que las camas que iban quedando libres no me tocaron a mí.
Inimaginables los ruidos, los gritos y los ayes de las personas enfermas allí alojadas, unas
veinticinco de media. Gentes de toda ralea, en especial ancianos, la mayoría, mujeres, muchas veces
con graves deficiencias mentales, que se hacían sus necesidades a tu lado. Cada poco entraba la
policía con alguien o el Samur o la Cruz Roja o particulares de diversas especies. Estos iban siendo
colocados en sillones y a esperar horas y noches mientras estudiaban su caso. Todo era público,
todo a carreras, todo a gritos, de día y de noche. Raros eran los momentos de sosiego. La cama de
una moribunda, encajada a la fuerza, estuvo tocando a la mía una noche entera, mientras yo oía sus
estertores. Me volvía para el otro lado pero la bolsa de ileostomía me lo impedía. Gentes que
querían escapar, otros que clamaban por volver a casa. Poder dormir un rato parecía imposible.
La familia de la moribunda pidió la unción de los enfermos. El cura que se la dio tampoco
tenía complejos en la voz. Lo hizo suficientemente fuerte para que la sala enmudeciera por unos
momentos. Me conocía pero no me saludó, cosa que agradecí. En mi alma sólo había cabida para
retazos de angustia. Una enfermera me dio un orfidal para que me lo pusiera debajo de la lengua.
Así lo hice, y pude dormir algo durante dos o tres horas aunque, dormido y todo, percibía la
estridencia de los ruidos continuos. El despertar fue encontrarme en un país de fantasía, en una
habitación llena de cortinajes blancos movidos por una suave brisa, con música y coreografía del
Lago de los Cisnes. Pronto, sin embargo, me di cuenta de la realidad y de mi penosa situación. Lo
que me despertó fue un altavoz que decía: “Celador, al salón de sillones”. ¿Qué será el salón de
sillones? Nunca había experimentado en mi vida nada semejante. No obstante, me desperté y
comenzó el día con cierta sensación de descanso.
A la primera chica que me fue a poner el termómetro, le pregunté por el Salón de Sillones.
Me dijo: “Es una sala, como ésta, en la que no hay camas sino sillones y la gente espera allí sentada
que se resuelva su caso”. Se me vino la poesía a los pies y me di cuenta que tenía que asumir y que
me era imposible la salida. Me volví a mi interior para hacer acopio de toda mi fe pero tampoco de
ese horizonte me llegaban vientos de consolación. El Espíritu se había quedado a la puerta de
Urgencias. Cualquier pregunta o por qué, que me saliera del alma, se ahogaba en un corto recorrido.
Estaba en medio de la humanidad doliente y dolorosa, la pobreza humana, recién brotada del pecado
original estaba allí sufriendo su castigo y lo que es más grave sin culpa personal alguna.
Sea lo que sea, esa es nuestra condición y más allá de ciertos límites no es bueno inquirir y
menos sacar conclusiones. A mí lo que me interesaba era mi fe, ¿Dónde estaba la fe de toda mi
vida? ¿Me valía algo para superar aquel trance? Durante un tiempo me vi desasistido y lo pasé
mal. Toda la vida viviendo de la fe y confiando en ella y no sentir su auxilio en momentos tan
lacerantes y trágicos como aquellos suscita en uno frustración y asfixia; pero pronto comencé a
poder orar lo cual significó mi salvación. Todo seguía igual pero yo podía orar, podía
interiorizarme, podía verlo todo desde otro plano, podía salir de mí, de mi angustia y de mi soledad.
24. Era una oración sencilla, contemplativa, interior en la que se me revelaba que todo estaba en
las manos de Dios. La fuerza interior que me habitaba tenía rostro y presencia de Cristo y de
María. Me sentía acompañado por ellos. Cerraba los ojos y los sentía dentro y con ellos
pasaba algunos ratos. Esta experiencia llega cuando llega porque es gracia, pero para que esta
intimidad suceda dentro de ti tiene que haber precedido en tu vida un largo ejercicio espiritual y una
vida de oración e interioridad suficientemente fuerte.
Desde ahí comencé a ver el lado bueno del espectáculo que estaba viviendo y presenciando.
En la mesa que presidía, llamémosla así, siempre había un grupo de médicos jóvenes, ellos y ellas,
escribiendo y al tanto de todo. Unos eran profesionales y otros aprendices. La Paz es una clínica
universitaria. Después estaba el grupo de enfermeras, ellos y ellas, y auxiliares, todos jovencísimos,
y el resto de personal que ayudaba en las diversas tareas y en la limpieza. Estos ya de distintas
edades. ¡Qué paciencia, Dios mío, qué aguante, que dominio de sí! ¡Cuantísimas impertinencias,
qué matraca les dábamos los enfermos! Ni una palabra ni un gesto de displicencia; palabras suaves,
pacientes. Yo me decía esta gente tiene don; no todos los médicos y enfermeras valen para esto. El
ateclar con esa parsimonia a una viejita alzéimica, o a dos y tres a la vez, requiere un temple de
hierro y algo más. Una enfermerita me contestó: “para eso me pagan”. Pero no, no es verdad, no es
sólo por eso.
De hecho yo empecé a sentirme orgulloso de tal conducta humana. Cuando pude contárselo
a alguien le dije que se me había aumentado la fe en la raza española. El garbo y el salero en el
servicio me impresionaban. Algunas de las chicas, entre las que había grandes bellezas, lo hacían
como jugando, siempre dos o tres cosas a la vez. Se relacionaban mucho entre ellas, se emulaban, o
así me parecía a mí, siempre a gritos, eso sí, pero con enorme eficacia. Su presencia al lado de tu
cama para servirte era fugaz como la de la abeja en la flor pero lo comprendías siguiendo su juego
con los ojos. A veces desaparecían en plena noche. Yo les decía “¿Cómo te busco para cambiar la
bolsa cuando no estáis?” Me respondían: “Tú grita, que pronto aparecemos”. Sí, pero a las cuatro de
la mañana, mientras los demás intentaban dormir, no le era fácil gritar a un hombre como yo que se
ha identificado a ciertas horas con el silencio profundo desde el noviciado.
La dulzura de la oración se mantenía en medio del infierno del que parecía brotar. Me
hacía penetrar por los sentidos la pasión de Ntro. Señor Jesucristo que escandalizaba a mi hombre
viejo y burgués haciéndole morir a sí mismo. No sé cuál de los cinco sentidos se llevaba la palma.
Podría citar al oído y al olfato. El oído sufría por el ruido, el barullo continuo y lo horrísono de
muchos gritos y movimientos de camas a cualquier hora del día y de la noche. El olfato me hacía
sufrir grandemente. No me refiero al mal olor de los demás, que también, sino al mío propio con
mis orines y mi bolsa. “Señor, le decía, cómo traspasan estas cosas mi encarnación. Tu nos
salvaste en tu cuerpo de carne (Col. 1, 22) pasando por todo ello. Si no lo acepto, no soy tuyo
en plenitud, permanezco en mí mismo”. Entonces poco a poco iba recibiendo esa gracia.
En el sentido del gusto apenas sufrí nada. En algún momento creí que me iba a dar asco de
todo pero no fue así. Al ir superando con el gotero la insuficiencia renal me iba entrando un hambre
que no conocía desde hacía mucho. La comida estaba compuesta por manjares simplemente de
urgencias pero que me sabían a gloria incluida la lechuga cruda y sin aliñar. Lo terminaba todo. En
el tacto, finalmente, lo peor era yo mismo. Tocarme lleno de heridas y de puntos, asquerosito por los
cuatro costados. Me sentí muy pobre y el Señor iluminó esa pobreza mía con lo que comprendí
muy bien la de los demás.
