1. Oración
Boletín mensual de la Orden Franciscana Seglar
Fraternidad de Villarrubi a de los Ojos
“Francisco, tú, que acercaste tanto a Cristo a tu época, (Ciudad Real)
ayúdanos a acercar a Cristo a la nuestra, Nº 31 Diciembre 2011
a nuestros tiempos difíciles y críticos. Editorial
Tú, que has llevado en tu corazón las vicisitudes de tus contemporáneos,
ayúdanos, con el corazón cercano al corazón del Redentor, Llegamos a diciembre, mes muy
franciscano, pues durante el mismo
a abrazar las vicisitudes de los hombres de nuestra época: tenemos varias celebraciones que son
los difíciles problemas sociales, económicos, políticos, propias de nuestra espiritualidad y nuestro
los problemas de la cultura y de la civilización contemporánea, carisma.
todos los sufrimientos del hombre de hoy, sus dudas, En primer lugar celebramos el día 8 a
la Patrona de toda la Orden Franciscana:
sus negaciones, sus desbandadas, sus tensiones, la Inmaculada Concepción. Francisco
sus complejos, sus inquietudes… sintió un amor especial por la Virgen María, a quien consideraba la
Ayúdanos a resolver todo esto en clave evangélica, protectora de todos los hombres y la medianera de los hombres y
para que Cristo mismo pueda ser “Camino-Verdad-Vida” mujeres ante Cristo, su Hijo. Por ello quiso poner a toda su Orden
bajo el manto de tan singular mujer: Nuestra Madre.
para el hombre de nuestro tiempo.” Así mismo este mes celebramos el Nacimiento de Cristo. Jesús,
Beato Juan Pablo II hecho hombre, vino a nacer en el seno de una Virgen en un humilde
portal en la ciudad de Belén. Dios mismo se abajó para hacerse uno
de nosotros.
Francisco de Asís, admirado de este misterio tan grande y del
¡Feliz Navidad! amor que Dios demostró a todos los hombres, quiso mostrar al
mundo cómo pudo ser ese Nacimiento. Para ello organizó un “Belén
viviente”, el primero de la historia, en Greccio, Italia, celebrando la
Misa del Gallo de aquella Navidad ante unos aldeanos que
simularon ser los habitantes de Belén.
Que la alegría franciscana del Nacimiento de Jesús nos
acompañe, no sólo en estos días, sino a lo largo de toda nuestra vida,
haciéndonos humildes, como el Niño de Belén, en todas las
circunstancias de la vida que nos rodean.

2. Clara y Francisco: vidas paralelas Son múltiples los actos comunes en los que se ven envueltos Clara
y Francisco, pero quizás sus lazos comienzan a atarse definitivamente
con más fuerza a partir del año 1206. En el referido año, entre los
Es evidente el paralelismo existente entre las vidas de Francisco y meses de enero y febrero, Francisco renuncia a todos los bienes que su
Clara. Nos podríamos atrever a decir incluso que uno estaba hecho padre le ofrecía, en la plaza de Asís, concurrida de público. El Santo
para el otro. Pero su relación trasciende de lo puramente material y decide despojarse de sus vestiduras y quedarse desnudo, como símbolo
físico para alcanzar las más elevadas cotas de misticismo y de la pobreza más absoluta y radical que, a partir de entonces, iba a
espiritualidad. adoptar. Durante esa primavera se dedica a cuidar leprosos, los
Dios, para Francisco, era todo el Bien, el sumo Bien. Él se da a preferidos de Jesús. Ya en julio del mismo año regresa a Asís, se viste
conocer, se entrega como Aquél que no consiente competidores de de ermitaño y comienza la reparación de la iglesia de San Damián,
ninguna especie. Se hace impuro aquél que busca y halla cuyo crucifijo le profetiza que allí han de venir unas damas que
“sucedáneos” de Dios. Esto no significa, sin embargo, que no tenga darán esplendor a la Iglesia (como sin duda ocurrió después con
sentido buscar y hallar los valores de este mundo. Tiene significación Clara y sus hermanas).
y sentido, pero de manera finita. Francisco vio que la pureza está en Otro hecho paralelo que demuestra la íntima comunión entre
amarse los hermanos y hermanas de tal forma que el amor de Dios y Francisco y Clara fue el acaecido en el año 1224. Francisco, cansado,
el amor a Dios crezca y empiece a ser gustado ya en esta tierra. Los se retiró al Monte Alverna para prepararse con ayuno y oración a la
hombres de corazón puro son felices, viendo a Dios de manera fiesta de San Miguel. Es en ese momento y lugar donde recibe los
transparente y acogiéndolo en los hermanos y hermanas. Esta pureza estigmas de la Pasión. Ese mismo año es el que marca el comienzo de
se dio en la relación de Francisco con Clara. Su amor y sus relaciones la larga enfermedad de Clara.
fueron de extraordinaria ternura. Sus intenciones se mantuvieron 1228 es el año de la canonización de Francisco (dos años después
siempre transparentes, convergiendo en la búsqueda y el amor de de su muerte, curiosamente como Clara, canonizada también a los
Dios por encima de toda duda o sospecha. dos años de morir. Como vemos, sus semejanzas, sus paralelismos en
El amor que entre ambos existía se veía de continuo trascendido vida y en muerte no pueden ser sólo casuales). Sus últimos años
por el amor que uno y otro tenían a Cristo, a su Evangelio y a los estuvieron marcados por el dolor físico y la enfermedad, pero su amor
pobres, haciéndoles espiritualmente gemelos. Fueron Clara y sus esponsal se mantuvo intacto hasta el fin de sus días, un amor al
hermanas, junto con el hermano Silvestre, quienes pidieron al Señor Cristo pobre, que como fieles esposos, siguieron e imitaron,
que mostrase si Francisco debía entregarse del todo a la oración o intentando reflejarse en el espejo del Evangelio más radical.
también dedicarse a la predicación del Evangelio a los hombres. Es el Pero como antes señalábamos, las casualidades les llevaron a
suyo, por tanto un paralelismo de orden espiritual, marcado por el parecerse incluso tras su desaparición física, que no espiritual, pues
seguimiento a Cristo Pobre y Crucificado y por su extremo amor a la ambos fueron canonizados dos años después de sus respectivas
pobreza más radical. Pero esta unión vino marcada por muchos muertes, teniendo Clara la dicha de poder ver en los altares al
acontecimiento que, en idénticos años, sucedieron a ambos, afectados “Jardinero” de todas las “plantitas” del jardín franciscano.
en muchas ocasiones por las mismas decisiones de la Iglesia y del
mundo que tenían a su alrededor, puesto que si Francisco era el
jardinero, Clara y sus hermanas fueron las pequeñas plantas de su
jardín.