2. A finales del siglo XIX, en torno a la
ciudad de Chicago, van a producirse
en una serie de innovaciones en la
arquitectura que supondrán una
ruptura radical respecto de la
tradición y que abrirán el camino a la
arquitectura moderna y darán lugar a
un tipo arquitectónico que tendrá
gran éxito: el rascacielos.
Sus responsables serán un grupo de
arquitectos e ingenieros de un país
nuevo, menos influido por el
academicismo, que, mediante el
empleo de las nuevas posibilidades
técnicas, darán respuestas a las
nuevas necesidades de una ciudad
moderna en rápido crecimiento.
Serán conocidos como “Escuela de
Chicago” y compartirán rasgos
semejantes.
3. La ciudad de Chicago, en el medio
Oeste, era una de las que mayor
crecimiento demográfico estaban
experimentando.
En 1871, un incendio devastó el
centro de la ciudad, construida al
modo tradicional con construcciones
de estructura de madera (balloon
frame).
Era preciso reconstruir con rapidez la
ciudad para no perder el impulso
económico y demográfico que estaba
viviendo, especialmente su centro
para albergar oficinas, viviendas,
grandes almacenes, edificios
comerciales y hoteles.
Para ello, el empleo de las
posibilidades de los nuevos
materiales y las nuevas técnicas
constructivas se convirtieron en
fundamentales.
4. La ciudad, que había crecido
rápidamente con edificaciones de poca
calidad, tenía el reto de reconstruirse a
prueba de fuego, proyectando la
imagen de una ciudad moderna: más
que reconstruirse, la ciudad se
reinventó y resurgió de sus cenizas
con un nuevo modelo de edificios
totalmente alejado del academicismo
y eclecticismo de la tradicional Europa.
Un grupo de arquitectos e ingenieros
innovadores optarán por soluciones
funcionales que serán la base de las
grandes transformaciones que vivirá
la arquitectura desde este momento y
a lo largo de todo el siglo XX.
Richardson, Le Baron Jenney y,
posteriormente, Adler & Sullivan,
Burnham & Root, Atwood… serán sus
principales representantes.
5. Chicago era una ciudad burguesa,
eminentemente comercial e industrial y
las grandes empresas necesitaban de
amplios espacios para sus nuevas oficinas,
grandes almacenes, comercios, hoteles…
Esto se tradujo en una gran especulación
sobre el suelo y en una gran demanda de
construcción, que provocó una enorme
alza del precio del suelo.
La solución era hacer crecer los edificios
en altura, la construcción en vertical de
muchos pisos elevados sobre una planta
reducida, que darán lugar a los
rascacielos.
Los avances técnicos de la Segunda
Revolución Industrial serán decisivos
para llevar a cabo esta impresionante
remodelación urbana y los avances de la
ingeniería y la arquitectura confluirán.
6. Esto se pudo lograr gracias a:
La disponibilidad de perfiles de
acero, que se producían en
grandes cantidades y a precios
cada vez más bajos, tras los
avances de la Segunda
Revolución Industrial
(convertidor Bessemer).
La invención del ascensor
primero a vapor (Otis, 1864),
luego mediante propulsión
hidráulica (Baldwin, 1870) y
luego eléctricos (Siemens,
1887), que permitía la
comunicación entre plantas.
El trabajo de arquitectos con
formación tecnológica o en
colaboración en estudios
combinados de arquitectos e
ingenieros para dar solución a
los nuevos retos.
7. El suelo arenoso y
fangoso de Chicago
hizo necesario el uso
de cimentaciones
firmes de hormigón
para poder elevar
edificios de gran altura.
Para ello emplearon:
• Pilares de
hormigón.
• Cajones con muros
de hormigón
(“Chicago Caisson”),
de las mismas
dimensiones que el
solar.
Sobre ellos se asentará
la estructura metálica
de hierro o acero.
