2. Es una forma de atención obstétrica del parto. Esta forma de atención del parto es
conocida muy bien desde la década de los 70. Existen además en la literatura médica
tanto artículos que están a favor de este procedimiento como los que lo critican. De
todas maneras, serán los futuros padres quienes tengan la última palabra después de
recibir la información adecuada sobre si se decantan ó no por este procedimiento a la
hora del parto.
Parto en agua
3. El agua es un medio amigable.
Te hace sentir bien, te relaja.
Estar en la pileta de natación es como estar flotando en una
nube.
La práctica acuática se centra en ejercicios de tonificación
suaves, especialmente para el piso pelviano, el estómago y la
espalda. Además de estos ejercicios se practica un período de
relajación. Es importante que estos cursos sean dados por
profesores entrenados en clases prenatales y por supuesto que
las piletas en la cual se realizan estén en óptimas condiciones de
higiene.
4. El agua ha sido siempre un símbolo de maternidad y fertilidad: la vida
comenzó en el océano y nuestro hábitat natural durante los meses de
gestación es el líquido amniótico.
Por ello ya en los años 70 se dio a conocer a los científicos y mujeres los
beneficios del agua en el parto. Casi treinta años después, este
fenómeno del parto en el agua se ha expandido notablemente
5. Cuando la mujer se acomoda en la bañera con agua tibia, se aísla sensorialmente del mundo y
consigue una gran desinhibición en sus movimientos y respiración. En esta etapa, los médicos
utilizan un amplificador de latidos especialmente adaptado para el medio acuático, y así
monitorean el estado del bebé.
En algunas ocasiones, luego de alcanzar el grado de relajación adecuado, la mujer al sentir el
reflejo de expulsión decide salir del agua. Este cambio de temperatura favorece para que la
expulsión sea más vigorosa y eficaz (de rodillas, en cuclillas o en la sillita de parto). Sin
embargo, la mayoría de las veces la madre se queda en la tina, y así el nacimiento se produce
completamente bajo el agua.
6. Cuando el cuerpo del bebé sale completamente, se pone al recién nacido de forma que
su cara quede fuera del agua. A continuación se espera a que el cordón deje de latir. El
tiempo de inmersión completa es corto y es evaluado por el médico neonatología
teniendo en cuenta las condiciones del recién nacido.
7. Después, mientras la mayor parte de cuerpo del bebé continúa sumergido, el
bebé se coloca cerca de su madre, para que ambos comiencen a forjar sus
lazos afectivos. Lazos que también abarcan al padre, quien ha sido partícipe
de todo el proceso, y tiene un contacto inmediato y estrecho con su mujer y
su hijo, lo que crea vínculos que favorecen la armonía familiar.
8. El agua caliente, durante el parto, reduce la producción de adrenalina, hormona
que endurece el cuello del útero y retrasa la dilatación. Es por ello que el agua,
entonces, acorta el período de dilatación. Además contrarresta la fuerza de la
gravedad y reduce la estimulación sensorial, aumentando la producción de
endorfinas, hormonas cerebrales que disminuyen la sensación de dolor y hacen
olvidar el paso del tiempo. También relaja los músculos.
9. En un parto Medicalizado, todo es rutina. La madre no tiene elección de posición,
forzosamente se le administra suero y por supuesto nadie se salva de la episiotomía
(es el corte que se hace para agrandar la abertura vaginal). Éstas son sólo algunas
de las diferencias.
Por esta y muchas otras razones, el parto en agua es mejor para la nueva familia.
Un parto sin violencia, con respeto, paciencia y un ambiente de amor.
10. La madre siente menos presión en el abdomen y en el útero con las contracciones.
En el agua, no sólo se produce menos dolor, sino que se "dosifica" mejor el dolor o las
molestias.
Casi nunca hay necesidad de intervención médica.
El agua crea la misma presión en todas las partes del cuerpo.
La madre y el bebé sufren menos ansiedad.
La madre puede encontrar una posición cómoda que sea más eficiente y fácil para facilitar el
descenso del bebé a través del canal del parto, facilitando así una transición más apacible para
el bebé.
El agua provee al bebé de un ambiente muy parecido al de la matriz - mojado, templado,
ingrávido y apacible. Con el nacimiento en el agua, el bebé viaja suavemente de un lugar
templado, mojado y seguro, dentro del cuerpo de la madre, hacia otro lugar templado, mojado y
seguro en los brazos de la madre.
