Cuentos de Caravaca

Durante los cursos 2017-2019, nuestro colegio, el CEIP “Cervantes” de Caravaca
de la Cruz (Murcia), ha participado en un Proyecto Erasmus+ KA219 junto a otros
colegios de Francia, Italia, Bulgaria, Lituania y Portugal.
El tema del proyecto: “El desarrollo de las competencias a través del trabajo por
proyectos”. Así, durante dos cursos, hemos realizado actividades relacionadas con el
desarrollo de las distintas competencias clave.
Una de las actividades realizadas para desarrollar las competencias (“Comunicación
lingüística” y “Conciencia y expresiones culturales”) ha sido la convocatoria de un
certamen de cuentos cortos en el que ha participado todo el alumnado y las familias de
nuestro colegio.
Entre todos los cuentos seleccionados se ha elegido uno el cual representará a
nuestro colegio para intercambiar con los centros participantes en el proyecto. Un jurado
formado por maestros/as y padres/madres ha seleccionado el cuento ganador.
Todas estas actividades han coincidido con la semana cultural del “día del libro”.
Las bases del concurso establecían dos folios A4 como máximo y los personajes del
cuento debían ser, entre otros, los personajes principales de “La leyenda de las Fuentes del
Marqués”, es decir, la princesa musulmana Hayla, el caballero templario Jorge y el rey
moro.
Entre todos los cuentos presentados a concurso ha ganado el escrito por un alumno
de 5º C, Javier González Hernández. El título del cuento ganador ha sido: “La sombra
misteriosa”.
En este libro, ofrecemos todos los cuentos seleccionados tanto del alumnado como de
las familias.
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ÍNDICE
La sombra misteriosa .................................................................................. 8
La princesa y el lobo .................................................................................. 10
Buscando a Manolo................................................................................... 11
La princesa enamorada.............................................................................. 12
El país de las flores.................................................................................... 13
Las aventuras de la princesa Hayla y el caballero Jorge............................ 14
Las aventuras de Hayla y Jorge................................................................. 16
El país de las 9 en punto ........................................................................... 17
La princesa del corazón malvado............................................................... 18
El secreto de Jorge y Hayla........................................................................ 20
El amor imparable ..................................................................................... 21
Amor mejor que furia................................................................................. 22
Un verano muy especial............................................................................. 24
Los enamorados Jorge y Hayla .................................................................. 25
La princesa de la cueva mágica.................................................................. 26
El dragón de las montañas ........................................................................ 27
La misteriosa ciudad flotante.................................................................... 28
El amor mueve planetas............................................................................. 29
La elegida ................................................................................................. 30
El guerrero del bosque................................................................................ 31
El sueño de Julia ....................................................................................... 32
La leyenda de mis fiestas........................................................................... 34
La princesa atrapada................................................................................. 35
Hayla y Jorge encuentran unas ruinas Calá............................................... 38
Las aventuras de Hayla y Jorge................................................................. 41
El caballero y la princesa........................................................................... 44
La vida de Hayla....................................................................................... 45
La nueva vida de Jorge y Hayla ................................................................ 46
El sacrificio de Jorge y Hayla.................................................................... 47
La princesa Hayla ..................................................................................... 48
Un viaje de época ...................................................................................... 49
Un amor sin prejuicios............................................................................... 50
El sueño..................................................................................................... 52
Un gran final............................................................................................. 53
El gran descubrimiento.............................................................................. 54
El collar mágico......................................................................................... 55
La ciudad perdida...................................................................................... 56
5
Una historia romántica ............................................................................. 57

La máquina del tiempo .............................................................................. 58
Un amor prohibido .................................................................................... 59
El rey moro, la princesa Hayla y el caballero Jorge.................................... 60
Todo un mundo por descubrir .................................................................... 62
La cruz robada .......................................................................................... 66
La gran batalla del caballero Jorge............................................................ 68
La bondad de Hayla .................................................................................. 69
Amor verdadero ......................................................................................... 71
El viaje de Hayla....................................................................................... 73
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“LA SOMBRA MISTERIOSA”
(Javier González Hernández, 5º C Primaria)
Érase una vez, hace cosa de varios siglos, en un pueblo llamado Caravaca
de la Cruz, una princesa musulmana llamada Hayla, estaba en su cuarto muy
aburrida porque no podía salir a la calle. Por mucho que lo intentaba, su padre
siempre la pillaba. En la otra punta del pueblo estaba el rey cristiano y sus
templarios, entre ellos el más destacado, Jorge. Jorge, era muy valiente y guapo,
todas las doncellas de los alrededores suspiraban por él.
Aquella tarde, Hayla, apoyada en la ventana de su habitación,
contemplaba la puesta de sol, cuando vio en el horizonte la figura recortada de
un misterioso caballero; los ojos de Hayla se iluminaron y…
Hayla salió de su cuarto, corrió por el pasillo hasta las escaleras, burlando
la vigilancia de su padre y se escapó.
Corrió hacia el misterioso caballero que, cuando se dio cuenta de la
presencia de Hayla, se dirigió hacia ella.
Frente a frente, sus miradas se cruzaron y quedaron profundamente
enamorados.
Caminaron bajo la luz de la luna y empezaron a hablar. Ella le contó que
su padre era el rey moro y Jorge le contó que servía al rey cristiano en la Orden
de los Templarios.
Decidieron quedar cada atardecer para verse.
Un día pensaron que sería bueno conocer a sus familias; Jorge llegó al
castillo de Hayla para conocer al rey moro, pero éste se negó a recibirlo y le echó
de sus tierras prohibiendo a Hayla que volviera a verle.
Muy triste, Jorge se lo contó a su padre, esperando que él le dejase pero
igualmente lo rechazó.
En el siguiente atardecer, muy tristes decidieron escaparse...
De repente el olor de la cena invadió la habitación de Hayla y la voz de su
madre la devolvió a la realidad:
-¡Hayla, que se enfría la cena!
Hayla volvió a la ventana, miró al horizonte y pensó si algún día llegaría
a conocer a aquel misterioso caballero.
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“LA PRINCESA Y EL LOBO”
(Educación Infantil, 3 años A)
Érase una vez, una princesa llamada Hayla que tenía el pelo muy largo de
color negro y unos ojos verdes como la esmeralda. Vivía en un palacio con su
padre el rey moro, situado en lo alto en la ciudad de Caravaca de la Cruz.
Un día, la princesa salió a dar un paseo por los jardines de alrededor de
palacio y en el camino se encontró con un lobo. La princesa salió corriendo
pidiendo ayuda. Cerca de allí, un caballero templario llamado Jorge, al escuchar
los gritos, se acercó, sacó su espada y el lobo se asustó tanto que huyó.
La princesa Hayla y el caballero templario Jorge, se
hicieron amigos y siguieron paseando. Se encontraron
con un campo de flores y Jorge le regaló un ramo a la
princesa. Después, Jorge acompañó a la princesa a
palacio y se despidieron.
Cuando la princesa Hayla llegó a palacio, le contó a su padre lo sucedido y
el rey moro decidió buscar al caballero Jorge y hacerle una fiesta en
agradecimiento por lo que había hecho por su hija.
La búsqueda de Jorge duró unos tres años, pero finalmente
apareció. Cuando Jorge entró al palacio se encontró una gran
sorpresa: Le habían preparado una gran fiesta con globos,
chuches, todo tipo de comida como patatas fritas, olivas con
hueso y sin hueso, bocadillos,…, también había música y una
gran tarta. Se lo pasaron muy bien ese día.
El rey moro invitó a Jorge a que se quedara en palacio durante algún
tiempo y Jorge accedió. En ese tiempo, la princesa Hayla y el caballero
templario Jorge, se enamoraron y decidieron casarse. Fueron muy felices y
tuvieron muchos hijos.
Del lobo que asustó a la princesa, nada se supo. Seguramente corrió tanto
que llegó a otra ciudad.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
10

“BUSCANDO A MANOLO”
(Educación Infantil, 3 años B)
Érase una vez una princesa llamada Hayla que vivía en Torrevieja, en una
casa encantada con su papá, el rey moro. Hayla tenía una mascota que era una
araña y se llamaba Manolo.
Un día, Manolo fue al mar porque hacía mucho calor y, como no sabía
nadar, se lo comió un tiburón.
Entonces, la princesa muy preocupada fue al mar y conoció al caballero
Jorge, que era un marinero que buscaba tiburones malos. El marinero Jorge se
metió en la barriga del tiburón, sacó a Manolo y se lo entregó a Hayla.
La princesa estaba tan contenta que decidió hacer una fiesta en su casa
encantada. Su papá, el rey moro, invitó a Jorge que prometió enseñar a nadar a
Manolo y llevarlo a pasear en su barco, atado a la correa que tienen en la
cintura para que no se pierda.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
¡Esperemos que os haya gustado!
11

“LA PRINCESA ENAMORADA”
(Educación Infantil, 4 años A)
Había una vez un caballero llamado Jorge, que vivía en un castillo en la
ciudad de Caravaca.
Jorge se enamoró de una princesa llamada Hayla. Iba a verla todas las
noches y su amigo lo descubrió, pero decidió ayudarlo para que pudieran ser
felices.
Fueron a hablar con el sultán pero les dijo que nunca lo permitiría.
Hayla se puso muy triste y le suplicó que los dejara estar juntos. El sultán
al ver a su hija así, se le encogió el corazón y les dijo que sí.
Desde aquel día, Jorge y Hayla, vivieron muy felices y ….moros y
cristianos vivieron en paz.
12

