1. Manifiesto de Alfonso XIII
El manifiesto objeto del presente comentario de signo claramente político en el
que el Rey se dirige al País para comunicar a la nación que suspende deliberadamente
el ejercicio del Poder Real , fue entregado por el monarca al entonces presidente del
gobierno el capitán general Aznar, y publicado posteriormente en el periódico ABC en
Madrid el 17 de Abril de 1931.
Las ideas a destacar son las siguientes: La primera recogida en el primer
párrafo el Rey comunica al País que no cuenta con el amor de su pueblo tras las
elecciones celebradas. Elecciones municipales celebradas el 12 de Abril de 1931, que
acabaron convirtiéndose en un plebiscito sobre la monarquía. A pesar de que salen
vencedores los monárquicos, en las grandes capitales de provincias vence la coalición
republicano-socialista. Hecho aprovechado por las multitudes para tomar las calles. El
14 de ese mismo mes se proclama la República en Eibar, hecho repetido en distintas
capitales de provincia. Ante esta circunstancia Alfonso XIII abandona el Palacio Real
ese mismo día rumbo al exilio.
En el segundo párrafo el Rey reconoce que pudo haberse equivocado, sin duda
se refiere al apoyo dado al Golpe de Estado llevado a cabo por Miguel Primo de Rivera
en 1923. Mediante ese pronunciamiento militar España pasa de una monarquía
parlamentaria a un régimen autoritario. Hechos que fueron vistos bien por gran parte
de la sociedad española, salvo anarquistas y comunistas que convocaron huelgas sin
éxito, junto a los socialistas que protestaron verbalmente. Sin embargo a fines de la
década de los años 20, la situación se complicó para Primo de Rivera, puesto que
España estaba inmersa en una profunda crisis económica. En este clima de malestar
creciente el Rey retira el apoyo al Primo de Rivera quien dimite el 30 de enero de 1930,
cuando se encontraba enfermo,decisión mal vista por amplios sectores del ejército.
Después designó a Berenguer como si nada hubiese pasado en un intento de retornar al
viejo sistema oligárquico de la Restauración. Sin embargo la monarquía se había
quedado sin aliados, pues había perdido gran parte del apoyo de la jerarquía militar tras
el trato dado a Primo de Rivera y por otro lado la oposición republicana se había
organizado a partir de agosto de 1930 en el Pacto de San Sebastián, cuya objetivo era
derribar al régimen y sustituirlo por una república. A pesar de que hubo dos intentos de
alzamiento militar contra la monarquía el 12 y 15 de diciembre de 1930 éstos
fracasaron, hasta que el 12 de abril de 1931 se abrieron las urnas para elegir los
ayuntamientos. Estas elecciones a pesar de que se trataban de elecciones de ámbito
municipal, son tomadas como un plebiscito, en donde la opción republicano-socialista
gana en las grandes capitales de provincia Convencido de que las elecciones
municipales habían sido una manifestación nacional contra la monarquía, el conde de
Romanones, ministro de Estado, recomendó al Rey abandonar España y negoció con el
comité revolucionario, surgido tras el Pacto de San Sebastián, el traspaso de gobierno.
Cuando el general Sanjurjo, jefe de la Guardia Civil, hizo saber que sus hombres no
lucharían por la monarquía, Alfonso XIII tomó el camino del exilio.
Otra de las ideas que sobresale en el manifiesto aparece en el tercer párrafo en
donde expresa que a pesar de “hallaría medios sobrados para mantener mis regias
prerrogativas, en eficaz forcejeo con quienes la combaten. Pero, resueltamente, quiero
apartarme de cuanto sea lanzar un compatriota contra otro, en fraticida guerra civil…
No renuncio a ninguno de mis derechos porque más que míos son depósito acumulado
por la Historia”. Realmente el Rey toma rumbo al exilio tras las recomendaciones
recibidas por el conde de Romanones y al manifestar el general Sanjurjo que no lo
apoyaría, pero su actitud facilitó que la proclamación de la República en España se

2. produjese sin derramamiento de sangre. Además decide renunciar deliberadamente al
ejercicio del Poder Real, sin renunciar a sus derechos sobre la corona española que tras
la dictadura de del general Franco se volverá a reestablecer en España a manos de su
nieto D. Juan Carlos I..
Tras la marcha al exilio de Alfonso XIII comienza una nueva etapa en la
Historia de España en la que el sistema político será la Republica. En un primer
momento asume el poder de forma provisional Alcalá Zamora como Presidente de la
República y Manuel Azaña ocupa la jefatura de gobierno. En junio de 1931 mediante
sufragio universal masculino se eligieron las Cortes Constituyentes, que entre otras
labores se encargó de la redacción de la Constitución de 1931, la cual propuso hacer de
España una democracia real y formal. En estos momentos se intentó abordar los viejos
problemas de España, entre los que sobresalía el problema estructural en el campo. Lo
que otras naciones europeas habían tardado años en conseguir, los republicanos
españoles intentaron alcanzarlo en poco tiempo: desde la plataforma del Estado,
construir una sociedad moderna y democrática. Sin embargo la impaciencia de las
masas junto a los representantes del viejo orden lo impidieron.