11. El agua proporciona una mayor flexibilidad en todo el proceso.
Se ha observado también menos riesgo de rasgado o desgarro.
La madre puede cambiar de posición fácilmente para encontrar la más cómoda con cada
contracción.
El agua puede acelerar notablemente el tiempo de las contracciones, a veces entre dos y
cuatro horas menos.
El parto subacuático puede dar lugar a una menor pérdida de sangre de la madre en el
alumbramiento.
Las mujeres a menudo experimentan un descenso rápido del bebé fuera del canal del
nacimiento con sólo unos pocos pujos, a veces con tan sólo tres pujos.
12. Se observa también que un alivio significativo de la tensión en agua
templada.
El nacimiento en el agua es extremadamente seguro: de los más
de 45.000 nacimientos en el agua registrados en el mundo, no
existen datos sobre complicaciones peligrosas (para la vida de la
madre o del bebé) resultantes del nacimiento en el agua.
El agua templada ablanda los tejidos esenciales para el nacimiento
(vagina, perineo y vulva) a lo que se le atribuye el bajo índice de
desgarros vaginales y trauma del tejido.
El agua puede acelerar las contracciones cuando son muy lentas,
estimulando al cérvix para que se dilate. Esto es especialmente eficaz
para facilitar la transición a las contracciones activas.
13. Dar a luz en el agua es muy seguro tanto para la madre como para el bebé, favorece la transición
del recién nacido desde el seno materno hacia el mundo exterior, y reduce notablemente la
necesidad de realizar cesáreas.
Los bebés nacidos en agua nacen tranquilos, tienen mejor desarrollo muscular y son menos
irritables.
A la mamá, el agua caliente le sirve para tener más libertad de movimientos y también como un
analgésico natural; el calor relaja los músculos del piso pélvico y reduce la producción de
adrenalina, hormona que interfiere con el avance de la dilatación, acortando así la duración del
proceso. Además contrarresta la fuerza de gravedad y disminuye la estimulación sensorial,
aumentando la producción de endorfinas, lo que calma las molestias y hace olvidar el paso del
tiempo.
El padre también se beneficia enormemente, ya que es respetado como el otro protagonista de lo
que está sucediendo, el nacimiento del hijo de ambos.
14. Todas son candidatas a este maravilloso método. Nuestros médicos y especialistas
te ayudarán a tener un buen embarazo y así prevenir problemas que pudieran
desembocar en una cesárea (preclamsia, por ejemplo). Además contamos con el
apoyo del área de nutrición para prevenir dicha enfermedad.
En el caso de una mamá con cerclaje, sí se puede llevar a cabo un parto en agua. El
cerclaje (pequeña operación que consiste en dar un punto en el cuello del útero
para evitar que éste se pueda dilatar durante la gestación), se hace siempre que
existe insuficiencia cervical, o sea, una dificultad del cuello uterino para
mantenerse cerrado hasta el momento del parto. En estos casos, el cerclaje se
retirará en la semana 38 y el nacimiento seguirá su curso natural.
También se puede tener un parto acuático después de una Cesárea.
15. Muchas de las mamás que buscan esta alternativa son precisamente las que no
desean tener otra cesárea.
Células Madres.
Recolección de células madres en parto en agua. Las células madres, que se toman
del cordón umbilical, pueden ser almacenadas y ayudan a prevenir y curar
enfermedades futuras en el recién nacido, puesto que éstas son del mismo organismo
del pequeño.
En un parto en agua, es más sencilla la recolección de estas células, gracias al grado
de relajación de la madre y la vaso-dilatación causada con el agua caliente.
En Mi Parto En Agua, conocemos la importancia de un acontecimiento tan importante
como lo es el nacimiento de un hijo.
16. Brindamos apoyo médico, físico y emocional a nuestras pacientes y
alumnas de los cursos psicoprofilácticos, y buscamos la dignificación de
la mujer, al defender sus derechos, cuando buscan un parto natural,
intimo y al ritmo de cada quien.
Mi parto en agua tiene convenio con clínicas y hospitales que tienen el
equipo y las instalaciones adecuadas, y tanto el personal que imparte
los cursos, como los profesionales que atienden los partos, son
especialistas en parto en agua.