“EL PAÍS DE LAS FLORES”
Érase una vez un castillo, una princesa que se llamaba Hayla, un rey moro
y un niño llamado Jorge.
La princesa iba a caballo por el camino de “los árboles” cuando, de
repente, salió una bruja y la asustó, (pero ella sólo iba a buscar flores para poner
su casa bonita).
Hayla, se puso muy contenta cuando vio por el camino unos niños como
ella.
Jorge que era un niño muy simpático, le dijo que iban en busca del “país
de las flores”.
La princesa, dijo a sus nuevos amigos: -¡adelante!,¡adelante! que yo sé
donde está.
Peroooo…, se perdieron por el camino, (porque los niños no se pueden ir
solos).
Aunque fueron muy afortunados porque los encontró el rey moro, que los
llevó al castillo del país de las flores de todos los colores. A la bruja le regalaron
muchas, muchas, muchas flores para poner su casa muy bonita.
Y… colorín colorado esta florida historia se ha terminado.
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“LAS AVENTURAS DE LA PRINCESA HAYLA Y EL
CABALLERO JORGE”
Había una vez una princesa y un caballero.
La princesa Hayla vivía en un castillo encantado. Cuando se hacía de
noche aparecía un fantasma por el castillo. Era el fantasma del caballero Jorge,
a lomos de su caballo esqueleto.
La princesa Hayla y el fantasma Jorge eran amigos inseparables.
Una noche, Hayla bajó de su habitación a buscar a su amigo Jorge. De
repente, oyó un ruido muy raro y se asustó. Era Jorque que quería darle un
sustillo. Hayla se quedó blanca como el papel y Jorge no paraba de reír. Para
tranquilizarla le dio un abrazo y un beso.
‐ ¿Preparada para la aventura?- Le preguntó Jorge.
‐ ¡Claro que sí! ¿Vamos a cazar murciélagos?- Contestó Hayla.
‐ ¡Buena idea!- dijo Jorge.
Entonces, los dos salieron en silencio del castillo hacia la cueva del bosque.
Allí vivían muchos murciélagos.
Entraron en la cueva en silencio pero Jorge pisó una rama y asustó a todos
los murciélagos que salieron volando rápidamente.
Esa noche no tuvieron suerte en su aventura y no pudieron cazar ni un
solo murciélago. Los dos chicos se quedaron muy tristes.
‐ No te preocupes Hayla. Mañana tendremos otra aventura, – le dijo Jorge.
‐ Eso espero, – respondió Hayla.
Los dos volvieron al castillo. Hayla se metió en la cama y Jorge
desapareció.
¡Colorín, colorado, esta historia se ha acabado!
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“LAS AVENTURAS DE HAYLA Y JORGE”
(Educación Primaria, 1º A)
Hayla y Jorge, huyendo de la guerra, salen del túnel secreto de las Fuentes
del Marqués y se encuentran una casa en medio de un enorme pantano.
Entraron a la casa y encontraron a unos soldados. Jorge les preguntó si
podían refugiarse en esa casa. Los soldados les invitaron a cenar y uno de ellos
les contó que muy cerca había un precioso castillo, pero nadie había vuelto vivo
de ese castillo para contar como era ni qué había en él.
A la mañana siguiente decidieron ir a ese misterioso castillo.
Entraron al castillo y encontraron un tesoro custodiado por un gran
dragón.
Jorge engañó al dragón y le quitó el tesoro, pero cuando huían, Hayla se
dio cuenta de que el dragón estaba encadenado. Se apiadó de él y con su espada
rompió las cadenas liberando al dragón.
El dragón les dio las gracias, les explicó que era víctima del embrujo de un
malvado mago, llamado el rey moro, que le obligaba a defender el tesoro.
El dragón en agradecimiento, les dio el tesoro, se hicieron amigos y
vivieron todos felices en ese castillo bajo la protección del dragón hasta el fin de
sus días.
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“EL PAÍS DE LAS 9 EN PUNTO”
(Educación Primaria, 1º B)
Érase una vez un país que se llamaba “Las 9 en Punto” porque todos los
habitantes se acostaban a las 9 en punto. Sin embargo, algunos no dormían
porque tenían que hacer guardia. El caballero templario Jorge era uno de ellos.
En ese país, también vivía una princesa musulmana llamada Hayla. Un
día, su padre el Rey Moro, dijo que quien quisiera casarse con ella tenía que
resolver 3 pruebas:
-La primera prueba consistía en ayudar a Hayla a recuperar el collar que le
quitó la serpiente de 3 Cabezas.
-La segunda prueba consistía en ayudar a Hayla a conseguir la flor del
Árbol Movedizo.
-La tercera y última prueba consistía en proteger a Hayla todo el tiempo.
Jorge, el caballero templario, se había enamorado de la princesa y se
presentó a las pruebas para poder casarse con ella. Jorge superó las pruebas y la
princesa Hayla también se enamoró de él. Entonces, un día fueron a pasear por
el Bosque Mágico. Allí, Jorge le pisó la capa a Hayla y ésta cayó al agua,
convirtiéndose en sirena. Sin embargo, cuando salía del agua se convertía otra
vez en princesa. Ese día, el Rey Moro se dio cuenta de que Hayla no estaba en
el castillo y pensando que la habían raptado fue a buscarla con el ejército. Por el
camino, un dragón les dijo que había visto a la princesa con el caballero yendo
hacia el Bosque Mágico. El Rey Moro y el ejército fueron hasta allí y al ver lo
enamorados que estaban Jorge y Hayla, decidieron ser bandos amigos y no
luchar más.
Así, Jorge y Hayla decidieron casarse en las Fuentes del Marqués, que
estaban dentro del Bosque Mágico y fueron felices y comieron perdices.
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“LA PRINCESA DEL CORAZÓN MALVADO”
Había una vez un reino muy lejano llamado CHUCHELANDIA, donde
vivían una princesa malvada, de corazón negro, que se llamaba Hayla y su
padre, el rey moro.
En Chuchelandia, las casas eran de chocolate blanco y los árboles de
caramelo, como piruletas. Las nubes eran de algodón de azúcar y la hierba de
regaliz. En aquel país, sus habitantes eran galletas de jengibre.
En las colinas de este lejano lugar había un palacio encantado donde
habitaban la princesa y su padre. El enorme castillo estaba rodeado de aguas
negras mágicas. Si alguien se bañaba en estas aguas se convertiría en estatua de
chocolate y la malvada princesa Hayla se la comería o la destrozaría. Tan sólo
aquel que tuviera el corazón más noble del reino se libraría del hechizo de estas
aguas.
Todos los habitantes de este dulce lugar estaban atemorizados por la furia
maligna de la princesa Hayla. Estaban hartos de vivir así y decidieron que esta
situación tenía que acabar.
En Chuchelandía se escuchaban leyendas sobre las hazañas de un
caballero templario llamado Jorge, el cual había vencido numerosas batallas a la
maldad, el odio y la ira.
El rey moro envió su ejército en busca del caballero Jorge para que ayudara
a la princesa Hayla a eliminar el odio de su corazón.
Hayla, que era muy lista, adivinó los planes de su padre con el caballero
templario Jorge. La princesa no iba a quedarse de brazos cruzados, tenía que
encontrar a Jorge antes de que lo hicieran los soldados. Cuando lo encontrara, lo
engañaría para que se fuera con ella y tirarlo a las agua de palacio.
La princesa, rápidamente, se subió a lomos de su dragón de tres cuernos y
fue en busca del caballero templario Jorge.
Cuando vio al ejército del rey moro, su dragón comenzó a escupir por los
cuernos colmillos de dientes de sable, que formaban jaulas para apresar a los
soldados. Una vez detuvo a los soldados, la princesa tenía el camino libre para
encontrar y engañar al noble caballero.
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Tan sólo habían atravesado unas cuantas nubes de algodón cuando la
princesa divisó al caballero. Jorge descansaba apaciblemente a la sombra de uno

de esos árboles de caramelo del reino de Chuchelandia. La princesa, entonces,
bajó de su dragón y, caminando sigilosamente, se acercó hasta donde Jorge
dormía.
El caballero templario se despertó de repente y vio ante él lo más bello que
sus ojos habían visto jamás. Era la princesa Hayla que con su gran belleza
había dejado deslumbrado a Jorge. Así que, sin pensarlo, la siguió hasta su
castillo.
Una vez llegaron a palacio, y estaban frente a sus aguas, la princesa se
apresuró a empujar a Jorge dentro de ellas. Pero algo inesperado sucedió.
Cuando Jorge cayó al agua, una enorme luz deslumbrante salió desde
hasta las esponjosas nubes de algodón, creando un campo de fuerza de caramelo
invisible alrededor del palacio.
La princesa quiso huir con su dragón y chocó inesperadamente contra el
muro invisible y cayó al agua, dónde estaba el caballero Jorge.
La maldad y el odio de Hayla desaparecieron, gracias a que el corazón
puro y noble del caballero templario las había limpiado de todo mal. La princesa
se convirtió en una amable, generosa y alegre joven.
Hayla quería ser una princesa bondadosa y valiente, así que, pidió permiso
a su padre para marcharse con Jorge. Juntos ganarían infinitas batallas a la
maldad y el odio existentes en toda la faz de la tierra.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
19

“EL SECRETO DE JORGE Y HAYLA”
Había una vez un joven caballero templario que se llamaba Jorge y una
bella princesa mora llamada Hayla.
Jorge era novato como caballero, y le habían asignado un deber, proteger a
la princesa Hayla.
El joven caballero, era muy tímido y vergonzoso, además de ser la primera
vez que le encargaban una misión de tanta responsabilidad.
Así pasaron días y días…meses y meses…años y años…hasta que el
caballero templario se atrevió a hablar a Hayla.
Un tiempo después se casaron y entre los dos gobernaron toda España.
Al cabo de unos meses tuvieron dos niñas mellizas muy pero que muy
preciosas, a las que les pusieron de nombre Vera y Luna. Eran unas niñas muy
tranquilas que comían bien, dormían bien, se portaban bien y…todo lo demás.
Jorge y Hayla reinaron muy bien, ¡hasta le regalaban cosas a la gente!
Cuando crecieron sus hijas, el palacio ya no era igual.
Sus hijas eran unas niñas muy modernas, con una forma de pensar y de
vestir muy diferente a las de sus padres.
Al cabo de unos días, y tras ver más extrañas de lo normal a sus hijas,
Jorge y Hayla comenzaron a investigar y descubrieron un túnel en la habitación
de sus hijas. Ellos no dijeron nada, lo guardaron en secreto y esperaron.
Tiempo más tarde descubrieron que el túnel lo habían hecho sus hijas para
salir del castillo sin ser vistas. ¿Dónde les llevaría?
Una noche de verano, cuando la luna llena iluminaba todo el castillo,
Jorge y Hayla vieron unas sombras sospechosas, las siguieron y descubrieron que
eran sus hijas, fuera de las murallas del castillo. Habían usado el túnel secreto
para llegar a un castillo enemigo.
Sus padres sellaron el túnel y cuando Luna y Vera quisieron volver a su
castillo. se encontraron el túnel cerrado.
Acudieron a sus padres y les contaron que habían hecho el túnel para
poder ver a sus amigas del otro castillo.
Pensaban que al tratarse de las hijas del rey enemigo, se enfadarían con
ellas, pero Jorge y Hayla no se enfadaron y las entendieron.
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A partir de ese día, nunca más volvieron a engañar a sus padres.

“EL AMOR IMPARABLE”
Hace mucho, mucho tiempo, tanto que mucha gente no lo recuerda, en el
castillo de Caravaca vivía un rey moro y su hija Hayla. Ella tenía un rostro
bello, dulce y suave como el algodón.
Cristianos y musulmanes convivían juntos pero se peleaban de vez en
cuando.
Un día muy tranquilo la bella princesa fue a pasear a las Fuentes del
Marqués y esa noche no volvió al castillo. Al día siguiente todos los musulmanes
fueron a buscarla pero sin éxito, así que a la fuerza tuvieron que llamar al mejor
y más temido caballero templario llamado Jorge.
El templario empezó a buscarla día y noche: la
llamaba a gritos, buscaba pistas en el suelo y en
los árboles y entró en todas las cuevas de las
Fuentes hasta que encontró un tacón y un
encaje de seda…pero no a ella. Jorge volvió al
castillo con las muestras encontradas y habló
con el rey moro.
-No he podido encontrar a su hija, deberíamos unir fuerzas entre los cristianos y
los musulmanes.
-Sí, tienes razón.
- Voy a avisar a los cristianos.
La búsqueda fue emocionante,
agotadora y un gran reto para los musulmanes
y cristianos. Estaban sedientos y muy
cansados y fueron a beber agua del arroyo y de
repente el agua se los tragó. Allí estaba la
princesa metida en una cueva subterránea y la
sacaron rápidamente. La princesa estaba muy
agradecida, y además se enamoró del caballero
Jorge y se casaron. Y musulmanes y cristianos se llevaron muy bien.
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“AMOR MEJOR QUE FURIA”
Érase una vez, en tiempos de guerras y luchas, una princesa llamada
Hayla y un príncipe llamado Jorge, los cuales eran muy buenos amigos.
Vivían en una casa abandonada muy alejada de la ciudad porque los
padres de ambos, temiendo por la vida de sus hijos, los habían enviado allí para
que no los matasen.
La guerra parecía no tener fin y a Jorge y a Hayla se les acababa la
comida. Llamaron a sus padres pero estos tampoco tenían víveres. Así que
decidieron salir al campo para buscar de qué alimentarse.
Después de dos días caminando sin rumbo por las montañas, se
encontraron con una linda conejita, de orejas muy largas y puntiagudas.
‐ ¿Qué hacéis por estos montes tan alejados de la ciudad? -les preguntó la
conejita.
‐ Llevamos dos días vagando en busca de comida y bebida. Estamos
hambrientos. ¿Nos podrías ayudar? – preguntó Hayla.
‐ ¡Sí! Os llevaré a mi madriguera que está repleta de zanahorias. Por cierto,
me llamo Esperanza y me gusta rascarme la panza. ¡Ja, ja, ja! –rió la
conejita. ¿Cómo os llamáis vosotros?
‐ Yo soy Hayla y este es mi amigo Jorge.
Los tres se dirigieron a la madriguera de Esperanza. Cuando llegaron, ésta
les presentó a sus crías: Amapola, Margarita, Rosita y Tulipán.
Después, se sentaron a la mesa para comer, resultando que las pequeñas crías ¡se
lo habían comido todo! Jorge y Hayla se marcharon muy tristes de allí para
seguir con su búsqueda.
Empezó a llover y se refugiaron en una cueva cercana. Era tenebrosa y
oscura pero tenían mucho frío y necesitaban descansar.
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Cuando se despertaron a la mañana siguiente, no podían creer lo que
tenían enfrente… era una sombra grande y extraña. Se asustaron, pero un rayo
de luz entró por la cueva y dejó al descubierto aquel ser: era un hombre alto,
moreno y corpulento. Llevaba una camisa y unos pantalones de color azul
oscuro. El cinturón era rojo e iba envuelto en una gran capa morada.