25. Dios no es un factor
(respuesta al artículo de José Saramago en El
País).
Marina Korotchenko
En su artículo sobre la atrocidad de los sufrimientos humanos el famoso escritor
portugués José Saramago describe los horribles testimonios de la guerra, las fotos donde
vemos el hombre martirizado y humillado. Los verdugos que torturan parecen perder
todo lo humano y convertirse en algo peor que los animales, ya que ninguna fiera
salvaje no está capaz matar a su víctima de este modo y aún sentir la atroz alegría por la
causa de sus sufrimientos. El horror y la vergüenza que sienta el escritor humanista por
el género humano son absolutamente justos y comprensibles. El único que hace surgir
ciertas preguntas es la pretensión de Saramago a atribuir todas estas barbaridades al
llamado “factor Dios”, en el nombre del cual (como piensa él) se desatan todas las
guerras y que es la principal causa de la violencia. Obviamente, se recuerda a la
“eterna” Inquisición que ya hace tiempo se había convertido en el lugar común de los
discursos de este tipo.
26. Sin embargo, en todos los casos descritos por Saramago nadie lucha ni por Dios,
ni contra Él. No se trata de cruzadas o de compañías albigenses, sino de las guerras
coloniales del siglo XX, cuyo único objetivo había sido el dominio territorial. Los
ingleses querían explotar a los indios, pero no convertirles en el protestantismo
anglicano, el mismo caso es de los portugueses en Angola. La guerra eterna entre Israel
y Palestina también está basada en el complexo de no resueltos problemas territoriales.
El Sector Gaza no es un factor religioso, sino un territorio discutido.
En el caso de Hiroshima y Nagasaki aparece la Segunda Guerra Mundial, una de
las cuyas causas había sido especialmente la ideología nazista subrayadamente
anticristiana. Las represiones contra los representantes de las diferentes ramas del
cristianismo por la parte de nacional-socialistas eran continuas. Solo podemos recordar
los nombres de Dietrich Bonjeffer, Edith Stein, madre Maria Escobtzeva que murieron
en los campos de concentración. Bastante demostrativas resultan ser las palabras del
himno de jóvenes nazi: Night Christum folgen wir, sondern Horst Wessel. Fort mit dem
Weihrauch und Weihwasserkessel (no vamos detrás de Cristo, sino detrás de Jorst
Wessel, fuera el láudano y el agua bendita). Cristo les parecía un dios impotente,
más les atraían los héroes épicos del Canto de los Nibelungos, con su estética neowagneriana.
En la Unión Soviética en el nombre del ateísmo científico el estamento
sacerdotal había sido casi completamente represaliado y eliminado. En el año 1939 en la
libertad solo se quedaron cuatro obispos. También, en este mismo año durante la
entronización de Pio XII, el embajador de Alemania nazi pronunció: “Bonita ceremonia,
pero esta es la última”. ¿Qué dios conducía las divisiones “Cabeza de la Muerte” hacía
la “Línea de Wotano”? Quizá Saramago contestaría que había sido algún “dios” en
general que es el malo y perjudica a todos bajo los diferentes nombres. Que son iguales
Cristo, Wotano y Zaratustra. Pero los comunistas soviéticos no tenían ningún dios
(como también sus análogos chinos con su sangrente Revolución Cultural), fusilaban a
los sacerdotes y a los religiosos para demostrar la inexistencia del Dios, en el nombre
del ateísmo, del vacío absoluto de la fe.
La teodicea es una antigua problema teológica que cada a su manera trataban el
apóstol Pablo, Agustín, Pascal, Leibniz, etc. Pero no nos gustaría aquí empezar a contar
toda la dinámica de su historia y exponer las opiniones, este material se puede encontrar
en cualquier bueno diccionario teológico. La más difícil y la más horrible pregunta
había sido hecha en su tiempo por Dostoievski en su novela “Los hermanos
Karamazov” donde uno de los protagonistas dice que acepta la existencia de Dios (o
sea, salta por encima del barrer del ateísmo primitivo con su eterna palabrería “existe-no
existe-donde esta”), pero que él, como persona humana responsable, no puede aceptar el
mundo creado por este Dios. Los ejemplos que él propone como las causas de su
posición son mucho más espantosos que los de Saramago: son descripciones de los
horribles sufrimientos de los inocentes niños, víctimas de la violencia y de la maldad
humana (no teniendo gusto de Saramago hacía las descripciones de este tipo, no las
vamos a citar, el lector interesado todo puede encontrar él mismo en la novela en la
parte “Gran Inquisidor”): “Yo no acepto ninguna armonía futura, si ella esté
basada siquiera en una lagrimita de un niño inocente. Y afirmo que ninguna persona
moral la aceptaría”.
27. Vamos, el soldado en la guerra está matando al enemigo y sabe que a él también
van a tratar de la misma manera. Horribles son los israelitas que rompen los huesos a un
soldado palestino, pero también podemos recordar este espeluznante video de You Tube
donde el tropel palestino, enloquecido por el odio, literalmente despedazaba a los dos
cautivos israelitas. Nadie va a discutir que las bombas atómicas de Hiroshima y
Nagasaki es un imperdonable crimen contra la humanidad, pero también lo eran los
campos de concentración japoneses para los cautivos americanos, con unas condiciones
más duras que incluso las “fabricas de la muerte” alemanas.
El soldado está en la guerra, el rebelde se levanta contra el poder. ¿Pero que
había hecho un niño de tres años violado y matado? ¿Qué había hecho la criatura de
esta edad con una diagnosis de cáncer terminal o de alguna malformación neurológica
que le dejará malvivir algunos meses contados? La pregunta de Dostoievski es brutal,
no podemos contestar, solo llorar. Pero llorar con el Cristo. Wotano es un factor y Zeus
es otro factor (o lo mismo, da igual), pero el Cristo es una persona con su propio
concreto horrible destino y atroces sufrimientos (el análisis de la Sabana de Turín te
deja congelado con la mera descripción de lo que había suportado este hombre de treinta
y pocos años). Y la Virgen María es una mujer y madre que sabía lo que les espera
desde el nacimiento de su precioso hijo. Dostoievski no habla de sus hijos, él da los
ejemplos en general (“un niño en un tiempo”), pero María sabe que va a morir en la
Cruz este suyo niño que se mueve en su vientre cuando ella saluda a Isabel, que hace los
pajaritos de barro sentado en la umbral de la casa, que habla con los rabinos en
sinagoga, demostrando su inteligencia y llenándola con el orgullo como a cualquiera
madre.
Nosotros no esperamos a la desgracia, la recibimos y quejamos. Pero la Virgen
aceptó el sufrimiento más terrible en el nombre de nosotros, igual que lo aceptó su hijo
Jesús. Es que el maravilloso protagonista de Dostoievski ya no debe aceptar
absolutamente nada, ni poner ningunos “fundamentos” o “bases”, puesto que esto ya
hicieron una madre y un niño nacido en Belén. Nuestra harmonía esta pagada con creces
con las lágrimas de Jesús y María. Más alto precio no existe.
Por eso Jesús siempre está con el enfermo, humillado, torturado, porque así era
Él. Dios no es un factor, es el Cristo de Nazaret, una persona concreta con su evolución
individual y con la capacidad de hablar siempre con cada uno de sus hijos. Donde
Saramago vea las victimas sin nombre, el Cristo percibe las almas inmortales, los
individuos irrepetibles, incluso en su trágico destino, y les dice algo ahora en el último
momento, estando fuera del objetivo de fotógrafo-sádico.
Esta cualidad de Dios cristiano rápido percibieron los alemanes-nazi, cuando se
arrepintieron de haber permitido abrir a las iglesias en los territorios ocupados de Rusia
y de dar el aseso de los sacerdotes para confesar y comulgar a los cautivos soldados.
