1. Otro cielo, otra vida.Otro cielo, otra vida.Otro cielo, otra vida.Otro cielo, otra vida.
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Nicole e Iván.
-Lárgate de aquí, te lo advertí que si seguías con ese comportamiento te iba a correr.
-Pero ¿Qué? Si yo no he hecho nada, fue esa vieja la que se lo busco con todas las de la ley, me
incito a pegarle y yo solo me he dejado llevar.
Fuera del conjunto de apartamentos se oía una discusión. Era Iván a quien su tío le
reclamaba lo que había hecho.
-Es lo último que se podía esperar de ti, Iván, mira que pegarle a una señora mayor.
-Ya te dije que se lo busco. Además te vas a atrever a correr a tu amado sobrino que se
preocupo por venirte a ayudar a estos departamentos para que te fueran más fáciles tus tareas.
Para ese momento la fuerte discusión ya había reunido a unas cuantas personas que
habían salido a ver qué pasaba o iban de paso. Iván al notarlas comenzó a aflojar el tono de
voz para que vieran que estaban cometiendo una injusticia con él y se volvieran contra su tío.
-A tu amado sobrino que siempre se preocupa por ti.
-¡No balbuces tonterías! –replicó su tío sin siquiera conmoverse- Has venido aquí porque tu
madre te ha corrido de casa porque ya no aguataban tu mal comportamiento. Soy yo quien se
ha molestado en darte asilo y mira nada mas como lo has agradecido.
Las personas que ya conocían a Iván se comenzaron a retirar, sabían de sus contantes
meteduras de patas y ya se habían aburrido de oír de vez en cuando sus lloriqueos. Este al
notar que no había obtenido la atención que quería se molesto.
-Ah, de acuerdo, me largo, no necesito de tu estúpida ayuda- Con apenas una mochila donde
solo tenía unas cuantas ropas se disponía a partir- Te voy a demostrar que puedo valerme por
mi mismo, no solo eso, cuando veas que consigo fama y fortuna ni se te ocurra decir que soy
tu sobrino porque te voy a negar.
-Sí, sí, ya no vuelvas, vago -su tío no tenía intención de escuchar- Solo procura no hacer que te
metan a la cárcel.
Iván se dio media vuelta y se fue balbuceando:
-Estúpido viejo gordo y calvo, ojala y su mugre edificio se venga abajo y lo plaste como la rata
gorda que es.
Mientras tan en el intermedio de la otra vida, Azel decidió explicar cómo funcionaba
un poco el cielo y el infierno a Nicole que parecía seguir confundida por las imágenes que veía,
el ir y venir de gente quejándose, llorando o riendo en esos pasillos blancos. Le explico como
se manejaba todo de una manera sencilla para que Nicole entendiera, le dijo de cómo
dependía de lo bueno o lo malo que fueras eras enviado al infierno o al cielo, pero que había
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diferentes niveles, donde de acuerdo a que tan bueno o malo fuiste eras enviado. Le explico
por ejemplo que el cielo no era como normalmente lo describían los vivos, que las imágenes y
las formas eran moldeables, por ejemplo como de la naturaleza donde podías hacer aparecer
un árbol, todo de acuerdo a la imaginación y felicidad de la persona; que se había eliminado las
necesidades, las cosas que se hacían solo eran para la diversión de la persona. Por el otro lado
el infierno era un sitio con diferentes castigos, como mares de fuego, o un lugar lleno de odio y
vestigios de muerte donde eran enviados los asesinos crueles, un lugar terrorífico donde
sufrían sus castigos las almas impuras en bucles sin fin. También le dio un tour por todo el
intermedio, donde le explico que más que nada era un lugar lleno de tribunales, donde se
llevaban los juicios y elegían el castigo o premio de acuerdo a la naturaleza de los actos.
Nicole no entendía, con la cabeza revuelta solo se dedicaba a dar positivas para que
Azel no se fuera a enojar con ella.
Después de un largo recorrido por fin llegaron a una puerta de madera simple al final
de un pasillo donde era su destino. Azel indico:
-Aquí estamos por fin. De aquí podrás viajar a tu mundo y comenzar a hacer tu tarea.
La puerta se abrió y se podía ver que daba al exterior de una ciudad, a una calle donde
gente iba y venía en su andar diario, aunque nadie podía ver dentro de ella, para las personas
comunes solo era un muro de un edificio y no una puerta.
-No entiendo –dijo Nicole- Donde voy a vivir estos tres años, ¿me darás una casa? También
creo que necesito un ayudante, yo sola parece difícil…
Esas eran sus impresiones al saber que iba a ser arrojada sola a un lugar que no
conocía con tan solo esos dos artículos.