-¿Quiénes sois? –preguntó.
-Tranquilo, venimos en son de paz. Queremos comer algo. Somos Hayla y
Jorge.
-¿Hayla y Jorge? ¿Los jóvenes príncipes cuyos padres iniciaron esta
interminable guerra? Mi único hijo murió en ella. Y desde entonces estoy solo y
triste. Yo soy Hamza, el Rey Moro dueño de estas montañas. Venid conmigo y
esta noche beberéis y comeréis hasta que os hartéis. –dijo Hamza.
Esa noche Hayla y Jorge, después de mucho comer y beber, durmieron
como niños. Cuando despertaron, decidieron volver a sus casas para pedirles a
sus padres que la guerra cesara, ya que muchos seres queridos habían fallecido. Y
de esta manera, agradecerían al Rey Moro su ayuda.
Pasados unos meses la guerra había terminado y Jorge y Hayla se habían
casado. Iban a ser padres por primera vez y decidieron buscar de nuevo al Rey
Moro para pedirle que fuese el padrino del bebé.
Cuando Hamza se enteró, visitó a los jóvenes príncipes. Y conoció al bebé,
una princesa de rostro angelical llamada Layda. La tomó entre sus brazos y al
mirarla a los ojos nunca más se sintió solo.
Y colorín, colorado una nueva familia se ha formado.
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“UN VERANO MUY ESPECIAL”
(Educación Primaria, 3º C)
Hace algún tiempo en un verano muy caluroso se conocieron dos niños
llamados Hayla y Jorge.
Jorge era un niño de 10 años que vivía en Madrid y Hayla era una niña de
su misma edad que vivía en Turquía. Los dos se conocieron en un campamento
de verano que se desarrollaba en el paraje de las Fuentes del Marqués, en
Caravaca de la Cruz.
Cuando llegaron era de noche, encendieron una hoguera y tostaron nubes
al fuego, cantando canciones típicas de sus ciudades. Jorge y Hayla coincidieron
de parejas y se hicieron amigos. A partir de ese momento se convirtieron en
amigos inseparables, realizaban todos los talleres juntos y se lo pasaban genial.
Poco a poco se enamoraron y cuando el campamento terminó se pusieron muy
tristes por tener que separarse.
Cuando volvieron a sus casas se comunicaban todos los días con mensajes
de whatsapp, twitter, instagram,…etc. Aún así se echaban mucho de menos.
Pasaron los años y Hayla decidió ir a Madrid para estudiar y aprender
español. Cuando llegó se encontró a Jorge esperándola en el aeropuerto y se
dieron un gran abrazo, juraron que nunca más se separarían.
Cuando terminaron sus estudios, el padre de Hayla se puso muy enfermo y
ella tuvo que regresar a su casa. Jorge la acompañó y conoció a su familia.
Juntos decidieron quedarse a vivir en Turquía. Poco a poco Jorge se adaptó y al
final vivieron muy felices.
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“LOS ENAMORADOS JORGE Y HAYLA”
Érase una vez un rey moro llamado Mustafá que era muy justo con su
pueblo pero no lo era con su hija Hayla.
El rey quería que se casara con un príncipe musulmán pero ella no quería.
Por la noche, la princesa se escapó del castillo y se fue al bosque. De repente,
Hayla oyó algo y no sabía lo que era. Por sorpresa salió una manada de jabalíes.
Hayla se asustó tanto que se puso a correr mientras que un caballero templario
llamado Jorge andaba por esos lugares del bosque. En ese instante, Hayla se
cruzó con Jorge y el caballero la salvó de la manada de jabalíes.
Hayla se asustó al ver a Jorge al que le dio un empujón y salió corriendo.
Jorge, sabiendo que estaba en peligro, decidió seguirla y Hayla se dio cuenta de
que no tenía solución y decidió parar y dejar que Jorge la ayudara.
Mientras que llegaban a casa a los dos se les ablandó el corazón y se
enamoraron.
El rey moro se dio cuenta en la cara de su hija de que estaba enamorada. A
Hayla se le escapó el nombre de Jorge y el rey moro lo puso en busca y captura.
Al siguiente día lo encontraron en el bosque. El rey ordenó que lo mataran pero
al ver la cara de tristeza de su hija, le perdonó la vida y dejó a Hayla que se
casara con quien quisiera porque da igual ser musulmán o cristiano, lo
importante es el interior de las personas.
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“LA PRINCESA DE LA CUEVA MÁGICA”
Había una vez una princesa llamada Hayla que un día paseando se
encontró a un joven caballero templario. Lo vio encerrado en una cueva mágica
donde lo había metido el rey moro, padre de la princesa. Jorge, gritaba:
-¡Socorro…! Y la joven princesa intentó ayudarle y al no poder acercarse
a la cueva por lo mágica que era, salió a pedir ayuda. Se acercaba a unos y a
otros y todos le negaban dicha ayuda. Se entristeció muchísimo viendo a la gente
que no era capaz de ayudar a nadie. En ese momento se dio cuenta de que ella
sola tendría que salvar a su amigo Jorge.
Volvió a la cueva a ver cómo estaba el caballero y cuál fue su sorpresa
cuando vio al rey moro. Éste, al verla aparecer, se puso a reír tanto que se quedó
sin fuerzas. - ¿Qué hace una princesa como tú en su sitio como éste?, preguntó el
rey moro, a lo que la princesa le respondió: - He venido a ayudar a este caballero
templario que lo habéis hecho prisionero a cambio de nada.
El malvado rey moro le dijo que tenía una deuda pendiente con los
templarios, que él había sido el elegido y que tenía que pasar por encima de él
para poder libera a Jorge.
La princesa comenzó a ser simpática con el rey con la idea de convencerlo
para dejar libre al caballero. Le costó mucho trabajo pero, poco a poco, fue
convenciendo al rey de que Jorge no era el más indicado para estar encerrado en
aquella cueva mágica, que habría que buscar a otro caballero y así, poco a poco,
lo convenció dejando libre al caballero templario.
Una vez libre, Jorge agradeció tanto a la princesa su ayuda que a partir de
aquel momento nunca más se separó de ella. Los dos comenzaron a ayudar a
otras personas que también necesitaban cualquier tipo de ayuda y nunca la
había recibido. De esta forma su pueblo se convirtió en el más feliz de toda la
comarca.
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“EL DRAGÓN DE LAS MONTAÑAS”
Érase una vez un reino en un país precioso con grandes valles y montañas
donde reinaba un rey moro llamado Halhakem y su favorita hija, la princesa
Hayla.
Este reino sólo estaba amenazado por un terrible y peligroso dragón de dos
cabezas que lanzaba fuego y abrasaba todo lo que veía a su paso. Toda la gente
estaba atemorizada y nadie salía de sus casas excepto la princesa Hayla que en
ocasiones salía a escondidas. Un día estaba cogiendo espárragos y le salió el
dragón y, justo cuando la iba a atacar, apareció un caballero cabalgando sobre
un hermoso caballo y sacando su espada se enfrentó al dragón. Con mucha
habilidad, valentía y varios forcejeos consiguió abatir al dragón.
La princesa Hayla quedó maravillada de la hazaña del caballero y lo
invitó a su castillo. El rey moro le dijo que pidiera lo que quisiera. El caballero,
muy educadamente, le pidió casarse con la princesa Hayla. El rey y la princesa,
llenos de alegría, dijeron que sí.
27

“LA MISTERIOSA CIUDAD FLOTANTE”
(Educación Primaria, 4 A)
Había una vez una princesa llamada Hayla, era musulmana y su padre era
el rey moro.
La princesa vivía en las Fuentes del Marqués,en Caravaca de la Cruz. Un
día vio a un conejo con dos ranitas que salieron del agua y decidió seguirlos. Los
siguió hasta una puerta grande y ancha. Hayla volvió para contárselo a su
padre y a Jorge, su amado caballero templario que lo acompañaba. Cuando se lo
contó se quedaron super extrañados y empezaron a preguntarle:
-¿Cómo lo has encontrado?, ¿dónde está?, ¿cuándo lo has encontrado? La
princesa Hayla los llevó hasta ese misterioso lugar, Jorge abrió la puerta y
pudieron entrar. Dentro había mucha agua, una especie de lago gigante.
Cogieron una barca y navegaron hacia el otro extremo donde había una pequeña
isla. Desde ahí vieron algo encima de ellos; Hayla dijo:
-¡¡¡Una ciudad flotante, es una ciudad flotante!!!, pero, ¿cómo
subiremos?, preguntó el rey. Entonces aparecieron unas pequeñas hadas que con
su polvo de hadas consiguieron subir.
Allí arriba se estaba muy a gusto, hacía mucho sol, había playa, etc…
pero… ¡¡había un jefe pirata, con muy mala cara!! Vio que el rey moro llevaba
un traje muy lujoso y un gorro con muchas perlas y quiso tener todo lo que tenía
bajo su poder. Así que cogió a Hayla y juró que hasta que el rey no le diera todo
lo que tenía, no la soltaría. Jorge luchó con él pero no consiguió derrotarlo pues
era bastante fuerte. Las hadas, con su polvo de hada, consiguieron hacerle
cosquillas y de esta forma el pirata soltara a Hayla. El capitán estaba muy
furioso, Hayla se sentó a su lado y le explicó que tener envidia es muy malo. El
pirata lo entendió y no volvió a ser malo ni envidioso nunca más. Devolvió todo
lo que había robado y Hayla, Jorge y el rey moro se quedaron para siempre en la
“MISTERIOSA CIUDAD FLOTANTE”.
28

“EL AMOR MUEVE PLANETAS”
(Educación Primaria, 4 B)
2 de mayo de 3.044
Cuenta la leyenda que en el poblado de Torreprisma vivieron dos amantes
llamados Hayla y Jorge.
Hayla era una princesa musulmana cuyo padre el Sultán Surmumen
buscaba la conquista de nuevos planetas.
Jorge era un joven que servía en la Orden de los Caballeros Templarios que
luchaban para salvar la galaxia de la supresión de los musulmanes.
Hayla y Jorge estaban muy enamorados pero no podían mostrar su amor
porque el Sultán nunca lo hubiera permitido.
Cierto día, al Sultán le llegaron rumores del idilio entre su hija y el
caballero lo que lo enfureció enormemente. Tras conocer la noticia envió a la
princesa a un planeta muy lejano llamado Laximaran, consiguiendo separar así
a la pareja.
Al enterarse de lo sucedido, Jorge fue en su busca en su nave de combate
junto con un ejército de Caballeros Templarios que acudieron a ayudarlo en el
rescate de la princesa. Cuando llegaron al planeta, el imperio musulmán los
estaba esperando, lo que originó una terrible batalla entre ambos ejércitos. Cada
uno de ellos contaba con un gran armamento, como espadas y flechas láser y
granadas de escaribidium (el material más duro que existía en ese planeta), entre
otras. Fue tan terrible el combate que el planeta quedó dañado hasta su núcleo,
generando monumentales erupciones de lava.
Los Caballeros Templarios ganaron la batalla. Jorge consiguió rescatar a
su amada princesa Hayla y el rey moro murió trágicamente abrasado bajo la
lava.
Los dos amantes gobernaron felizmente para siempre.
29

“LA ELEGIDA”
Había una vez una niña llamada Chloe que, tras un largo día de colegio,
estaba supercansada. Se fue a su cama y se durmió. Mientras dormía tuvo un
sueño muy raro. Soñó que estaba en las Fuentes del Marqués, donde aparecían:
Hayla, el Rey musulmán y Jorge, un Caballero Templario, los principales
personajes de la Leyenda de las Fuentes del Marqués.
Los tres personajes le decían en sueños que ella era la elegida y, en ese
momento, un fuerte ruido la despertó, eran los relinchos de unos caballos. Abrió
los ojos y se encontraba en las Fuentes del marqués. ¡No se lo podía creer!, ¡su
sueño era realidad!
Recordaba que Hayla, el Rey musulmán y Jorge estaban diciendo que era
“la elegida” algo que ella no entendía, pero no encontraba a ninguno de los tres
personajes por las Fuentes. De repente aparecieron los tres; venían muy
contentos y cuando vieron a la niña gritaron su nombre: “¡Chloe!”.
Chloe les preguntó:
-¿Por qué me habéis dicho que soy la elegida?, ¿qué queréis decir?
Ellos les respondieron:
- Eres amable, cariñosa y ayudas a los demás sin importarte su color, su
físico, su religión o cómo son. Por todo esto debes ser recompensada y por eso te
vamos a conceder un poder, la vida eterna. Hay muy pocas personas como tú en
el mundo.
Los tres le lanzaron un beso y en ese momento le concedieron ese poder.
Sonó el despertador y Chloe se despertó, no se lo podía creer, todo había
sido un sueño. Pero ese sueño la animó a ayudar más a los demás y a investigar
sobre Hayla, el Rey musulmán y Jorge, el Caballero Templario y a descubrir un
mundo muy interesante.
30

“EL GUERRERO DEL BOSQUE”
Érase una vez un bosque secreto donde vivía un caballero llamado Jorge.
Era hermoso, rubio, con ojos azules como el cielo, cabeza apepinada y vestía
con unas prendas un poco antiguas.
El caballero no tenía ni amigos ni una amada. Un día se encontró con un
conejo; era muy extraño. Éste le dijo:
–En este bosque se halla un castillo encantado.
El caballero buscó por todo el bosque y no lo encontraba. Justo cuando
estaba anocheciendo vio unas luces y encontró el castillo.
En él vivía el rey Juan y su hija Hayla los cuales estaban encerrados sin
poder salir del castillo por un hechizo de la bruja del bosque. El hechizo
consistía en que la princesa Hayla se enamoraría sin poder salir de las murallas
del castillo.
Jorge se presentó como el guerrero del bosque y pidió cobijo al rey y cuando
a la mañana siguiente se despertó para irse del castillo y seguir su viaje, apareció
la princesa. Hayla era muy bella, tenía los ojos verdes, el pelo rizado y largo
hasta la cintura. El guerrero, al verla, quedó encantado y enamorado de ella.
El rey, al ver la reacción del guerrero, se alegró mucho pero a la princesa no
le gustó porque tenía la cabeza apepinada y además odiaba las armas.
Justo cuando el guerrero se marchaba del castillo, escuchó fuertes gritos
de la princesa porque había un dragón atacando al rey que estaba en el jardín
del castillo.
Entonces el guerrero Jorge se volvió y sacó su gran espada y derrotó al
dragón después de una gran lucha .
La princesa se quedó encantada de ver cómo el guerrero defendió con sus
armas a su padre el rey. La princesa, agradecida, abrazó al guerrero y miró sus
ojos. Quedó encantada y enamorada de Jorge.
Al día siguiente, cuando la princesa pudo pasar los muros del castillo, se
dio cuenta de que el hechizo se había roto.
Felices y libres, Jorge y Hayla vivieron en el castillo hasta el final de sus
días.
31