Los nazi querían actuar contra Stalin, pensaban que la fe cristiana les va a servir como
ideología anticomunista. Sin embargo, muy rápido empezaron a ver que el pueblo que
escuchaba la liturgia y rezaba en la iglesia estaba recuperando sus fuerzas espirituales,
desmoralizadas por el comunismo. Entre los soldados la confesión y la comunión
levantaban el espíritu y el deseo de luchar por su Patria. Los sacerdotes ortodoxos de
Estonia contaban: “No hacíamos ninguna propaganda, como pensaban los alemanes,
solo la misa y la lectura del Evangelio, pero la gente se cambiaba”. Por eso Stalin no
cerró las iglesias abiertas por los alemanes. Ex seminarista no había sido creyente (de
28. ningún modo), sino práctico: el ateísmo científico dio cinco millones de cautivos
desmoralizados en los primeros meses de guerra. Por eso devolvieron de GULAG los
jerarcas que aún estaban vivos y abrieron los seminarios (todos habían sido cerrados en
los años 20-30). Y los comunistas callaban cuando veían en los cuellos de sus soldados
los crucecitos hechos del metal de las latas de conservas. La Cruz explicaba el sentido
de la vida y la necesidad de la aceptación de la inminente muerte, la estrella roja no
aportaba nada, era un mero símbolo estatal.
¿Pues resulta que el Cristo estaba con los rusos durante de la Segunda Guerra
Mundial? No, estaba con todos. Él que mata también es víctima, atada por la soga de las
terribles circunstancias. Hace algunos años yo estuvo de viaje en la Malta y entré en una
iglesia llena de flores. Incluso para la devota Malta de la fiesta mariana había sido una
cuantidad enorme: carísimas rosas y lilas ocupaban casi todo el espacio de templo que
estaba libre de los objetos de culto. Me contaron que las manda cada año un alemán que
durante la Segunda Guerra Mundial había sido un piloto que bombardeó esta iglesia
llena de refugiados ciudadanos. Su bomba rompió la cúpula, pero no se explotó, se
quedó en el suelo. Como esto había ocurrido un día de la fiesta mariana, la gente
salvada lo consideró como un milagro. Pasados algunos años después de la guerra en la
iglesia llegó un turista alemán y, cuando le habían contado este hecho, se rompió a
llorar de felicidad, porque todo este tiempo martirizaba y odiaba a sí mismo, recordando
esta bomba y esta iglesia. Y ahora él cada año en el día de la salvación ( de la suya
también) mandaba las flores a esta iglesia. Es que el Cristo estaba con los malteses
refugiados, pero también y con este piloto alemán. No abandonó a nadie, murió por
todos.
José Saramago podría demostrar otra foto: bomba que cae en la iglesia llena de
gente, “imaginad lo que va a ocurrir después”, es que nunca lo llegaría a saber ni el
laureado de Nobel. Foto es un instante, pero no sabemos toda la vida de los
participantes. Vietnam había sido para USA un verdadero “apocalipsis”, los que
quemaban la gente con el napalm no volvieron a sus casas felices y contentos, sino
pasaban por la crisis existencial de la importante gravedad (y toda el país con ellos).
Longino que estaba cerca de la Cruz del Cristo, como uno de los ejecutores, murió
como el mártir cristiano.
Dios nos había creado libres y nos dio la posibilidad de la elección y
arrepentimiento. La libertad absoluta se supone también la posibilidad de destruir a sí
mismo (él que mata al otro destruye a su propia humanidad), ya que cualquiera frontera
ya es una jaula con límites. Dios quiere dialogar con sus hijos y no mandar a los
esclavos. Si no existiese la libertad, no podríamos hablar sobre las nociones de culpa y
pecado. Si todo está predeterminado por “factor” y no hay ninguna elección libre, pues
no hay culpables, ni pecadores. Hay que anular las decisiones de todos los tribunales y
de Núremberg incluidas. ¿A quién quiere juzgar Saramago? ¡Al factor! En hora buena,
solo no sabemos cómo va a efectuarse este procedimiento en la realidad. Los jóvenes
komsomoles soviéticos en un carnavalesco juicio de los años 20 condenaron al propio
Dios a la pena de la muerte. Saramago, en cierta practicidad jurídica, tiene con ellos
algo en común.
El Dios cristiano no juzga a los factores y a las circunstancias (nunca habría
alguien culpable: mató porque quería comer, violó porque tenía mala genética, disparó
porque le mandaron sus superiores, etc.), sino a la persona concreta con su libre
29. elección. Había quién no disparó, había quién disparó y no lo podía olvidar toda la vida,
había…, vamos, de todo. En la balanza de arcángel Miguel, en las imágenes medievales,
están las distintas decisiones concretas. El justo juicio supone la existencia de la libre
elección. Los factores son múltiples (aquí nuestro oponente también simplifica):
circunstancias, odio, miedo, las otras pasiones humanas, pero por encima de todo está la
libertad de elegir. El propio Cristo elige a su destino, acepta a su cáliz, lucha con el
demonio en el desierto, negando el poder de este mundo. Lo mismo hace cada persona,
en la guerra más demostrativo, en la vida normal quizá más discretamente, pero esto es
así.
La persona humana con su alma inmortal es un misterio profundo, lleno de la
vida y del sentido. Nunca podemos saber todo sobre ella, ni lo que piensa el enfermo
mortal o el condenado a la muerte, ni que significa para una madre la enfermedad de su
niño. Incluso ellos mismos no nos podrían explicárselo, porque lo eterno no puede ser
expresado por las simples palabras. Lo saben médicos y sacerdotes que tratan a los
moribundos. Aquí está la realidad de la Salvación y de la Redención. Aquí enfrente
como esta pared o este árbol, pero solo la podemos ver, no explicar.
Saramago quiere que le expliquen todo. Pues yo no quiero que todo en mi vida sea explicable, así ella
empobrecería. A Saramago le da miedo la muerte (¿y a quien no?), él imagina el final de la vida como
“cabezas y troncos dispersos por el campo del tiro”. Pero el Cristo no tiene miedo a la muerte ya vencida
por Él y hacía Él va el alma inmortal del ejecutado. La famosa rusa poetisa Anna Ajmatova, después de
revivir el bloqueo de Leningrado y las represiones de Stalin, escribió en su poema: “Mis ciudadanos van a
través del humo al cielo, muertos junto con vivos, ya que para Dios no hay muertos”. Con esta cita de la
otra escritora vamos a acabar nuestra respuesta al eminente escritor portugués.
recuperación de la memoria
Quintín García
Paisajes con árbol
Sacerdote dominico y escritor
Publicado el 25/02/2014
Hace seis años ya, cansado de recorrer paisajes ajenos, de naufragar en mares inhóspitos, volví a casa, al
antiguo paisaje de mi infancia en esa zona áspera de las arribes del Duero. Como mi propia biografía, la
casa se había ido quedando huérfana de abuelos y de hermanos, sus paredes de adobes y pizarras
eslavadas por las lluvias y los días sin una mano que las rastañara. Nada más llegar me encerré en ella tal
y como estaba, desvalida, porque quería encontrar en sus rescoldos los ecos de las palabras ausentes
durante tantos años. Luego, poco a poco, he ido restaurando tejados, balconadas, habitaciones, donde
guardar la vieja memoria de los míos. He jalbegado las fachadas, metido el agua caliente y traído
cómodos sillones de mimbre que sustituyeran a los ásperos, rudimentarios tajuelos carcomidos de
humedades.