Principales aportaciones
8. Sobre esos cimientos se elevaba una
estructura metálica de acero como
soporte del edificio, que permitía
construir en vertical y elevar los pisos de
forma modular y repetitiva y se
convertía en una estructura
autoportante, que liberaba a los muros
de su función de carga.
Principales aportacionesSe recubrían de material
cerámico para hacerlas más
resistentes al fuego
9. El empleo de la
estructura de acero,
más dúctil y
resistente que el
hierro y que soporta
grandes pesos y
deformaciones,
permitió incrementar
la construcción en
altura.
Los edificios se
levantaban mediante
estas estructuras
metálicas , que luego
se revestían de
diversos modos,
según la función del
edificio.
Principales aportaciones
10. Al eliminar la función sustentante de los
muros por el esqueleto de acero, las
fachadas se irán convirtiendo tan solo
en un revestimiento del edificio: se van
convirtiendo en un predecesor del
característico muro cortina de los
rascacielos modernos.
Principales aportaciones
11. Estas paredes de
mampostería ya no
forman parte de la
estructura del
edificio y en ellas
se abren grandes
ventanales
acristalados,
mejorando la
ventilación e
iluminación natural
de los edificios y
dando al exterior
un aspecto
espectacular.
Principales aportaciones
Reliance Building.
Burham & Root,
Atwood
1890-95
12. Las fachadas se
abren con
ventanas muy
amplias, de
tendencia
horizontal y que se
extienden por
toda la fachada
con las
dimensiones que
se deseen:
• Chicago
windows
divididas en
tres partes, una
más ancha.
• Bow y bay
windows (en
forma de arco y
poligonales).
Principales aportaciones
13. Consecuencia del uso de la
estructura de acero como
soporte del edificio:
• Se gana mucho más
espacio en el interior,
prescindiendo de los
anchos muros de carga.
• Se desarrolla la llamada
planta libre el espacio
interior se puede distribuir
ahora libremente,
mediante tabiques entre
los pilares de acero, que
permiten variar la
distribución entre pisos,
creando espacios
polivalentes, de diferentes
formas y que pueden
cambiar de función y
forma con el tiempo.
Principales aportaciones
Planta Wainwright
Building, nivel suelo
Planta Wainwright
Building, pisos altos
14. Exteriormente se irán
depurando los elementos
decorativos, tan habituales en
la arquitectura de finales del
siglo XIX.
Se sustituirán por superficies
lisas y acristaladas, en un
lenguaje geométrico de líneas
horizontales y verticales, que
tiende a mostrar el esqueleto
interno del edificio
No obstante, en ocasiones
coexistirán –incluso en el
mismo edificio- estos principios
geométricos depurados con
elementos decorativos a
imitación de las formas
eclécticas y modernistas
europeas.
Principales aportaciones
15. En respuesta a las
necesidades de su
tiempo, y muestra de
su modernidad, estos
edificios incorporarán
todos los nuevos
inventos y avances
disponibles:
• Ascensores.
• Aire
acondicionado.
• Correo neumático
(tubería que
interconecta todos
los pisos y los
diferentes locales
del edificio).
• Teléfono.
• Sistemas
antiincendios.
• Electricidad.
Principales aportaciones
16. La forma sigue a la función (la forma de un edificio u objeto debe estar basada
primordialmente en su función o finalidad y esta debe imponerse frente a otros principios y a
la decoración): este principio formulado por Louis Sullivan tendrá especial influencia en la
arquitectura racionalista y funcionalista del siglo XX.
Principales aportaciones
"Ya sea el águila en pleno vuelo o la flor de manzano
abierta, el incesante trabajo de los caballo, el cisne
alegre, la ramificación del roble, el arroyo que
serpentea en su base, las nubes a la deriva, sobre todo
el sol que cursa, La forma sigue a la función, y esta es
la ley. Dónde la función no cambia, la forma no
cambia. Las rocas de granito, las colinas, permanecen
durante siglos; las vidas de rayos, viene en forma,
y muere, en un abrir y cerrar de ojos.