“EL SUEÑO DE JULIA”
Érase una vez una niña llamada Julia. Era morena y con los ojos azules,
de estatura mediana. Tenía ocho años y le gustaban las aventuras y los cuentos
de princesas y príncipes.
Aquel día fue una jornada de colegio un poco agotadora. Después de
comer, por la tarde, se quedó profundamente dormida…
… Se despertó y estaba en un bosque. Se miró de arriba a abajo y vio que
llevaba un vestido rosa con adornos brillantes, un hermoso collar de oro y en la
cabeza una hermosa corona, también de oro.
De repente, se apareció un Consejero Real y dirigiéndose a ella, éste le dijo:
- ¡Hayla, el príncipe Jorge le espera en el caballo!
La princesa no sabía quién era Jorge y, rápidamente, se preguntó:
- ¿Jorge?, ¿quién es ese Jorge?
- Pues, su novio, majestad. ¡Venga, acompáñeme!, - le dijo el Consejero
Real.
Hayla lo siguió y la llevó a un hermoso castillo donde le esperaba el
apuesto Jorge.
Jorge, al verla, le dijo:
-¡Hayla!, ¡qué bien que llegaste, te estaba esperando!
Hayla se subió al caballo y la llevó a un lugar muy hermoso con árboles,
flores, mariposas,…
Pero la felicidad duró poco tiempo porque vino el Rey Moro. Hayla no
sabía qué pasaba, pero Jorge le dijo:
- ¡Oh, no, es el Rey Moro, tu padre!, ¡nos ha encontrado!
El Rey Moro vino porque quería la guerra. El rey, le dijo:
-¡Cuánto tiempo, Jorge!
Y Jorge le respondió:
-¡Sí!, ¡cuánto tiempo!
- ¡Jorge, quiero que me devuelvas a mi hija o tendrás la guerra! Jorge le
respondió:
-¡Pues, tendrás la temida guerra!
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Empezaron con asestadas y se montó una enorme polvareda. No se sabía
quién sería el vencedor. Después de un gran rato luchando, alguien salió de la

polvareda. Hayla no sabía quién sería y empezó a tener miedo. Al instante salió
¡Jorge! Hayla le dio un fuerte abrazo y volvieron al castillo y…
…Julia se despertó, se frotó bien los ojos y su madre le dijo:
- ¡Julia, a merendar!
Julia se levantó de su cama y fue corriendo a contarle a su madre el sueño
que había tenido.
33

“LA LEYENDA DE MIS FIESTAS”
Erase una vez un pueblo pequeño llamado Caravaca de la Cruz. A Hayla
y Jorge los iban a coronar reyes. En aquel pueblo había una tradición que le
encantaba a Jorge y a Hayla.
Jorge era caballista y Hayla era la reina mora y disfrutaban mucho con
esas fiestas. Eran las fiestas de mayo, se subía al castillo corriendo caballos
vestidos con un manto bordado. Los moros y cristianos suben desfilando; ya era
hora: iban a ser reyes, 3,2,1…. ¡ya son reyes!
-¡No tan rápido! Dijo el rey, aun tenéis que pasar diez pruebas para ser
reyes:
Primera prueba: -Tenéis que sobrevivir en una isla cinco días, con diez
filetes y cinco botella de agua, tenéis que construir una cabaña y una barca de
madera. Lo consiguieron fácilmente.
Segunda prueba: domar un búfalo en treinta minutos en una selva de
Africa. ¡ Es más difícil pero no imposible..! Lo que sea por ser reyes. También
lo consiguieron.
…. Y así sucesivamente hasta la prueba final…
La última prueba , era la más difícil, más larga y más peligrosa: sobrevivir
durante quince minutos en el fondo marino. ¡Comienza la prueba! Primero
Hayla.. va muy bien hasta los diez minutos. Al acabar el tiempo Hayla no sale
y Jorge se sumerge para ver qué pasa. Pasan otros diez minutos y Jorge no sale;
entonces miraron al agua y desaparecieron.
Pero esta historia tiene moraleja:
“El valor es menos que la amistad”.
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“LA PRINCESA ATRAPADA”
Érase una vez una princesa llamada Hayla. Vivía en el castillo con su
padre que se llamaba Airam III. Él era muy estricto con su hija porque siempre
le estaba diciendo lo que tenía que hacer, por ejemplo: -¡Hija, tienes que
levantarte a las 8h! O, por ejemplo, que se tenía que lavar los dientes 10 veces al
día. Bueno, resumiendo, Hayla no le hablaba a su padre y su padre no dejaba de
decirle lo que tenía que hacer. Aquel día era muy importante para Hayla porque
era el primer día de colegio. Esa mañana, Airam acompañó a su hijo al colegio.
Ella, por el camino no paraba de pensar en su padre porque quería decirle que
era muy estricto, ella sabía que no era una cobarde. Entonces apretó los puños y
dijo:
- Papá, no quiero que seas tan estricto conmigo y siempre me digas lo que tengo
que hacer.- Airam se quedó sorprendido porque no se lo esperaba y contestó:
- Hija, lo siento por portarme tan mal contigo, solo quería que fueses la mejor
hija. Vale, lo siento- dijo Airam muy triste por lo que había hecho.
- Vale, papá, te perdono. Dame un abrazo - dijo Hayla. Entonces, se dieron un
abrazo y Hayla subió corriendo las escaleras del colegio. Cuando entró a la
clase, se quedó pasmada porque todo el mundo estaba gritando pero vio a
alguien que no estaba gritando, se trataba de un chico muy guapo. Entonces
Hayla entró a la clase y se dirigió hacia él y le dijo:
- ¡Hola! ¿Cómo te llamas?- dijo Haya muy contenta.
- Hola, me llamo Jorge. ¿Y tú?
- Me llamo Haya. ¿Quieres ser mi amigo?
- Vale. Siéntate aquí al lado mío.
En ese momento, se abió la puerta de un portazo y todo el mundo se quedó
callado. Hayla preguntó a Jorge al oído:
- ¿Quién es esa maestra?- preguntó Hayla alarmada.
- Es la directora y tiene muy mal carácter.
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- Hola, soy la señorita Rotenmeyer y ese año voy a se vuestra tutora, y el año
que viene posiblemente también- todo el mundo suspiró y sacó los libros de
matemáticas, se pusieron a hacer deberes sin rechistar.
Después de un primer día duro de colegio, cada uno volvió a su casa.
Hayla y Jorge se dijeron adiós y cada uno fue para su casa. Hayla tocó la

puerta y entró a su casa. Le esperaba un buen plato de lentejas. Después de
comérselo, con la barriga llena de tantas lentejas, dijo:
- Papá, adiós, me voy a dar un paseo para relajarme del buen día que he echado.
- Vale, hija, pero no vuelvas más tarde de las nueve. ¡Que te lo pases bien!
Hayla salió de casa y dejó que le diera todo el viento en su rostro. Empezó a
caminar y a lo lejos vio a alguien que le sonaba.
- ¡Hola Jorge! ¿Qué haces aquí?
- Pues lo mismo que tú, dando un paseo.
Los dos se rieron y empezaron a caminar, dando un paseo.
A los cinco minutos, vieron a una persona pasar al lado de ellos. Entonces, se
quedaron los dos pensativos y, al mismo tiempo, dijeron:
- ¿No te suena de algo esa mujer que acaba de pasar?
- Sí me suena - dijo Hayla.
Los dos tuvieron una idea, seguirla hasta donde fuese que fuera. Después,
en mucho tiempo, llegaron a una propiedad privada y la mujer entró dentro.
Hayla y Jorge entraron dentro del jardín, vieron una luz a lo lejos y los dos se
asustaron. Jorge salió corriendo y gritó:
- ¡Corre, Hayla! - dijo Jorge.
Hayla se se levantó y salió corriendo, pero la suerte ese día no la
acompañaba, porque nada más empezar a correr, se tropezó con una piedra y se
cayó. Pidió ayuda a Jorge, pero él no la escuchaba, se había marchado corriendo.
Entonces, la policía atrapó a Hayla y se la llevaron a comisaría.
Eran las diez de la noche y Airam vio que su hija no había vuelto. Se
puso muy nervioso y empezó a avisar a los vecinos de que su hija había
desaparecido. Pero, cuando ya avisó a unos cuantos vecinos, alguien le llamó por
teléfono, él lo cogió y vio que era la policía. Rápidamente, descolgó y escuchó
que la policía le había dicho que habían arrestado a su hija Hayla. Airam se
puso a llorar y fue corriendo para la comisaría. Estuvo hablando con su hija,
que no volviera a espiar propiedades privadas.
A los cinco días, Jorge se enteró del periódico que habían arrestado a
Hayla. Entonces, no se lo pensó dos segundos y fue a verla a comisaría y le dijo:
- Haiya, lo siento mucho por haberme marchado, te prometo que resolveré el
caso antes de que salgas de aquí.
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- Vale, Jorge, no te preocupes, la culpa fue mía - dijo Hayla.
Entonces se perdonaron y se dieron un abrazo. Y Jorge dijo a lo lejos:

- ¡Haila, no te preocupes!!, yo adivinaré quién era esa persona que nos sonaba
tanto - dijo alegre Jorge.
Y así es como acaba este bonito y precioso cuento. Espero que el que esté
leyendo este libro no se olvide nunca de Hayla y Jorge y le cuente a todo el
mundo que se lea la segunda parte de este cuento.
Y, como todo el mundo dice, fueron felices y... ¿comieron perdices?
37

“HAYLA Y JORGE ENCUETRAN UNAS RUINAS CALÁ”
Jorge y Hayla fueron a la mina profunda llamada “Las Profundas Cuevas
de Calá”. Se metieron.
-¿Será seguro?- dijo Jorge.
-Pues… no lo sé, la verdad- dijo Hayla.
Entonces, Hayla se tropezó con una piedra y, debajo de la piedra, se
descubrió un botón.
-¡Oh!, Dios, ¿estás bien?-.
-Sí, sí.
-Vale, sigamos. ¿Y este botón?
-Intenta darle- dijo Hayla.
Jorge le dio -¡¡¡ruchanr!!!- y entonces se abrió una puerta de piedra,
sacaron la linterna, se resbalaron y unos 5 minutos bajando, mareándose,
llegaron a unas ruinas llamadas Las Ruinas del Calá. Era una ciudad perdida,
en ruinas de hace 1000 años. Hayla y Jorge llegaron y encontraron una palanca,
le dieron, y se abrió una entrada a un templo donde había una especie de esfinge,
y le quitaron la nariz y…
-¡Se derrumba la entrada! -¡¡Oh, no!!-.
Gritaron, se preocuparon. -¡Pum!-.
-¡Aaaaaa!
¡Salieron volando! -¡Pum!-.
-¡Qué es esto!, gritó Jorge.
Y llegaron a una sala del tesoro, donde había: oro, diamantes, monedas de
oro, rubís, colgantes de joyas… etc.
-¡Oh! - dijo Hayla.
Entonces cogieron muchas cosas y dijeron…
-¡Somos ricos!
-Calá es impresionante- dijo Hayla.
-Hay que decírselo al Ayuntamiento, dijo Jorge.
-No, espera, les podríamos decir que lo pongan en un museo o algo, o
también no decírselo para poder quedárnosla, dijo Hayla.
-Mira, dijo Jorge ¿y este símbolo?
-Espera, ese hueco, es como el de la moneda.
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-¿Si?
-Sí, pon la moneda a ver lo que pasa.
La pusieron y, –¡Pum!
-Yo ya me estoy cansando de tanto ¡Pum!, dijo Jorge.
Y salió una palanca.
-Ja Ja, dijo Hayla, ya tenemos otra vez a nuestra amiga la palanca, dijo
Hayla.
Le dieron para arriba y para abajo, pero no se movió, y Jorge le apretó a
esto:
Y no pasó nada y entonces Hayla intentó mover la palanca y… ¡Ya se
movía!, y entonces una placa de losas se movió y les subió para arriba y llegaron
a una habitación con un faraón, que antes era una persona de la ciudad de Calá.
–rrrrrrrrrr- ¿Qué pasa?- dijo Hayla.
-Mira, se ha abierto la cabina de donde estaba el faraón- dijo Jorge.
De repente, salió una persona con vendas blancas, como las de papel
higiénico del baño, y ¡empezó a derrumbarse todo el templo!.
-¡Corre!, dijo Jorge.
-¡Y qué estoy haciendo!, dijo Hayla.
-¡Mira detrás de ti!
-¡¿Qué pasa?! ¡Ah! ¡Pum!, cayó una roca gigante detrás de ellos.
-¡Por la derecha!, gritó Hayla
-¡Chas! ¡Chas! ¡Chas!, se empezó a inundar el templo.
-Ja, Ja, ¡corre!, dijo Jorge.
-¡Aaahhh¡, gritó Jorge.
Se quedó colgando de un borde, que si se caía, se metería un capuzón en el
agua. Y justamente cayó una roca en el borde de donde estaba agarrado.
-¡Pum¡
-¡Oh no, ¡Jorge¡
-¡Tú sigue¡ espérare a que suba el agua.
-¡Eeeh, socorro!
Hayla se encontró junto a la momia. La momia la empujó.
-Ya subo, dijo Jorge, -¡Cuidadooo¡, dijo Jorge.
-¡Pum!. Hayla se cayó encima de Jorge y ¡Pum! les cayó una roca gigante
encima de los dos… Y, 8 horas después…
-¡Bag! ¿Qué ha pasado?-
-No lo sé
39