-Por eso se te dio una tarjeta con dinero ilimitado –aclaró Azel- y ese celular, con ella puedes
conseguir lo necesario y con el celular puedes aclarar tus dudas conmigo, solo no abuses que
solo te puedo orientar un poco.
-Pero… -iba a continuar Nicole cuando recibió un empujón que la mando fuera de la puerta.
-Es mejor que aclares tus dudas sobre la marcha, recuerda que tu única tarea es volver por el
buen camino a Iván, cuando tengas una duda verdaderamente importante me llamas.
-Pero… -Nicole iba a insistir, pero la puerta se cerró tras ella.
-Bye, bye…
Azel era tajante y solo se despidió.
Nicole confundida con tan solo esos dos artículos en mano veía una ciudad que de
cierta forma se le hacía conocida. Se llevo el dedo índice a la boca.
-Donde he visto yo estas calles… ¡Bah!
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Hizo una rabieta y siguió su camino.
Iván tres horas después estaba en pleno centro de la ciudad decido a conquistar el
mundo, pedía limosna con dos carteles con la leyenda de “Soy paralitico y tengo cáncer”. Una
señora lo miraba de arriba abajo y parecía buscar esas deficiencias que señalaban los carteles.
-No pareces paralitico en lo mas mínimo.
-Si no va a cooperar para la causa desaloje que hay gente que si –replico Iván.
-Consíguete un empleo, vago –insulto la señora antes de fruncir el seño y partir.
-regáñeme cuando me pueda dar uno vieja entrometida –Iván la despidió y hasta se medio
levanto de su posición de sentado para ver a la señora pomposa marcharse según como él
pensaba se veía. Después observo su plato de plástico donde recolectaba las limosnas y solo
dos dólares y dos moneadas de 25 centavos permanecían. Era un insulto para una persona que
se presumía desahuciada.
-Estúpida gente con su estúpida falta de bondad, por eso el mundo es un mugre agujero.
Después de unas horas más y con tres dólares producto de las almas caritativas, Iván
decidía que tenía que partir al ver como dos amables policías se acercaban mal encarados.
-Lamento decirte que para nada pareces enfermo de cáncer y menos paralitico –le dijo uno del
par que se acercaron, los dos eran robustos, pero uno de ascendencia afroamericana y el otro
rubio. El último fue quien lo indico.
-Y no lo soy, solo estoy cuidando el lugar a un tipo que si lo es –aclaro Iván.
-Desde hace unas horas estas aquí y puedo jurar que solo a ti te he visto todo el tiempo –
señalo el policía moreno con voz calmada.
-Seguro se confunde porque el otro tipo se parece a mí, pero si alcanza a distinguirnos se dará
cuenta que yo estoy más guapo.
-Aja –solo fue la respuesta del rubio.
-Vamos a tener que llevarte a la delegación –indico el moreno.
Iván estiro la mano y tomo su mochila que tenia detrás. Apenas tomo lo correa estiro
la otra mano hacia el dinero dentro del plato.
-Yo sé cómo funciona esto –dijo- les doy el 50% de mis ganancias porque me dejen trabajar
tranquilo.
Los policías observaron las raquíticas ganancias y pusieron un rostro oscuro.
-¿No te parece un insulto tratar de sobornar a dos policías con esa precariedad de dinero? –
pregunto el rubio.
-Vamos, no sean codiciosos, el mundo no se creó en un día, además… -Iván se paro- les voy a
explicar que pueden hacer con todo este dinero –les arrojo cuatro monedas en la cara y se
echo a correr.
-¡Hey, tu!
4. Otro cielo, otra vida.Otro cielo, otra vida.Otro cielo, otra vida.Otro cielo, otra vida.
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El policía rubio se iba a echar en su persecución, pero el policía moreno lo detuvo solo
haciéndole una negativa con la cabeza.
-Ja ja, pero que imbéciles –Iván se fue celebrando - ¿Acaso creían que me podrían atrapar así
de fácil, por quién me están tomando?
Después de unas cuadras, al doblar por una esquina choco con una ancianita que iba
con una joven de su edad que le ayudaba con dos bolsas de comestibles. La pobre ancianita
fue a dar al suelo e Iván después de reaccionar se levanto enseguida y dijo mientras la joven
preocupada trataba de levantar a quien era su abuelita.
-Abuelita, abuelita. ¿Te hiciste daño?
-Perdonen, solo que iba deprisa y sin querer las he arrollado –dijo Iván y también se unió a
ayudar a la labor de levantar a la anciana, a pesar que la joven le dirigía una mirada molesta.
Una mujer muy bonita que enseguida deslumbro a Iván.
Después de ayudar a levantar a la anciana, decidió pedir una disculpa.