Es la ley que prevalece a todas las cosas orgánicas e
inorgánicas, de todas las cosas físicas y metafísicas, de
todas las cosas humanas y todas las cosas
sobrehumanas, de todas las verdaderas
manifestaciones de la cabeza, del corazón, del alma,
que la vida es reconocible en su expresión, que forma
siempre sigue a la función. This is the law.“
Sullivan, Louis H. (1896). «The Tall Office Building Artistically
Considered». Lippincott's Magazine (March 1896):
17. Henry Hobson Richardson es
considerado como el primer
arquitecto moderno de los
Estados Unidos.
Había estudiado en la Escuela
de Bellas Artes de Paris y
había trabajado con Henri
Labrouste.
En el Marshall Field’s
Wholesale Store (1885/87)
establece el prototipo de
edificio comercial: siete
pisos, dividido verticalmente
al estilo renacentista italiano,
y con influencia del
neorrománico: unificación de
pisos con arcos, empleo de
piedra rústica…
Si bien los muros aún soportan gran parte
de la carga, ya emplea estructuras
metálicas y abre amplios ventanales.
18. William Le Baron Jenney es considerado el
auténtico creador de la Escuela de Chicago.
Se educó en la École des Beaux Arts. En su
estudio se formaron los principales
arquitectos de la escuela.
El Home Insurance Company Building
(1884-85) es el primer edificio con
estructura sustentante de hierro, si bien los
muros aún desempeñan cierta función
estructural.
El esqueleto metálico está realizado en
hierro y acero, con vigas y pilares metálicos
recubiertos de ladrillos refractarios (para
evitar incendios). Esos pilares sostienen
vigas en doble T que soportan los pisos de
hormigón, consiguiendo disminuir la
función sustentante del muro.
De este modo se consigue elevar un
edificio de 10 plantas (luego se añaden dos
más), impresionante para la época.
19. Con la nueva estructura consigue abrir
amplios ventanales en la fachada y
consigue un espacio interior diáfano,
adecuado para las oficinas necesarias
para alojar a los empleados de la
compañía de seguros promotora del
edificio: amplio, de fácil distribución y
bien iluminado.
Su fachada, no obstante, sigue el modelo
de la de Richardson, con recuerdos
historicistas:
• Una parte baja, recubierta de piedra
almohadillada, destinada a comercios.
• Un cuerpo central dividido en pisos
para las oficinas y organizado
mediante líneas horizontales y
verticales, que reflejan la estructura
sustentante y con abundantes
ventanas.
• Un remate superior sobresaliente a
modo de cornisa con una balaustrada.
20. Discípulo de Le Baron Jenney, Louis Henry Sullivan, se forma en el Instituto Tecnológico se
Massachusetts y en la Académie des Beaux-Arts y se asocia con el ingeniero Danmark
Adler.
Su estudio conjunto se convertirá en el principal representante de esta escuela, realizando
más de cien edificios en Chicago, San Luis y Buffalo.
21. El Auditorium de Chicago (1887/89) es un enorme edificio multifuncional: teatro de ópera
(capacidad para 4.200 personas) e incluye oficinas, tiendas y un hotel para 800 personas.
Fue la primera colaboración entre Adler & Sullivan.
Construido sobre un basamento de hormigón y mediante el uso de estructuras metálicas,
presenta exteriormente un aspecto macizo en forma de paralelogramo con una gran torre
cuadrada.
23. Retoma el modelo de
fachada de Richardson y
divide el edificio en
altura en tres grandes
zonas, al modo de los
palacios florentinos:
• Un basamento rústico
de granito.
• Una sección
intermedia de
arenisca, en la que
acentúa la
verticalidad mediante
una serie de bandas a
modo de pilastras,
rematadas con arcos,
que engloban las
ventanas de los pisos.
• Un remate superior.
24. Sobre la entrada, construye una gran
torre en la que se instalan un
depósito de agua, maquinaria para el
escenario y las oficinas
de Adler & Sullivan.