En el antiguo huertecito del abuelo, a continuación de las caballerizas en las que almacené aperos de
labranza, he dejado un lugar de honor, entre rosales, para un viejo almendro, ya dolido y lleno de
cicatrices, que recuerdo de entonces vigoroso. Le estoy viendo florecer con dificultad en estos años
últimos. Tiene la arboladura picada de nostalgias y los vientos morados de febrero le acobardan.
Raramente logra madurar una cosecha. Pero le mantengo porque es el único superviviente del naufragio.
Y me acompaña. Nos sentimos. Palpo su rugosa corteza y penetro con las yemas de mis dedos por alguna
hendidura hasta su corazón fatigado. En su pulpa tiene guardadas, como en un álbum, lejanas fotografías
de papel desvaído. Hay una mía de niño de escuela junto a un mapamundi azulado y redondo, la cabeza
rapada al uno por si los piojos, un babi de manga larga tiznado de tinta Watermans y los pies cortados por
30. la cámara como para impedir la huida. Me reconozco por el brillo aventurero de los ojos y porque acierto
a deletrear mi nombre, labrado a punta de navaja, en el frontal de la mesa sobre la que el muchacho
simula escribir en un cuaderno a rayas.
Dudo un instante si pedírsela al viejo almendro amigo para incorporarla a mi propio álbum o dejarla en el
baúl de su corazón fatigado. Quizás se sienta incómoda en la nueva casa restaurada debiendo convivir con
los nuevos fantasmas venidos de tan lejos. Quizás no aprendiera en su tiempo a leer lo suficiente salíamos demasiado pronto de la escuela- como para poder entenderse con las otras fotografías de mi
álbum, muchas en lenguajes extraños. Así que, al fin, la dejo allí para que mi fulgor de niño vigorice la
última savia del almendro y florezca en sus corolas uno de estos tibios mediodías de febrero. Ese día
brindaremos él y yo sobre el brocal del pozo por la resurrección de la memoria.
Grabado en la palma de mis manos
Editado por
Sor Gemma Morató
¿Y tú donde estás? La pregunta es antigua en el libro del Génesis, Dios la hace a Adán que intenta huir
de la mirada de Dios. Tú no puedes estar lejos de la mirada de Dios. Él está siempre presente aun que
tú estés o te creas lejos. Es lo que dice el profeta Isaías en su capítulo 49: “¿Puede una madre olvidarse
de su pequeñín? ¿Puede dejar de amar al nacido de sus entrañas? Pues aún que ella se olvidara, yo no
me olvidaré nunca de ti”.
Tú estés lejos o cerca de él, él estará siempre cerca, tú te acercas entusiasmado hacia él o te alejas
perdido de él, él queda siempre a tu lado. Tú te crees lejos de su presencia pero en realidad está junto a
ti, fiel amante, disponible. Tú pasas de los frescos prados a la tierra árida y él, tu pastor, no te puede fallar,
él prepara ante ti una mesa enfrente de tus enemigos, te unge la cabeza con perfume, como reza el salmo
22.
Tú puedes correr, intentar huir pero tu nombre está grabado en las palmas de su mano, nada ni
nadie lo puede borrar. Es un tatuaje imborrable. Este es un pensamiento maravilloso que nos tiene que
llenar de confianza, de serenidad, de paz. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
32. Vigilias de calor y cercanía de Cáritas
Jaén
José Luis Palacios
Lunes 3 de febrero de 2014
Publicado en alandar nº305
Trabajadores del tajo aceitunero en Torreperogil.
Foto. Marta Miranda
Todas las noches, en plena campaña de recogida de la aceituna, salen grupos de personas voluntarias
por las calles de la ciudad de Jaén, provistos de mantas y termos de leche al encuentro de las personas
inmigrantes llegadas a la ciudad a la espera de un jornal con el que seguir tirando.
Cuando los olivares se tiñen del frío que anticipa el invierno, la ruta de los temporeros llega a Jaén.
Vienen de la vendimia riojana y de la huerta navarra y después probarán suerte en la fresa de Huelva,
cuando no quede una aceituna por recoger. A medida que se abren los albergues y comienzan las
primeras labores en los olivos, se intensifica el goteo de inmigrantes que llegan a las distintas
poblaciones jienenses.
Este año, como en anteriores, los dispositivos que ofrecen alojamiento no dan abasto. Su estancia está
limitada a unas pocas noches, con la idea de que los temporeros y temporeras no paren la búsqueda
constante de un contrato, verbal la mayoría de las veces, que obligue a quien los emplea a facilitarles
una vivienda. Muchos se resisten a pasar por estos servicios, prefieren un lugar seguro, por precario que
sea, donde guardar sus cartones y otras pertenencias antes que disfrutar temporalmente de las
atenciones proporcionadas por el personal de los albergues y luego tener que volver a ponerse a buscar
un hueco en la calle.
Cáritas Diocesana lleva ya años organizando la campaña de atención a los temporeros y temporeras de
la aceituna. En la ciudad de Jaén dispone de un comedor, el de San Roque, que da 200 comidas al día, un
servicio de desayuno y aseo y, además, un albergue que abre cuando el municipal se queda sin sitio.
Pero también se ocupa de encontrar personas voluntarias que, en grupos, realicen las visitas nocturnas
a los inmigrantes que pasan las gélidas noches al raso. La madrugada de los sábados, quienes se
encargan de las salidas nocturnas son jóvenes de la Parroquia de San Juan Bosco y miembros de la HOAC
de Jáen. Lola Contreras es una de las diez personas voluntarias de los sábados que, el pasado 30 de
noviembre, se encontraron con unos 170 inmigrantes que pernoctaban en cajeros, en el ferial y en otras
zonas a duras penas techadas… “Se te cae el alma a los pies cuando ves a trabajadores, cada uno con su
historia, pasando frío, aguantando como pueden”, dice.
Aunque la campaña olivarera de 2013 ha sido de las grandes, según las previsiones, la vuelta de los
trabajadores y trabajadoras nacionales está mermando las oportunidades para inmigrantes temporeros,
quienes, a pesar de todo, no desesperan. “Están acostumbrados y siguen haciendo la ruta que hacen
desde hace años”, comenta Lola. “Más que una taza caliente o las mantas, agradecen el rato de
conversación, la posibilidad de entablar relación con los vecinos… Les sorprende la red humanitaria y la
cantidad de voluntarios que hay en la provincia. Aunque no es todo lo completa que debería, está más
organizada que en otros sitios”, apunta.
La noche del domingo es para personas voluntarias de la Institución Teresiana y del Colegio Cristo Rey.
33. Juan Cózar, miembro de la institución fundada por el Padre Poveda, es parte de esa cuadrilla. El 1 de
diciembre salieron con cinco mochilas, doce termos y varios paquetes de galletas que resultaron, a
todas luces, insuficientes. Aquella noche había diez personas esperando para entrar en el albergue
municipal, doce más dando vueltas a su alrededor y unas 80 asentadas en sus cercanías. Vieron a más
de 150 temporeros y les llamó la atención la presencia entre ellos de un nacional de Almería. “Vimos a
un hombre mayor, de 71 años de edad”, exclama Cózar, quien añade que “va en aumento el número de
personas de edad avanzada. Dormir en la calle para ellos está suponiendo un riesgo mayor”. Otra de las
voluntarias de aquella fría y húmeda madrugada añade: “Por mucho que hayamos hecho esto otros
años, no deja de impactarnos las condiciones en las que están, pero lo que más me impacta es el buen
humor que tienen muchos pese a la vida que llevan”.
