Este documento analiza la evidencia científica sobre los beneficios potenciales de las semillas de chía. Las semillas de chía contienen ácido alfa-linolénico y fibra, lo que puede mejorar los marcadores metabólicos como los lípidos sanguíneos, la inflamación y el control de la glucosa. Algunos estudios en humanos y animales han encontrado que las semillas de chía pueden ayudar a prevenir la obesidad, la esteatosis hepática y el síndrome metabólico. Más investigación es necesaria
Semillas de Chía; Beneficios metabólicos y cardiovasculares
1. Semillas de Chía; ¿Coadyuvantes de la Terapia Médico Nutricia?
MNC. Iván Armando Osuna Padilla, NC
Enero es el mes en que los profesionistas de la nutrición tienen agendas llenas, debido al interés
de la población por perder los kilogramos acumulados con el paso de los años o bien por las fiestas
decembrinas. Con la llegada a México de los productos orgánicos, así como el acceso a internet, la
población tiene a su alcance alimentos funcionales que pudieran tener efectos positivos en la
salud, en esta ocasión analizaremos la evidencia científica disponible acerca de las semillas de
Chía.
Actualmente la obesidad y el síndrome metabólico son un problema de salud pública, afectando a
más de 300 millones de personas a nivel mundial según las últimas cifras de la Organización
Mundial de la Salud. Estas condiciones ocasionan alteraciones metabólicas en los individuos,
aspectos que han despertado interés en los equipos de investigación, enfocándose en desarrollar
estrategias de acción para aminorar las repercusiones. Diversos autores han documentado que la
distribución de macronutrimentos en la dieta pudiera desempeñar un papel en la prevención y
mejora de los marcadores metabólicos, destacando la importancia de la ingesta de ácidos grasos
poli-insaturados de cadena larga ὠ-3 de origen marino, especialmente el ácido eicosapentaenoico
20:5 n-3 (EPA) y el ácido docosahexaenoico 22:6 n-3 (DHA), los cuáles han demostrado reducir la
dislipidemia y mejorar la sensibilidad a la insulina1,2. La importancia de su consumo radica en que
los humanos no tenemos la capacidad para sintetizar EPA o DHA, pero podemos formarlo a partir
de ácido araquidónico (ALA), a través de la acción de las enzimas de desaturación y elogación3. La
conversión de ALA en EPA y DHA varía dependiendo del género y la edad, teniendo una mayor
conversión las mujeres4.
El ALA se encuentra presente en la semilla de chía(Salvia hispánica L), cuyo nombre proviene de la
lengua maya chichaan, que significa “fuerte o que da vigor”5.
Esta semilla contiene entre un 25-39% de lípidos, de los cuales un 60-64% corresponde a ALA3. Es
una semilla rica en fibra, con aproximadamente 6.8 g de soluble y 32.8 g de insoluble por cada 100
gramos, respectivamente, y con una gran actividad antioxidante por su alto contenido en
polifenoles6.
DISPONIBILIDAD
En un estudio realizado en 10 mujeres postmenopausicas, se suplementaron 25 gr al día de
semillas de chía molidas durante 7 semanas. Se observó un incremento de ALA plasmático en un
138% respecto a la primera semana, así como un incremento de 30% en las concentraciones de
EPA4. En otro estudio se reportaron incrementos en la ingestión de ALA de 4.4 g/día tras la
ingestión de 25 gr de semillas de chía7.
PERFIL DE LÍPIDOS
En el 2007, se publicaron los resultados de una investigación en la cual se sometieron a ratas
Wistar a una alimentación ad libitum con cuatro diferentes tipos de dietas, una de ellas rica en
aceite de maíz, y el resto de semillas de Chía enteras, semillas de chía molidas y aceite de chía
durante 30 días. Posteriormente fueron determinados el colesterol total, HDL, LDL, triglicéridos,
2. así como composición de ácidos grasos. En los resultados se observaron incrementos en el EPA, así
como reducción en el índice n-6: n-3 en todos los grupos que fueron alimentados con chía. Se
observaron también disminuciones estadísticamente significativas en triglicéridos e incrementos
en colesterol HDL8. Resultados similares fueron observados posteriormente, corroborando la
actividad hipolipemiante de esta semilla9.
ESTEATOSIS HEPATICA
En otro estudio publicado en el 2013, se observó que al alimentar con semillas de chía a ratas, se
redujo significativamente el tejido adiposo visceral, disminuyo el tamaño de las células del tejido
adiposo epididimal, mejoró la actividad anti-lipolítica de la insulina y se normalizaron las
actividades de las enzimas encargadas de la lipogénesis“de novo” (acetil CoACarboxilasa, glucosa 6
fosfato deshidrogenasa y enzima sintetasa de ácidos grasos)10.
La corrección de estas alteraciones metabólicas provee mejoras en la resistencia a la insulina, así
como también en la prevención de la aparición de la esteatosis hepática, como se comprobó en
otro estudio realizado en ratas en el 20113. Debido a estos cambios, se considera que la
suplementacion de semillas de chía tiene efectos hepatoprotectores y cardioprotectores11.
INFLAMACIÓN
Es bien conocido el papel de los omega 3 en la prevención de la ateroesclerosis por mecanismos
directos e indirectos. Directamente al disminuir la inflamación regulando diversos factores de
transcripción, e indirectamente al producir series de eicosanoides y disminuirlos reactantes de
fase aguda12.
