Definicion de alquimia

1. ALQUIMIA
Es una antigua disciplina filosófica que combina
elementos de la química, la metalurgia, la física
medicina, la astrología, el misticismo, el
espiritualismo y el arte. La alquimia fue
practicada en Mesopotámica, el Antiguo Egipto,
la India y China, en la
Antigua Grecia y el
Imperio Romano y
después en Europa
hasta el siglo XIX, en
una compleja red de
escuelas y sistemas
filosóficos que abarca al menos 2.500 años. , la
alquimia fue una de las principales precursoras
de las CIENCIAS modernas.
Su origen filosófico ha fue oscuro; no se ha
podido precisar su procedencia, y aparece
bruscamente como un cuerpo de doctrina ya
formado en la caída del Imperio Romano
desarrollándose durante la edad media.
Tiene su raíz práctica en los procedimientos
metalúrgicos e industriales del antiguo Egipto.

2. Los documentos escritos por los antiguos
alquimistas forman un material abundante de
información cuyos principales ejemplares son los
papiros.
No obstante el origen místico de la alquimia
parece deducirse como una leyenda de algunos
pasajes algo oscuros de la Biblia, se ha dicho
según la leyenda que su origen está dado por
una historia que se encuentra en Génesis del
antiguo testamento de las Sagradas Escrituras
según dice que los ángeles del cielo viendo a las
mujeres de la tierra de hermoso aspecto bajaron
del cielo a la tierra y le revelaron sus
conocimientos a cerca de la magia, el poder de la
combinación de las sustancias de la naturaleza, y
el poder curativo de las plantas y raíces. La
Alquimia tuvo sus raíces en el oriente medio y
como sucedió con el resto de la ciencia árabe, se
transmitió a Europa a través de España, gracias
al extraordinario florecimiento que las ciencias y
las artes experimentaron en andaluz durante la
edad media. Los primeros trabajos existentes de
la alquimia europea son los del monje inglés
Roger Bacon y el filósofo alemán Alberto Magno;

3. ambos creían en la posibilidad de transmutar
metales inferiores en oro. La idea estimuló la
imaginación, y más tarde la avaricia, de muchas
personas durante la edad media. Seguían
creyendo que el oro era el metal perfecto y que
los metales más comunes eran más imperfectos
que el oro.
Por tanto, pensaron en fabricar o descubrir una
sustancia, la famosa piedra filosofal, mucho más
perfecta que el oro, que podría ser utilizada para
llevar a los metales más comunes a la perfección
del oro.
En los talleres de los alquimistas del siglo XVII,
se preocupaban en encontrar la piedra filosofal,
con la cual los metales ordinarios podrían
convertirse en oro. Allí, los alquimistas
observaban experimentos. Aunque los relatos los
cuales cuentan que algunos alquimistas eran
tomados como poca cosa, fuentes de información
revelan un cierto desdén e indiferencia, y
menosprecio, a pesar de todos estos
comentarios la alquimia desempeñó un papel
importante en el desarrollo de la ciencia. La
transmutación de metales se consiguió en el siglo

4. XX mediante el bombardeo con neutrones.
Los Alquimistas contribuyeron en muchos
descubrimientos y gozaron de prestigio y apoyo
durante siglos, aunque no por su búsqueda de
estas metas inalcanzables ni por la especulación
mística y filosófica que dominaba su literatura,
sino más bien sus contribuciones mundanas a las
industrias «químicas» de la época: la invención
de la pólvora, el análisis y refinamiento de
minerales, la metalurgia, la producción de tinta,
tintes, pinturas y cosméticos, el curtido del cuero,
la fabricación de cerámica y cristal, la
preparación de extractos y licores, etcétera. Los
alquimistas árabes trabajaron fundamentalmente
con los metales oro y mercurio, con los
elementos no metálicos arsénico y azufre, y con
los compuestos formados por sales y ácidos.
Los alquimistas árabes concebían los metales y
en general la diversidad de la sustancias como el
resultado de la combinación de dos principios
representados por el azufre (sólido, combustible
y amarillo) y el mercurio (líquido, metálico, y
volátil). Confiaban en la transmutación de las
sustancias y aunque sus hipótesis de partida

5. fueran falsas iban desarrollando procedimientos
experimentales para el tratamiento de las
sustancias y descubrían nuevos productos, entre
los que cabe mencionar el cloruro de amonio y el
carbonato de plomo así como la destilación del
vinagre para obtener el ácido acético
concentrado, el ácido más empleado a partir de
entonces en las recetas y digestiones
alquimistas.