Al acabar su ronda, Cózar no podía más que reconocer que había asistido a una segunda Eucaristía
dominical: “La primera fue esta mañana soleada de domingo, entre cantos y sin parar de hacer callar a
mis hijos. Apenas me daba cuenta de las palabras de Cristo: Tomad, comed, es mi cuerpo. Tomad,
bebed, es mi sangre. Esta noche he asistido al contacto con ese cuerpo, con esa sangre de nuestro
Señor. Ha sido un revivir el momento cumbre en la mesa de hermandad. De entrega en una cruz”.
Recogiendo la aceituna en Peal de Becerro (Jaén).
Foto. Fernando R. Ortega. Vagamundos
Haciendo un rápido repaso, citaba el rato de conversación “con rostros y nombres de Mali, de Benin, de
Senegal, de Marruecos, de Argelia… de Jaén”. “No podíamos remediar tanto dolor y desamparo. Les
hemos dado leche caliente que a mí me ha sabido a hiel y vinagre”, confiesa Cózar, quien relata que en
el túnel del ferial sentía que pisaba el Gólgota: “Hacinadas entre cartones y mantas había más de 70
personas, unos al lado de los otros aprovechando el calor humano que la fría noche de Jaén les negaba.
Hemos recorrido poco a poco ese túnel de dolor y vergüenza ofreciendo lo poco que llevábamos y con
pudor nos acercábamos a cada uno, lo tocábamos, le hablamos, le dábamos un poco de leche, alguna
manta. Casi en la más completa oscuridad hemos entrado en contacto con ese Cristo que no se nos ha
hecho esquivo esta noche, se nos ha mostrado en plenitud”. Cristo estaba en el dolor de cada uno de
esos hermanos, en cada una de sus quejas, en cada una de sus palabras de agradecimiento, en cada una
de sus peticiones… Hoy no me dejaron ducharme, estoy recién salido del Centro de Internamiento y
estoy sin papeles, estoy con frío, vamos a pillar una neumonía…”.
Aún oye el silencio de las palabras que no acertaron a decir al término de su recorrido. “Hemos acabado
agotados de ver tanto dolor. Nos preguntábamos cómo era posible que estuviese pasando eso en Jaén,
al lado de nuestros edificios, de nuestras casas, de nuestros hijos, de nuestros colegios, de nuestras
iglesias, de nuestras comunidades, tan calentitas”. Sigue su reflexión reconociendo que “estábamos
viendo al mismo Cristo en Cruz y era imposible no llorar… como Juan, como Magdalena, como María. No
hemos podido bajar a nadie de esa cruz. Solo hemos podido estar, acompañar, compartir un rato de su
dolor. Y ser conscientes de que, una vez más, en las fronteras de nuestra sociedad, allí donde apenas
estamos, porque no sabemos ni cómo estar, está Cristo dejándose acompañar por tantos desheredados,
por tantos nadies, por tantos abandonados por el sistema”.
Contemplar al siervo sufriente no deja a nadie indiferente: “¿Qué hacemos en nuestra comunidad
cristiana?, ¿estamos celebrando nuestra fe con el corazón en el momento presente o al margen de lo
que acontece? ¿Nos llamamos a recortar modos de vida insolidarios o estamos metidos de lleno en la
vorágine del ‘y yo más’? ¿Nos comprometemos a ‘ver’ de otra manera o me es molesto mirar y prefiero
seguir en mis seguridades?”. Para Cózar está claro que “Cristo se nos ha regalado esta noche una vez
más, nos sigue mostrando un estilo, un modo de estar, un modo de seguir caminando, que quizás
implique cambios en mis rutinas”. En medio del sufrimiento, surge un rayo de luz: “Le doy gracias por
34. este grupo de creyentes con el que he compartido la noche. Sus silencios, sus miradas, sus palabras, me
han hecho ver que la comunidad sigue respondiendo”, concluye.
Hambre y despojo por vivir al lado del
petróleo etíope
Análisis de Ed McKenna
Según reportes sin confirmar, la población ogaden, principalmente pastoril, es expulsada de tierras
cercanas a yacimientos de petróleo y gas en el sudoriente de Etiopía. Crédito: Rudolph Atallah/IPS.
ADDIS ABEBA, 26 feb 2014 (IPS) - Mientras capitales extranjeros se aprestan a extraer petróleo y gas en
el atribulado sudeste de Etiopía, arrecian las denuncias de violentos desalojos del pueblo somalí de sus
tierras, agravando viejas tensiones separatistas.
“Los recursos en esta región harán rica a Etiopía, pero nosotros seguiremos siendo pobres. Todo lo que
podemos esperar es un acuerdo que asegure nuestro reclamo de parte de los beneficios económicos de
nuestros recursos naturales”, dijo a IPS el fundador del Frente para la Liberación Nacional de Ogaden
(FLNO), Abdirahman Mahdi.
Los ogaden son clanes de la etnia somalí, un pueblo que habita la totalidad de Somalia, el sudeste de
Etiopía y partes de Kenia, Yibuti y Yemen.
35. “Nuestra situación está empeorando, pues las Fuerzas Armadas quieren eliminar muchas aldeas para
explorar en busca de gas. Muchas personas de esta área fueron arrestadas. No sabemos dónde están ni
si están vivas”. – Aldeano ogaden
El derrocamiento del dictador etíope Mengistu Haile Mariam, en 1991, desató un conflicto de dos
décadas entre el gobierno y el FLNO, que lucha por la autodeterminación de entre ocho y 10 millones de
somalíes etíopes que viven en la cuenca de Ogaden, dentro del Estado Regional Somalí. La potente
respuesta paramilitar del gobierno a la insurgencia ha creado “una crisis humanitaria en toda Ogaden,
donde la mitad de la población está viviendo una hambruna”, dijo Mahdi.
Reportes sobre desalojos forzados y abusos de derechos humanos cerca de yacimientos de petróleo y
gas están creando una nueva ola de descontento local contra el gobierno.
“El ejército vino a nuestra comunidad y quemó nuestras casas y nuestros cultivos. La situación está
empeorando, pues las Fuerzas Armadas quieren eliminar muchas aldeas para explorar gas”, explicó a IPS
un hombre ogaden que pidió no revelar su identidad.
“Muchas personas de esta área fueron arrestadas. No sabemos dónde están ni si están vivas”, agregó.
La confirmación de enormes reservas de petróleo y gas en Ogaden engrosará la riqueza de
Etiopía, mientras empresas extranjeras de energía empiezan a invertir.
Los depósitos de gas de Ogaden representan 2,7 billones de pies cúbicos en un área de 350.000
kilómetros cuadrados.
Tres compañías petroleras están en la etapa final de la exploración en el área: Africa Oil
(Canadá), Southwestern Energy (Hong Kong) y GCL Poly Petroleum Investment (China).
Etiopía se convirtió en la economía de más rápido crecimiento en África, y pronto podría ser un país
petrolero. Pero el bloqueo del gobierno a los ogaden impide que esta población pastoril y nómade se
beneficie de las ganancias derivadas del desarrollo del país.
En esta etapa, es muy poco probable que se los consulte sobre la explotación de recursos, dijo el
profesor Tobias Hagmann, experto en asuntos ogaden de la Universidad Roskilde de Dinamarca.
“No se les permite manifestar sus discrepancias políticas. ¿Cómo se les va a permitir participar en las
decisiones sobre el desarrollo?”, dijo a IPS.
El portavoz del gobierno, Shimeles Kemal, aseguró en cambio a IPS que la riqueza petrolera y gasífera
“contribuirá al desarrollo del Estado Regional Somalí, incluida la región de Ogaden”.
Organizaciones de derechos humanos aseguran que el gobierno impide prestar ayuda humanitaria a una
de las regiones más pobres del país y está generando un éxodo de miles de refugiados.