Estaban tumbados en el suelo.
-Vamos, dijo Hayla, -Ya hemos encontrado lo que queríamos.
(Estaban al lado de donde estaba la cueva de donde estaban)
-Mira el coche, está donde aparcamos. Pues bueno, aquí termina nuestra
aventura- dijo Jorge.
-¿Vamos a comprarnos la casa que queríamos?, dijo Hayla.
-Vale
Y vivieron felices y comieron perdices.
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“LAS AVENTURAS DE JORGE Y HAYLA”
En un pueblo muy lejano vivían Jorge y Hayla. Siempre vivían aventuras
pero ésta fue diferente porque se fueron a un bosque encantado.
‐ Hayla: ¡Wow! Jorge, mira este bosque, ¡es encantado!
‐ Jorge: ¡Sí! ¿Pero, habrá hadas?
‐ Hayla: Yo creo que sí, vamos a buscarlas.
‐ Jorge: ¡Vamos!
‐ Hayla: ¡Mira hadas!
‐ Jorge: ¡Wow!
‐ Hada Sofía: ¡Humanos correr!
‐ Hayla: No, por favor, no os vamos a hacer daño.
‐ Hada Sofía: Parar, creo que dicen la verdad.
‐ Jorge: ¡Hola, pequeñas hadas!
‐ Hada Sofía: ¡Hola!
‐ Hayla: ¿Vivís aquí?
‐ Hada Sofía: No, acabamos de llegar.
‐ Jorge: ¿Es que vuestra antigua casa no os gustaba?
‐ Hada Sofía: No es eso, es que una malvada sirena nos quitó nuestro collar.
‐ Hayla: ¿Y qué tiene que ver un collar con vosotras?
‐ Hada Sofía: Porque ese collar nos mantenía a salvo de todos los malvados
hechizos de la malvada sirena.
‐ Jorge: ¡Nosotros podemos quitarle el collar!
‐ Hada Sofía: ¡Harías eso por nosotros!
‐ Jorge y Hayla: ¡Sí!
‐ Hada Sofía: El collar se encuentra en el Océano Atlántico, pero tener
cuidado con la malvada sirena.
‐ Hayla: Pero si vamos a las profundidades del Océano nos ahogaremos.
‐ Hada Sofía: Tranquilos os daré un polvo mágico para que podáis respirar
bajo el agua.
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‐ Jorge: Estamos preparados para irnos ya.

‐ Hada Sofía: Poneros este polvo mágico en las piernas.
‐ Hayla: ¡Ya!
‐ Jorge: ¡Vamos Hayla, tírate ya al agua!
‐ Hayla: Adiós Hada Sofía.
‐ Hada Sofía: Adiós y tened cuidado.
‐ Jorge: Ya llevamos un buen rato buceando.
‐ Hayla: ¡Mira, tiburones nos van a matar!
‐ Jorge: ¡Esquívalos!
‐ Hayla: ¡Y qué crees que estamos haciendo!
‐ Jorge: ¡Uff, ha faltado poco!
‐ Hayla: Mira, Jorge, una casa ¿Será la de la sirena malvada?
‐ Jorge: Vamos a averiguarlo.
‐ Sirena María: ¡Que hacéis aquí!
‐ Hayla: Vamos a recuperar el collar de las hadas
‐ Sirena María: ¡Ni lo sueñes!
‐ Jorge: ¡Vamos a por el collar!
‐ Hayla: ¡Aahh delfines!
‐ Jorge: ¡Hayla, estás bien!
‐ Hayla: ¡No, me corto!
‐ Jorge: ¡Sirena María ahora más que nunca te voy quitar el collar!
‐ Sirena María: ¡Mira lo que le ha pasado a tu amiga! ¿No tienes miedo
todavía?
‐ Jorge: ¡No te tengo miedo!
‐ Hayla: ¡Huye, te va a matar!
‐ Jorge: ¡Tengo el collar!
‐ Sirena María: ¡No, el collar!
‐ Hayla: ¡No, huye, no me salves!
‐ Jorge: Nunca te dejaré aquí
‐ Hayla: Gracias Jorge.
‐ Jorge: ¡Lo logramos!
(UNAS HORAS DESPUÉS)
42
‐ Hayla: Hemos llegado.

‐ Jorge: ¡Sí!
‐ Hada Sofía: Tómate esta poción, se te irá ese corte.
‐ Hayla: ¡Wow me siento mejor que nunca!
‐ Jorge: ¡El collar!
‐ Hada Sofía: ¡Gracias! Tened esta flor que nunca se muere, es mágica.
‐ Jorge y Hayla: ¡Gracias, pero nosotros nos tenemos que ir, adiós!
‐ Hada Sofía: ¡Adiós!
43

“EL CABALLERO Y LA PRINCESA”
Érase una vez un caballero templario llamado Jorge que iba andando solo
por el bosque y se encontró con una princesa musulmana llamada Hayla. No se
conocían. La princesa le preguntó al caballero que si quería dar un paseo con
ella por el bosque y el caballero, al principio, se quedó en blanco y al minuto le
dijo que sí y se fueron los dos a pasear. Mientras paseaban, la princesa le
preguntó al caballero que cómo se llamaba y el caballero le respondió que se
llamaba Jorge. A la princesa le gustó mucho su nombre y el caballero le preguntó
que cómo se llamaba y ella le dijo Hayla, dando la casualidad de que la hija del
caballero se llamaba igual. La princesa le dijo que si se la podía presentar, pero
el caballero dijo que no podía porque había un rey moro que quería secuestrarla.
La princesa se quedó sorprendida y le dijo al caballero que ella llamaría a su
padre para que el rey moro no la secuestrara porque el padre de la princesa era el
mejor rey. Había ganado una guerra contra un terrible caballero. La princesa
llamó a su padre, pero resultaba que el terrible caballero era el caballero
templario. El padre se negó y el caballero se enfadó con la princesa y la princesa
se sentía triste porque se creía que ella tenía la culpa. La princesa se pasó toda
la vida triste.
44

“LA VIDA DE HAYLA”
Érase una vez una princesa musulmana llamada Hayla enamorada y
casada con el caballero templario Jorge. Vivían en un pueblecito muy pequeño.
Se acercaba una guerra importante y el caballero tenía que luchar por su pueblo.
El caballero luchó, pero no ganó, todo su pueblo lo abucheaba diciéndole “¡eres
un perdedor!”. Pero, ese mismo día, un rey moro le dijo sin andarse con rodeos:
- ¡Quiero que luches por mí!. El caballero se quedó en blanco y dijo que sí.
El rey le chocó la mano y le dijo: - ¡No me falles!
El caballero no se le dijo a nadie, sino que lo escribió en una carta por si le
pasaba algo que lo pudiera leer su bella esposa. A la semana siguiente su esposa
le dio la gran noticia de que iba a ser padre, él se quedó sorprendido y a la misma
vez triste, porque no se podría ir a una guerra tan importante con un bebé en
camino. El caballero se lo dijo rápidamente al rey moro que no podía por la
situación de Hayla y del bebé. Pero, el rey le miró a los ojos y dijo: -¡Maldito
seas!, sabía que no podía confiar en ti!, ¡con razón tu pueblo no se fía ni de ti ni
de tu esposa!. Y se fue. Y el pobre caballero, medio llorando, dijo gritando: -
¡Lucharé, pero no por ti, sino por tu pueblo!
Al mes siguiente la barriguita de Hayla abultaba y la guerra se acercaba.
Hayla en lo único que pensaba era el nombre del bebé, y decía: -Si es niño, Jaime
y si es niña, se llamará Juana.
Seis meses después Hayla no se podía ni mover con la barriga que tenía. A
Jorge ya se le acercaba la guerra, bueno, para ser exactos faltaba cuatro días.
Esos cuatro días ya pasaron y Jorge se fue de casa, Hayla le preguntó por
qué se iba y él le dijo que por asuntos de trabajo.
Hubo una desgracia, Jorge murió. Cuando a Hayla se lo dijeron se
desmayó, se la llevaron al médico y le dijeron que el bebé tenía ya que salir. Ella
empujó y salió un hermoso niño con los ojos de su padre y la cara de su madre.
Un año después Hayla le puso al niño Jorge, como su padre. Hayla
encontró otra vez el amor verdadero, pero no como Jorge.
Cuatro años después Hayla encontró la carta y desde ese momento Hayla
sabía que Jorge siempre estaría con ella y con el pequeño Jorge.
45

“LA NUEVA VIDA DE JORGE Y HAYLA”
Érase una vez una princesa llamada Hayla, y su amado, un caballero
templario llamado Jorge. Los dos habían sido golpeados con una flecha y se
habían caído al río. Todo el pueblo estaba muy triste pues pensaban que los dos
habían muerto, pero no…
Jorge y Hayla habían conseguido excavar un pasadizo secreto y escapar.
Habían empezado una nueva vida lejos de sus diferencias familiares y
poder vivir en paz.
Pero un día, un caballero templario llamado “Mateo”, los vio, y fue
corriendo a abrazar a Jorge, y quedó muy sorprendido al ver a Hayla también.
Jorge y Hayla, estuvieron hablando con él un rato. Durante esa conversación el
rey moro (padre de Hayla) los encontró. El rey, no dudó y se llevó a Hayla al
castillo.
En el castillo, su padre le estaba echando un sermón muy largo cuando
Hayla intentaba explicar lo que pasaba, pero él no le hacía caso.
Jorge junto a Mateo, idearon muchas formas para ayudarla pero…¡Nada
servía!
Hasta que Jorge le echó valor y habló con el rey moro. El rey, sorprendido
por lo que estaba escuchando, liberó a Hayla y firmó un tratado de paz con los
templarios. Y colorín colorado esta leyenda ha acabado.
46

“EL SACRIFICIO DE JORGE Y HAYLA”
Jorge era un caballero templario y Hayla una princesa mora. Un día, Jorge
salió hacia el prado en busca de flores para la reina cristiana y se encontró a
Hayla. Se enamoró de ella sin saber que era la princesa mora. A Hayla le pasó lo
mismo. Se veían todas las noches.
Un día, Hayla preguntó:
‐ Jorge, ¿cómo vienes hasta aquí?
‐ Pues cojo el caballo del establo del castillo y…
‐ ¡Oh! – interrumpió Hayla. – ¿Del castillo de los Reyes Cristianos?
‐ Si – dijo Jorge orgulloso.
‐ ¡No!, Yo soy la princesa mora, si se enteran los demás…
‐ Pues lo mantendremos en secreto- dijo Jorge.
Todas las noches se reunían y, una de ellas, el hermano de Jorge lo siguió y
descubrió su secreto. Cuando Jorge llegó a casa, su hermano le dijo:
‐ Jorge, he descubierto tu secreto.
‐ ¡No!, No se lo digas a nadie – pidió Jorge.
‐ Pues tendrás que matarla mañana por la noche en mi presencia y en la de
todos.
‐ ¡No! Por favor- lloró Jorge.
‐ Lo siento hermano- respondió.
Esa misma noche, lo mismo le dijo el rey moro a Hayla. La había visto por
la ventana.
‐ ¡No!, padre, no puedo matarlo. Lo amo – lloró Hayla.
‐ Hayla, mañana te seguiré para ver cómo muere en mi presencia
- respondió el padre.
47
A la noche siguiente, todos siguieron a Jorge y Hayla. Mientras hablaban,
Hayla rompió a llorar, levantó la mano sujetando un cuchillo, y al ver que Jorge
también tenía un cuchillo en la mano, se clavó su propio cuchillo en el cuello.
Jorge hizo lo mismo. Los dos cayeron al río y su sangre se mezcló con el agua.
Por fin, pudieron estar juntos.

