Muchos, si no la mayoría, de los problemas o fracasos en proyectos de desarrollo de software se debe a que clientes y equipos de implementación de aplicaciones sencillamente no se entienden porque ven el mundo de manera muy distinta, hay una brecha entre ambas partes, dificultando materializar los requerimientos en software que realmente aporta valor para el negocio. La metodología ágil BDD (Behavior-Driven Development) tiene precisamente el objetivo de lograr que ambas partes, cliente y equipo de desarrollo, en un proyecto se comuniquen de manera efectiva, ayudando a los primeros a especificar de manera sencilla y clara sus requerimientos, y a los segundos a entregar software que realmente cumple esas expectativas. Tomando muchas de las buenas prácticas de desarrollo ágil de software y Lean, BDD fomenta y facilita la colaboración entre los miembros de diferentes roles, así como la integración de todas las etapas del proceso de desarrollo de software de tal manera que, aun escribiendo código fuente, nunca se pierda la referencia y conexión con las especificaciones del cliente, asegurando que el producto que se entrega coincide con ellas, es de calidad y, como un beneficio adicional, queda soportado por pruebas automatizadas. Esta sesión mostrará, tanto a gente de negocios (gerentes de proyectos y analistas de negocios), como a gente técnica (especialistas en QA, arquitectos y desarrolladores de software), como aplicar BDD para obtener todos sus beneficios a la vez que hacen más felices a sus clientes con un proceso más eficiente y mejor producto.