Claire Beston, investigadora de Amnistía Internacional sobre Etiopía, dijo a IPS que la ofensiva del
gobierno contra la población somalí ogaden “ha restringido severamente el acceso a la región, incluso
para las agencias humanitarias, y también ha impuesto importantes limitaciones a la información que
sale de allí sobre la verdadera situación humanitaria y de derechos humanos”.
En diciembre de 2013, la Asociación de la Diáspora Ogaden Europea envió una carta a la Unión Europea
solicitando se congele la ayuda a Etiopía mientras persistan los abusos a los ogaden.
“Vivimos bajo un embargo político y económico. Reclamamos que (el personal de) las organizaciones no
gubernamentales circule libremente, pues la situación humanitaria es crítica”, dijo el jefe de la
insurgencia del FLNO, Mahdi.
La empresa china GCL Poly Petroleum Investment firmó en noviembre de 2013 un acuerdo con Etiopía
para explotar reservas de gas en Calub e Hilala, parte de Ogaden.
Un mes después, el FLNO denunció que la fuerza de seguridad estadual conocida como policía Liyu,
quemó pasturas de las comunidades cercanas a los yacimientos de Calub e Hilala.
La ofensiva militar en la región hizo imposible verificar esos reportes. Sin embargo, la organización
Human Rights Watch (HRW) informó en 2012 que la policía Liyu estaba cometiendo asesinatos
extrajudiciales como forma de castigo colectivo.
36. “La policía Liyu había ejecutado en forma sumaria a 10 hombres en tres días de vandalismo contra una
serie de aldeas. Estos ataques, igual que abusos previos perpetrados por el gobierno etíope en su
campaña contrainsurgente, ocurren con total impunidad”, dijo a IPS la investigadora Laetitia Bader, de
HRW. El diálogo parece ser la única manera de combatir el descontento en el principal clan ogaden, el
Darod, que representa casi la mitad de la población somalí en Etiopía y constituye la columna vertebral
del FLNO.
Sin embargo, las conversaciones de paz entre el FLNO y el gobierno, que se desarrollaban en Kenia, se
interrumpieron en septiembre de 2012 y su reanudación está comprometida por el secuestro de dos
negociadores ogaden, cometido en enero por agentes etíopes en Nairobi.
“El reclamo del FLNO sobre falta de responsabilidad de las empresas petroleras internacionales en
Ogaden es válido. Además, el principal clan de la región está muy frustrado por el continuo acoso y la
ausencia de derechos políticos y civiles”, dijo Hagmann.
“Ellos apoyan al FLNO porque es la única oposición organizada. No es la mejor opción, porque muchos
ogaden no respaldan al FLNO, pero es la única opción para aquellos que son marginados por las políticas
del gobierno”, añadió.
Viaje al infierno del coltán
26/02/2014
El infierno está a la vuelta de la esquina, en medio de un paraíso verde, aunque no es fácil acceder a él.
En Congo no hay nada sencillo pero tampoco imposible. El dinero abre las puertas de la casa del diablo.
Nuestro destino es la gran mina de coltán de Rubaya, cuna de los minerales que alimentan nuestros
móviles y tabletas en el primer mundo
En el camino que va de la ciudad de Goma hacia la zona montañosa de
Masisi, donde está la cantera, nos topamos con varios checkpoints de militares
que piden su mordida para poder atravesar las barreras. Seguimos adelante
por una senda estrecha y llena de cráteres. Nuestro conductor, Olivier, sortea
charcos como lagunas con una destreza sorprendente. Tiene brazos de
estibador para mover el volante entre los socavones en los que cabe el
todoterreno entero.
Al dejar atrás Goma el horizonte gris se vuelve verde, con colinas de
pastos que recuerdan al paisaje suizo. Solo que esto es Congo, el país con una
de las tierras más fértiles de África y donde, sin embargo, la población pasa
37. más hambre. Tres horas después llegamos a Rubaya, en la provincia de
Masisi, el 'far west' congoleño. El polvo y la niebla cubren este lugar de madera
y barro, haciéndolo casi fantasmal.
"Este pueblo empieza a conocer el desarrollo. Es una mezcla entre el
pasado y el futuro. Parece congelado en el tiempo, pero aquí hay dinero porque
es de donde salen los minerales. Por eso esta región se la disputan varios
grupos armados", explica Eddy Mbuyi, nuestro guía al corazón de las tinieblas.
Como los poblados de los buscadores de oro en el lejano oeste americano, no
hay ley ni nadie que la aplique. Todos buscan enriquecerse rápido aunque muy
pocos lo consiguen.
Miles de personas trabajan a diario en esta mina, parte a cielo abierto,
parte en profundas galerías. Era de propiedad pública hasta que sus
explotadores se agruparon en cooperativa para gestionar mejor sus recursos.
Aunque de sus entrañas sale mucho dinero, en Rubaya no hay hospitales ni
colegios. Tampoco luz ni electricidad. Eddy nos explica que en temporada de
lluvias la montaña se derrumba y engulle con ella a muchos de los esclavos.
"¿Veis esos puntos blancos que parecen árboles en lo alto de la montaña? Es
la hilera de mineros descendiendo con antorchas. Cada día mueren
aproximadamente 40 personas", dice.
Minero a los 16 años
Acudimos al centro minero para pedir el permiso que nos de acceso a la
explotación. Nos reciben los señores del coltán, miembros de la citada
cooperativa. Los pillamos en plena fiesta: una veintena de hombres comiendo
carne con las manos y bebiendo cerveza como si no hubiera un mañana. Sus
esposas, sentadas discretamente en un segundo plano, sólo observan.
Comienzan las negociaciones para intentar que nos dejen pasar a la cantera y
hacer fotos. Pero nadie se compromete. Siempre hay un jefe superior al que
consultar.
- "¿Estos hombres tienen la culpa de las malas condiciones en las que
trabajan los obreros?", preguntamos a nuestro guía.
- No se preocupan por la seguridad, sólo les interesa ganar dinero.
En el campo de refugiados de Rubaya, vive la parte baja de la cadena
del coltán: los mineros. No es difícil encontrarlos en Rubaya, donde la mayoría
de la población trabaja en la explotación. Inocence, de origen ruandés, se
presta a contarnos cómo trabaja y en qué condiciones vive. Entramos en su
casa, una choza de tres metros cuadrados de palos y plásticos, escoltados por
un cortijo de niños descalzos. Tiene 16 años.
- Inocence ¿Cuánto se tarda en llegar a la cantera?
- Depende de la lluvia. Yo tardo una media hora. Vosotros tardaréis
mucho más.
El niño se presta a acompañarnos a la mina al día siguiente.
38. Al amanecer emprendemos la marcha: dos horas a pie por empinados y
resbaladizos caminos de barro, convertidos en chocolate por la lluvia incesante
y la humedad que lo impregna todo. En la travesía se cruzan niños descalzos
con ancianas que portan cajas de cerveza atadas a la cabeza. Mercancía para
abastecer a los que empuñan las palas. Soportar la carga es un desafío
formidable, teniendo en cuenta lo rápido que avanzan y que van a subir el
trayecto más veces en lo que queda de día.
- Inocence, cuéntanos como es un día en la mina
- Subimos por la mañana temprano y volvemos por la tarde, aunque a
veces es ya de noche. Trabajamos sin descanso para sacar la tierra. La
metemos en sacos que luego bajan otros al río.
Con la inocencia de quien no sabe que trabaja en el infierno, relata su
vida cotidiana en la cantera. Nos cuenta que cobra un dólar por ocho horas de
pico y pala en medio de la neblina. Escala la montaña en zapatillas, sin botas,
sin importar si llueve. Sólo se cubre con una tela verde como el valle idílico que
rodea la cantera del diablo.
- ¿Vas al colegio Inocence?
El niño niega con la cabeza.