Esta torre también recuerda a las de
los palacios medievales florentinos.
Las entradas principales se realizan a
través de tres arcos cavernosos, con
dovelas gruesas y rústicas, que
recuerdan el estilo neorrománico de
Richardson.
25. Su sobria fachada, de aspecto mucho más geométrico y sin apenas decoración,
contrasta enormemente con las de los edificios de ópera de Europa.
26. En su interior, rompe con la concepción de las óperas tradicionales y desaparecen los palcos
(salvo en una pequeña parte, exigencia de los promotores) y la forma tradicional de
herradura. Todos los espectadores miran de frente al escenario, en una concepción mucho
más democrática (y rentable, al permitir acceder a muchas clases medias-bajas) del
espectáculo operístico.
27. También destaca la concepción
telescópica del escenario y la
sala de conciertos, realizada
mediante arcos concéntricos a
modo de embudo iluminados
que:
• Focaliza la atención del
espectador hacia el
escenario.
• Crea un túnel acústico que
favorece la acústica y
disminuye la reverberación
del sonido, necesaria para
que se escuche en el mayor
escenario de ópera del
mundo.
Es un nuevo ejemplo de la
famosa frase de Sullivan: “la
forma sigue a la función.”
28. En 1891 construye en San Luis el
Wainwright Building.
Emplea una estructura de acero para el
esqueleto y lo recubre con ladrillo
cerámico rojo muy ornamentado (y
antiincendios).
Contrasta la geometricidad de las formas
con la presencia de ornamentación.
Acentúa la verticalidad mediante las
molduras verticales que unen los pisos,
Esa abundante decoración vegetal a lo
largo de toda la fachada, será muy típica
de numerosas obras de Sullivan, pues
considera que el ornamento, cuando
aparezca, debe inspirarse en la naturaleza,
y no en los motivos clásicos tradicionales,
probablemente influenciado por el
movimiento Arts & Crafts inglés.
29. En este edificio recoge algunos de sus
nuevos principios arquitectónicas, en los
que el edificio y sus funciones se
asemejan a una columna y lo estructura
en 3 partes –basamento, fuste y
coronamiento o ático – como en los
modelos clásicos:
• En el basamento están los comercios,
el acceso, el hall y suelen ser pisos
más elevados (bajo el suelo, sótanos
para calefacción y otras
infraestructuras).
• El fuste sería la repetición de plantas
de oficinas, luminosas y con ventanas,
en las que se traslada el efecto de
retícula geométrica de la estructura
de hierro, y se unifican mediante
molduras.
• El ático remata visualmente el edificio,
y en el se disponen los servicios
necesarios para el mismo, salas de
máquinas, ascensores…
30. Parte alta: ático
a modo de friso y
con cornisa, para
la maquinaria y
servicios
Fuste: pisos superiores para
oficinas, unificados
verticalmente mediante las
molduras y separados de la
parte inferior por una gran
moldura horizontal
Base: dos primeros
pisos con más altura y
grandes vanos para
locales comerciales
31. Sullivan puso por escrito su teoría sobre el rascacielos
en uno de sus ensayos más famosos, "El edificio de
oficinas en altura artísticamente considerado". Allí
expone que este edificio debe tener tres funciones
claramente diferenciadas:
• La planta baja y el primer nivel que están en
contacto con la gente y donde se encuentra el
acceso claramente marcado, los lugares comunes,
los comercios, etc.
• Una segunda parte, el cuerpo del edificio,
conformado por una serie de pisos iguales donde
se encuentran las oficinas que deben tener la
máxima iluminación posible.
• Y por último, un ático en el techo donde albergar la
sala de máquinas (sala de ascensores, bombas,
etc.) y que debe explotarse para obtener un remate
contundente del edificio.
Como último requisito, la fachada debía estar tratada
armoniosamente, dándole unidad al diseño.
http://funcionlenguaje.com/index.php/observatorios/pensamiento-
contemporaneo/451-louis-sullivan-la-poesia-de-los-rascacielos
32. En el Guaranty Building (Buffalo) de
1895 proyecta el mayor bloque de
oficinas de la ciudad de su época.