“LA PRINCESA HAYLA”
Una vez existía en un palacio una princesa musulmana llamada Hayla.
Sus padres la querían emparejar con un príncipe llamado Henry. Ella se enceró
en una torre de su palacio porque estaba deprimida, pues Henry era un ogro.
Pero, un día, un joven llamado Jorge que fue proclamado por la Orden del
Temple, oyó los llantos de una persona. La princesa vio desde la torre a un joven
y, por primera vez, bajó de la torre en busca del joven. Jorge encontró a una
persona en el bosque. Era una mujer bella, blanca como la nieve, ojos marrones y
largos cabellos pelirrojos.
La princesa, al correr hacia Jorge, tropezó y se encontró con un conejito
que era muy mono.
El joven dijo: -¡Hola, yo soy Jorge!, me gustaría que este conejito te lo
quedaras y éste sería nuestro recuerdo.
La joven no se pudo resistir a los encantos de Jorge y volvió a su palacio
con el conejito.
Su padre vio que la princesa Hayla no estaba y mandó a mil soldados a
buscarla.
La princesa se cayó al río que, directamente cruzaba el foso de su palacio,
y por desgracia se ahogó.
Jorge la vio y fue hacia ella corriendo y preocupado y gritando su nombre.
El padre de ella mandó a los caballeros al lugar de donde procedían los gritos.
Al ver Jorge a la princesa, la sacó del río y cuando llegaron los caballeros,
no encontraron a nadie.
Jorge se había llevado a Hayla a su casa y, más tarde, le dio una pócima
maravillosa. Hayla se despertó y les dio las gracias. La princesa no quería volver
a su palacio y Jorge le pidió matrimonio. Ella dijo que, por supuesto, se casaría
con él.
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“UN VIAJE DE ÉPOCA”
Había una vez un rey nazarí, una princesa llamada Hayla y un caballero
templario llamado Jorge. Como ya sabéis, los templarios y los musulmanes
estaban enfrentados, pero esto, es una excepción. La princesa Hayla y el
templario Jorge comenzaron una relación, costó mucho que el rey nazarí lo
aceptara, pero al final lo convencieron. Un día, en el castillo, estaban comiendo
ellos tres y se sorprendieron cuando, de repente, apareció un agujero, nunca
visto. Por curiosidad, se acercaron y el agujero los absorbió. Abrieron los ojos, no
estaban en el castillo ni tampoco en su reino. A su alrededor, había un montón
de edificios altos, demasiado altos para ser de su época. Vagaron por el
desconocido lugar durante horas, ya era casi de noche. Estaban perdidos, pero
cuando vieron a un niño, les apareció en los ojos un brillo de esperanza.
-¡Por favor, por favor, niño, ayúdanos, estamos perdidos! - suplicó, Hayla.
El niño asintió, y les hizo un gesto para que le siguieran. Los llevó a una
cueva que había en el camino, no podían seguir, se había hecho de noche.
El inteligente niño hizo un fuego para que no tuvieran frío. Después de
haberlo hecho, el niño salió de la cueva.
-Padre, ahí dentro hay dos hombres y una mujer con joyas, podéis atacar,
confían en mi –susurró el niño.
-¡Bien hecho, hijo!, respondió alegre el padre.
Después de esa conversación, ocho hombres entraron a la cueva dirigidos
hacia la mujer. Jorge, rapaz como un águila, se llevó las manos hacia su
cinturón, donde llevaba la espada, pero… ¡No estaba allí!
Terminó el robo, no les quedaba nada más que la ropa interior y un
debilucho fuego. Hartos ya de esta aventura indeseada, se pusieron a rezar cada
uno en su Dios. Parecía un milagro, el agujero misterioso había regresado, ¡los
dioses los habían escuchado!
Cansados, se dirigieron hacia el agujero.
De repente, estaban en el castillo, en el comedor, donde habían dejado
atrás a su época.
Lo pasaron muy mal, pero cuando se acuerdan de lo que les pasó allí, se
ríen de su aventura. Y colorín, colorado esta historia se ha acabado.
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“UN AMOR SIN PREJUICIOS”
Érase que se era, un palacio en los prados, en las afueras de Caravaca de
la Cruz, en el que vivía un rey musulmán llamado Nazarit, con sus hijas. Una
de ellas Hayla, la mayor, luego estaba su hermana Jyssela, y la otra hermana,
Andrea.
Un día, Hayla estaba aburrida, y decidió dar un paseo por aquellos
alrededores de su palacio encantador. Entonces vio que estaban construyendo
un palacete, en unas calles más atrás y era para un templario llamado Jorge.
Claro, a ella le pareció un chico guapísimo pero ella, al ser musulmana y de otra
religión, no podría juntarse con él. Así que decidió pedirle una cita para verse
con él sin que nadie se enterase, por tanto, ella miró alrededor por si había
alguien vigilándola y cuando estuvo segura, tocó a la puerta del muchacho.
Cuando oyó pasos le dio un poco de vergüenza y salió corriendo. Pero Jorge la
estaba viendo desde un balcón, la siguió con la mirada y la vio que entraba por
un callejón; le preguntó a uno de sus criados: -¿Dónde da ese callejón?
-Ese callejón da al patio del palacio de Nazarit.
Esa misma noche se introdujo en el palacio de Hayla por los tejados y en el
silencio de la noche oía una hermosa voz cantando. Cuando estaba lo
suficientemente cerca reconoció las ropas que llevaba la chica que vio correr por
la tarde. Y pensó que era tan bella o más de lo que él había imaginado;
simplemente parecía un ángel.
En ese momento la guardia del palacio lo apresó y lo llevó ante el rey, que
le dijo: -¿Sabes cómo castigo yo a los ladrones?
Dijo Jorge: -¡Yo no soy un ladrón!, sólo quería conocer a la señorita que se
escondía tras tocar mi puerta.
Entró en la sala Hayla y suplicó a su padre que perdonara al muchacho,
que era cierto que ella lo había intentado conocer esa tarde pero le dio
vergüenza.
El padre le dijo: -¡Jamás te dejare que te relaciones con infieles!
50
En ese momento Jorge tomo la palabra y dijo: -¡Gran rey!, yo renunciaré a
mi fe y superaré todas las pruebas que me pongáis si me permitís ser el esposo de
vuestra hija que con tanta bondad ha venido a salvarme.

El rey consultó con Hayla y ésta le pidió que dejara a Jorge quedarse con
ella que le daba lo mismo la religión de él, que fuera pobre o rico que lo quería
para formar una familia feliz.
Y Nazarit abrazó a su hija y a Jorge dándoles su bendición para que
formaran una familia alegre y feliz.
No importa ser de un color de piel o de otro, si eres rico o pobre, solo
importa el ser persona, la dignidad de una persona y no el color ni la religión .ni
nada de nada de eso, sólo importa el ser persona.
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“EL SUEÑO”
Había una vez un grupo de caballeros llamados templarios, su deber era
proteger Caravaca y sus habitantes de los moros. Jorge era uno de ellos, era
joven, alto y muy atrevido. Si había algún problema, él se lanzaba a resolverlo.
Eso lo había heredado de Felipe, su padre, general de los templarios, acababa de
ser elegido caballero de la orden de los templarios. Un día salió a inspeccionar el
territorio y sin darse cuenta, estaba en tierras musulmanas y entonces él al darse
cuenta de que había un guardia, salió corriendo a esconderse; entonces una chica
lo observó y quiso alertar a su padre, el rey, pero quiso ayudarle escondiéndolo
en su habitación. Él le preguntó su nombre y ella respondió, Hayla. Ambos
tenían cosas en común. Sabían que si sus padres se enteraban, comenzaría la
guerra por lo que Jorge no dudó y dijo: -¡no habrá ninguna guerra, no lo
permitiré! Entonces, ambos marcharon. A ninguno se le ocurría una idea y
entonces no había otra que explicarlo y si no, tendrían que marchar. Jorge
despertó, había vuelto a soñar lo mismo pero no perdió la esperanza, él sabía que
algún día encontraría a su Hayla.
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“UN GRAN FINAL”
Todos conocéis la leyenda de las Fuentes del Marqués que trataba del
profundo amor entre la princesa Hayla y el templario Jorge. Según las leyendas
urbanas, cuando los dos amantes cayeron al agua, no murieron, sino que
escaparon juntos por un túnel secreto. Y es eso de lo que voy a hablar.
Ellos lograron escapar de aquel sinfín de flechas y cruzar la frontera sin
ser vistos hasta llegar a una casa alejada de todo, en la que se instalaron.
-Viviremos aquí de momento!, dijo Hayla.
Jorge, un poco inquieto, aceptó y allí pasaron tres años muy felices. Hayla
trabajaba con el ganado, Jorge con el huerto y entre los dos hacían las tareas del
hogar, Eso duró dos años hasta que en el tercer año Hayla tuvo una niña a la
que llamó Lakya.
Después de tres años en esa casa tuvieron que marchar ya que oyeron
rumores de que querían llevarse a su hija como castigo por haberse enamorado y
eso no podían permitirlo.
Se mudaron a otra ciudad y con sus ahorros compraron una casa. Lakya
creció feliz en esa ciudad hasta que un general musulmán irrumpió en la casa y
se llevó a Lakya. Hayla y Jorge siguieron al general por el bosque hasta el
castillo. Oyeron la voz del padre de Hayla; decía que no podían permitir que su
hija siguiera con Jorge. En ese momento entró Hayla y dijo:
‐ ¿Y por qué sois enemigos? Que seamos diferentes no es motivo de guerras,
si habláis veréis que tenemos muchas cosas en común.
El general admirado por su valentía le entregó a su hija y habló con Jorge
y descubrió que lo que dijo su hija Hayla era cierto, tenían mucho en común,
tanto que se hicieron aliados y gracias a Hayla pudieron derrotar a enemigos
más fuertes que querían invadirlos.
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“EL GRAN DESCUBRIMIENTO”
En el año 2011, un grupo de espeleólogos pasaban el día en una cueva en
las Fuentes del Marqués. Era una cueva profunda y preciosa con gran cantidad
de estalactitas y estalagmitas. Por allí pasaba un río subterráneo. Habían
estado allí otras veces pero hoy se ponían a investigar la cueva más a fondo.
Al cabo de un rato tuvieron que detenerse, estaba muy estrecho. Sólo una
componente del grupo sería capaz de pasar por allí. Ella les dijo:
- Cuando esté dentro os comunicaré si está libre el paso.
Ella siguió adelante y lo que encontró la dejó sin palabras. La linterna de
su frente no tenía mucha potencia pero aun así pudo distinguir los cuerpos de
un hombre y de una mujer muy jóvenes y bellos vestidos con elegantes ropas
moras y cristianas.
Inmediatamente avisó a sus compañeros pidiendo ayuda, creyendo que aún
estaban vivos, pues la chica tenía sus mejillas sonrojadas como si todavía
circulara sangre por sus venas. Sus compañeros no podían pasar, así que
preguntaron qué ocurría. Mientras tanto, ella se acercó y comprobó que no
respiraban. Les dijo a sus compañeros que ya no era tan urgente:
- Acabo de encontrar una pareja de jóvenes con ropas medievales, están
muertos, lo he comprobado, sus corazones no laten.
Sus compañeros intrigados, agrandaron la entrada a base de mucho
esfuerzo.
Ya todos reunidos y con mejor iluminación comprobaron que los dos tenían
heridas que parecían de arma blanca y que debían ser la causa de sus muertes.
Estando pensando qué hacer y quién avisar, uno de ellos recordó una vieja
leyenda que su abuela le contaba sobre un joven templario llamado Jorge y una
joven mora llamada Hayla que vivían en las Fuentes del Marqués.
Inmediatamente les contó la historia a los demás y todos estuvieron de acuerdo
de que debía tratarse de Jorge y Hayla, los personajes de la leyenda.
Decidieron llamara a las autoridades las cuales dijeron, tras la
investigación, que la leyenda se había convertido en una realidad, ¡ahora es
historia!
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Hoy en día, todo el que lo desee puede visitar aquella cueva para
contemplar la belleza y el amor eterno de Jorge y Hayla.

