El documento discute la geopolítica del conocimiento y la colonialidad desde una perspectiva intercultural e indígena. Propone que la perspectiva indígena puede ser un proyecto viable para desarrollar un conocimiento autónomo en América Latina, separado de las influencias intelectuales de la época de la conquista europea. También analiza las diferencias entre los modelos de conocimiento de Europa/EE.UU. y América Latina.