- ¿Has ido alguna vez?
Vuelve a negar.
- ¿Te gustaría ir?
Esta vez la pregunta le deja perplejo. No sabe qué contestar. Nunca se
ha planteado una vida distinta a la que tiene. Nunca ha tenido la posibilidad de
cambiar el pico por un libro.
En la cumbre negra
Sigue el ascenso por la empinada montaña. Por cada metro que
subimos la lluvia y el frío se multiplican. Las nubes envuelven por completo las
figuras que trufan el paisaje. De repente se oyen voces a lo lejos en medio de
la bruma.
- "Eso es la mina", anuncia el niño.
A punto de llegar nos cruzamos con un grupo de hombres que bajan a
un muerto en una camilla. Este hombre podrá contar con un entierro digno. "La
mayoría fallece al derrumbarse las galerías interiores de la mina. Desaparecen
porque nadie puede rescatar los cadáveres del interior", cuenta Eddy, el guía.
Por fin alcanzamos la cumbre. La niebla no permite ver toda la
explotación, pero se intuye. El suelo es negro como la roca de coltán. Miles de
figuras se mueven con palas y picos cubiertos de barro, algunos adolescentes,
muchos de ellos descalzos y reventados por el esfuerzo. Parecen zombies en
una danza fantasmal. Algunos llevan a la espalda sacos de mineral cuesta
39. arriba y abajo. No importa si no tienen botas, lo que importa es lo que son
capaces de arañarle a la tierra. Todo es cráter y lluvia.
Los trabajadores se apelotonan curiosos en torno al grupo de visitantes,
improvisan escalones con sus palas para evitar que nos despeñemos. No hay
tierra firme. Nos dicen que para los que no están habituados a moverse en
arenas movedizas es peligroso. "Es época de lluvias y a menudo se producen
desprendimientos en la montaña y caen con ella muchos mineros", explica
Gilbert, uno de los obreros.
Explica que trabajan de sol a sol por un dólar, que compran comida en
mercados improvisados en su interior, o en las zonas más bajas de la cantera,
donde aún hay algunas casas en medio de la ladera. Dice que muchos
compañeros desaparecen sin que nadie vuelva a saber de ellos, como si la
bruma los engullera. Son las reglas de la mina, una picadora de hombres.
Gilbert se suma a la expedición y junto con Inocence, se ofrece a
acompañarnos a la zona en la que criban el mineral. Allí el río que baja de la
cantera fluye rojo. Varias cuadrillas de hombres separan con mallas de metal el
coltán de la escoria. Aunque es un trabajo penoso, parece menos duro del que
se hace arriba en la mina.
James, el traficante
Hasta allí va James a diario para comprar el mineral ya cribado. Este
traficante representa un paso más en la cadena del comercio de minerales. No
tiene que subir a la mina todos los días, sino que recoge la mercancía
directamente en el río. Se nota su posición porque su casa, a diferencia de la
de Inocence, es bastante más amplia. Está llena de sacos, donde guarda el
producto que luego vende a los intermediarios que llegan desde Goma y que, a
su vez, lo colocarán más caro a compradores ruandeses. Estos último son los
que empaquetan el coltán, el manganeso y la casiterita hacia las zonas fabriles
de Shanghai. Ruanda es uno de los grandes exportadores de minerales de
sangre del mundo, aunque no posea ni una sola mina.
"No cerréis la puerta, la gente puede pensar que estamos traficando",
dice James.
- ¿Cuánto puedes llegar a ganar haciendo lo que haces?
- 1.500 dólares
- ¿Quién compra estos minerales?
Se hace el despistado. No quiere dar detalles.
- Son intermediarios que lo llevan a Goma. Allí los venden a los
extranjeros.
- ¿Cuánto cuestan los minerales que tienes?
- Se venden por kilogramos. Yo puedo conseguirlos a buen precio, un
kilo por 25 dólares. ¿Qué queréis, coltán, manganeso...?
40. Nos enseña un 'echantillon' (muestra) de manganeso y coltán. Insiste en
que puede conseguirnos un kilo por 25 o 30 dólares. Cree que somos
compradores y por eso ha accedido a dar la cara e incluso a que le grabemos
en vídeo. Al final se rinde y se conforma con pedir para unas cervezas, un lujo
para Inocence, que gana un dólar por ocho horas de trabajo, pero no para él,
que se embolsa mil veces más.
- ¿Sabes para qué se usa el coltán y los minerales que vendes?
- Creo que se utiliza para hacer cacerolas y herramientas de cocina...
No sé...
Nuestro guía dice que la aparente ignorancia de James es ficticia. Él
conoce perfectamente la utilidad que tienen los minerales de sangre, sabe que
la cámara que le está fotografiando lleva un corazón negro que ha salido de
esta montaña violada.
Autor: Raquel Villaécija y Alberto Rojas
Cristo nos toma de la mano y nos
asegura que ni siquiera la muerte podrá
separarnos de Él, el Papa durante la
audiencia general sobre el sacramento de
la Unción de los enfermos
2014-02-26 Radio Vaticana
(RV).- (Audio) La Plaza de San Pedro volvió a llenarse de miles de fieles y peregrinos para la
audiencia general con el Papa. Francisco dedicó su catequesis de este miércoles al “sacramento
de la compasión de Dios con el sufrimiento del hombre”: la Unción de los enfermos. El Obispo de Roma
nos recordó que “Jesús enseñó a sus discípulos a tener su misma predilección por los enfermos y
necesitados, y les confió la tarea de atenderlos en su nombre por medio de este sacramento”. “Qué
alegría da saber que en los momentos de dolor no estamos solos: el sacerdote y la comunidad cristiana,
reunida junto al que sufre, alimentan su fe y su esperanza”, constató el Santo Padre, agregando que a
esto se une el consuelo que otorga la presencia de Cristo, “que nos toma de la mano y nos recuerda que
le pertenecemos, y que nada, ni nadie –ningún mal, ni siquiera la muerte- podrán separarnos de Él.”
(RC-RV)
Resumen de su catequesis y saludo del Papa en nuestro idioma
En la catequesis de hoy les hablaré de la Unción de los enfermos, sacramento de la compasión de Dios
con el sufrimiento del hombre. La parábola del “buen samaritano” expresa el misterio que se celebra en
este sacramento: Jesús se acerca a quien sufre y lo conforta con el aceite del consuelo y el vino de la
esperanza. Luego, lo lleva a la posada, que representa a la Iglesia, a la que Cristo confía a cuantos sufren
en su cuerpo o en su espíritu, para experimentar su misericordia y su salvación. Jesús enseñó a sus
discípulos a tener su misma predilección por los enfermos y necesitados, y les confió la tarea de
atenderlos en su nombre por medio de este sacramento. Aunque la muerte es un misterio que nos
41. supera, la Unción de los enfermos nos ayuda a ampliar la mirada y a radicarla en el misterio más grande
del amor de Dios. Qué alegría da saber que en los momentos de dolor no estamos solos: el sacerdote y la
comunidad cristiana, reunida junto al que sufre y su familia, alimentan su fe y su esperanza y lo
sostienen con la plegaria y el afecto fraterno. A eso se une el consuelo que otorga la presencia de Cristo,
que nos toma de la mano y nos recuerda que le pertenecemos, y que nada, ni nadie –ningún mal, ni
siquiera la muerte- podrán separarnos de Él. Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a
los grupos provenientes de las Diócesis de Mérida-Badajoz, Plasencia y Córdoba, así como a los
Paracaidistas del Ejército de Tierra, de Madrid, y los demás fieles provenientes de España, Nicaragua,
México, Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a valorar la paz y el ánimo que Cristo
nos comunica en el sacramento de la Unción de los enfermos para sobrellevar cristianamente los
sufrimientos. Muchas gracias.