“EL COLLAR MÁGICO”
Érase una vez una princesa llamada Hayla que estaba todo el día en su
castillo. Un día apareció un caballero templario llamado Jorge. Hayla se
enamoró de él pero, después de muchas semanas, Hayla decidió escapar con el
principe .
Quería disfrazarse de criada y marcharse, pero al irse, su corona se cayó y
no pudo recogerla. Al amanecer, el rey moro la vio y supo que era de Hayla. Ella
se marchó a las montañas y se quedó allí a vivir, encontró una casita
abandonada donde decidió vivir. Resultaba que esa casa era de una anciana. La
anciana, viéndola tan desesperada, la dejo vivir allí. Hayla le contó todo y la
anciana le dijo que tenía que enfrentarse al rey y ser feliz. La anciana le dio un
collar con una piedra mágica y le dijo que lo usara en el momento justo. Hayla
consiguió una espada y armadura y fue a luchar. Cuando llegó al castillo del rey
moro, Hayla estaba muy asustada pero pudo luchar. Alzó su espada y el collar
de la anciana se convirtió en un precioso caballo blanco. El rey moro se quedó
rendido a sus pies y se rindió. Y Hayla demostró que no necesitaba ningún
príncipe para rescatarla.
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“LA CIUDAD PERDIDA”
Érase una vez un rey llamado Shulen el cual vivía en Guajala, con su
sobrina Hayla y su mujer Leyda. Un día, cuando paseaba por el desierto de
Guajala, se encontró con un chico que montaba en un caballo y en su hombro
posaba una iguana verde con unos ojos muy grandes. Hayla le preguntó cómo se
llamaba y de dónde era.
Al principio se quedó callado, entonces Hayla le dijo: -no te preocupes, no
te voy a hacer nada, si quieres yo me presento primero. El chico acepto y dijo: -
vale, tú primero y luego yo. Ella dijo: -vale, yo primera.
Yo me llamo Hayla y tengo 22 años y vivo con mis tíos, que son los reyes
de Guajala y vivo con ellos porque mis padres murieron el un naufragio, cuando
tan solo tenia 2 años. –Bueno, ahora te toca a ti. -Vale, dijo el chico, -yo tengo
23 años y me llamo Jorge y soy de España, pero cuando mis padres murieron, mi
padre dejó un diario que me parecía muy extraño porque hablaba mucho sobre
Guajala y de su desierto.
El problema es que el acertijo está en árabe antiguo y no conozco a nadie que
sepa leerlo, Hayla dijo: -yo sí conozco a alguien, mi tío es el único que sabe leer
ese idioma. Jorge dijo: -¿pues a qué esperamos?, ¡vamos a que lo descifre y
después partamos hacia la aventura!
Unos días después, Hayla y Jorge ya tenían el acertijo, que era “ábrete
pum, ábrete pam revela tu secreto que tienes detrás”. Después de todo esto,
Hayla y Jorge se pusieron en marcha, estuvieron semanas caminando hasta
encontrar un muro muy alto y largo. Al ver eso, quedaron boquiabiertos por
unos segundos pero a Hayla se le ocurrió una cosa, decir el acertijo. Jorge dijo: -
¡vale, allá voy!, “ábrete pum, ábrete pam revela tu secreto que tienes detrás”. Al
decir el acertijo el muro se abrió en dos y descubrieron LA CIUDAD
PERDIDA.
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“UNA HISTORIA ROMÁNTICA”
Érase una vez una princesa musulmana llamada Hayla, ella vivía en
Caravaca junto a los demás musulmanes pero tenía un padre que era un poco
estricto con su religión.
Un día, Hayla salió a dar una vuelta y vio a un hombre que, para ella, era
muy guapo. Entonces, el hombre le dijo que se llamaba Jorge, pero que no era
musulmán, que era cristiano y templario.
A la princesa se le rompió el corazón porque su padre no le dejaba ser
mujer de alguien que no fuera musulmán.
Al día siguiente se volvieron a encontrar en la Plaza del Arco. El caballero
Jorge le dijo que la quería, la princesa dijo lo mismo, pero le contó lo de su padre
y decidieron mantener una relación en secreto.
Un mes después seguían en secreto con su relación, pero un día hubo un
enfrentamiento entre musulmanes y templarios. La orden de los Templarios
debía matar al rey musulmán y a su familia. Los templarios, donde luchaba
Jorge, invadieron el castillo musulmán. Un caballero mató al rey musulmán.
Jorge estaba muy nervioso y despistado y entonces, cuando se dio cuenta
de que le había clavado su lanza a la princesa Hayla, Jorge se puso a llorar y se
puso tan triste que optó por clavarse su lanza en el corazón para encontrarse
con Hayla en el otro mundo.
Finalmente se encontraron en el otro mundo y allí sí les dejaban estar
juntos.
Jorge y Hayla siguieron eternamente juntos y fueron felices.
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“LA MÁQUINA DEL TIEMPO”
Jorge, el caballero templario, y Hayla, la princesa, estaban en un hotel de
París. Disfrutaban de su luna de miel, era de noche y Jorge iba a lavarse los
dientes cuando de repente giró el grifo y se abrió una puerta muy extraña. Jorge
rápidamente llamó a Hayla. Detrás de aquella puerta había una sala llena de
polvo y telarañas. En su interior también había una máquina muy rara, era una
¡máquina del tiempo!
Los dos jóvenes se teletransportaron al antiguo oeste. Acabaron en una
cueva y no era una cueva cualquiera sino que era la cueva de un gran oso
salvaje. El oso destruyó la máquina, en la salida de la cueva había dos caballos.
Jorge y Hayla tuvieron mucha suerte porque huyeron, de no ser así, el oso los
hubiera devorado.
Iban cabalgando, pero de repente, dos indios y una india le cortaron el
paso. Los indios le dijeron: -¿Cómo os llamáis?. Jorge y Hayla le dijeron sus
nombres. Los indios le dijeron: -Encantados de conoceros, nos llamamos Lima,
Kali y Lola.
Los indios los llevaron a un campamento donde cenaron carne de
serpiente. Jorge y Hayla les contaron lo que había pasado con la máquina,
entonces los indios les dijeron que no pasaba nada, que harían una pócima que
al beberla los llevarían a Caravaca.
Jorge y Hayla les dijeron:
- ¿Y si os venís a Caravaca con nosotros?
Los indios les dijeron:
- ¡Vale!
Entonces todos bebieron la pócima y se teletransportaron hasta Caravaca,
justamente a la tribuna de la peña Universo.
Cuando Lola vio al rey moro, se enamoró y al final del desfile, Lola fue a
darle un beso al rey moro. El rey moro también se enamoró.
Al final, todos vivieron en Caravaca, Lola y el rey moro se acabaron casando
y Jorge y Hayla tuvieron un hijo.
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“UN AMOR PROHIBIDO”
En un pequeño pueblo de Murcia llamado Caravaca de la Cruz, vivía
una princesa llamada Hayla, a la que su padre el rey moro le tenía mucho
cariño.
El rey moro no quería que su hija Hayla saliera del castillo. Hayla tenía
una fuerte depresión porque no podría ver nunca las afueras de su palacio.
Una noche de luna llena, los lobos aullaron en los montes y, cuando los
lobos dejaron de aullar, Hayla se escapó.
Por la mañana, en el mercado, Hayla tenía una sonrisa en su rostro porque
por primera vez estaba viendo los puestos del mercado y la gente que paseaba
por el centro de las calles.
En el mercado, Jorge, un caballero templario, estaba dando un paseo para
ver si podía comprar armas porque junto a sus compañeros estaba preparando un
asalto al palacio del rey moro. Justo en ese momento, Hayla y Jorge se
conocieron, los dos estaban comprando en el mismo puesto, se miraron fijamente
el uno al otro y se enamoraron. Jorge no sabía que Hayla era la princesa mora y
desconocía que su amor era un amor prohibido.
Pasaron algunos días y decidieron escaparse para poder vivir su amor en
libertar. Cuando el rey moro se enteró que su hija se había escapado, se enfadó
tanto que mando a todas sus tropas a buscarla. Sus órdenes no sirvieron para
nada, nunca la encontraron porque Hayla y Jorge se había marchado de
Caravaca para vivir su amor.
Una noche los caballeros templarios lucharon contra el rey moro; los
templarios invadieron el palacio y mataron al rey. Hayla regresó y se convirtió
en reina mora. Jorge fue nombrado rey moro. Hayla y Jorge vivieron felices
juntos en el castillo.
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“EL REY MORO, LA PRINCESA HAYLA Y EL CABALLERO JORGE”
Érase una vez una princesa que se llamaba Hayla que estaba enamorada
de un caballero que se llamaba Jorge. La princesa no sabía cómo contárselo a su
padre, el rey moro.
Un día, Hayla se reunió con Jorge sin que el rey lo supiera; pero su padre
los vio y decidió separarlos de la peor forma: matando al caballero Jorge para
que su hija se casara con un gran príncipe que pudiese darle todo lo que ella
quisiera.
Hayla y Jorge descubrieron lo que quería hacer el rey moro y decidieron
fugarse juntos.
Pasaron unos días y el rey moro decidió ir a buscar a su hija y al caballero.
Los encontraron en una cueva. El rey moro dijo, mirando a la princesa.
- ¡Princesa Hayla, apártate!
Pero ella no se apartó y se quedó al lado del caballero mientras que su
padre les amenazaba con matar a Jorge.
Hayla lloraba junto al caballero.
El rey moro, al contemplar a su hija llorando desconsolada, le preguntó:
- Pero, ¿tú lo quieres?
Y Hayla contestó:
- ¡Sí, sí, lo quiero y me voy a casar con él!
El rey moro se enterneció con la respuesta de su hija y recordó que su
mujer, la madre de Hayla, había fallecido hacía muchos años, cuando era muy
pequeña, dejando un gran hueco en su corazón que nadie lo había llenado jamás.
La demostración de amor de su hija hacia el caballero hizo que el rey
decidiera dejar que se pudieran casar para que fueran muy felices.
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“TODO UN MUNDO POR DESCUBRIR”
(Seudónimo: THAYLER)
Esta historia comienza como todas las grandes historias: "Érase una
vez..."
Érase una vez un joven y valiente caballero templario llamado Jorge.
Esta historia ocurre en un lugar donde todo es posible, donde cualquier
cosa puede ocurrir. Este lugar es mágico y todos deberíamos visitarlo de vez en
cuando. Ese lugar es mi imaginación.
Jorge vivía en un lugar llamado Caravaca de la Cruz. En uno de sus viajes
a los reinos vecinos, nuestro joven caballero conoció a una joven princesa
musulmana llamada Hayla. Fue amor a primera vista. Nada más verla supo que
se casaría con esa hermosa princesa y que compartiría con ella el resto de su
vida. Pero, para ello, debería hablar con su padre, el rey moro. El padre de la
princesa Hayla, el rey moro, había ordenado que, quien quisiese casarse con su
hija, debería contestar a tres cuestiones. Eran muy difíciles. Nadie había
conseguido responder correctamente a ninguna de ellas.
Jorge, como valiente caballero, fue decidido a ver al rey moro para poder
escuchar esas cuestiones y buscar donde fuese necesario la respuesta. Por encima
de todo quería casarse con Hayla.
El rey moro le planteó su primera pregunta:
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− ¿Cómo se llama el palacio real árabe que se encuentra en Granada?
Jorge, ni corto ni perezoso, montó en su caballo y salió rápido y veloz
dirección a Granada. Era un viaje largo, de más de diez días a caballo lleno de
peligros. Fueron diez días de frío y nieve. Sin apenas comer ni dormir. Quería
encontrar el nombre de ese palacio y volver con el rey moro para que le diese la
segunda pregunta. Una vez en Granada, preguntó a algunas personas.
¡Y al fin tuvo su respuesta! El palacio se llamaba La Alhambra de
Granada.
Lleno de entusiasmo montó en su caballo y pasó otros diez días de viaje.
Llegó agotado, hambriento y muerto de frío. Resulta que había nevado en el
Puerto de la Mora. Y le costó mucho más trabajo la vuelta.
Pero nada lo iba a frenar. Lo importante era llevar la respuesta y obtener
la segunda cuestión del rey moro.

El rey moro quedó asombrado de la valentía de Jorge.
− ¡Enhorabuena, joven caballero! - dijo el rey moro al escuchar la respuesta
de Jorge.
− Ahora vamos con la segunda pregunta. Y va de caballeros valientes como
tú. ¿Cómo se llama el valiente caballero de la Mancha, que viaja con su
escudero Sancho Panza a lomos de su caballo Rocinante?
Esta vez Jorge lo tenía más complicado. La Mancha era más grande que
Granada. Le costaría más trabajo dar con ese valiente caballero.
Pero una vez más nada lo pudo frenar. Partió rumbo a Castilla la Mancha
en busca de ese caballero y su escudero. Estuvo más de cincuenta días sin parar
de preguntar a toda persona que se encontraba por el camino. Pasó por Albacete,
Cuenca, Ciudad Real, Toledo y Guadalajara. Pero no hubo suerte. Nadie
conocía a ese caballero. Ni mucho menos cómo se llamaba.
Estando sentado bajo un árbol, totalmente agotado, pasó un hombre
mayor. Hablando con Jorge y del asunto de su viaje, resultó que este hombre
había escuchado una leyenda respecto al misterioso caballero. De cómo viajaba
con su escudero Sancho y cómo luchó con unos gigantes montado en su caballo
Rocinante. ¡Y sabía cómo se llamaba! Su nombre era Don Quijote de la
Mancha.
No lo podía creer. Cuando creía que lo tenía todo perdido encontró la
respuesta. Pasaron más de veinte días caminando hasta que regresó con el rey
moro y poder decirle esta segunda respuesta que tanto había costado.
− Don Quijote de la Mancha – dijo Jorge cuando llegó al castillo del rey
moro, orgulloso de su esfuerzo y lleno de felicidad.
− ¡Qué valiente, Jorge! - respondió el rey moro – Veo que ha sido un viaje
largo y con mucho esfuerzo. Aunque ha valido la pena. Ahora te diré la
tercera y última pregunta.
Y así, el rey moro le dijo la tercera pregunta:
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− ¿Cómo se llamaba el cura que daba la misa cuando se apareció la cruz de
Caravaca?
Jorge sonrió creyendo que siendo algo referente a su pueblo y su castillo,
cualquier vecino le podría decir la respuesta. Salió corriendo dirección Caravaca
dispuesto a conseguir fácilmente la respuesta a esta última cuestión.