En un estudio realizado en 20 pacientes con diagnóstico de Diabetes Mellitus a quienes se
suplementó con 37 g/día de semillas de chía, se observó una disminución significativa en las
concentraciones de proteína C reactiva y de factor von Willebrand, marcadores de inflamación y
disfunción endotelial, respectivamente13.
CONTROL GLUCEMICO
Vuksan V. y su grupo de colaboradores encontraron que la suplementacion a largo plazo (12
meses) con semillas de chía disminuye la hemoglobina glucosilada, mejorando con ello el control
glucémico. Así mismo, observaron una disminución en la presión arterial sistólica, disminuyendo
con ello el riesgo cardiovascular13.
APETITO Y SACIEDAD
Se ha documentado una disminución de la glucemia posprandial, así como también un efecto de
saciedad prolongado tras la ingestión de pan integral con un contenido de 7, 15 o 24 g de semillas
de chía durante 12 semanas. El posible mecanismo responsable de estos efectos es el contenido
de fibra dietética, de calcio, magnesio y posiblemente la capacidad antioxidante14.
PERDIDA DE PESO
En el 2009 se publicaron los resultados de una investigación cuyo objetivo fue evaluar la pérdida
de peso en 76 mujeres tras la suplementacion de 25 g de semillas de Chía disueltas en un vaso de
agua dos veces al día, durante 12 semanas. No se encontraron efectos significativos en la pérdida
de peso ni cambios en la composición corporal al finalizar el estudio15.
3. Otro ensayo clínico en el cual participaron 67 adultos con síndrome metabólico, de los cuales 32
recibieron una bebida compuesta por proteína de soya, nopal, semillas de chía y avena, y 35
adultos recibieron un placebo. Ambos grupos se les controló su alimentación, y se realizó una
restricción de500 kcal al día. Todos los participantes disminuyeron el peso, pero sólo aquellos que
recibieron la bebida disminuyeron las concentraciones de triglicéridos, proteína C reactiva y
obtuvieron mejorías en la curva de glucosa e insulina16.
OTROS USOS
Se han utilizado el aceite de semillas de chía en aplicación tópica en pacientes con Enfermedad
Renal Crónica que cursan con prurito y xerosis, reportado mejorías clínicas, sin embargo son
necesarios estudios con un mayor número de pacientes17.
Otra aplicación de las semillas de chía es en bebidas energéticasdurante las cargas de hidratos de
carbono, las cuáles se realizan para mejorar el desempeño de deportistas en eventos de una
duración mayor de 90 minutos. No se han encontrado mejorías en el desempeño físico con las
bebidas con chía, comparado con las bebidas tradicionales, sin embargo, su inclusión en estos
regímenes disminuiría la ingestión de hidratos de carbono, pudiendo tener beneficios en la salud a
largo plazo18.
Conclusión
Si bien la mayoría de los estudios están realizados en ratas, siendo está evidencia la de menor
peso en la pirámide de la Nutrición Basada en Evidencias, los pocos estudios realizados en
humanos han encontrado resultados positivos que pudieran proveer de beneficios a los pacientes
con Síndrome Metabólico. Si a eso le sumamos la amplia disponibilidad de esta semilla en México
y en diversos países de América Latina, así como su bajo costo, pudieran considerarse a las
Semillas de Chía como un posible coadyuvante en el tratamiento de estas anormalidades.
No existe una recomendación de la cantidad adecuada a ingerir, para ello debemos considerar lo
reportado en las investigaciones en humanos, donde tras la ingestión de 25 g/día, las
concentraciones plasmáticas de ALA incrementan significativamente. Las Guías Dietéticas de
Estados Unidos recomiendan que de utilizarse la chía como un alimento, su consumo no debe ser
mayor a 48 g/día19.
No hay que olvidar que son los patrones de alimentación que prescribamos los que proveerán a
nuestros pacientes de los beneficios metabólicos a largo plazo, sin embargo, la inclusión de
alimentos funcionales en dichos patrones pudieran potencializar los efectos terapéuticos.
Como lo mencione en los aportes anteriores, es responsabilidad de cada uno de nosotros como
profesionistas, buscar la evidencia científica para sustentar las acciones que emprendamos en
nuestra búsqueda por mejorar el estado de salud de nuestros pacientes y nuestra comunidad.
Feliz año a todos, que todos sus proyectos se vean realizados, y podamos seguir avanzando juntos
en ésta ardua pero gratificante labor de actualización.
Bienvenido 2014.
4. BIBLIOGRAFIA
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MNC. Iván Armando Osuna Padilla, NC
Licenciado en Nutrición, Universidad Autónoma de Durango
Maestría en Nutrición Clínica, Instituto Nacional de Salud Pública
Diplomado en Metabolismo, Obesidad y Nutrición, Instituto Politécnico Nacional
Diplomado en Prevención de Enfermedades Crónicas I-II, Instituto Nacional de Salud Pública
Diplomado en Nutrición y Dietoterapia, Universidad Autónoma de Sinaloa
Nutriólogo Certificado, Colegio Mexicano de Nutriólogos
Docente en Unidad Académica de Ciencias de la Nutrición y Gastronomía, Universidad Autónoma de Sinaloa
Consultor Privado