Texto completo de la catequesis del Papa en español
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy las previsiones decían “lluvia” ¡y ustedes han venido lo mismo! ¡Tienen coraje!, ¿eh? ¡Felicitaciones!
Hoy quisiera hablarles del Sacramento de la Unción de los enfermos, que nos permite tocar con la mano
la compasión de Dios por el hombre. En el pasado era llamado “extrema unción”, porque se entendía
como consuelo espiritual en la inminencia de la muerte. Hablar en cambio de “Unción de los enfermos”
nos ayuda a ampliar la mirada hacia la experiencia de la enfermedad y del sufrimiento, en el horizonte
de la misericordia de Dios.
Hay un ícono bíblico que expresa en toda su profundidad el misterio que se trasluce en la Unción de los
enfermos: es la parábola del buen samaritano, en el evangelio de Lucas (10,30-35). Cada vez que
celebramos este Sacramento, el Señor Jesús, en la persona del sacerdote, se acerca a la persona que
sufre y está gravemente enfermo, o anciano. La parábola dice que el buen samaritano cuida del hombre
sufriente derramando sobre sus heridas aceite y vino. El aceite nos hace pensar en aquel que es
bendecido por el Obispo cada año, en la Misa Crismal del Jueves Santo, justamente en vista de la Unción
de los enfermos. El vino, en cambio, es signo del amor y de la gracia de Cristo que brotan del don de su
vida por nosotros y que se expresan en toda su riqueza en la vida sacramental de la Iglesia. Por último, la
persona que sufre es confiada al dueño del albergue para que pueda continuar cuidando de ella, sin
considerar los gastos. Entonces, ¿quién es este dueño del albergue? Es la Iglesia, la comunidad cristiana,
somos nosotros, a los cuales cada día el Señor Jesús nos confía a aquellos que están afligidos, en el
cuerpo y en el espíritu, para que podamos continuar derramando sobre ellos, sin medida, toda su
misericordia y su salvación.
Este mandato está confirmado de modo explícito y preciso en la epístola de Santiago – hemos
escuchado - donde se recomienda: “Quién está enfermo, que llame a los presbíteros de la Iglesia para
que ellos oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. Y la oración que nace de la fe salvará
al enfermo, el Señor lo aliviará y, si tuviera pecados, le serán perdonados” (5,14-15). Se trata por lo
tanto de una praxis que estaba en uso ya en tiempos de los Apóstoles. Jesús, de hecho, ha enseñado a
sus discípulos a tener su misma predilección por lo enfermos y por los sufrientes y les ha transmitido la
capacidad y el deber de continuar derramando, en su nombre y según su corazón, alivio y paz, a través
de la gracia especial de este Sacramento. Pero esto no nos debe hacer caer en la búsqueda obsesiva del
milagro o en la presunción de poder obtener siempre y de todos modos la curación. Pero, es la
seguridad de la cercanía de Jesús al enfermo, también al anciano, porque todo anciano, toda persona de
más de 65 años puede recibir este Sacramento: es Jesús que se acerca. Pero cuando hay un enfermo se
piensa: “Llamemos al cura, al sacerdote para que venga. No, no, porque trae mala suerte, entonces no,
no lo llamamos” o “después se asustará el enfermo”. ¿Por qué? Porque existe un poco la idea que,
cuando hay un enfermo y viene el sacerdote, después de él llega la pompa fúnebre: y eso no es verdad,
¡eh! El sacerdote viene para ayudar al enfermo o al anciano: por esto es tan importante la visita del
sacerdote a los enfermos. Llamarlo: “hay un enfermo, venga, dele la unción, bendígalo”. Porque es Jesús
que llega para aliviarlo, para darle fuerza, para darle esperanza, para ayudarlo. También para perdonarle
los pecados. ¡Y esto es hermoso! Y no piensen que esto sea un tabú, porque siempre es hermoso saber
42. que en el momento del dolor y de la enfermedad nosotros no estamos solos: el sacerdote y aquellos que
están presentes durante la Unción de los enfermos representan, en efecto, a toda la comunidad
cristiana que, como un único cuerpo, con Jesús, se estrecha entorno a quien sufre y a los familiares,
alimentando en ellos la fe y la esperanza y apoyándolos con la oración y el calor fraterno. Pero el
consuelo más grande deriva del hecho que, el que se hace presente en el Sacramento es el mismo Señor
Jesús, que nos toma de la mano, nos acaricia como hacía con los enfermos, Él, y nos recuerda que ya le
pertenecemos y que nada – ni siquiera el mal y la muerte – podrá nunca separarnos de Él. Pero
tengamos esta costumbre de llamar al sacerdote, porque a nuestros enfermos – no digo los enfermos de
gripe, de tres, cuatro días, sino cuando es una enfermedad seria – y también a nuestros ancianos, venga
y les dé este Sacramento, este consuelo, esta fuerza de Jesús para seguir adelante. ¡Hagámoslo! Gracias.
(Traducción del italiano: María Cecilia Mutual)
Entre sus saludos a los numerosísimos grupos de peregrinos, el Papa se dirigió también a los
participantes en un congreso dedicado al Día Mundial de las enfermedades raras, que se celebra el 28
de febrero. Con su cordial bienvenida a los enfermos y autoridades académicas, el Santo Padre expresó
su profundo anhelo de que «los pacientes y sus familiares sean sostenidos adecuadamente en las
dificultades de su camino, tanto en ámbito médico como legislativo».Luego, como es tradicional saludó
a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Recordando que el 27 de febrero se celebra la
memoria de san Gabriel de la Dolorosa, el Obispo de Roma deseó que el ejemplo de este santo ayude a
los queridos jóvenes a ser discípulos entusiasmados de Jesús. Que aliente a los queridos enfermos a
ofrecer sus sufrimientos en unión con los de Cristo y mueva a los queridos recién casados a hacer que el
Evangelio sea la regla fundamental de su vida conyugal.
Queridas familias del mundo oremos
juntos para afrontar los retos actuales
con la luz del Evangelio, alienta el Papa
2014-02-25 Radio Vaticana
(RV).- (con audio)
Con su perseverante ternura, cercanía y atención a la familia, el Papa
Francisco destaca el tesoro precioso de la oración ante las Asambleas extraordinaria y ordinaria
del Sínodo de los Obispos y el Encuentro Mundial de las Familias, recordando que las diferentes
generaciones – jóvenes y ancianos - se encuentran y unen gracias a Jesús, fuente inagotable de amor.
«Me presento a la puerta de su casa para hablarles de un acontecimiento que, como ya saben, tendrá
lugar el próximo mes de octubre en el Vaticano», escribe el Papa Francisco a las «queridas familias» del
mundo, en una carta publicada este martes. Explicando que «se trata de la Asamblea general
extraordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada para tratar el tema “Los retos pastorales de la
familia en el contexto de la evangelización”. Pues la Iglesia hoy está llamada a anunciar el Evangelio
afrontando también las nuevas emergencias pastorales relacionadas con la familia».
Tras poner de relieve la importancia del encuentro sinodal «para todo el Pueblo de Dios, Obispos,
sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos de las Iglesias particulares del mundo entero, que
participan activamente en su preparación con propuestas concretas y con la ayuda indispensable de la
oración», el Papa Bergoglio reitera que «el apoyo de la oración es necesario e importante especialmente
de parte de ustedes, queridas familias».«Les pido que invoquen con insistencia al Espíritu Santo, para
que ilumine a los Padres sinodales y los guíe en su grave responsabilidad», escribe el Obispo de Roma,
haciendo hincapié en que la mencionada asamblea sinodal está dedicada de modo especial a las