En forma de U, fue construido con una
estructura de perfiles de acero
laminado y sus muros exteriores
presentan una exuberante decoración
geométrica y vegetal en piezas de
terracota.
Resalta con fuerza la verticalidad de la
estructura del edificio a través de las
molduras verticales que engloban los
pisos y que corona por arcos de medio
punto.
En este edificio vuelve a apreciarse la
división funcional tripartita del edificio
y su tendencia a la verticalidad sienta
las bases de ascensionalidad de los
nuevos rascacielos.
33. Las ventanas en forma de óculo del ático
pretenden recordar el uso de esa planta,
alojando la maquinaria de los ascensores.
La abundante decoración emplea motivos
geométricos y vegetales estilizados, al estilo
del modernismo y Arts & Crafts.
34. La última gran obra de
Sullivan es el edificio de
grandes almacenes
Carson, Pirie, Scott & Co
en Chicago (1904).
Consigue articular un
interior muy amplio
para los almacenes
junto con una
disposición de la
fachada muy abierta y
geométrica, que
contribuyen a hacer ese
interior aún más
espacioso, aportándole
luz natural.
Salvo en el chaflán
redondeado de la
entrada, todo son líneas
rectas.
35. Contrasta la verticalidad
del chaflán central de la
entrada (con ventanales
alargados en vertical y
baquetones
ininterrumpidos) con la
horizontalidad del resto
de la fachada,
acentuada por los
amplios ventanales
(tripartitos, al estilo
Chicago) dispuestos de
forma horizontal.
Salvo en el piso inferior,
muy decorado, reduce
el edificio a un juego
geométrico que refleja
su estructura interna de
acero.
36. También se produce un
intenso contraste entre la
funcionalidad y simplicidad
geométrica de los pisos
superiores, exentos de
cualquier decoración, y la
abundante ornamentación y
naturalista del piso bajo, en
hierro fundido, que
recuerdan al Art Nouveau.
38. Este estudio de arquitectos representa la
vertiente más estructuralista y geométrica de la
Escuela de Chicago, que elimina prácticamente
cualquier decoración y acentúa las formas rectas
y la verticalidad.
Emplean un juego de formas convexas
mediante miradores poligonales (bow o bay-
windows) que dotan a su fachada de un ritmo
ondulante y acentúan la verticalidad.
Burham & Root
construyen en 1891 el
Monadnock Building,
una enorme
edificación de 17
plantas, que poseía
muros exteriores de
ladrillo con función
sustentante, aunque
con esqueleto interior
metálico protegido
contra el fuego.
39. En el Reliance Building
(iniciado por Burham &
Root y reformado por
Charles Atwood, 1895) se
mantiene el mismo
aspecto geométrico.
Lo más interesante de
este edificio es que fue el
primer rascacielos cuya
fachada está
prácticamente realizada
con vidrio, a través de
miradores acristalados,
marcando una tendencia
que será fundamental en
el futuro.
El empleo del vidrio y de
los pilares de su
construcción le dan una
impresionante sensación
de ligereza.
40. Y como paradigma de estos edificios surgió el rascacielos, que aprovechaba al máximo el potencial
tecnológico exprimiendo las posibilidades de cada parcela.
No obstante, el rascacielos, más allá de la eficiencia de su relación entre edificabilidad y suelo
ocupado, también fue un símbolo de poder y representación para empresarios y hombres de
negocios.
El prestigio asociado a la edificación en altura era experimentado desde tiempos remotos. Pero ahora,
la tecnología abría posibilidades insospechadas.
Se inició una carrera vertiginosa hacia la conquista de los cielos que, además de la eficacia y de la
especulación, también respondía al ego de sus promotores.
http://algargosarte.blogspot.com.es/2014/10/la-escuela-de-chicago-el-origen-de-los.html