3. Los Evangelios muestran claramente el cuidado corporal y espiritual con que el Señor atendió a los enfermos y el esmero que puso al ordenar a sus discípulos que procedieran de igual manera. El Señor atiende a los enfermos :
4. Reveló el sacramento de la Unción que, instituido por él y proclamado en la carta de Santiago, fue celebrado siempre por la Iglesia en favor de sus miembros con la unción y la oración de los presbíteros, encomendando a los enfermos al Señor doliente y glorioso para que los alivie y los salve, exhortándoles también para que asociándose libremente a la pasión y muerte de Cristo colaboren al bien del pueblo de Dios. El Señor instituye el sacramento de la Unción
5. Al enfermar gravemente, el paciente necesita una especial gracia de Dios, para que, dominado por la angustia, no desfallezca su ánimo, y sometido a prueba, no se debilite su fe. Por eso, Cristo robustece a sus fieles con el sacramento de la Unción fortaleciéndolos con una firmísima protección.
6. No es un remedio terapéutico de la enfermedad del cuerpo, pero al infundirle fe y esperanza al enfermo, bien puede aliviarle suavizándole la enfermedad, haciéndola más llevadera… y incluso sanándola. El Sacramento de la Unción es el sacramento de la esperanza teologal, de la esperanza de entrar en la Gloria. No de una esperanza que fija su meta en el bien físico de la salud corporal, sino de una esperanza teologal que tiene puesta la vista en la resurrección de ese cuerpo dolorido que ahora está ungido con el óleo, y en su destino final que es su Gloria.
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8. Destinatarios · Los fieles que por enfermedad grave o a causa de su avanzada edad se encuentran en peligro de muerte. El sacramento puede repetirse si el enfermo recupera de nuevo sus fuerzas después de recibir la Unción de los Enfermos o si durante la misma enfermedad se presenta una nueva recaída. · Los que vayan a someterse a una intervención quirúrgica como consecuencia de una enfermedad peligrosa.
9. Este sacramento otorga al enfermo la gracia del Espíritu Santo, con lo cual la persona entera es ayudada en su salud, confortada por la confianza en Dios y robustecida contra las tentaciones del enemigo y la angustia de la muerte.
10. La celebración del sacramento consiste primordialmente en lo siguiente: - previa la imposición de manos por los presbíteros de la Iglesia, - se proclama la oración de la fe - y se unge a los enfermos con el óleo santificado por la bendición de Dios.
11. Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo. Amén.