-Para que vean que me arrepiento de mi error, permítanme que les ayude con esas bolsas tan
pesadas.
-No te preocupes, solo vamos a la parada del camión. –indico la joven ahora ya no enojada.
Faltaba apenas una cuadra a ese sitio.
-Insisto, por favor para remendar mi acto.
Iván estiro la mano y tomo una bolsa, la chica al ver la amabilidad de este, se dejo
ayudar reconfortada.
…
-¡Detente ahí ladrón, te dije que te detengas!
La chica corría detrás de Iván.
-Ja ja, pero que imbéciles, eso les pasa por ser tan confiadas, como creen que alguien solo las
va a ayudar así nada más. Esta noche ya ceno Iván de lo lindo, ja ja ja…
-¡Que te detengas, malnacido!
Un zapato voló y casi le da en la nuca a Iván, pero este alcanzo a esquivarlo haciendo la
cabeza a un lado. Después tomo un pan de los que había en la bolsa de comestibles y se lo
echo a la boca.
-Ja ja, a ver ahora si me alcanzas sin zapatos, boba, lo que tienes de bonita lo tienes de
estúpida, ja ja ja, juaj jua… cuf cuf…
Por ir corriendo y comiendo casi se atraganto con el pan que se había engullido.
-¡Desgraciado, mal viviente, ladrón! …
5. Otro cielo, otra vida.Otro cielo, otra vida.Otro cielo, otra vida.Otro cielo, otra vida.
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La chica se rindió en su intento de alcanzar a Iván, ahora sin zapato veía como este
seguía su huida sin siquiera mirar a atrás.
Iván creía que todo le había salido muy bien, pero al dar la vuelta en una esquina, cayó
en una coladera que alguien había dejado abierta. Era de esos drenajes que eran como túneles
e Iván ahora sobre una banqueta subterránea de cemento a un lado de arrollo de agua sucia se
dolía del golpe que se dio.
-¿Pero quién demonios dejo esta coladera abierta? Gente buena para nada y sin conciencia…
Busco sus víveres y vio que no se le habían dañado tanto de la caída, todavía eran
comestibles. Fue y los tomo deprisa.
-Más les vale que todos mis artículos estén bien porque si no se Iban a enterar de quien es Iván.
Espero un poco en ese drenaje y luego salió sin rumbo a donde creyera podría pasar la
noche.
Nicole fuera de una agencia de autos se había propuesto una cosa:
-Ya que estoy aquí sola necesito una motivación para poder empezar y creo que me la merezco.
Se metió y fue directo a con el vendedor que ella creyó era el más experimentado. Un
hombre con traje y corbata. Enseguida este frotándose las manos como si de un zorro se
tratara, afilo los ojos y saludo a Nicole que no se le quito lo decidida.
-Buenos días señorita, en que puedo servirle.
-Quiero el auto más lujoso y bonito que tengas.
-¿Como ha dicho usted?
El vendedor creyó no escuchar bien, el creyó que era una niña tonta que seguro podía
venderlo un seguro o dos que no eran necesarios para nada, pero no eso.
-Dije que me des el auto más lujoso y bonito que tengas.
-Señorita, creo que debo advertirle que ese auto es un poco costoso, no dudo que usted pueda
pagarlo, pero me veo en la necesidad de comunicárselo, tiene un costo de medio millón de
dólares.
-No importa, envuélvemelo que me lo llevo.
El vendedor en serio estaba confundido, el auto que tenia era un porche que solo las
personas con nombres muy prestigiosos se llevaban, pero ahí estaba esa niña salida de sabe
dónde y pedía eso.
-Perdone señorita, ¿y cómo le gustaría hacer el pago? –pregunto el vendedor todavía con
dudas de que esa chiquilla pudiera pagar algo así, pero en cambio a lo mejor era la hija de un
rico.
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-Con esto.
Nicole enseño su tarjeta.
El vendedor veía esa extraña tarjeta con recelo, pero aun así la tomo y se dirigió dentro
de una oficina.
-un momento por favor.
Después de salir su sonrisa iba de oreja a oreja, enseguida le comunico a Nicole a
donde quería que le enviaran su auto.
-Me lo llevo, por favor prepárenlo para que lo pueda sacar en este mismo instante.
-Claro señorita, lo que usted diga, por favor, por aquí, hágame el a favor de esperar un poco
por este lugar mientras se arreglan todos los detalles.
Nicole fue invitada a la oficina más lujosa a esperar mientras le servían unos bocadillos
finos.
Una hora después salía con su auto y unos lentes oscuros regalo de la agencia. Por una
avenida rumbo al hotel más lujoso de la ciudad, se decía para ella misma.
-Pues claro, para estar más motivada necesito consentirme de esta manera sino no puedo
poner manos a la obra...