Pero una vez en Caravaca, cuál fue su sorpresa cuando nadie sabía decirle
el nombre de dicho cura. Habló con sacerdotes, vecinos y ancianos del pueblo.
Preguntó y preguntó sin obtener respuesta alguna.
Estaba triste y desolado. No era capaz de encontrar la respuesta de algo
referente a su pueblo, su cultura.
− ¡Qué rabia! - se decía una y otra vez mientras andaba de un lugar a otro
de su castillo.
De repente, sin saber cómo, se quedó mirando a la estantería donde
guardaba todos los viejos libros que le habían dejado su padre y su abuelo. Le
habían dicho muchas veces que era un gran tesoro, pero él nunca supo por qué.
Le viene a la vista el título de un libro: "Don Quijote de la Mancha". No podía
ser. Era el nombre del valiente caballero de La Mancha que estuvo buscando
más de dos meses. Siguió mirando y vio otro título que le llamó la atención:
"Cuentos de la Alhambra". Impresionante. Estuvo casi un mes viajando entre la
nieve para conocer ese nombre.
Y pensó: ¿y si estuviese la historia de la cruz de Caravaca en estos libros?
De todas formas, no tenía nada que perder.
Estuvo revisando muchos libros, ¡y al final encontró la respuesta! Era un
viejo libro donde contaba la historia de la Cruz de Caravaca. ¡El cura era Ginés
Pérez Chirinos!
Nuestro intrépido caballero se dio cuenta que no había sido necesario esos
viajes tan largos y peligrosos para encontrar las respuestas. En los libros tenía
conocimiento, enseñanzas, cultura y toda la imaginación posible. Todo un
mundo por descubrir.
Con esa última respuesta, nuestra princesa Hayla y el valiente caballero
templario pudieron casarse.
Y nuestra historia termina como todas las buenas historias: "fueron felices
y comieron perdices".
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“LA CRUZ ROBADA”
(Seudónimo: JULIETA AMOR)
Era una noche oscura y una neblina gris flotaba sobre la ciudad, se iba
espesando por momentos sobre las calles estrechas y empinadas de la cuesta del
castillo de Caravaca. Sólo se oían los ruidosos pasos de los cascos de los caballos
de la guardia real de la Orden del Temple que custodiaban la gran reliquia que
era su Cruz, Cruz que había sido robada pero nadie sabía cómo había podido
suceder algo así.
Según decían, había sido sólo una persona que vestía todo de negro. Había
entrado sigilosamente por uno de los portones, se había adentrado en un patio
muy grande y camuflado entre sus columnas. La oscuridad de la noche y la
rapidez del ladrón habían sido suficientes para poder llevarse la Cruz amada.
Jorge que era el capitán de los guardias, decidió salir a buscar un poco más
lejos de los muros de la ciudad. Tenía el presentimiento de que no había tenido
tiempo de salir del castillo, así que cogió las riendas de su caballo para correr a
gran velocidad. Cuando, de pronto y sin poderlo remediar, tenía encima de él
una figura pequeña y oscura. El caballo elevó sus patas para no hacerle daño
pero con tan mala fortuna que una de ellas le dio en el pecho de aquella persona.
La persona quedó inmóvil en el suelo.
Jorge bajó del caballo tan pronto como pudo, se acercó para ver cómo
estaba, y descubriendo su velo de seda quedó todo sorprendido al ver que era una
bella musulmana. La recogió entre sus brazos para subirla al caballo, pero al
moverla y tirarla hacia él, de su cuerpo cayó de repente la CRUZ bendita.
Muy sorprendido, Jorge quiso apresarla inmediatamente, pero de pronto,
se preguntó: -¿Quién sería esa mujer y por qué llevaba ella la Cruz encima? Así
que recogió a la muchacha y la llevó a un lugar seguro, donde un poco más tarde,
ella despertó. Entonces Jorge le ofreció agua y le preguntó quién era ella y por
qué llevaba la Cruz bendita. Ella, muy asustada, contestó que era una princesa
musulmana llamada Hayla y llevaba la Cruz bendita porque su padre, el Rey
moro Abdalá, odiaba profundamente la religión cristiana y le había ordenado
robar la Cruz para poder destruirla. Entre sollozos y lágrimas dijo que era un
mal hombre que pretendía luchar contra los cristianos hasta echarlos de
Caravaca.
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Al ver esto, Jorge dejó a la princesa protegida en un lugar seguro y fue a
devolver la reliquia a su lugar y a contar todo lo que había sucedido.

Él, que era el capitán, ordenó a todos sus guerreros que acudiesen
inmediatamente para poder enfrentarse al Rey Moro. Cuando hubo formado su
ejército se dirigió al palacio musulmán para luchar contra el Rey Moro el cual al
ver el gran ejército que venía, salió a recibirlo y se rindió ante ellos.
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“LA GRAN BATALLA DEL CABALLERO JORGE”
(Seudónimo: PEROYORK)
Cuenta la leyenda que en un pequeño pueblo del noroeste murciano vivía
un joven y apuesto caballero llamado Jorge, conocido y admirado por todos sus
vecinos.
Un día como cualquier otro, Jorge se disponía a enfundarse en su
armadura cuando recibió una misiva del Rey Moro. Muy impaciente, se dispuso
a leerla. El Rey reclamaba sus servicios. El ejército enemigo se acercaba
dispuesto a hacerse con las llaves de la ciudad y el Rey lo necesitaba para salvar
a su pueblo del ataque enemigo.
Jorge, sin pensarlo, se subió a lomos de su caballo a toda prisa rumbo al
castillo.
Al llegar, el Rey Moro y su preciosa hija Hayla, una joven de cabellos
dorados y ojos negros azabache, le estaban esperando. Al ver al apuesto
caballero, Hayla quedó prendada de él.
Idearon un plan para derrocar al temido enemigo haciendo creer a éste que
disponían de un ejército fuerte y poderoso, nada más lejano de la realidad.
Cuando el enemigo se encontraba ya cerca, Jorge y sus soldados les sorprendieron
en medio del bosque y en plena noche. Les robaron todas sus armas y caballos y
se marcharon sigilosamente. Ningún soldado enemigo se percató de nada.
A la mañana siguiente, cuando los soldados se dieron cuenta de lo que
había ocurrido, huyeron despavoridos y nunca más regresaron.
Jorge fue recibido por todo su pueblo como un auténtico héroe, había
logrado espantar al enemigo sin derramar una gota de sangre.
Hayla, perdidamente enamorada del apuesto caballero, pidió a su padre la
mano de su valiente amado. La pareja se casó acompañada de todo su pueblo en
una preciosa ceremonia nunca antes conocida en toda la comarca. Fueron todos
muy felices y comieron muchas perdices.
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“LA BONDAD DE HAYLA”
(Seudónimo: FAMAMU)
Érase una vez una familia tan pobre que no tenía para comer ni una miga
de pan. Ellos eran: Hayla, el rey moro (desterrado por su pueblo) y Jorge (un
caballero lesionado en la guerra).
Un día, el rey se fue en busca de alimento. Pasó el tiempo y no volvió.
Pidieron ayuda al pueblo pero como odiaban al rey, no le ayudaron. A la
mañana siguiente aparecieron tres plátanos en la despensa y más tarde cuatro
naranjas. Al día siguiente, un melón y así sucesivamente fueron apareciendo
más alimentos. Aquel milagro les hacía echar más aún en falta al rey porque él
no podía disfrutar de aquel maravilloso festín. Un día, a la hora de irse a
dormir, Hayla y Jorge se quedaron en vela para descubrir quién dejaba algo de
comer en su despensa. Descubrieron a un duendecillo y, armados de valor,
decidieron preguntarle quién era y quién lo enviaba hasta allí. Él contestó:
- Yo soy Perejil. Me envía la reina madre, el hada más bella de todos los
reinos. Ella se encarga de ayudar a todos aquellos que tienen problemas.
- Queremos conocerla, dijo Hayla.
Perejil contesto: - No creáis que es tan fácil, para ello tendréis que superar
tres pruebas. Acompañadme…
Les llevó a un bosque y allí les explicó en qué consistían las pruebas.
En primer lugar, debían rescatar a un conejito llamado Tomatín atrapado
en un árbol muy especial. Jorge, enfurecido, fue directamente a subirse al árbol
para salvarlo y el caballero lesionado quedó atrapado.
Hayla, más calmada, consiguió liberarlos a los dos hablando pacíficamente
con el árbol.
La segunda, era una prueba de confianza que les puso Tomatín la cual
superaron con facilidad y por ello el conejito les dio el pastel más rico y delicioso
que jamás habían probado.
69
Más tarde, por el camino encontraron a un unicornio lesionado. Corrieron
a comprobar qué le ocurría a aquel maravilloso ser y él les dijo que había sido
atacado por un dragón al intentar salvar a un humano en apuros. El dragón le
hizo una herida que sólo podía curarse con una mezcla de plantas que crecían
cerca de un arroyo. Hayla y Jorge no dudaron ni un momento en ir a buscar las

plantas para curar a su nuevo amigo. Éste, muy agradecido, les ayudó a llegar
hasta la reina madre y ella les ayudó a encontrar al rey moro, el cual estaba
cautivo por el dragón. Mientras Jorge distraía al dragón contándole la historia
de cómo se lesionó, Hayla, Tomatín y el unicornio consiguieron salvar al rey
moro.
Todos volvieron a casa y colorín, colorado, esta familia se había juntado.
70

“AMOR VERDADERO”
(Seudónimo: PRINCESA HAYLA)
Las fiestas de Mayo daban su comienzo. Valentina se levantó esa mañana
muy nerviosa e ilusionada, su prima Clara venía desde Pontevedra a casa de la
abuelita a pasar las fiestas. Cuando Valentina vio a Clara corrió hacia ella. ¡Mi
querida prima ya está aquí!, ¡qué ganas tenía de verte!, y se fundieron en un
enorme abrazo, lleno del más profundo amor.
Cuando cayó la noche, en la calle, sólo se oía la música de bandas,
charangas y de gente disfrutando del comienzo de las fiestas. Las niñas se
asomaron al balcón y se pusieron a bailar a ritmo de la bazucada, sus ojos llenos
de júbilo por el reencuentro no cesaban de mirarse y sus risas llenaban de alegría
toda la casa.
Llegada la madrugada entró la abuelita al salón y les dijo a las niñas que
era hora de acostarse. Corriendo y bailando por el pasillo llegaron hasta el
dormitorio. Su abuela tan ilusionada como ellas, les cuenta a las pequeñas que
la cama donde ellas reposan era una cama mágica, que la cama era capaz de
viajar y de transportarlas a un tiempo lejano de luchas y batallas, a un mundo
de princesas y caballeros, de amor infinito,… Y así, con su corazón lleno de
amor, comienza su relato para que las niñas duerman:
“Había una vez una bella princesa musulmana llamada Hayla. Vivía en
una gran fortaleza situada en lo alto de una gran montaña. Era una época de
grandes luchas y batallas por la conquista de aquel territorio. Musulmanes y
cristianos luchaban incesantes por aquella fortaleza. La princesa Hayla se
había enamorado perdidamente de un caballero templario llamado Jorge. Pero la
verdad era que el joven caballero apenas miraba temeroso, los bellos ojos de
Hayla, se ponía a temblar. Su amor era un amor prohibido. ¿Qué probabilidad
había?; se veían siempre a escondidas y presurosos ya que el padre de Hayla, el
rey moro, no veía con buenos ojos su amor; nunca lo permitiría, ¡su hija
enamorada de un caballero templario!, ¡qué locura más grande!
71
Su amor era perfecto, dos locos enamorados, dos almas gemelas. ¡Síiii…!,
su amor era perfecto salvo por algunos detalles, sobre todo, de circunstancias y
de tiempos. Pero a ellos nada les importaba. Nada era más importante que su
amor y las promesas de sus diferentes reencuentros.

Jorge vivía atrapado en el encanto de los ojos de Hayla y Hayla vivía
atrapada en la dulzura y ternura de su enamorado.
El rey moro cuando advirtió del gran peligro que conllevaba ese amor,
capturó a Jorge y lo encerró en la mazmorra más oscura y remota de toda la
fortaleza arrojando la llave al pozo más profundo. Allí lo dejaría morir de frío,
hambre y, sobre todo, de pena.
Hayla fue inmediatamente encerrada en sus aposentos. Pero, no pudiendo
resistir más el dolor de su corazón, la princesa corrió valiente y presurosa a
buscar la llave para poder rescatar a su amado y, pese a la oposición de su padre,
luchó por su amor.
Los dos enamorados huyeron de la ciudad galopando sin cesar y sin mirar
atrás. Su amor, un amor verdadero, un amor que superó razas, religiones,
culturas, credos, luchas, conquistas, batallas,…
Desde ese día, el rey moro nunca más supo de su bella, dulce y generosa
hija Hayla, la había perdido para siempre. Desde entonces, el rey fue, poco a
poco, muriendo de pena por la pérdida de su querida y amada hija.”
La abuelita terminó de contar el relato con lágrimas en los ojos, su corazón
se encogió por segundos. Las niñas dormían plácidamente fundidas en un
abrazo, en la cama que su abuela, con la dulzura de su corazón, la había
convertido en mágica. Les dio un beso de amor verdadero a cada una y se oyó su
voz emocionada diciendo:
-¡Dulces sueños, princesas!
72

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